Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

SVR Clase 26. El Hombre: Su Caída°


Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 26. El Hombre: Su Caída por Lewis Sperry Chafer


El problema de cómo el pecado entró en el universo es un asunto en el cual cada sistema encuentra obstáculos. Sin embargo, solamente la Biblia provee una explicación razonable. Como fue visto en el estudio previo de los ángeles, el pecado entró primeramente en el universo en la rebelión de algunos de los santos ángeles guiados por Satanás, lo cual ocurrió bastante antes de que el hombre fuera creado. Los primeros capítulos del Génesis registran la caída en el pecado por Adán y Eva. Las varias interpretaciones de este hecho nos llevan a considerarlo un evento literal que explica la pecaminosidad de la raza humana o al intento de explicarlo como algo no histórico o como un mito. La interpretación ortodoxa, sin embargo, es que el acontecimiento tuvo lugar exactamente como se registra en la Escritura, y ésta es la manera en que se relata en el resto de la Biblia.

La caída del hombre en pecado puede considerarse desde tres aspectos: 1) Adán antes de la caída, 2) Adán después de la caída, y 3) el efecto de la caída de Adán sobre la raza humana.

A. Adán antes de la caída.

En palabras de peculiar sencillez, la Biblia introduce en la historia al primer hombre y a la mujer que le fue dada por compañera. Estos dos seres fueron unidos como «una sola carne», y según el concepto divino esto es lo que constituye la verdadera unidad. Aunque tanto el hombre como la mujer pecaron y cayeron, la Biblia se refiere a este fracaso mutuo como a la caída del hombre.

No es posible hacer cálculos en cuanto a la extensión del período durante el cual Adán y Eva permanecieron en su condición original; sin embargo, es evidente que fue un tiempo suficiente como para que pudieran acostumbrarse a la situación en que habían sido colocados, para observar con cuidado y darle nombre a las criaturas vivientes y experimentar la comunión con Dios. Semejante a todas las obras de Dios, el hombre fue creado «bueno en gran manera» (Gn. 1:31), que significa que él era agradable al Creador. Esto implica más que Adán era inocente, siendo este último término de carácter negativo y sugiriendo simplemente que el primer hombre no había cometido pecado. La santidad, que es el principal atributo de Dios, es un término positivo e indica que Él es incapaz de pecar.

El hombre, dado que fue hecho a la imagen de Dios, tenía una personalidad completa y la capacidad moral de tomar decisiones. En contraste con Dios quien no puede pecar, tanto los hombres como los ángeles podían pecar. Como fue visto en el estudio anterior sobre los ángeles, Satanás pecó, y tras él fueron otros ángeles, de quienes se ha escrito que «no guardaron su original estado.

Is. 14:12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!  Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. (13) Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; (14) sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

Ez. 28:15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.

Jud. 1:6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día;

Debido al hecho de que Satanás y los ángeles caídos pecaron primero, el hombre no originó el pecado, pero se convirtió en un pecador debido a la influencia satánica.

Gn. 3:4-7 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (6) Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto,  y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. (7) Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

El relato de cómo pecaron Adán y Eva está revelado en Génesis. De acuerdo a esto, Satanás apareció en la forma de una serpiente, una criatura la cual en ese tiempo era un animal muy hermoso y atractivo. Como lo registra la Biblia, Dios había dado a Adán y Eva una prohibición: ellos no deberían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Gn. 3:1-6 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?  (2)  Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; (3) pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.  (4)  Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; (5) sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.  (6)  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría;  y tomó de su fruto,  y comió;  y dio también a su marido,  el cual comió así como ella.

De acuerdo a Gn. 2: 17, Dios dijo: «Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.» Esta prohibición relativamente simple era una prueba para ver si Adán y Eva obedecerían a Dios.

En su conversación con Eva, Satanás introdujo esta prohibición diciéndole a Eva: « ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?» (Gn. 3:1). Lo que quiso implicar era que Dios estaba escondiendo algo que era bueno y que El estaba siendo muy severo innecesariamente en su prohibición. Eva le contestó a la serpiente: «Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis» (Gn. 3: 2-3).

En su respuesta Eva cayó en la trampa de Satanás al dejar fuera la palabra «libremente» en el permiso de Dios de comer de los árboles del huerto, y también ella dejó fuera la palabra «seguramente» en la advertencia de Dios. La tendencia natural del hombre de minimizar la bondad de Dios y de magnificar su severidad son, desde entonces, características familiares de la experiencia humana. Satanás inmediatamente se aferró de la omisión de la palabra «seguramente» en cuanto al castigo y le dijo a la mujer: «No moriréis: sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal» (Gn. 3:4-5).

En su conversación con la mujer, Satanás se revela como el engañador. La seguridad del castigo se desafía directamente y se niega así expresamente la Palabra de Dios. El hecho de que comiendo del fruto sus ojos serían abiertos al conocimiento del bien y del mal era verdad, pero lo que Satanás no reveló fue que ellos tendrían el poder de conocer el bien y el mal sin el poder de hacer el bien.

De acuerdo a Génesis 3:6, la caída de Adán y Eva en el pecado está registrada así: «y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.» Si Satanás le sugirió esto a la mujer o si ella llegó a estas conclusiones por sí misma no lo dice la Escritura.

Sin embargo, se nota aquí el modelo familiar de la tentación en tres líneas indicadas en 1 Juan 2:16: el hecho de que el fruto era bueno para comer apeló a la «concupiscencia de la carne»; el hecho de que era «agradable a los ojos» apeló a la «concupiscencia de los ojos»; y el poder del fruto del árbol de hacerlos sabios apeló a la «vanagloria de la vida». Un ejemplo similar de tentación fue seguido por Satanás en la tentación de Cristo

Mt. 4:1-11. Mr. 1:12-13. Lc. 4:1-13. 1 Ti. 2:14.

B. Adán después de la caída.

Cuando Adán y Eva pecaron perdieron su bendito estado en el cual ambos habían sido creados y vinieron a ser objeto de varios cambios trascendentales.

1. El hombre cayó bajo el dominio de la muerte espiritual y física. Dios había dicho: «Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Gn. 2:17); y esta divina sentencia se cumplió. Adán y Eva sufrieron inmediatamente la muerte espiritual, que significa separación de Dios. Y a su debido tiempo sufrieron también el castigo de la muerte física, que significa el acto por el cual el alma se separa del cuerpo.

2. El juicio de Dios también cayó sobre Satanás, y la serpiente fue condenada a arrastrarse en el suelo (Gn. 3:14) La lucha entre Dios y Satanás se describe en Génesis 3:15 en lo que se relaciona con la raza humana, y Dios dice: «y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.» Esto se refiere al conflicto entre Cristo y Satanás, en el cual Cristo murió en la cruz, pero no pudo ser retenido por la muerte, como se anticipó en la expresión «Tú le herirás en el calcañar».

Sin embargo, la última derrota de Satanás está indicada en el hecho de que la simiente de la mujer le «herirá en la cabeza», esto es, infringirle una herida mortal y permanente. La simiente de la mujer se refiere a Jesucristo, quien en su muerte y resurrección conquistó y venció a Satanás.

3. Un juicio especial también cayó sobre Eva, la cual experimentaría dolor al dar a luz sus hijos y se debería de someter a su esposo. El hecho de que se produciría la muerte haría necesario que se produjeran múltiples nacimientos.

Gn. 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces;  con dolor darás a luz los hijos;  y tu deseo será para tu marido,  y él se enseñoreará de ti.

4. Una maldición especial cayó sobre Adán, al cual le fue asignada la dura labor de trabajar la tierra, ahora maldita con espinos y cardos, para obtener la comida necesaria para su continua existencia. De acuerdo con esto, la misma creación sería cambiada por el pecado del hombre.

Ro. 8:22 Porque sabemos que toda la creación gime a una,  y a una está con dolores de parto hasta ahora.

Más adelante la Escritura indica cómo los efectos del pecado serían parcialmente aliviados por medio de la salvación en el caso del hombre y por un levantamiento parcial de la maldición en el futuro reino milenial. Adán y Eva, sin embargo, después de la caída fueron conducidos fuera del huerto y comenzaron a experimentar el dolor y la lucha que han caracterizado a la raza humana desde entonces.

C. El efecto de la caída de Adán sobre todo el género humano.

El efecto inmediato del pecado sobre Adán y Eva fue que éstos murieron espiritualmente y llegaron a estar sujetos a la muerte espiritual. Su naturaleza se depravó y, por tanto, la raza humana experimentaría la esclavitud del pecado. Además del cambio de la suerte del hombre y su ambiente, la Biblia también revela una profunda doctrina de imputación, que pone de relieve la verdad que Dios ahora acusó a Adán con pecado y, como resultado, acusó a sus descendientes con la responsabilidad del primer pecado de Adán.

Las Escrituras mencionan tres grandes imputaciones:

1) El pecado de Adán es imputado a su posteridad. Ro. 5:12-14 Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. (13)  Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. (14) Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

2) el pecado del hombre es imputado a Cristo. 2 Co. 5: 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

3) La justicia de Dios imputada a los que creen en Cristo. Gn. 15:6. Sal. 32:2. Ro. 3:22. Ro. 4:3,8. Ro. 4:21-25. 2 Co. 5:21. Flm. 1:17-18.

Es obvio que se efectuó un traspaso de carácter judicial del pecado del hombre a Cristo, quien llevó sobre su cuerpo en el madero el pecado del género humano. «Mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros» Is. 53:5. Jn. 1:29. 1 P. 2:24. 1 P. 3:18.

De igual manera hay un traspaso de carácter judicial de la justicia de Dios al creyente, puesto que no podía haber otro fundamento de justificación o aceptación delante de Dios. Esta imputación pertenece a la nueva relación espiritual que el creyente disfruta con Dios en la esfera de la nueva creación. 2 Co. 5:21. Estando unidos al Señor por el bautismo del Espíritu. 1 Co. 6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1 Co. 12:13. 2 Co. 5:17 Ga. 3:27.

Y vitalmente relacionados con Cristo como un miembro de su cuerpo, se sigue que cada virtud de Cristo es comunicada a los que han llegado a ser una parte orgánica de Él. El creyente está «en Cristo» y, por consiguiente, participa de todo lo que Cristo es. Ef. 5:30. Ro. 5:12-14.

De igual manera, el pecado original de Adán es transmitido en la forma de naturaleza pecaminosa indirectamente, o sea, por herencia, de padre a hijo, a través de todas las generaciones. El efecto de la caída es universal; así también lo es la oferta de la divina gracia.

La caída de los hombres no se efectúa cuando cometen su primer pecado; ellos han nacido ya en pecado, como criaturas caídas, procedentes de Adán. Los hombres no se convierten en pecadores por medio de la práctica del pecado, sino que ellos pecan debido a que por naturaleza son pecadores. Ningún niño necesita que se le enseñe a pecar, pero cada niño tiene que ser estimulado a realizar el bien.

Debe observarse que, no obstante que la caída de Adán pesa sobre toda la Humanidad, es evidente que hay una provisión divina para los infantes y para todos aquellos que no tienen responsabilidad moral.

Los santos juicios de Dios tienen que caer sobre todos los pecadores no redimidos:

1) por causa del pecado imputado;
2) por causa de la naturaleza pecaminosa que todos han heredado;
3) por causa de que todos están bajo pecado; y
4) por causa de sus propios pecados.

Si bien es cierto que estos juicios divinos no pueden atenuarse, el pecador puede escapar de ellos por medio de Cristo. Estas son las buenas nuevas del Evangelio.

La pena que descansa sobre la antigua creación es:

1)  Muerte física, por la cual el alma se separa del cuerpo;
2) Muerte espiritual, la cual, semejante a la de Adán, es el estado presente de los perdidos y la separación entre el alma y Dios. Ef. 2:1 Ef. 4:18-19.
3) la segunda muerte, o sea, la eterna separación entre el alma y Dios y la expulsión de los perdidos de la presencia de Él para siempre. Ap. 2:11.Ap. 20:6,14. Ap. 21:8.

PREGUNTAS.

1. ¿Cómo explica la Biblia el origen del pecado en el universo y en el género humano?
2. ¿Cuál era el estado del hombre antes que pecara?
3. ¿Cómo tentó Satanás a Eva?
4. ¿Cómo relató Eva falsamente la prohibición de Dios?
5. ¿Cómo mintió Satanás a Eva y negó expresamente la Palabra de Dios?
6. ¿Cómo Satanás disfrazó lo apetecible del poder del conocimiento del bien y del mal?
7. ¿Cómo indica 1 Juan 2:16 las tres líneas de la tentación?
8. ¿Cuál fue el efecto sobre Adán y Eva después que ellos hubieron pecado?
9. ¿Cuál fue el efecto sobre Satanás y la serpiente después que Adán y Eva pecaron?
10. ¿Cuál fue el efecto sobre los descendientes de Adán y Eva por el pecado de Adán?
11. Mencionar las tres imputaciones presentadas en las Escrituras.
12. ¿Por qué es verdad que el hombre no se vuelve pecador pecando?
13. ¿Por qué los santos juicios de Dios están sobre los hombres que están fuera de Cristo?
14. ¿Cuál es la pena que está sobre la vieja creación?
15. ¿Por qué la salvación en Cristo es la única esperanza para el hombre en su estado caído  

SVR Clase 25. El Hombre: La Creación de Dios°

http://www.seminarioabierto.com/doctrina125.htm

Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 25. El Hombre: La Creación de Dios por Lewis Sperry Chafer

http://www.seminarioabierto.com/doctrina125.htm

A. El Hombre como un ser creado.

Habiéndose descubierto en el medio de un universo maravilloso y siendo del más alto orden de las criaturas físicas, el hombre, naturalmente, buscaría la forma de entender su propio origen tanto como el origen de todas las cosas existentes. Dado que la Naturaleza no revela la creación del hombre y la tradición no sería una fuente digna de confianza en la información, es razonable esperar que Dios revelara los hechos esenciales acerca de la creación del hombre en la Biblia. En los primeros capítulos del Génesis, y donde se quiera en la Biblia, la creación del hombre se enseña claramente en la Escritura.

A causa de que el origen del hombre es un asunto natural para la investigación y especulación, aquellos que han tratado de contestar la pregunta aparte de la Escritura han hecho numerosas tentativas para explicar el origen del hombre. Estos hechos conflictivos demuestran que el hombre no tiene información cierta acerca de su origen a no ser la que la Biblia le pueda dar, y sólo en la Escritura uno puede esperar encontrar un relato completo y exacto.

Uno de los puntos de vista más comunes que se han levantado en contradicción con la doctrina de la creación del hombre revelada en la Biblia es la teoría de la evolución. Esta teoría es que de alguna manera llegó a la existencia siendo una célula viviente y de esta célula viviente el hombre evolucionó por un proceso de selección natural. La evolución intenta explicar todas las complicadas formas de vida en este mundo por este proceso natural.

De acuerdo a la teoría de la evolución, todas las plantas, animales y el hombre fueron formados por un proceso de pequeños cambios llevados a cabo por mutaciones, las cuales se creen que explican todas las especies. Sin embargo, las mutaciones son casi invariablemente dañinas más que beneficiosas, y nunca se han observado series de mutaciones que sean beneficiosas o que hayan producido una nueva especie. De acuerdo con esto, mientras que el registro bíblico reconoce que puede haber variaciones dentro de las especies, declara que Dios creó los animales «según su especie».

Gn. 1:21,24-25. En contraste con los animales, el hombre fue hecho a la imagen y semejanza de Dios. Gn. 1:26-27. Aunque muchos adeptos a la evolución admiten que es sólo una teoría y los fósiles revelan que no ha habido evolución sistemática de las formas más bajas de vida a las formas más altas, la evolución se constituye en la única explicación que el hombre natural ha sido capaz de ofrecer en contradicción a la doctrina bíblica de la creación; está basada claramente en un concepto naturalístico, más bien que en el origen sobrenatural del hombre.

De igual manera, la teoría de la así llamada evolución teísta -que Dios usó la evolución como un método- para ser sostenida depende de una negación del significado literal de la narración de la creación en la Biblia.

La doctrina de la creación del hombre está enseñada claramente en la Escritura. Gn. 1:1. Gn. 2:25. Jn. 1:1. Col. 1:16. He. 11:3. El primer capítulo de Génesis se refiere a Dios como el Creador cerca de diecisiete veces, y se pueden encontrar cerca de cincuenta referencias más en la Biblia. Algunas enseñan directamente sobre la creación, y otros pasajes implican que Dios es el Creador de Adán y Eva. Ex. 20:11. Sal. 8:3-6. Lc. 3:38. Ro. 5:12-21. 1 Co. 11:9. 1Co. 15:22,45. 1 Ti. 2:13-14.

El verdadero concepto de la creación es que Dios creó el mundo de la nada, puesto que en Génesis 1:1 no se hace mención de ninguna existencia previa.

Como se presenta en Génesis, el hombre es la máxima obra de Dios en la creación, y se declara que toda la creación tuvo lugar en seis días. Entre aquellos que aceptan la Biblia como la obra inspirada de Dios se han dado diferentes explicaciones a estos días de la creación. Algunos ven la narración de Génesis 1 como una re-creación siguiendo una primera creación, la cual fue juzgada y destruida en conexión con la caída de Satanás y los ángeles caídos. Esto nos daría la evidencia de que el mundo inorgánico existía mucho antes de la creación descrita en los seis días de Génesis 1-2.

Algunos miran los seis días como períodos de tiempo, más cortos o más largos que veinticuatro horas, porque la palabra «día» a veces es usada para períodos más largos, así como en la expresión «el día del Señor». Otros insisten, sin embargo, que, dado que se usan los números con la palabra «día», debe aplicarse a un día de veinticuatro horas. En este caso se presupone que Dios creó el mundo con edad aparente, como lo hizo, por ejemplo, en la creación del hombre mismo y en el caso de los animales. Otros, sin embargo, señalan a la sugerencia de que el tiempo involucrado fue más largo que veinticuatro horas debido a expresiones como las de Génesis 1:11, donde el árbol frutal se presenta creciendo de la tierra.

Mientras que Dios podría haber creado un árbol completamente crecido, el hecho de que se diga que crece implica un período más largo que veinticuatro horas. Mientras que los evangélicos han diferido en la interpretación precisa del proceso de la creación, la mayoría de los intérpretes que sostienen la inspiración e infalibilidad de la Biblia atribuyen la presente existencia de los animales y del hombre a la creación inmediata de Dios, y en la Escritura no hay evidencia del desarrollo evolucionario de las especies por leyes naturales.

B. La Naturaleza del hombre.

De acuerdo al testimonio de la Escritura, el hombre, en su forma humana presente, fue creado por Dios como la conclusión y consumación de toda la creación. Se dice del hombre que fue hecho a la imagen y semejanza de Dios (Gn. 1:26) y que Dios respiró en él el aliento de vida (Gn. 2:7). Estas distinciones califican al hombre por sobre todas las otras formas de vida que están sobre la tierra e indican que el hombre es una criatura moral con intelecto, capacidad para sentir y voluntad.

Hablando en líneas generales, la creación del hombre incluyó aquello que era material «el polvo» e inmaterial « el aliento de vida». Esta doble distinción tiene referencia al «hombre exterior» y al «hombre interior»; «el vaso de barro» y «su tesoro».

2 Co. 4:16. 2 Co. 4:7. Mientras que el alma y el espíritu del hombre se presentan existiendo para siempre, el cuerpo retorna al polvo desde donde fue formado, y el espíritu va a Dios quien lo dio. Ec. 12:7. De acuerdo a ello, la gente puede matar el cuerpo pero no matar el alma. Mt.10:28. Cuando la Escritura considera la parte inmaterial del hombre, a veces usa varios términos intercambiables. Comparar: Gn. 41:8. Con, Sal. 42:6. Mt. 20:28. Con, Mt. 27:50. Jn. 12:27. Con, Jn. 13:21. He. 12:23. Con, Ap. 6:9, Aun aplicando estos términos a Dios. Is. 42:1. Jer.9:9. He. 10:38. Ec. 3:21. Ap. 16:3. Algunas veces se distingue el espíritu, del alma del hombre. 1 Ts. 5:23. He. 4:12. A pesar de las altas funciones de la parte inmaterial del hombre, a veces se atribuyen al espíritu y a veces al alma.

Mr. 8:36-37. Porque  ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Mr. 12:30. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Lc. 1:46. Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor;

He. 6:18-19. Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,  y que penetra hasta dentro del velo,

Stg. 1:21. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia,  recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

El espíritu se menciona usualmente en las Escrituras como aquella parte del hombre la cual es capaz de contemplar a Dios, y el alma es aquella parte del hombre la cual está relacionada al yo y las varias funciones del intelecto, sensibilidades y voluntad del hombre.

Sin embargo, también se usan otros términos de la naturaleza inmaterial del hombre tales como el corazón.

Ex. 7:22. Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos;  y el corazón de Faraón se endureció,  y no los escuchó;  como Jehová lo había dicho.

Sal. 37:4. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Ro. 9:2. Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.

Ro. 10:9-10. Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia,  pero con la boca se confiesa para salvación.

Ef. 3:17. Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones,  a fin de que,  arraigados y cimentados en amor,

He. 4:7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo,  por medio de David,  como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.

Otro término usado es aquel en cuanto a la mente del hombre, ya sea en referencia a la pecaminosidad de la mente del hombre no salvo.

Ro. 1:28. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada,  para hacer cosas que no convienen.

2 Co. 4:4. En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo,  el cual es la imagen de Dios.

Ef. 4:17-18. Esto,  pues,  digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;

Tito. 1:15. Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro;  pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.

O a la mente renovada que posee un cristiano.

Mt. 22:37. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma, y con toda tu mente.

Ro. 12:2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

1 Co. 14:15. ¿Qué,  pues?  Oraré con el espíritu,  pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.

Ef. 5:17. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

Otras expresiones tales como «voluntad» y «conciencia» también se refieren a la parte inmaterial del hombre.

Dada la variedad de términos que a veces son usados en sentido similar y a veces en contraste el uno con el otro, muchos han considerado la división del hombre en material e inmaterial como la división básica; pero aun aquí expresiones como «alma» y «espíritu» a veces son usadas para la totalidad del hombre incluyendo su cuerpo.

Algunas religiones paganas sostienen que el origen inmaterial de la naturaleza del hombre es preexistente; esto significa que ha existido eternamente y sólo se encarna en el principio de la existencia humana; esto no está sostenido por la Escritura. Otro punto de vista ofrecido por algunos teólogos evangélicos es que el alma es creada por Dios en el principio de la existencia humana individual; esta teoría tiene dificultades en cuanto a la pecaminosidad del hombre.

Probablemente el mejor punto de vista, conocido como el traducianismo, es que el alma y el espíritu fueron propagados por generación natural, y por esta razón el hombre recibe un alma y espíritu pecaminosos, porque sus padres son pecadores.

El cuerpo humano del hombre es la habitación del alma y el espíritu del hombre hasta que muera. Aunque acaba con la muerte, está sujeto a resurrección. Esto es verdadero en cuanto a los salvos y los no salvos, aunque las resurrecciones son diferentes. A veces el cuerpo tiene referencia como la «carne», y se usa para el cuerpo de Cristo.

Col. 2:1,5. Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros,  y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

1 Ti. 3:16. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria. 

1 P. 3:18. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados,  el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

Otras veces se refiere a la naturaleza pecaminosa, la cual incluye el alma y el espíritu, como en la declaración de Pablo que él había «crucificado la carne»

Ga.5:24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

De acuerdo a ello, la carne no debe considerarse sinónimo con el cuerpo en todos los pasajes, puesto que puede implicar todo el hombre no regenerado.

Los cuerpos de las personas salvas son declarados como «templos». Jn. 2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

1 Co. 6: 19. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Fil. 1:20. conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo,  o por vida o por muerte.
Aunque al mismo tiempo sus cuerpos son considerados como «vasos de barro».

2 Co. 4:7. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, Cuerpos «viles», cuerpos para ser mortificados y cuerpos los cuales tienen que ser mantenidos en sujeción.

Fil. 3:21. el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Ro. 8:13. porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,  viviréis.

Col. 3:5. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,  impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.

1 Co. 9:27. sino que golpeo mi cuerpo,  y lo pongo en servidumbre,  no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

Los cuerpos de los salvos serán transformados, santificados, salvados y redimidos y finalmente glorificados para siempre en la venida de Cristo por su Iglesia. Ro. 8:11. Ro. 8:17-18,23. 1Co. 6:13-20. Fil. 3:20-21.

Jesucristo poseía un cuerpo humano perfecto antes de su muerte, y después de su resurrección tenía un cuerpo de carne y hueso que es el ejemplo del cuerpo de resurrección del creyente. El término «cuerpo» se usa también como una figura de la iglesia como el cuerpo de Cristo y del cual Cristo es la cabeza.

PREGUNTAS.

1. Aparte de la Biblia, ¿tiene el hombre algún tipo de conocimiento con respecto a su origen?
2. ¿De qué manera explica la teoría de la evolución el origen del hombre?
3. ¿Qué sostiene la evolución deísta?
4. ¿En qué manera el hombre difiere de los animales, y qué relación tiene esto con el problema del origen del pecado?
5. ¿Qué evidencia existe en la Escritura de la creación del hombre?
6. ¿Cuáles son varias de las explicaciones que se buscan al relato de las Escrituras del hombre como ser creado en seis días?
7. ¿Por qué crees que la explicación bíblica del origen del hombre como ser creado es superior a la teoría evolucionista?
8. ¿Qué significa la declaración de que el hombre es hecho a la imagen y semejanza de Dios?
9. ¿Qué significado tienen «espíritu» y «alma» cuando se usan en relación al hombre?
10. ¿Qué otros términos se usan para describir la parte inmaterial del hombre además de alma y espíritu?
11. Exponer otras opiniones sobre el origen de la naturaleza del hombre como ser preexistente o ser creado en el nacimiento de cada individuo.
12. ¿Qué es el traducianismo (teoría que explica el origen del alma y espíritu del hombre) y por qué es, probablemente, superior que cualquier otro punto de vista?
13. ¿Qué significado tiene el término «carne», en la Biblia. y en qué sentido se usa?
14. ¿En qué sentido es un templo el cuerpo de una persona salvada?

15. ¿En qué se funda la esperanza de una persona salvada de ser transformada y glorificada

SVR Clase 24. Satanás: Su Obra y Destino°

http://www.seminarioabierto.com/doctrina124.htm

Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 24. Satanás: Su Obra y Destino por Lewis Sperry Chafer

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A. Conceptos falsos sobre Satanás.

Hay dos errores muy corrientes en cuanto a la persona de Satanás; y puesto que solamente él los está aprovechando para la realización de su propósito, es razonable llegar a la conclusión de que ellos son de origen satánico.

1. Muchos creen que Satanás no existe en realidad y que su supuesta persona no pasa de ser un principio de mal, o influencia, que se manifiesta en el hombre y en el mundo en general. Lo erróneo de este concepto se demuestra al tomar en cuenta que hay la misma evidencia abundante respecto a la personalidad de Jesucristo como en cuanto a que Satanás es una persona real. Las Escrituras, que son la única palabra de autoridad en esta materia, consideran que tanto Jesucristo como Satanás son seres personales; y si la personalidad de Jesucristo es aceptada en base a lo que la Biblia enseña, la personalidad de Satanás debe aceptarse también sobre el mismo testimonio.

2. Otros creen que Satanás es la causa directa de los pecados de cada persona. Pero esta idea no está en armonía con la verdad:

a) porque, en primer lugar, el propósito principal de Satanás no es promover el pecado en el mundo. El no tenía en un principio el intento de convertirse en un demonio, sino el de ser «semejante al Altísimo» (Is. 14:14); él no tiene tanto el ánimo de destruir como el de construir y realizar su gran ambición de autoridad sobre este sistema mundial, en cuyo programa se incluye cultura, moralidad y religión.

2 Co. 11:13-15. 13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

La idea de que Satanás es actualmente la causa directa del pecado es falsa:

b) porque la Biblia dice que los pecados vienen directamente del corazón depravado del hombre. Gn. 6:5. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

Mr. 7:18-23. 18 El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. 20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Stg. 1:13-16. 12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. 16 Amados hermanos míos, no erréis.

B. La obra de Satanás.

Este uno de los muchos pasajes que dan testimonio acerca de la obra de Satanás. Is. 14:12-17. 12¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; 17 que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?

Este pasaje revela el original y supremo propósito de Satanás. El deseaba ascender al cielo, exaltar su trono sobre las estrellas de Dios y ser semejante al Altísimo. En la consecución de este fin él echaría mano de sabiduría y poder inmensurables; debilitaría las gentes; haría temblar la tierra; trastornaría los reinos; convertiría el mundo como un desierto; asolaría las ciudades y rehusaría poner en libertad a sus presos. Aunque cada una de estas declaraciones es en sí aterradora, hay entre ellas dos que merecen especial atención:

1. «Seré semejante al Altísimo» (v. 14). Esta expresión indica el principal motivo que le guía en todas sus actividades después de su caída. Según lo que tenemos revelado en las Escrituras, el curso de las actividades de Satanás después de su caída moral puede trazarse solamente siguiendo la línea de lo que ha sido su motivo supremo: «ser semejante al Altísimo». Este fue el propósito que con toda seriedad él recomendó a Adán y Eva, y al aceptar el ideal satánico, ellos se independizaron de Dios, quedaron dependiendo de sus propios recursos y el centro de su vida llegó a ser su propio yo.

Gn. 3:5. Sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Además, esta actitud de Adán y Eva llegó a ser su misma naturaleza, la cual han transmitido a su posteridad, al grado de que todos sus descendientes son llamados «hijos de ira». Ef. 2:3. Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Ef. 5:6. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

Ro. 1:18. Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; Y ellos deben nacer otra vez.

Jn. 3:3. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Y cuando ya son salvos, tienen que pasar por grandes conflictos si desean rendir su vida completamente a la voluntad de Dios. También el deseo de Satanás de ser «semejante al Altísimo» se ve en su pasión de ser adorado por Cristo.

Lc. 4:5-7. 5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.

Cuando por un breve momento el Hombre de Pecado «se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios» el propósito supremo de Satanás se habrá realizado bajo la voluntad permisiva del Señor.

2 Ts. 2:3-4. 3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Dn. 9:27. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

Mt. 24:15. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),

Ap. 13:4-8. 4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? 5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

2. «A sus presos nunca abrió la cárcel» (v. 17). Esta expresión se refiere al poder presente de Satanás tanto sobre los inconversos como a su incapacidad para ayudarles en su eterno juicio. Toda la profecía de donde se extrae esta declaración trata de lo que será la obra de Satanás ya consumada, en los días de su juicio final. No puede dudarse de que en esta profecía hay mucho que tendrá su cumplimiento en el futuro; sin embargo, sabemos que actualmente el diablo está haciendo todo lo que puede para impedir que los no salvos sean libertados del poder de las tinieblas y trasladados al reino del amado Hijo de Dios.

Col. 1:13. El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, Satanás anima a «los hijos de desobediencia».

Ef. 2:2. En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, ciega la mente de los hombres para que no les resplandezca la luz gloriosa del Evangelio.

2 Co. 4:3-4. 3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Y mantiene al mundo inconsciente en sus brazos.

1 Jn. 5:19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Se revela asimismo que, como parte de su estrategia, Satanás procurará imitar las cosas de Dios, lo cual va muy de acuerdo con su propósito de ser «semejante al Altísimo». Por lo tanto, él promoverá la creación y difusión de muchos sistemas religiosos.

1 Ti. 4:1-3. 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.

2 Co. 11:13-15. 13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

Y en relación con esto es necesario recordar que Satanás puede promover ciertas formas de religión que estén basadas en ciertos textos extraídos de la Biblia , que exalten a Cristo como un caudillo e incorporen todos los aspectos de la fe cristiana, con la excepción de uno solo: la doctrina de la salvación por la sola gracia de Dios, a base de la sangre derramada por Cristo en la cruz. Tales errores satánicos están presentes en el mundo el día de hoy y multitudes son engañadas por ellos. Debemos poner a prueba esos sistemas religiosos por la actitud que ellos adoptan hacia la gracia divina que salva a través de la sangre eficaz del Cordero de Dios.

Ap. 12:11. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Evidentemente la enemistad de Satanás es contra Dios. El no es, de ningún modo, enemigo de los no redimidos; y si dirige sus «dardos de fuego» contra los hijos de Dios, esto se debe solamente a que ellos participan de la naturaleza divina y, de consiguiente, él puede a través de ellos atacar a Dios.

Asimismo debe recordarse que los hijos de Dios no son atacados por «carne» o «sangre», sino que su conflicto se desarrolla en la esfera de su relación celestial con Cristo. Esto significa que posiblemente el creyente no sea conducido a practicar lo que es inmoral, pero él puede fallar completamente en lo que toca a la oración, al testimonio cristiano y la victoria espiritual. Debiéramos tener siempre presente que tal estado de fracaso espiritual es tan deshonroso a la vista de Dios como lo son aquellos pecados espontáneamente condenados por el mundo.

C. El destino de Satanás.

La Palabra de Dios es tan explícita al referirse a la carrera y destino de Satanás como lo es cuando nos habla del origen de este ser extraordinario. Hay contra Satanás cinco juicios progresivos que podemos distinguir en las Escrituras:

1. La caída moral de Satanás. Aunque el tiempo de este evento, que aconteció en el remoto pasado, no se nos ha revelado, la caída moral de Satanás y su consecuente separación de Dios se indican claramente en las páginas de la Biblia. Es evidente, no obstante, que él no perdió su posición celestial, ni la mayor parte de su poder, ni su acceso a Dios.

Ez. 28:15. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.

1 Ti. 3:6. No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

2. El juicio de Satanás en la cruz. Por medio de la cruz Satanás fue juzgado de una manera completa; pero la ejecución de la sentencia queda pendiente todavía para el futuro.

Jn. 12:31. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

Jn. 16:11. Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

Col. 2:14-15. 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

En el jardín del Edén Dios predijo esta sentencia y su respectiva ejecución.

Gn. 3:15. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

3. Satanás será arrojado del cielo. A mediados de la Gran Tribulación y como resultado de una guerra en el cielo, Satanás será arrojado de las alturas y limitado en sus actividades tan sólo a la tierra. Entonces él actuará con grande ira, sabiendo que no tendrá sino un poco de tiempo para continuar su obra.

Ap. 12:7-12. 7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

Is. 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.

Lc. 10:18. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

4. Satanás será confinado al abismo. Durante los mil años del reino de Cristo sobre la tierra Satanás estará atado en el abismo; pero después será suelto por «un poco de tiempo» El propósito para confinarle al abismo es para hacer imposible que actúe y continúe engañando a las naciones.

Ap. 20:1-3,7. 1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. 7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,

5. La condenación final de Satanás al final del milenio. Después de haber promovido una rebelión en contra de Dios, durante el «poco de tiempo» que estará en libertad, Satanás será lanzado en el lago de fuego para ser atormentado día y noche para siempre jamás.

Ap. 20:10. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

PREGUNTAS.

1. ¿Qué evidencia apoya la conclusión de que Satanás existe actualmente como una persona y que es mucho más que un principio o influencia maligna?
2. ¿Qué es lo equivocado en la enseñanza de que Satanás causa el pecado directamente en cada persona?
3. ¿Qué se revela en Isaías 14 con relación al propósito original de Satanás de rebelarse contra Dios?
4. ¿De qué manera el propósito original de Satanás se refleja en la tentación de Adán y Eva?
5. ¿En qué forma se relaciona el propósito de Satanás con su deseo de ser adorado por Cristo?
6. ¿Cuándo realizará Satanás por un breve tiempo su propósito de ser adorado como Dios?
7. ¿Cómo obra Satanás en aquellos que no son salvos?
8. ¿Hasta qué extremo falsifica Satanás las cosas de Dios?
9. ¿Cuál es el objetivo de Satanás al atacar a un hijo de Dios?

10. Describir los cinco juicios progresivos de Satanás.