Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

SVR Clase 2. La Biblia: Inspirada°


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Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 2. La Biblia: Inspirada por Dios por Lewis Sperry Chafer

La Biblia es el único libro escrito por inspiración de Dios, en el sentido de que Dios ha guiado personalmente a sus escritores. La inspiración de la Biblia se define como una enseñanza que Dios ha impartido directamente a sus autores y que, sin destruir ni anular su propia individualidad, su estilo literario o intereses personales, Dios ha transmitido en la misma Su completo e íntimo pensamiento, y así ha quedado registrado por sus autores humanos.
Al formar las Escrituras, es cierto que Dios empleó a escritores humanos; pero esos hombres, aunque no pudieran haber comprendido todo lo que estaban escribiendo, sin embargo, bajo la guía de Dios y su mano directriz, produjeron los 66 libros que forman la Biblia, en la cual se halla una fascinante continuidad y una constante evidencia de la obra del Espíritu Santo dirigiendo sus plumas.
Por tanto, aunque escrita por medios humanos, la Biblia es el mensaje de Dios al hombre, más bien que un mensaje del hombre para su prójimo. Sin importar si las palabras registradas son las que Dios dictó literalmente, las copias halladas de antiguos códices y los resultados de la investigación acerca de los autores humanos, o de sus pensamientos, aspiraciones y temores, demuestran que en cada detalle Dios guió a esos hombres de tal forma que lo que ellos escribieron fue precisamente lo que Dios intentó que escribieran, con el resultado, pues, de que la Biblia es, ciertamente, la Palabra de Dios. Aunque ciertos pasajes de la Biblia puedan diferir notablemente en su carácter, todas y cada una de las palabras de la Escritura son igualmente inspiradas por Dios.
La doctrina de la inspiración, precisamente por ser sobrenatural, presenta algunos problemas para la comprensión humana. ¿Cómo puede un autor humano, registrando sus propios pensamientos y sus conocimientos, ser guiado para escribir exactamente lo que Dios desea que escriba? Precisamente por existir preguntas como ésta, se han aventurado algunas opiniones, como la de la extensión del control divino sobre los autores humanos. Existen diversas «teorías de la inspiración», y todos los intérpretes de la Biblia siguen alguna de tales teorías. La perspectiva de la inspiración aceptada por el comentarista es el fundamento sobre el cual están construidas todas las interpretaciones de la Biblia, y por tal motivo es preciso prestar una cuidadosa atención a la verdadera perspectiva de la inspiración.

A. TEORIAS DE LA INSPIRACION.

1. Inspiración verbal y plenaria. En la historia de la iglesia, la visión ortodoxa de la inspiración ha sido descrita como verbal y plenaria. Por inspiración verbal se quiere significar que el Espíritu de Dios fue quien guió la elección de las palabras usadas en los escritos originales. Sin embargo, la Escritura indica la factura humana. Varios libros de la Biblia reflejan las características personales del escritor, en estilo y vocabulario, y con frecuencia sus personalidades están expresadas en sus pensamientos, opiniones, plegarias o temores.
No obstante, aunque son evidentes los elementos humanos en la Biblia , la doctrina de la inspiración plenaria sostiene y afirma que Dios lo dirigió, de tal forma que todas las palabras que fueron usadas, lo fueron igualmente por Dios, e inspiradas por El. Esto se pone de relieve por el uso de la palabra «plenaria», que significa «completa inspiración», como término opuesto a los puntos de vista que afirman que sólo hay una parcial inspiración en la Biblia.
Otras palabras descriptivas adicionales se añaden con frecuencia para aclarar lo que es la doctrina ortodoxa. Se declara que la Escritura es infalible en el sentido de ser precisa e inmune a todo error. También se declara que la Escritura es inerrable, significando con ello que la Biblia no contiene ningún error, como declaración de hecho. 
Aunque la Biblia puede registrar en ocasiones declaraciones de los hombres que no son ciertas, o incluso palabras de Satanás, como en Génesis 3:4, (Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis) en todos esos casos, aunque la declaración atribuida a Satanás o a los hombres está fielmente registrada, está claro que Dios no afirma la verdad de tales declaraciones. Al afirmar que la Biblia está verbal y totalmente inspirada, además de ser inerrable e infalible en sus declaraciones de la verdad, se sostiene que la guía perfecta y sobrenatural de Dios es suministrada a toda palabra de la Escritura, de tal forma que la Biblia pueda ser considerada como una precisa y exacta declaración de la verdad divina.
La seguridad de la inspiración se aplica, por supuesto, a los escritos originales solamente y no a las copias, traducciones o anotaciones. Como no existe ningún manuscrito original, los eruditos se han extendido en gran medida para determinar la precisión del texto de la Biblia de que ahora disponemos. Para el propósito de enseñar la verdad, puede presumirse y tenerse por cierto de que nuestras presentes copias de la Biblia son exactas reproducciones de los escritos originales. Si bien existen pequeñas variantes en el texto, tales variaciones apenas afectan cualquier enseñanza de la Biblia y los hallazgos posteriores de manuscritos tienden a confirmar esta conclusión.
Para todos los propósitos prácticos, el Antiguo Testamento, escrito en hebreo, y el Nuevo, redactado en griego, pueden ser aceptados como la verdadera Palabra de Dios y una auténtica declaración de lo que Dios intentó comunicar al hombre.
2. Teoría mecánica o del dictado. En contraste con la verdadera doctrina de la inspiración, que permitió a los autores humanos, con su personalidad, redactar los escritos bajo la dirección de Dios, algunos han sostenido que Dios realmente dictó la Escritura y que los escritores de la Biblia actuaron sólo como taquígrafos. Pero si Dios hubiese dictado la Biblia, el estilo de la redacción y el vocabulario de la Biblia sería el mismo en toda su extensión. En muchos casos los autores de la Escritura expresaron sus propios temores y sentimientos, o sus plegarias para la salvación divina, y de diversas maneras dejaron la impronta de su personalidad en el registro divino. La oración surgida del corazón de Pablo por Israel, en Romanos 9:1-3, por ejemplo, habría perdido su significado de haber sido dictada por Dios.
De acuerdo, pues, con lo anteriormente expresado, mientras que la inspiración se extiende a toda palabra de la Escritura, no se desestima la personalidad humana, el estilo literario o el interés personal. La Biblia afirma la realización humana, al igual que lo hace con la autoridad divina del Libro. Dios cumplió con exactitud lo que El quiso al dirigir a los autores humanos que la escribieron, pero sin el proceso mecánico del dictado. Algunas porciones de la Biblia fueron dictadas por Dios y así está indicado en el mismo texto sagrado, pero la mayor parte de la Biblia fue escrita por autores humanos sin evidencia de un dictado directo.
3. La teoría del concepto. Algunos han intentado debilitar la completa inspiración de la Biblia y hacen concesiones a la autoridad humana, diciendo que Dios inspiró el concepto, pero no las palabras precisas. Esta opinión, no obstante, presenta graves problemas si se piensa en que los autores humanos sólo entendieron parcialmente lo que Dios les hubo revelado y, al hacerlo con sus propias palabras, pudieron muy bien haber introducido errores de consideración en sus escritos.
La Biblia contradice expresamente la idea de que sólo les fue suministrado el concepto a sus autores humanos. Una y otra vez se pone énfasis en el sentido de que las palabras de la Sagrada Escritura han sido inspiradas. La importancia de las palabras se menciona frecuentemente. Ex. 20:1Jn. 17:8. 1 Co. 2:13. En anotaciones del Antiguo Testamento se afirma repetidamente también que las palabras, en sí mismas, están inspiradas por Dios.
Jn. 10:34-35. Ga. 3:16. Ef. 6:17. Stg. 1:21-23. 1 Pedro 2:2. Se pronuncia una solemne condenación sobre cualquiera que suprima la Palabra de Dios. Ap. 22:18-19. La teoría del concepto, pues, no tiene consistencia respecto a que la Escritura haya sido redactada así; falla enteramente a la luz de lo que la misma Biblia afirma acerca de la verdadera doctrina de la inspiración.
4. Inspiración parcial. Se han aventurado también otras teorías en el sentido de que sólo parte de la Biblia es inspirada. Por ejemplo, algunos han afirmado que las porciones reveladas de la Biblia que se refieren a la verdad divina son precisas y ciertas, pero que no pueden aceptarse las declaraciones de tipo histórico, geográfico o científico. Emparejada con la inspiración parcial está la idea de que algunos fragmentos de la Escritura están más inspirados que otros, y así la verdad y el error se convierten en cuestión de grado.
Esto se aplica, a veces, a lo que es conocido como la «inspiración mística» o la idea de que Dios ayudó en diversos grados a los autores en lo que ellos escribieron, pero no dándoles por completo la capacidad de escribir la Escritura sin error. Todas las formas de inspiración parcial dejan la inspiración a juicio del lector y, en consecuencia, la autoridad de la Escritura se convierte en la autoridad de la persona que lee la Escritura, no existiendo de tal forma dos lectores que estén de acuerdo con exactitud respecto a lo que hay de verdad y lo que no lo es.
5. La opinión neo-ortodoxa de la inspiración. En el siglo XX se ha aventurado una nueva opinión o punto de vista sobre la inspiración divina, que comienza con Karl Barth, y que se denomina neo-ortodoxa. Aunque sin negar necesariamente que existan elementos sobrenaturales en los escritos de la Escritura, esta opinión reconoce que hay errores en la Biblia, y de esta forma la Biblia no puede ser tomada literalmente como verdadera. El neo-ortodoxia sostiene que Dios habla mediante las Escrituras y las utiliza como un medio para comunicarse con nosotros.
De acuerdo con este punto de vista, la Biblia se convierte en un canal de la revelación divina, de forma muy parecida al concepto de que una bella flor o un encantador crepúsculo suministran el concepto de que Dios es el Creador. La Biblia, considerada bajo semejante teoría, se hace verdadera sólo cuando es comprendida, y la evidencia de verdad queda igualmente a juicio del lector individual. La historia de este punto de vista demuestra que no hay dos personas que estén exactamente de acuerdo respecto a lo que la Biblia enseña realmente y, al igual que la inspiración parcial, deja al individuo como autoridad final por lo que concierne a lo que es verdad y lo que es falso.
6. Inspiración naturalista. Esta es la opinión más extrema de incredulidad y sostiene que la Biblia es igual que otro libro cualquiera. Aunque Dios haya podido otorgar a sus autores una capacidad fuera de lo común para expresar conceptos, es, después de todo, una producción humana sin ninguna guía divina y sobrenatural. La Biblia, sujeta a este concepto, se convierte simplemente en cualquier otro libro de religión, que expresa antiguos conceptos y opiniones de experiencia espiritual que han tenido los hombres en el pasado. Esta opinión destruye cualquier distintiva afirmación respecto a la autoridad divina de la Biblia y deja sin explicación la maravillosa y real precisión de la Biblia.
En última instancia el lector de la Escritura tiene que tomar una postura y hacer una elección. O bien la Biblia es lo que afirma ser - la Palabra inspirada de Dios- y un libro en que confiar, como si Dios lo hubiese escrito por sí mismo, sin autores humanos, o tiene que ser considerada como un libro que no sustancia sus afirmaciones y no es, ciertamente, la Palabra de Dios. Mientras que pueden sumarse muchas pruebas en apoyo de la inspiración de la Biblia, la mejor evidencia se encuentra en el hecho de que la acción del Libro en la Historia apoya sus propias afirmaciones. Su poder se ha manifestado en las vidas transformadas de millones de personas que han puesto su confianza en las palabras y las promesas de la Escritura.

B. EL TESTIMONIO DE CRISTO.
El hecho de que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo está apoyado por muchas evidencias internas de que es, ciertamente, la Palabra de Dios, y está confirmado por el poder de la Palabra de Dios para influenciar y transformar a los hombres. De todas las evidencias, sin embargo, una de las más importantes es el testimonio de nuestro Señor Jesucristo mismo de que, efectivamente, la Biblia está inspirada por Dios. Dondequiera que Jesucristo cita la Escritura -y El lo hizo con frecuencia- lo hizo como teniendo la autoridad y el completo reconocimiento de que había llegado a manos de los hombres por la inspiración del Espíritu Santo.
De acuerdo con Mateo 5:18, Cristo afirma que ni una jota ni una tilde de la Ley quedará sin cumplimiento. Con esto El expresaba que ni una jota (la letra más pequeña del alfabeto hebreo) o una tilde (la parte más pequeña de una letra que pudiese cambiar su significado) habrían de quedar incumplidas. Si la precisión y la inspiración se extienden a cada una de sus letras, Cristo estaba obviamente afirmando la inspiración de la totalidad del Antiguo Testamento.
En Juan 10:35 Cristo afirmó que «la Escritura no puede ser quebrantada», no puede fallar. Una y otra vez el Nuevo Testamento afirma un exacto cumplimiento del Antiguo Testamento. Mt. 1:22-23. Mt. 4:14 -16. Mt. 8:17. Mt. 12:17-21. Mt. 15:7-8. Mt. 21:4-5. Mt. 21:42. Mt. 22:29. Mt. 26:31,56. Mt. 27:9-10,35. Estas referencias procedentes del Evangelio de Mateo son típicas de lo que se difunde por todo el Nuevo Testamento en su totalidad. Incluso cuando afirma un cambio dispensacional o una modificación de una regla de vida, la autoridad y la inspiración de las declaraciones originales de la Escritura no se discuten en absoluto. Mt. 19:7-12.
Las anotaciones procedentes del Antiguo Testamento se extienden a cualquier sección importante y con frecuencia son de libros que son los más discutidos por los críticos liberales, tales como el Deuteronomio, Jonás, y Daniel. Dt. 6:16. Mt. 12:40. Dn. 9:27. Dn. 12:11. Mt. 24:15. Es imposible poner en tela de juicio la inspiración del Antiguo Testamento sin dudar del carácter y veracidad de Jesucristo. Es por esta razón que la negación de la inspirada Palabra de Dios conduce a la negación del Verbo encarnado de Dios.
Jesucristo no sólo afirmó la inspiración y la infalible exactitud del Antiguo Testamento, sino que El predijo la escritura del Nuevo. De acuerdo con Juan 16:12-13, los discípulos iban a recibir la verdad procedente del Espíritu Santo después que Cristo hubiese ascendido a los cielos. Cristo estableció que los discípulos serían los testigos de la verdad. Mt. 28:19. Lc. 10:22-23. Jn. 15:27.
Hch. 1:8. Lc. 10:16. Jn. 17:14-18. He. 2:3-4. Conforme fue escribiéndose el Nuevo Testamento, sus autores se hallaban conscientes de que eran guiados por el Espíritu de Dios y libremente afirmaron que el Nuevo Testamento estaba inspirado al igual que el Antiguo. De la misma forma que David escribió por el Espíritu. Mt. 22:43-45.
Y como el salmista fue inspirado el Nuevo Testamento, en igual forma, afirma su inspiración. He. 3:7-11. Sal. 95:7-11. En 1 Timoteo 5:18; Deuteronomio 25:4 y Lucas 10:7 se cita la Escritura como igualmente inspirada. En 2 Pedro 3:15-16 las Epístolas de Pablo están clasificadas como Escritura que tiene que ser recibida como Palabra de Dios, al igual que toda la demás Escritura. El Nuevo Testamento obviamente afirma tener la misma inspiración que el Antiguo. 1 Ti. 5:18. Dt. 25:4. Lc. 10:7. 2 P. 3:15-16.
C. PASAJES IMPORTANTES SOBRE LA INSPIRACION.
Uno de los pasajes fundamentales sobre la inspiración de la Biblia se encuentra en 2 Ti. 3:16, donde se afirma: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia.» Por «Escritura» el apóstol se refiere a las «Sagradas Escrituras» mencionadas en 2 Ti. 3:15, incluyendo tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. La expresión «inspirada por Dios» es una palabra que se halla en el Nuevo Testamento griego, theopneustos, que significa «el aliento de Dios».
Con esto se quiere significar definitivamente que la Escritura procede de Dios y por este hecho tiene la misma perfección que caracteriza al propio Dios. Sería absolutamente imposible para Dios el ser el autor del error. La inspiración se extiende no tanto a los autores como a la Palabra de Dios en sí misma. En tanto que los autores eran falibles y sujetos a error, el aliento de Dios insufló a tales autores Su infalible Palabra, dirigiéndoles con Su divino poder, y lo que está escrito por ellos fue ciertamente la infalible Palabra de Dios. Y porque es la Palabra de Dios, es provechosa para la doctrina o la enseñanza, y para reprobación, corrección e instrucción en la justicia.
Una de las importantes cuestiones que surge con frecuencia es: ¿Cómo pudo Dios inspirar la Escritura siendo así que, de una parte, permite su factura humana y, de otra, se produce la inspirada Palabra de Dios sin error? La cuestión de cómo Dios lleva a cabo un acto sobrenatural es siempre inescrutable; sin embargo, se puede captar alguna luz sobre el particular en 2 P. 1:21, donde, en relación con una profecía de la Escritura, se declara: «Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.»
Tanto si se trataba de profetas verbales o de profetas que lo pusieron por escrito, la explicación es que ellos fueron «movidos e impulsados por el Espíritu Santo». La traducción de la palabra «movido» es la que corresponde a llevar un peso, un cometido.
En esta declaración, pues, los autores humanos son llevados hacia un destino y un objetivo deseado por Dios, de la misma forma que un barco lleva a sus pasajeros hacia su destino final. Aunque los pasajeros que viajan en un barco tienen una cierta libertad humana y pueden moverse libremente dentro de la nave, no pueden evitar que, de una forma segura y decidida, la nave vaya a su destino marcado de antemano.
Si bien esta explicación no es completa para ilustrar la inspiración, pues su clarificación está más allá de la comprensión humana, se hace patente que los autores humanos no quedaron en libertad de cumplir sus propios designios, ni ejercieron, por tanto, su personal propósito. Dios actuaba dentro de ellos, insuflándolos Sus pensamientos y utilizándoles como canales adecuados para la consecución de tal obra. Es indudable que alguna parte de la Escritura estuvo dictada expresamente por Dios, como, por ejemplo, la entrega de la Ley en Éxodo 20:1-17.
Una y otra vez el Antiguo Testamento declara que «Dios dijo» Gn. 1:3. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Otra expresión frecuente es que «llegó la palabra del Señor» a uno de los profetas. Jer. 1:2. Os. 1:1. Jon. 1:1-2. Mi. 1:1. Sof. 1:1. Hag. 1:1. Zac. 1:1. Dn. 7:1. Aunque pudieran variar las formas y las circunstancias de la divina revelación, en todas ellas Dios habla con una perfecta autoridad, una absoluta precisión y de forma inerrable. Por todo esto, la Palabra de Dios participa de la misma cualidad de verdad absoluta, propia de la persona y el carácter del propio Dios.
D. CONSIDERACIONES CUALIFICATIVAS.
Al declarar que la totalidad de la Biblia es la verdad y que está inspirada por Dios, es preciso señalar que a veces la Biblia registra una mentira como tal mentira; tal es el caso de la mentira de Satanás en Génesis 3:4. La Biblia también registra las experiencias y razonamientos de los hombres, conforme queda ilustrado en el Libro de Job y en Eclesiastés. En ellos, lo que la Escritura transcribe como palabras de sus personajes tiene que ser comprobado por las claras afirmaciones de la verdad que se hallan extendidas por toda la Biblia. De acuerdo con esto, algunas de las declaraciones de los amigos de Job no son ciertas, y algunos de los pensamientos filosóficos del Eclesiastés no van más allá de la sabiduría humana.
Siempre que la Biblia establece un hecho como cierto, es, desde luego, cierto, tanto sí procede del propio Dios como de revelación, sean principios morales o un programa profético, o bien cuestiones de historia, geografía o hechos que tienen relación con la ciencia. Es un fascinante testimonio de la exactitud de la Palabra de Dios el que, aunque los autores no pudiesen anticipar los descubrimientos científicos modernos ni utilizaron un lenguaje técnico, no contradicen, sin embargo, cualquier descubrimiento que el hombre haya hecho y que sea auténticamente cierto.
Existen problemas en la Biblia que hacen surgir ciertas cuestiones. A veces, por falta de información, la Biblia parece contradecirse a sí misma, como, por ejemplo, en el relato de la curación de los ciegos de Jericó, donde diversos relatos indican dos o un ciego. Mt. 20:30-34. Mr. 10:46-52. Lc. 18:35-43. Mr. 10:46. Lc. 19:1.
Por ejemplo, existieron dos ciudades en Jericó: una antigua, la otra moderna. Cristo pudo muy bien haber dejado una para entrar en la otra. Muchos supuestos errores de la Biblia han sido perfectamente aclarados por descubrimientos y hallazgos arqueológicos. Realmente nadie sabe lo suficiente como para contradecir los hechos registrados y las declaraciones expuestas en la Biblia, tanto si se refieren a la creación del mundo, el origen del hombre o si se extiende en determinados detalles de orden narrativo.
Adecuadamente comprendida, la Biblia permanece como el monumento de la propia veracidad de Dios y de la verdad, y puede ser creída como si el propio Dios hubiese hablado directamente al individuo que lee la Escritura. Aunque se han realizado intentos para minar y destruir la Biblia, para aquellos que buscan la verdad respecto a Dios continúa siendo la sola fuente de autoridad inerrable de la revelación divina.
PREGUNTAS
1. Definir lo que significa la inspiración de la Biblia.
2. ¿Hasta qué punto la Biblia está inspirada?
3. ¿Qué quiere significarse por inspiración verbal y plenaria?
4. ¿Hasta qué punto es infalible e inmune al error y qué significan estos términos?
5. ¿Cómo se puede explicar que la Biblia refiere declaraciones falsas de los hombres?
6. ¿Hasta qué punto se extiende la inspiración a las copias y traducciones de la Biblia?
7. Definir la teoría de la inspiración mecánica e indicar por qué es inadecuada.
8. ¿Cuáles son los problemas de la teoría del concepto de la inspiración?
9. ¿Cuáles son los problemas de la teoría de la inspiración parcial o grados de inspiración?
10. ¿En qué difiere el punto de vista neo-ortodoxo de la inspiración, del ortodoxo?
11. ¿Por qué el punto de vista naturalista de la Biblia tiene que ser rechazado?
12. ¿Qué enseñó Cristo concerniente a la inspiración de la Biblia?
13. ¿En qué forma apoyan las anotaciones del Antiguo Testamento la inspiración de dicha parte de la Biblia?
14. ¿Qué indicaciones se dan en el Nuevo Testamento de que también está inspirado por Dios?
15. Discutir la declaración de 2 Timoteo 3:16.
16. ¿En qué forma contribuye 2 Pedro 1:21 al método de la inspiración?
17. Indicar el alcance en el cual la Biblia afirma su propia inspiración.
18. ¿Cómo se relaciona la inspiración con la verdad de las experiencias humanas y sus razonamientos según se halla ilustrado en el Libro de Job y en el Eclesiastés?
19. ¿Cuál debería ser nuestra respuesta a las aparentes contradicciones de la Biblia?
20. ¿Por qué es tan importante considerar el tema de la inspiración como un todo?

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Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

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Incluso para un lector ocasional de la Biblia, pronto se pone de manifiesto que está leyendo un libro fuera de lo usual. Aunque cubre miles de años de la historia humana y está escrita por más de cuarenta escritores humanos, la Biblia no es una simple colección de escritos, sino todo un Libro que posee una fascinante continuidad. Se le llama «La Biblia», de la palabra griega biblos, que significa «Libro». Su extraordinaria característica es debida al hecho de que es ciertamente la Palabra de Dios, aunque haya sido escrita por autores humanos.
Se ofrecen dos líneas de evidencia que apoyan la conclusión de que la Biblia es la Palabra de Dios:
1) la evidencia interna; los hechos hallados en la propia Biblia y la propia afirmación de la Biblia concerniente a su origen divino.
2) la evidencia externa; la naturaleza de los hechos dados en la Escritura, que apoyan su carácter sobrenatural.

A. EVIDENCIA INTERNA.
En cientos de pasajes, la Biblia declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios. Deuteronomio 6:4-9. Deuteronomio 6:17-18. Josué 1:8. Josué 8:32-35.2 Samuel 22:31. Salmo 1:2. Salmo 12:6. Salmo 19:7-11. Salmo 93:5. Salmo 119:9,11,18. Salmo 119:89-93. Salmo 119:97-100. Salmo 119:104-105,130. Proverbios 30:5-6. Isaías 55:10-11. Jeremías 15:16. Jeremías 23:29. Daniel 10:21. Mateo 5:17-19. Mateo 22:29. Marcos 13:31. Lucas 16:17. Juan 2:22. Juan 5:24. Juan 10:35. Hechos 17:11. Romanos 10:17. 1 Corintios 2:13. Colosenses 3:16. 1 Tesalonicenses 2:13. 2 Timoteo 2:15. 2 Timoteo 3:15-17. 1 Pedro 1:23-25. 2 Pedro 3:15-16. Apocalipsis 1:2. Apocalipsis 22:18.
Las Escrituras declaran, de muchas formas diversas, que la Biblia es la Palabra de Dios y que su afirmación es clara e inteligible para cualquiera. La afirmación constante de los escritores del Antiguo Testamento, los del Nuevo y del propio Jesucristo, es que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios. Por ejemplo, el  Salmo 19:7-11 declara que la Biblia es ciertamente la Palabra del Señor, y nombra seis perfecciones, con sus seis correspondientes transformaciones de carácter humano, que la Palabra cumple. Jesucristo declaró que la Ley tiene que ser cumplida Mateo 5:17-18.
En Hebreos 1:1-2. Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,  en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo. No solamente se afirma que Dios habló en el Antiguo Testamento a los profetas con palabra de Dios, sino que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo. La Biblia sólo puede ser rechazada si se rechazan sus constantes afirmaciones de ser la Palabra de Dios.

B. EVIDENCIA EXTERNA.
La Biblia no sólo afirma y reclama para sí el ser la Palabra de Dios, sino que apoya estas afirmaciones por abundantes evidencias que han convencido con frecuencia incluso a los lectores más escépticos.
1. La continuidad de la Biblia. Uno de los más sorprendentes y extraordinarios hechos respecto a las Escrituras es que, aunque fueron escritas por más de cuarenta autores que vivieron a lo largo de un período de más de 1,600 años, la Biblia es, no obstante, un Libro y no una simple colección de 66 libros. Sus autores proceden de los más diversos lugares y situaciones de la vida; hay reyes, campesinos, filósofos, hombres de Estado, pescadores, médicos, eruditos, poetas y agricultores. Vivieron en diferentes culturas, en diferentes experiencias existenciales, y con frecuencia fueron completamente distintos en carácter. La Biblia tiene una continuidad que puede ser observada desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La continuidad de la Biblia puede ser constatada en su secuencia histórica que comienza con la creación del mundo presente hasta la de los nuevos cielos y la nueva tierra. El Antiguo Testamento revela temas doctrinales tales como la naturaleza del propio Dios, la doctrina del pecado, la de la salvación y el programa y propósito de Dios para el mundo como un todo, para Israel y para la Iglesia.
La doctrina está progresivamente presentada desde sus principios en forma de introducción, hasta su más completo desarrollo. El tipo está seguido por el antitipo, la profecía por su cumplimiento. Uno de los temas continuados de la Biblia es la anticipación, presentación, realización y exaltación de la persona más perfecta de la tierra y los cielos, nuestro Señor Jesucristo. El relato de tan fascinante Libro, con su continuidad de desarrollo, exige un milagro mucho mayor que la inspiración en sí misma. De acuerdo con esto, los creyentes de la Escritura, si bien reconocen la factura humana de varios de sus libros, su continuidad y su guía se deben a la inspiración del Espíritu Santo.
2. La extensión de la revelación bíblica. En su manifestación de la Verdad, la Biblia es inextinguible. Al igual que un telescopio, se adentra en el universo desde las infinitas alturas y profundidades de los cielos, hasta la tremenda hondura del infierno y capta las obras de Dios desde el principio hasta el fin. Como un microscopio, revela los más diminutos detalles del plan y el propósito de Dios y la perfectísima obra de la creación. Al igual que un estereoscopio, sitúa a todos los seres y objetos, tanto si están en los cielos como en la tierra, en correcta relación, los unos con los otros.
Aunque muchos de los libros de la Biblia fueron escritos en los comienzos del conocimiento humano, en una época en que sus autores ignoraban por completo los modernos descubrimientos, lo que ellos escribieron, sin embargo, no ha sido nunca contradicho por posteriores descubrimientos, y los antiguos escritos de la Escritura se hallan sorprendentemente adaptados a modernas situaciones.
En el amplísimo contexto de su revelación, la verdad bíblica alcanza horizontes insospechados que van más allá del descubrimiento humano, alcanzando, como de hecho lo hace, desde la eternidad del pasado, a la eternidad del futuro, revelando hechos que sólo Dios puede conocer. No existe otro libro en todo el mundo que haya intentado siquiera presentar la Verdad de un modo comprensible como lo hace la Biblia.
3. La influencia y publicación de la Biblia. Ningún otro libro ha sido jamás publicado en tantas lenguas e idiomas, por y para tan diferentes pueblos y culturas, como la propia Biblia. Sus páginas están entre las primeras que fueron impresas cuando se inventaron las prensas de la moderna imprenta. Millones de copias de la Escritura han sido publicadas en todas las principales lenguas del mundo, y no hay una sola lengua escrita que no tenga, al menos, una porción impresa de la Biblia. Aunque los escépticos, como el francés Voltaire, infiel y herético, han predicho con frecuencia que la Biblia quedaría relegada al olvido en el paso de una generación, e incluso autores del siglo XX han pronosticado que la Biblia pronto sería un libro olvidado, lo cierto es que la Biblia continúa publicándose en número creciente y en mayor número de lenguas que antes.
Otras religiones han sobrepasado a la Cristiandad en número de seguidores, pero no han sido capaces de ofrecer ninguna revelación escrita comparable a la Escritura. En nuestra época moderna, la influencia de la Biblia continúa su ritmo de difusión incesante. Para los no salvos es la «espada del Espíritu» Efesios 6:17. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; Y para los salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha. Y para los salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha Juan 17:17. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
2 Corintios 3:17-18. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor Efesios 5:25-26. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra. La Biblia continúa siendo la única base divina para la ley y la moralidad.
4. El contenido de la Biblia. El carácter sobrenatural de la Biblia se aprecia en el hecho de que trata tan libremente con lo desconocido y, desde luego, incognoscible, como con lo que es conocido. Describe la eternidad en el pasado, incluyendo la creación antes de que el hombre existiese. Se revelan la naturaleza y las obras de Dios. En las profecías bíblicas se manifiesta la totalidad del programa divino para el mundo, para Israel y para la iglesia, culminando en esta última, que es eterna. En cada materia presentada y descrita, sus declaraciones son decisivas, concretas y están al margen del tiempo. Su naturaleza comprensiva ha hecho a sus lectores sabios en la verdad que se relata tanto en el tiempo como en la eternidad.
5. La Biblia como literatura. Considerada como obra literaria, la Biblia es también algo supremo. No solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en detalle, la más bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las especulaciones de la filosofía y cuanto se relaciona con la verdad bíblica. La variedad de la producción de sus autores está contrastada por la multiplicidad de sus materias. Ningún otro libro de literatura tiene tantos lectores apasionados de todas las edades y de todos los grados de inteligencia y erudición.
6. La autoridad sin prejuicios de la Biblia. El carácter humano de los autores de la Biblia, carece de prejuicios en favor del hombre. La Biblia registra y señala, sin vacilar, el pecado y la debilidad de los mejores hombres, y advierte gráficamente a aquellos que confían en sus propias virtudes de su condenación final. Aunque escrito por humanos, es un mensaje de Dios hacia el hombre, más bien que un mensaje del hombre para el hombre. Aunque algunas veces habla de cosas terrenales y de experiencias humanas, también describe con claridad y autoridad cosas tanto de los cielos como de la tierra, visibles o invisibles; revelando hechos acerca de Dios, de los ángeles, los hombres, del tiempo y de la eternidad; de la vida y la muerte, del pecado y la salvación, del cielo y del infierno. Semejante libro no podría haber sido escrito por el hombre -si hubiese tenido que elegir hacerlo, y aun de haber podido, nunca habría querido hacerlo- al margen de la divina dirección. Por tanto, la Biblia, aunque escrita por hombres, es un mensaje que procede de Dios, con la certeza, la seguridad y la paz que sólo Dios puede proporcionar.
7. El carácter supremo de la Biblia. Por encima de todo lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro sobrenatural que revela la persona y la gloria de Dios manifestada en Su Hijo. Tal persona, Jesucristo, jamás pudo haber sido la invención de un hombre mortal, ya que Sus perfecciones nunca podrían haber sido comprendidas ni por los hombres más sabios y santos de esta tierra. El supremo carácter de la Biblia está apoyado por su revelación del carácter supremo en la persona de Jesucristo.
Como consecuencia de la combinación de las cualidades sobrenaturales y procedentes del hombre que entran en la composición de la Biblia, puede observarse una similitud entre la Biblia como la Palabra escrita y el Señor Jesucristo como el Verbo viviente. Ambas son sobrenaturales en origen, presentando una mezcla inescrutable y perfecta de lo que es divino y de lo que es humano. Ambas también ejercen un poder de transformación sobre aquellos que creen, e igualmente permitido por Dios como algo negativo y rechazado por los que no creen. Las perfecciones divinas, impolutas y en toda su grandeza que no sufre la menor disminución, están inmersas en ambos aspectos. Las revelaciones que muestra son igualmente tan simples como la capacidad mental de un niño, y tan complejas como los infinitos tesoros de la divina sabiduría y el divino conocimiento, sostenidas por el Dios que las ha revelado.
2 Samuel 22:31. En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. Salmo 1:2. Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Salmo 12:6. Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. 
Salmo 19:7-11. 7La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. 11Tu siervo es además amonestado con ellos;  En guardarlos hay grande galardón.
Salmo 93:5. Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre. Salmo 119:9,11,18. 9¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 11En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. 18 Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. Salmo 119:89-93. 89Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos. 90De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste. 91Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven. 92Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido. 93Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado.
Salmo 119:97-100. 97¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. 99Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. 100Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos. Salmo 119:104-105,130. 104De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 105Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. 130La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Proverbios 30:5-6. 5Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. 6No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso. Isaías 55:10-11. 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 
Jeremías 15:16. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. Jeremías 23:29. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Daniel 10:21. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Mateo 5:17-19 17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mt. 22:29. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Mr. 13:31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Lc. 16:17. La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Jn. 2:22. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. Juan 5:24. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
PREGUNTAS
1. ¿Qué significa la palabra «Biblia»?
2. ¿En qué consisten las dos líneas generales de evidencia de que la Biblia es la Palabra de Dios?
3. Mencionar cinco pasajes del Antiguo Testamento y otros cinco del Nuevo en que la Biblia declare o asuma por sí misma el ser la Palabra de Dios.
4. Mencionar seis perfecciones, con sus seis correspondientes transformaciones, del carácter humano que la Palabra cumpla de acuerdo con el Salmo 19:7-11.
5. ¿Por qué es la continuidad de la Biblia una evidencia de su inspiración?
6. ¿Cuáles son algunas de las evidencias de la continuidad de la Biblia?
7. ¿En qué difiere la Biblia de otros libros respecto a la expresión de su revelación de la verdad?
8. ¿De qué forma tiene relación la extensiva publicación de la Biblia con su poder transformador?
9. Describir y relatar el carácter sobrenatural de la Biblia con relación a su contenido.
10. Evaluar la Biblia en su carácter literario.

11. ¿Cómo puede ser relacionada la cualidad humana de su confección con la autoridad exenta de prejuicios de la Biblia?