Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La impiedad en los últimos días°


Hechos 3:19-21. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

Los tiempos que vivimos son difíciles y lo evidencian los hechos que no escapan a nadie como tragedias, incremento de los índices de la violencia, terremotos en todo el mundo en un índice mayor a todo el acumulado de movimientos telúricos desde que se creó la tierra, y la intemperancia y falta de amor que evidencian un desmoronamiento social sin precedentes históricos. Es evidente que nos encontramos, por encima de la pasividad espiritual de muchos, a las puertas del regreso del Señor Jesús. En el proceso de prepararnos para recibirlo, es necesario que haya en nuestros corazones arrepentimiento y conversión. Volver nuestra mirada al Salvador y esperarlo, en ese segundo regreso que está más próximo ahora que antes.

Los tiempos difíciles, son el anticipo del regreso del Señor Jesús: Estamos llamados a discernir los tiempos que estamos viviendo. Lucas 12:54-56. Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?

Debemos mantener una actitud sabia y escuchar las voces que nos alertan. Amos 3:7-8. Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? Son esenciales el arrepentimiento y la conversión.

Hechos 2:38-41. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

Hechos 5:29-32. Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

El fin de los tiempos será precedido por un período de apostasía como el que vemos hoy día. 2 Tesalonicenses 2:3,4,7-10. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

Estamos enfrentando la intemperancia y el desenfreno del género humano, el extravío de los cimientos de la fe, esto es evidencia sobre los tiempos difíciles por los que atravesamos. 1 Timoteo 4:1-3. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.

No podemos desechar el mensaje de Dios sobre la restauración del Reino. Hebreos 12.25-29. Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.

El Señor Jesús regresará triunfal por su pueblo. Mateo 24.29-31. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

El Señor Jesús advirtió que debemos mantenernos alerta. Mateo 24:32-33. De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. El Señor Jesús confirmó que el universo entero será conmovido. Mateo 24:34-5; Lucas 21:25-26.

No podemos dejarnos arrastrar por una sociedad con el corazón entenebrecido, que le cerró las puertas a Dios. Romanos 1:20-23. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Es tiempo de prepararnos para el regreso del Señor Jesús, es tiempo de estar atentos a la voz de Dios. Juan 10:27-30. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.

Es tiempo de estar preparados para el regreso del Señor Jesús. Lucas 12:35-40. Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

Es tiempo de abrirle las puertas del corazón a Jesucristo. Apocalipsis 3:20. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Nuestro amado Salvador Jesucristo está a las puertas de regresar. Es una espera segura. Los acontecimientos del mundo ponen en evidencia que se va a producir su regreso por el pueblo escogido, del que formamos parte usted y yo. No podemos desconocer la importancia de este acontecimiento de alcance universal. Sobre esa base es importante preguntarnos, ¿Estamos preparados para el regreso de nuestro amado Salvador? ¿Como Iglesia estamos listos para partir con Él? Sin duda estas dos preguntas nos llevarán a un auto examen para determinar cómo estamos en la relación con Dios.

Debemos tener presente que el Señor Jesús viene pronto y debemos estar prestos a recibirle.

A continuación, veamos lo que nos enseña la siguiente porción de la Biblia.
2 Timoteo 3. BAD (La Biblia al día). Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Apártate de esa gente ! Así son los que van de casa en casa cautivando a mujeres débiles cargadas de pecados, que se dejan llevar de toda clase de pasiones. Ellas siempre están aprendiendo, pero nunca logran conocer la verdad. Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas de mente depravada, reprobadas en la fe. Pero no llegarán muy lejos, porque todo el mundo se dará cuenta de su insensatez, como pasó con aquellos dos.

Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor, mi constancia, mis persecuciones y mis sufrimientos. Estás enterado de lo que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra, y de las persecuciones que soporté. Y de todas ellas me libró el Señor. Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús, mientras que esos malvados embaucadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste. Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.

Veamos en detalle algunas de las características de muchas de las personas que viven en los últimos tiempos.

Ególatras. Jactanciosos, arrogantes, vanidosos; Tienen un muy alto concepto de sí. Creen que son más que los demás y quieren que todos se den cuenta. Tratan mal a los demás pues todos son inferiores, son muy hirientes. Una frase los identifica: Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

Avaros. Egoísmo y avaricia todo gira en relación a sus necesidades y ambiciones, que puede ser dinero, bienes, relaciones, amistades… su fin es obtener cosas. Y una vez obtenidas, no perderlas a ningún precio. Son capaces de hacer de hacer lo que sea por dinero.

Transgresores o gente que te usa. Desobedientes a los padres, ingratos, insensibles, implacables Harán cualquier cosa para llevar adelante sus planes. No les importa sus familiares, ni tampoco si alguien los ayudó. No tendrán sentimientos a la hora de buscar lo que ellos desean. "Son corruptos en su manera de obrar en todos sus asuntos", "usar a los demás", tener "dos caras"... es un actuar normal de todos los días. 

Mentirosos. Esencialmente una mentira es una afirmación de lo que es falso con intensión de engañar. La gente del mundo prefiere la mentira a la verdad. 

Juan 8:44. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. El origen de la mentira está en Satanás quien presentó una falsa imagen de Dios a Eva, empujando a la primera pareja a la muerte (Génesis 3:1-6) La mentira es aborrecida por Dios porque destruye la recta comprensión de la realidad, con lo que el hombre se desvía del verdadero conocimiento y comunión con Dios. La mentira destruye la confianza entre los hombres, oscurece el entendimiento, y lleva a la destrucción eterna.

Buscadores del placer. Libertinos, amigos del placer Para ellos no hay nada más importante que hacer lo que uno siente. Sólo se sienten felices ante emociones fuertes: el juego, la bebida, las drogas, el sexo… todo tipo de trampas.

Violentos Enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos Este grupo está compuesto de gente peligrosa, que atacan con violencia o astucia a los demás. Actúan con vehemencia y dañan premeditadamente a su prójimo. La violencia es el último recurso del incompetente. La violencia es miedo a las ideas de los demás y poca fe en las propias.

Anticristos o Anticristianos. Impíos, aparentarán ser piadosos Están en contra de todo lo religioso, o mezclan todo y relativizan las creencias. No entienden nada y opinan sin ninguna vergüenza. Se oponen a toda verdad, no soportan o no la luz del Señor. La forma más efectiva de llevar adelante sus planes es mezclarlo todo. Como cuando mezclan veneno en una comida... la comemos con gusto, sin saber que hay algo que nos hará mal... muy mal. A medida que el fin se acerca vemos más y más personas parecidas a esta lista. ¿Quiénes son tus amigos? ¡Con gente con el carácter de maldad como vimos antes, ni te metas!

Revisemos la lista anterior. ¿Hay algunos de nuestros amigos que son así? Estoy seguro que sí. Y si es así... ¿por qué son tus amigos? ¿No será que alguna de esas cosas que ellos hacen... también te gustan? Aunque no compartas todo, cuanto más tiempo estás con ellos más llenas tu cabeza y tú corazón es esas cosas: egoísmo, violencia, desobediencia, amor al placer, incredulidad.

¿Que compartimos con ellos? ¡Muy pocas cosas buenas! Dice la Biblia: No se dejen engañar: 'las malas compañías corrompen las buenas costumbres. 1 Corintios 15:33. Corromper es pudrir. Lo que ellos te venden pudre todo lo bueno de tu interior. Por eso, el consejo del apóstol Pablo a Timoteo es "¡Con esa gente ni te metas!".

Ante este panorama de los últimos días que ya comenzamos a vivir, no debemos atemorizarnos ni ponernos muy preocupados. Más que preocuparnos, tenemos que ocuparnos del tema y prepararnos para la victoria final.

A continuación, dos aspectos fundamentales de la preparación, sobre los que tendremos que tomar una decisión. ¿CONOCÉS A JESÚS? Cuando conoces a Dios de verdad... ¡todo cambia! Para ser hijo hay que creer y entregar la vida al Señor. ¿Entregaste de verdad tu vida a Jesús? ¿Te arrepentiste de verdad de tus pecados y le pediste de todo corazón al Señor que te transforme? Si no lo hiciste, no hay que seguir adelante sin rendir todo nuestro ser a Él. No es una vergüenza hacerlo... ¡es una vergüenza no hacerlo! Dice el Espíritu Santo; Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón. Salmo 95:8.

El poder de la Palabra de Dios. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17. Cuando nacemos de nuevo, tenemos una vida nueva que tiene que ser alimentada. Ese alimento es la Palabra de Dios. La Biblia está inspirada por Dios. Al leerla el Espíritu Santo actúa en nuestro interior y la vida cambia. La Palabra de Dios le da herramientas al Espíritu Santo para hacer cosas en nuestro ser. Por ejemplo, si no sabíamos que teníamos que apartarnos de amistades que no convienen, al leerlo en la Biblia nos enteramos. 

Luego, el Espíritu obra en nuestro corazón convenciéndonos, y poniendo tanto el deseo como la fuerza para hacer lo que tenemos que hacer. ¿Cómo estás administrando tu tiempo? Se acercan los últimos días, ya no podemos vivir para nosotros mismos. ¿Vas a definirte? ¿Tu vida será sólo para Dios? ¿Vas a alimentar lo espiritual, o vas a seguir la carrera de la gente mala de los últimos días? Nuestro Padre no quiere una de tu vida. Dios quiere todo nuestro ser y es por nuestro propio bien, es para bendecirnos. Toda tu atención, todo tu tiempo, toda tu ilusión y esperanza.

Dios te llama a Su servicio, a esforzarte en la preparación en la Palabra. Cada vez más es ahora o nunca. Hoy hay que tomar decisión y permanecer firme en ella. ¿Qué vas a responder? ¿Vas a comenzar a prepararte con todas tus fuerzas?

Marcos 4:1-20.  La Biblia en versión lenguaje sencillo. BLS. Otro día, Jesús estaba enseñando a la orilla del Lago de Galilea. Como mucha gente se reunió para escucharlo, Jesús tuvo que subir a una barca y sentarse para hablar desde allí. La gente se quedó de pie en la playa. Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos y comparaciones.

Les puso esta comparación: Escuchen bien esto: Un campesino salió a sembrar trigo. Mientras sembraba, algunas semillas cayeron en el camino. Poco después vinieron unos pájaros y se las comieron. Otras semillas cayeron en un terreno con muchas piedras y poca tierra. Como la tierra era poco profunda, pronto brotaron plantas de trigo. Pero las plantas no duraron mucho tiempo. Al salir el sol se quemaron, porque no tenían buenas raíces. Otras semillas cayeron entre espinos. Cuando los espinos crecieron, ahogaron el trigo y no lo dejaron crecer. Por eso, las semillas no produjeron nada. En cambio, otras semillas cayeron en buena tierra, y sus espigas crecieron muy bien y produjeron una muy buena cosecha. Algunas espigas produjeron treinta semillas, otras sesenta, y otras cien. Luego Jesús dijo: ¡Si en verdad tienen oídos, presten mucha atención!

Después, cuando ya se había ido casi toda la gente, los que se quedaron con Jesús y los doce discípulos le preguntaron qué significaba el ejemplo del campesino. Jesús les respondió: A ustedes les he explicado los secretos del reino de Dios, pero a los demás les enseño solamente por medio de ejemplos. Así, aunque miren, no verán, y aunque oigan, no entenderán, a menos que se arrepientan de sus pecados y pidan perdón a Dios. Jesús les dijo: Si no entienden el ejemplo de las semillas, ¿cómo van a entender los otros ejemplos y comparaciones?

El campesino representa al que anuncia las buenas noticias. Las semillas que cayeron en el camino representan a los que escuchan las buenas noticias, pero luego viene Satanás y hace que olviden todo lo que oyeron. Las semillas que cayeron entre piedras representan a quienes oyen el mensaje del reino de Dios y rápidamente lo aceptan con gran alegría. Pero como no lo entienden muy bien, la alegría les dura muy poco. Tan pronto como tienen problemas, o son maltratados por ser obedientes a Dios, se olvidan del mensaje. Hay otros que son como las semillas que cayeron entre los espinos. Oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie su vida. Sólo piensan en las cosas que necesitan, en cómo ganar dinero, y en cómo disfrutar de esta vida. Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que escuchan el mensaje y lo aceptan. Esas personas cambian su vida y hacen lo bueno. Son como las semillas que produjeron espigas con treinta, sesenta y hasta cien semillas.


Bendiciones.

El Beneficio de Permanecer Estable en Tiempos Difíciles. Pastora Joyce Meyer.



En Mateo 6:24-34  “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.  

Muchas personas tienen dones y talentos y están llamados a hacer grandes cosas para Dios, pero Él no les ha dicho: “Vayan,” porque todavía siguen aprendiendo a como ser más estables, fiables y confiables, no se sacuden de las cosas tan fácilmente, y en control de sus emociones. Como cristianos, debemos vivir la vida que decimos representar, para que nuestros dones y talentos puedan ser liberados, no sólo por nuestro propio bien, sino por el bien de quienes nos rodean.

Jeremías 29:11-14. Nueva Versión Internacional (NVI) Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo *corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares a donde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el Señor.

Lo primero que debemos hacer es dejar de poner excusas, como “¡Yo no lo puedo evitar! ¡Sólo soy una persona muy sentimental! ¡Si usted hubiera tenido que aguantar todo lo que tengo que aguantar, a usted le darían rabietas también!” Dios nunca le va a decir que haga algo que no pueda hacerlo sin antes prescindir de su ayuda. Y usted puede lograr mucho más si aprende a controlar sus emociones.

Si Usted Tiene Paz, Usted Tiene el Poder

Le guste o no, estamos en una guerra espiritual. Su enemigo, Satanás, viene contra usted de muchas maneras ¡y que si va a luchar, a luchar, a luchar en contra de usted! Por lo que necesita saber cómo enfrentarse a él. Filipenses 1:28 (NVI) dice: “Y sin temor [ni por un momento] alguno a sus adversarios, lo cual es para ellos señal de destrucción. Para ustedes, en cambio, [la constancia y la intrepidez] es señal de salvación [la prueba y sello de su inminente destrucción], y esto proviene [una señal segura y pruebas] de Dios. ”

Esta escritura está diciendo que Dios y el diablo nos están mirando. Si nos quedamos tranquilos, el diablo sabe que no puede molestarnos y que no nos vamos a dar por vencidos. Pero también es una señal para Dios de que nuestra confianza está realmente en Él. No importa que diga lo mucho que confía en Dios, si está molesto todo el tiempo, entonces usted no está realmente confiando en Él. Y mientras usted está tratando de cuidar de sí mismo, Dios se echara a un lado y dirá: “Avísame cuando estés listo para Yo pueda entrar de prisa y ayudarte.”

El Mantener Su Paz Trae Madurez

Usted y yo tenemos el privilegio de no tan sólo de creer en Cristo pero el de poder soportar un poco de sufrimiento mientras esperamos que nos rescate, porque son los tiempos difíciles en nuestras vidas los que traen la madurez. Cada día que usted permanece firme en su fe y usted no recibe su gran avance, ese día está creciendo espiritualmente. Jesús dijo: “En el mundo, tendrán tribulación.” El propósito de tener fe no es para poder evitar los problemas, es para pasar a través de ellos con paz y estabilidad. Si en el único momento que puede alabar a Dios es cuando está en la Tierra Prometida, usted tiene un problema. Usted tiene que alabarlo a Él cuando este en el desierto. En realidad, si no alabamos a Dios en el desierto, nunca llegaremos a La Tierra Prometida. Todos tenemos que hacer lo correcto aun cuando se nos haga difícil, cuando no tenemos ganas de hacerlo. Es entonces cuando crecemos.


En Éxodo 14:13-14. Moisés dijo a los israelitas, “No tengan miedo. Mantengan sus posiciones [firme, confiado, sin desmayar], que hoy mismo serán testigos de la *salvación que el Señor realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás volverán a verlos!” Tome la determinación de confiar en Dios. No importa lo que pase, mantenga su paz, permanezca en reposo, mantenga una actitud de alabanza y acción de gracias, haga solo lo que pueda hacer; y siga diciendo: ” Dios está luchando por mí.”


Entendiendo el Reino de los cielos°


Dios nos ha dado su reino, el cual brilla poderosamente en medio de la oscuridad de nuestro mundo, arrasando con la enfermedad, el pecado, los demonios, la carencia, y la muerte. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1 Juan 3:8.

El Padre Celestial nos ha hecho partícipes de su reino a través de la salvación que es en Cristo Jesús; Él nos busca, nos perdona, nos sana, nos restaura, nos bendice para que seamos instrumentos para todas las personas que nos rodean. Nos ha hecho parte de la iglesia de Jesucristo, nos ha hecho un llamado, nos ha dado dones y siempre está con nosotros a través del Espíritu Santo, quien nos llena de su presencia, quien nos da la revelación de su  palabra, quien nos llena de sabiduría y de entendimiento para vivir la vida que agrada a Dios, la vida que nos conviene; es el Espíritu Santo quien nos consuela, quien nos redarguye, quien nos da los dones espirituales y los dones ministeriales e imparte vida espiritual.

Apocalipsis 1:4-6. Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Lucas 12:32.

Sin importar las situaciones que estemos enfrentando, sean buenas o malas en cualquier área de nuestras vidas, tenemos unos propósitos y unos planes de parte de Dios, estamos llamados a brillar en el reino de Dios cumpliendo su voluntad para nuestras vidas. Está escrito en la Biblia: Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16.

Daniel 12:2-3. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

Podemos decir que el reino de Dios es la atmósfera producida por nuestra relación de obediencia y sumisión al Él. Si tenemos una relación correcta con nuestro Padre celestial, experimentaremos la atmósfera espiritual del cielo en la tierra y podremos transmitir esa atmósfera a quienes están a nuestro alrededor.

Romanos 14:17. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

El reino de Dios primero debe entrar y gobernar a través del Señor Jesucristo en nosotros, en nuestros corazones, en toda nuestra manera de pensar y actuar, para que luego pueda manifestarse externamente y así podamos cumplir la gran comisión, ganar almas para Dios. Es de esa manera que brillamos para salvación a otros a través del evangelio. Mateo 28:18-20 / Marcos 16:15-20.

Daniel 12:10. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. Mateo 6:33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

¿Qué es el reino de Dios? Es su gobierno soberano en la tierra. En el Nuevo Testamento, el vocablo griego para “reino” es basileía, que significa “realeza”, “gobierno”, “un reino” o “soberanía”, “poder real”. Veamos lo que es un reino terrenal para seguir comprendiendo nuestra posición delante de Dios y de todo lo creado: es influencia, dominio, voluntad y gobierno de un rey o príncipe sobre cierto territorio, con el propósito de gobernar a sus habitantes. No puede haber un rey sin dominio, ni súbditos.

El reino de Dios, es su ámbito y su cimiento de poder en la tierra. Es su dominio o señorío, en el cual Él establece su voluntad en las vidas de su pueblo, aquí y ahora, por medio de la obra redentora de su hijo Jesucristo. Dios gobierna sobre territorios, entidades, y seres humanos. Él gobierna sobre la enfermedad, la pobreza y la opresión. Él es soberano sobre su enemigo espiritual, Satanás (el diablo), quien busca expandir su propio reino de oscuridad en el mundo, para oponerse al reino de la luz de Dios. 1 Pedro 2:9-10. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Muchas personas confunden la iglesia que es el cuerpo de Cristo con el reino de Dios. La iglesia está formada por las personas que Dios ha salvado y a quienes le ha revelado un llamamiento y el plan o voluntad divina para sus vidas; es la iglesia la que está llamada a proclamar el mensaje del reino de Dios, es llamada a extender el reino de Dios en medio de las naciones a través de los dones y de los llamamientos. Romanos 11:29. Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.

Veamos otros textos bíblicos que nos darán más luz.

1 Corintios 12:27. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. 1 Corintios 12:12,14-20. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.… Romanos 12:5. Así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros. Efesios 1:23. La cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo. Efesios 4:12. A fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 5:23,30. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo.… Colosenses 1:24. Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por su cuerpo, que es la iglesia.

El Señor Jesucristo habló del reino más de cien veces, mientras que a la iglesia se refirió sólo dos veces. Después de su crucifixión y resurrección se quedó en la tierra por cuarenta días antes de ascender al cielo. ¿Qué hizo en este tiempo? Instruyó a sus discípulos acerca del reino. Hechos 1:3. A éstos también, después de su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles de lo concerniente al reino de Dios.

Los valores del Reino están expresados con mucha claridad en el Sermón del Monte. Mateo capítulos 5,6 y 7. Este reino Dios lo ofrece a todos los hombres para que lo puedan disfrutar eternamente, porque el deseo de Dios es tener comunión eterna con cada ser humano que ÉL creó.

El reino de Dios se manifiesta a través de quienes hemos aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador. El reino se manifiesta a través del perfecto amor que brota de los corazones regenerados por la obra del Espíritu Santo. Se manifiesta a través de la presencia de Dios en medio de nuestras vidas, se manifiesta a través de la fe en la palabra de Dios y de la obra redentora del Señor.

Lucas 17:20–21. Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros. Romanos 8:19. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Para ver en operación el reino de Dios en nuestras vidas debemos tener un arrepentimiento genuino y una vida consagrada a Dios en obediencia. Sin la experiencia del arrepentimiento y el lavamiento de nuestros pecados por la sangre que se derramó en la cruz, las buenas obras no valen nada delante de Dios. Proverbios 15:8. El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo. Isaías 64:6. Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.

El Señor Jesucristo llamó a sus doce discípulos y les dio poder y autoridad para sanar toda enfermedad, para sacar fuera todo demonio y para anunciar el reino de Dios. 

Lucas 9:1-6. Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y LOS ENVIÓ A PREDICAR EL REINO DE DIOS, Y A SANAR A LOS ENFERMOS.  Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid.  Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

Son las vidas santas, limpiadas por la sangre de Jesucristo quienes pueden ser instrumentos para ser llenadas de la presencia y unción de Dios; es la presencia de Dios que destruye toda obra del diablo, destruye toda obra de pecado y maldad que ataba las vidas. Cuando aparece Dios en una vida, en una congregación todo cambia. Él es nuestro Creador, el Dios Santo, Poderoso, Amoroso y lleno de misericordia. Mateo 18:20. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

La promesa del Espíritu Santo. Juan 14:15-27. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.  No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

2 Corintios 3:17. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. Isaías 10:27. Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

Es necesario que el Señor nos abra nuestros ojos espirituales, hemos sido diseñados como pueblo de Dios a ser el canal de bendición, la sal de la tierra y la luz del mundo a fin de extender el Reino de Dios. Esto significa hacer que cada persona reciba a Cristo como su Salvador personal y aprenda a vivir de acuerdo a los principios de la Palabra de Dios para tenerlo también como El Señor. Esta es la manera bíblica de extender el reino de los cielos en la tierra.

El Espíritu Santo nos está haciendo un nuevo llamado como iglesia para ponernos en la brecha espiritual y trabajar en la extensión del reino de los cielos en la tierra. Que sea el mismo Dios hablándonos a través del siguiente texto bíblico.

Efesios capítulo 1. La obra salvadora de Dios. Versión de la Biblia Dios Habla Hoy (DHH).

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a quienes en la ciudad de Éfeso pertenecen al pueblo santo y como creyentes están unidos a Cristo Jesús. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes. Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. 

En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento, y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.

En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder. Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido. Este Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar, cuando haya completado nuestra liberación y haya hecho de nosotros el pueblo de su posesión, para que todos alabemos su glorioso poder.

Oración por los creyentes

Por esto, como sé que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y amor para con todo el pueblo santo, no dejo de dar gracias a Dios por ustedes, recordándolos en mis oraciones. Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente. Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe, tanto en este tiempo como en el venidero. Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.

Los principios del Reino de Dios deben ser implantados y vividos por nosotros, para nuestra libertad, para nuestro crecimiento espiritual y para que podamos ser instrumentos en las manos de Dios para la extensión de su reino en las naciones. La Palabra de Dios proporciona los fundamentos de la fe; la sangre del pacto proporciona la salvación del alma; el reino de Dios se concentra en los propósitos originales de la vida; la oración y el desarrollo espiritual sirven para mantener nuestra amistad con Dios; la comisión a la evangelización mundial nos hace mirar más allá de lo que nos rodea, no hace ver las cosas como Dios quiere que las veamos.

Es necesario comprender que el reino de Dios sólo se puede hacer palpable en nuestras vidas cuando nos rendimos al Señor el Espíritu Santo y dejamos que nos guie y nos pastoree. En la Biblia encontramos revelaciones acerca de la presencia y la unción del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo está con nosotros y sobre nosotros. Juan 14:16-17. Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes. Nos reviste de poder y autoridad. Hechos 1:8. Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

El Espíritu Santo nos llena de su vida produciendo en nosotros el fruto de la vida de Dios, que nos hace aptos para vivir en el reino de Dios y así mismo para extenderlo.

Si alguno dice tener Amor debe manifestar el gozo de Dios, si existe gozo debe haber paz, y si hay paz debe manifestar benignidad…etc., en otras palabras manifestar todos estas características, ninguno debe carecer en su vida, si es que el Espíritu Santo mora en la vida del creyente todo se va a notar, por que el Espíritu Santo no se manifiesta por medida alguna. Juan 3:34. Porque Aquél a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues El da el Espíritu sin medida. Así como todo es completo en Dios, el fruto del Espíritu es completo para perfeccionarnos y hacernos semejantes al Señor Jesucristo.

Gálatas 5:22-24. El fruto del Espíritu en la conducta cristiana. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. 

Pero si uno de estos falta es que por que el Espíritu Santo no mora en el creyente. Ningún árbol bueno puede producir malos frutos, todos son buenos. Mateo 7:17. Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. Bendiciones.