Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

SRV Clase 43. Israel en la Historia y Las Profecías°


Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

SVR Clase 43. Israel En La Historia y Las Profecías


A. Israel en relación con las dispensaciones.

La historia de Israel empieza en Génesis 12 con el llamamiento de Abraham y es un tema de gran importancia del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, en los Evangelios y Hechos, se da luz adicional acerca del estado de Israel en el primer siglo, con otras alusiones históricas y proféticas en el resto del Nuevo Testamento.

Israel está envuelto en todas las dispensaciones, comenzando con la dispensación de la promesa (véase capítulo 20, «Las dispensaciones»). En la dispensación de la promesa, el pacto con Abraham establece una base amplia para todos los tratos de Dios con Israel en las generaciones siguientes. La dispensación de la ley, que comienza con Éxodo 19, es la dispensación más importante del Antiguo Testamento y condiciona la vida de Israel hasta su cumplimiento en la cruz. La mayor parte de la historia escrita de Israel se relaciona con la dispensación de la ley. Ex. 19:1-6. En la dispensación de la gracia, Israel comparte con los gentiles los privilegios de la gracia en la salvación y como regla de vida. En la dispensación futura del reino, Israel nuevamente asume un papel prominente en la posesión de la tierra prometida y en la sujeción a Cristo como su rey. Aunque es desproporcionadamente pequeño en comparación con los gentiles, Israel juega un papel prominente en toda la historia del mundo desde Abraham hasta el fin (para mayores detalles, véase el capítulo 20).

B. Israel en relación con los pactos.

Los pactos bíblicos están íntimamente relacionados con las dispensaciones. Israel tiene un papel de importancia en cada uno de los pactos bíblicos, comenzando con el pacto de Abraham en Génesis 12 (véase capítulo 21, «Los pactos»).

Los cinco pactos son los factores principales en la historia y profecía de Israel. Como señalamos anteriormente, el pacto con Abraham es la base del programa de Israel. El pacto mosaico condiciona la vida de Israel en la dispensación de la ley y se relaciona con todo el Antiguo Testamento a partir de Éxodo 19. El pacto palestino tiene que ver particularmente con la posesión de la tierra por Israel, y el desposeimiento de ella, aunque anuncia la torna de posesión permanente en el reino milenial. El pacto davídico condiciona la relación de Israel con el reinado de David y anuncia proféticamente el reinado futuro de Cristo sobre la tierra en el milenio, con David resucitado actuando como su príncipe real. El nuevo pacto profetizado en el Antiguo Testamento relaciona a Israel con las bendiciones del reino y reemplaza y contrasta con el pacto mosaico. La relación detallada de cada uno de estos pactos fue presentada en el capítulo 21.

C. La historia veterotestamentaria de Israel.

Aunque la historia de Israel empieza propiamente con Jacob, que recibió el nombre de Israel, la historia de Israel normalmente incluye la vida de Abraham e Isaac, abuelo y padre de Jacob, respectivamente. Abraham, que residía originalmente en Ur de los caldeos, fue con su padre hacia el noroeste unos 1.600 Km. a Harán y allí llegó a ser un rico ganadero. A la muerte de su padre, en obediencia a Dios, Abraham con su esposa Sara y su sobrino Lot llegaron a la tierra prometida, otros 1.600 Km. hacia el sudoeste de Ha-rán. En la tierra prometida Dios comenzó tener sus tratos con Abraham.

Dios había prometido a Abraham, en el importante pacto abrahámico, que llegaría a ser un gran hombre, que llegaría a ser padre de una gran nación y que por medio de su posteridad sería bendito todo el mundo. Como vimos previamente en el estudio del pacto abrahámico, en el, capítulo 21 estas promesas han sido literalmente cumplidas. Después que Abraham y Sara eran demasiado viejos para tener hijos, nació Isaac milagrosamente. Luego, a su debido tiempo; nacieron Jacob y Esaú e Isaac y Rebeca, siendo el menor de los mellizos, «Jacob», el escogido por Dios para ser cabeza de la nación de Israel.

El relato de las vidas de Abraham, Isaac y Jacob ocupa los capítulos 12 á 50 de Génesis y evidentemente es importante para Dios en forma especial si tomamos en cuenta que todo el relato de la creación ocupa solo dos capítulos (1 y 2) y toda la historia de la caída en el pecado sólo ocupa un capítulo (Gn. 3). Desde el punto de vista divino, la historia de Israel es la clave de la historia cómo un todo.

En concordancia con la profecía dicha a Abraham en Génesis 15:13-14, Israel descendió a Egipto, en tiempos de hambre El camino había sido preparado por José, que había llegado a ser una gran autoridad en Egipto. Jacob y su familia fueron bien recibidos en la tierra de Egipto, donde fueron cuidados durante toda la vida de José.
Gn. 15:13-14.

Los centenares de años que los israelitas vivieron en Egipto terminaron desastrosamente cuando hubo un cambio de dinastía y con ello se acabó su situación de privilegio pasando a ser esclavos. En su esclavitud clamaron al Señor; y el Señor levantó a Moisés y Josué para que, sacándolos de la tierra de Egipto, los condujesen a la tierra prometida. Aunque Israel traicionó a Dios en Cades-barnea  (Nm. 14) y ellos vagaron durante, cuarenta años en el desierto como consecuencia, finalmente. Dios los capacitó para conquistar la tierra que estaba al lado, oriental del Jordán, y después de la muerte de Moisés pudieran cruzar el Jordán y conquistar gran parte de la tierra prometida. Nm. 14:1-10,26-29.

El regreso a la tierra prometida y su establecimiento como nación prosperó a través de la vida dé Josué, pero Israel se apartó de Dios y cayó en un espiral descendente como lo relata el libro de Jueces. Entonces Dios levantó al profeta Samuel, que en gran medida restauró espiritualmente a Israel y echó las bases de las glorias que el reino tendría bajo Saúl, David y Salomón. Aunque Saúl fracasó como primer rey de Israel, su sucesor David, cómo un gran guerrero, pudo conquistar mucho terreno perteneciente a la tierra prometida.

Salomón, el hijo de David, extendió su influencia hasta que puso bajo tributo la mayor parte de la tierra originalmente mencionada a Abraham, desde el río de Egipto hasta el río Eufrates. Su violación del mandato de Dios de no tener muchas esposas y de no depender de los caballos para su poderío militar preparó el camino para la división del reino y para la rápida declinación del poderío de Israel después de él. Dt. 17:16-17. Los hijos de Salomón fueron criados mayormente por mujeres paganas que no tenían ninguna simpatía por la ley de Dios. Poco después de la muerte de Salomón se retiraron las diez tribus del Norte (Israel) y tuvieron una sucesión de reyes impíos. El juicio de Dios cayó sobre ellos en la cautividad, asiria en el año 721 a.C. Las dos tribus restantes del sur (Judá), aunque tuvieron algunos reyes piadosos, siguieron el mismo camino descendente y fueron llevados cautivos por los babilonios en el año 605 a.C. Al finalizar los 70 años de cautiverio babilónico, en concordancia con la promesa escrita en Jeremías 29:10, Israel pudo nuevamente regresar a la tierra.

El libro de Esdras relata el regreso del pueblo y sus luchas de veinte años por reconstruir el templo, y Nehemías completa la historia con la reconstrucción de los muros de Jerusalén y. de la ciudad misma como un siglo más tarde. Sin embargo, cuando Israel regresó a su tierra, no siguió al Señor y cayó bajo el dominio de medos y persas durante 200 años; luego se vio envuelto en una guerra entre Siria y Egipto después de la muerte de Alejandro el Grande en el año 323. A.C.

Mientras tanto, el poder de Roma comenzó a expandirse con la conquista de Sicilia en el año 242 a.C. Jerusalén misma fue sometida por el general romano Pompeyo en el año 63 a.C. Israel fue cruelmente tratado por los romanos, que llevaron a cientos de miles de judíos como esclavos. Finalmente, bajo la autoridad romana fue crucificado Jesucristo, y más tarde (70 d.C.) fue destruida la ciudad de Jerusalén, e Israel se vio esparcido por todo el mundo y alejado de su tierra. Sólo en el siglo xx Israel comenzó a regresar a su tierra y volvió a formar una entidad nacional, para llegar a ser un estado reconocido en 1948.

D. La historia de Israel y el cumplimiento de la profecía.

La historia del Antiguo Testamento en gran parte es cumplimiento de las grandes profecías de las Escrituras. Centenares de profecías se han cumplido literalmente. De acuerdo con las profecías dadas a Abraham, Israel llegó a ser una gran nación. El Antiguo Testamento predijo tres expulsiones de Israel de la tierra y las tres se cumplieron: 1) En su descenso a Egipto, la esclavitud y liberación subsecuentes, y el regreso a la tierra; 2) Las cautividades en Asiria y Babilonia que sacaron a Israel una vez más de su tierra, con su subsiguiente regreso de Babilonia una vez pasados 70 años; y 3) Su nueva expulsión una vez más después de la destrucción de Jerusalén el año 70 de esta era. El extenso movimiento de Israel poseyendo la tierra y siendo desposeído de ella formó gran parte de su fondo histórico.

Gn. 15:13-16. Dt. 28:62-67. Jer. 25:11-12. Lv. 26:3-46. Dt. 30:1-3. Neh. 1:8. Sal. 106:1-48. Jer. 9:16. Jer. 18:15-17. Ez. 2:4-5. Ez. 20:23. Ez. 22:15. Stg.1:1. Son importantes para la historia de Israel las profecías dadas acerca del carácter y el destino de los hijos de Jacob. En el Antiguo Testamento se dan numerosas otras profecías acerca de los tratos de Dios con las doce tribus de Israel. Gn. 49:1-28.

Otro tema importante de la profecía y su cumplimiento se relaciona con el reino de David. De acuerdo con el pacto davídico el trono es prometido a David y su simiente para siempre. 2 S. 7:16. Sal. 89:35-36. Jer. 33:19-21. Dn. 7:14. Las promesas de bendición y de maldición se cumplieron literalmente en los tratos de Dios con Saúl, David, Salomón y los reinos que les sucedieron en Judá e Israel

E. La profecía de los 490 años de Israel.

Una de las profecías importantes dadas por medio de Daniel está en Daniel 9:24-27. Aquí, de acuerdo con la información dada por el ángel Gabriel a Daniel, «setenta semanas» o setenta sietes (490 años) iban a comprender la historia futura de Israel. Se le dijo a Daniel: «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos» (9:24).

La profecía iba a comenzar con el mandamiento de restaurar y reconstruir a Jerusalén (Dn. 9:25), y 483 años de un total de los 490 años iban a ser cumplidos antes de la venida del Mesías Príncipe. Aunque los eruditos han diferido grandemente en la interpretación de este pasaje, probablemente el mejor punto de vista sea comenzar este período de 490 años con el tiempo de la reconstrucción de Jerusalén por Nehemías el año 445 a.C. Entonces culminaría aproximadamente el año 32 d.C., aproximadamente en la fecha en que Cristo murió en la cruz. Estudios recientes han ubicado la muerte de Cristo en el año 33, aunque otros intérpretes dan el año 30 o aun fechas anteriores.

Según la profecía de Daniel, después de quitársele la vida al Mesías, lo que ocurriría cumplidos los 483 años, pero ciertamente antes de los últimos siete años de la profecía, Jerusalén misma sería destruida (Dn. 9:26). Esto fue cumplido históricamente en la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Dn. 9:26. Está implícito en la profecía de Daniel que hay un período considerable entre el fin de los 483 años, o las 69 semanas, y el comienzo de los últimos siete años o septuagésima semana, puesto que incluye dos sucesos separados por 40 años. La última semana se iba a caracterizar por un pacto que se hace con un príncipe futuro relacionado con el pueblo que destruyó la ciudad. Como el pueblo que destruyó la ciudad fue el pueblo romano, «el príncipe que ha de venir» (Dn. 9:26) será precisamente un gobernador del imperio romano resucitado. Muchos intérpretes miran esto como un suceso aún futuro que ocurrirá después que la iglesia haya sido arrebatada.

Este gobernador futuro hará un pacto de siete años con el pueblo de Israel, como se describe en Daniel 9:27. El pacto será quebrantado a la mitad de la semana, y los últimos tres años y medio serán de persecución y tribulación para Israel. Este período es tema de extensas profecías en Apocalipsis capítulos 6 a 18 y termina con la segunda venida de Cristo en Apocalipsis 19. Es de especial interés la predicción de que este príncipe que ha de venir hará cesar el sacrificio y la ofrenda y “hará desolación en el templo”. Esto implica un futuro templo en Jerusalén y una reiniciación del sistema mosaico de sacrificios por los judíos ortodoxos en el período que precede a la segunda venida de Cristo.

Es significativo que los primeros 483 años se hayan ya cumplido. Jerusalén fue reedificada en los primeros 49 años, como se indica en Daniel 9:25. El Mesías fue ejecutado después de 483 años. Los sucesos de la última semana aún están en el futuro y proporcionan una cronología para el tiempo del fin que lleva hasta la segunda venida de Cristo.

F. Profecía acerca de la venida del Mesías.

1 Pedro 1:10-11 señala claramente que los profetas del Antiguo Testamento no pudieron distinguir las dos venidas del Mesías. La era actual era un secreto tan perfecto en los consejos de Dios que, para los profetas, los sucesos que se cumplieron en su primera venida y los que aún tienen que cumplirse en su segunda venida no estaban separados en ninguna forma en lo que se refiere al tiempo de su cumplimiento. Isaías 61:1-2 es una ilustración de esto. Al leer este pasaje en la sinagoga de Capernaum, Cristo se detuvo repentinamente cuando terminó de leer lo referente a los rasgos que estaban predichos para su primera venida (Lc. 4:18-21), sin hacer referencia a los rasgos restantes que habrán de cumplirse cuando El venga otra vez. Lc. 1:31-33.  Según la profecía del Antiguo Testamento, Cristo iba a venir como un cordero pacífico destinado para el sacrificio, y como el victorioso y glorioso León de la Tribu de Judá. Is. 53:1-12. Is. 11:1-12. Jer. 23:5-6. Considerando estas dos extensas líneas de predicción, no hay que maravillarse de que hubiera perplejidad en la mente de los profetas del Antiguo Testamento en cuanto a «qué tiempo» se cumpliría todo esto (1 P. 1:10-11).

La profecía estipulaba que el Mesías sería de la tribu de Judá. Gn. 49:10. Is. 11:1. Jer. 33:21. Nacido de una virgen. Is. 7:14. En Belén de Judá. Mi. 5:2. Que debía sufrir una muerte expiatoria. Is. 53:1-12. Sal. 22:1-21. Sal. 16:8-11. Dt. 30:3. Dn. 7:13. Jesús de Nazaret ha cumplido y cumplirá todas las exigencias de la profecía acerca del Mesías de una manera que ningún otro pretendiente puede hacerlo.

G. Profecías acerca de la última dispersión y restauración de Israel.

De gran importancia en las profecías acerca de Israel son las relacionadas con la dispersión final de Israel y su restauración final. Las cautividades en Asiria del reino del norte y en Babilonia del reino del sur, como castigo por el pecado, dieron como resultado el que toda la casa de Israel fuera llevada fuera de su tierra y a su debido tiempo fuera dispersada entre las naciones de la tierra. Esto fue en cumplimiento de múltiples profecías. Lv. 26:32-39. Dt. 28:63-68. Sal. 44:11. Jer. 9:16. Jer. 18:15-17. Ez. 2:4-5. Ez. 20:23. Ez. 22:15. Stg.1:1. En ningún caso se perdería la identidad de Israel como nación aun a través de siglos de dispersión. Jer. 31:36. Mt. 24:34. Rechazaron la oferta divina, la provisión para su restauración y la gloria del reino que haría su Mesías en su primera venida. Mt. 23:37-39. La rechazaron en Cades-barnea, donde fue extendido el tiempo que tendrían que pasar en el desierto, el castigo de ellos fue continuo y será continuo hasta que El venga otra vez. Nm. 14:1-45. En aquella oportunidad El reunirá nuevamente a su pueblo, lo llevará a su tierra y los hará entrar en la gloria y bienaventuranza de todos los pactos y promesas de Jehová acerca de ellos. Dt. 30:1-10. Is. 11:11-12. Jer. 23:3-8. Ez. 37:21-25. Mt. 24:31.

H. Profecías acerca del tiempo del fin.

Como se dijo en el breve estudio de Daniel 9:27, Israel tendrá un papel futuro dramático en los sucesos del tiempo del fin que desembocan en la segunda venida de Cristo. Según las Escrituras, hay cuatro movimientos importantes hacia el futuro de Israel en relación con el fin de la era.

1. La profecía dice que Israel será reconstituido como un estado político. A fin de hacer un pacto con el «príncipe que ha de venir», fue necesario que Israel volviera a constituirse nuevamente como un estado político. Ciertamente, esto se cumplió dramáticamente en mayo de 1948 cuando Israel fue reconocido como nación y se le entregó una parte de la tierra prometida como territorio. En los años siguientes sus territorios se han extendido y se ha aumentado su poderío, hasta que Israel hoy día, aunque pequeño en población, es un factor importante en los asuntos mundiales. Este es el preludio de otras profecías que deben ser cumplidas.

2. Según Daniel 9:27, Israel hará un pacto con un príncipe gentil romano, gobernador del Mediterráneo, pacto establecido para un plazo de siete años. Esto introducirá el período del pacto en que Israel tendrá una cierta medida de paz y seguridad. En este período es indudable que muchos judíos más regresarán a la tierra prometida e Israel prosperará financiera y políticamente.

3. Sin embargo, el pacto con Israel será dramáticamente quebrantado a los tres años y medio de promulgado e Israel pasará a ser un pueblo perseguido en lugar de ser favorecido. Este es el «tiempo de angustia de Jacob» y la Gran Tribulación. A este período prestaremos más atención en los dos capítulos siguientes. Jer. 30:7. Dn. 12:1. Mt. 24:21. Ap. 7:14.

4. La gloriosa restauración de Israel en el reino milenial vendrá a continuación de la segunda venida de Cristo y proseguirá a través de mil años de reinado de Cristo en la tierra.

La importancia de comprender las cuatro etapas en la restauración de Israel se ve en el hecho de que la primera etapa ya se ha cumplido y que la segunda no ocurrirá probablemente hasta que la iglesia haya sido arrebatada. Se está preparando el escenario para los dramáticos sucesos del tiempo del fin en los cuales Israel tendrá un papel de primerísima importancia.

I. Profecía acerca del reino mesiánico y el día del señor.

En lo que respecta a la cantidad de textos bíblicos que lo tratan, no hay tema de la profecía comparable con el del reino mesiánico. Más allá de todos los castigos predichos que han de caer sobre Israel está la gloria que recibirá cuando su pueblo sea reunido nuevamente en su tierra, con bendiciones espirituales inmensurables bajo el glorioso reino de su Rey Mesías. Esta visión fue dada a todos los profetas. Tan cierta y literalmente como Israel, en cumplimiento de la profecía, fue echado de su tierra y se le hizo pasar por sufrimientos durante todos estos siglos, así cierta y literalmente será restaurado para recibir maravillosas bendiciones en una tierra redimida y glorificada. Is. 11:1-16. Is. 12:1-6. Is. 24:22-23. Is. 27:13. Is. 35:1-10. Is. 52:12. Is. 54:1-17. Is. 55:1-13. Is. 59:20. Is. 66:24. Jer. 23:3-8. Jer. 31:1-40. Jer. 32:37-41. Jer. 33:1-26. Ez. 34:11-31. Ez. 36:32. Ez. 37:28. Ez. 40:1. Ez. 48:35. Dn. 2:44-45. Dn. 7:14. Os. 3:4-5. Os. 13:9. Os. 14:9. Jl. 2:28. Jl. 3:21. Am. 9:11-15. Sof. 3:14-20. Zac. 8:1-22. Zac. 14:9-21.

Las predicciones acerca del reino en el Antiguo Testamento son frecuentemente parte de las predicciones del regreso del rey. Cuando estos dos temas se combinan en uno, se denomina «día del Señor», lo que se refiere al período que se extiende desde el arrebatamiento de la iglesia y los juicios que siguen a este suceso sobre la tierra, hasta el fin de su reino milenial. Is. 2:10-22. Zac. 14:1-21. Hay una serie de indicaciones de que el día del Señor comenzará tan pronto como ocurra el arrebatamiento de la iglesia. Los sucesos más importantes del día del Señor, en consecuencia, parecen incluir la gran tribulación y los juicios de Dios que preceden a la segunda venida del Señor, y los juicios que habrá en la segunda venida de Cristo y todo el millar de años que Cristo reinará sobre la tierra.

Puesto que muchas de las grandes profecías no se habían cumplido por el tiempo en que se completó el Antiguo Testamento, la revelación del Nuevo Testamento es esencial para presentar el relato completo y detallado de los diversos cumplimientos del Antiguo Testamento y las muchas profecías que aún quedan por cumplirse. La historia de Israel en la historia y la profecía se ha cumplido en gran parte, pero los grandes sucesos aún están en el futuro. Se está acumulando la evidencia de que el tiempo final cuando Israel vuelva a lo suyo está muy cerca. Los detalles adicionales se dan en los capítulos siguientes.

PREGUNTAS

1. ¿Cuándo comienza propiamente la historia de Israel en las Escrituras?
2. ¿Cómo se relaciona Israel con la dispensación que comienza con Abraham?
3. Nombrar los cinco pactos que son las condiciones más importantes en la historia y la profecía de Israel.
4. Hacer un resumen de los principales sucesos en la vida de Abraham, Isaac y Jacob según Génesis.
5. Describir la historia de Israel desde Josué hasta Samuel.
6. Hacer un resumen de la historia de Israel durante los reinados de Saúl, David y Salomón.
7. Describir la división del reino de Israel después de Salomón, y describir las cautividades de Asiria y Babilonia.
8. ¿Cómo fue restaurado a su tierra Israel y se edificó el templo en Jerusalén después de la cautividad babilónica?
9. Hacer un resumen de la relación del imperio romano con Israel.
10. ¿Cuáles son las tres veces que Israel fue desposeído de su tierra y fue dispersado?
11. ¿Qué promesas importantes fueron dadas en el pacto davídico?
12. ¿Qué se incluye en los 490 años de historia de Israel descritos en Daniel 9:24-27?
13. ¿Cuándo comenzó, probablemente, este período?
14. Dos sucesos ocurrieron después de la semana 69, o 483 años de programa, ¿cuáles fueron?
15. ¿Por qué muchos expositores piensan que los últimos siete años aún están en el futuro?
16. ¿Cuáles son los principales sucesos de los últimos siete años, según Daniel 9:27?
17. ¿Dónde se describen en el Nuevo Testamento los detalles de los últimos tres años y medio de la historia de Israel?
18. Describir el cuadro mixto de la primera y segunda venida de Cristo en el Antiguo Testamento.
19. ¿Cuáles son algunas de las profecías específicas que se encuentran en el Antiguo Testamento acerca de la venida del Mesías?
20. En vista de que Israel fue reunido después de las dos primeras veces que fue desposeído de su tierra, ¿por qué es razonable suponer que volverá a ser restaurado por tercera vez?
21. ¿Cuál es el primero de los cuatro movimientos que se relacionan con el futuro de Israel en el tiempo del fin, y por qué el cumplimiento de este movimiento implica que los otros se cumplirán?,
22. ¿Cuál es el segundo movimiento en ‘la restauración de Israel que aún está en el futuro?
23. ¿Cuál es el tercer movimiento en la restauración de Israel, y cómo se relaciona con la gran tribulación?
24. ¿Cuál es el cuarto movimiento en la restauración de Israel, y cómo se relaciona con el reino milenial?
25. En vista del hecho de que Dios ha comenzado a restaurar a Israel, ¿qué implica esto en cuanto a la inminencia del arrebatamiento de la iglesia?
26. ¿Cuáles son algunas de las profecías importantes en relación con las bendiciones de Israel en el reino milenial?
27. ¿Qué significa la expresión «día de Jehová», y qué períodos incluye?

28. En vista del cumplimiento literal del programa profético de Israel en el pasado, ¿qué enseña esto en cuanto a la certeza del cumplimiento literal del programa futuro de Israel?

SRV Clase 42. Los gentiles en la historia y las profecías°


Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 42. Los Gentiles En La Historia y Las Profecías por Lewis Sperry Chafer


A. Los gentiles en el programa de Dios.

En la historia y en la profecía de las Escrituras se pueden observar tres grandes divisiones de la Humanidad, la que se expresa en forma sencilla en 1 Corintios 10:32. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios. como el propósito de Dios acerca de judíos, gentiles e iglesias de Dios. A esto puede añadirse el ministerio de Dios a los ángeles y por medio de ellos, lo cual usualmente no se considera como un elemento importante en la historia humana o en la profecía.

En contraste con el propósito de Dios para Israel como medio primario de revelación divina y como trato especial y canal por medio del cual Cristo vendría, y su propósito para la iglesia de revelar en forma suprema su gracia, el propósito de Dios para los gentiles parece estar relacionado con la demostración de su soberanía y su omnipotencia.

B. Primeras profecías acerca de los gentiles.

En un sentido la profecía comenzó en el huerto de Edén, puesto que los gentiles participaron en cierto sentido del propósito de Dios en la salvación. En los comienzos de Génesis se profetizó acerca del diluvio en tiempos de Noé que arrasó a la raza humana, salvo Noé y su familia. Del mismo modo, la historia registra el juicio de Dios sobre los gentiles en el tiempo de la torre de Babel. 

Gn. 11:1-9. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

Sin embargo, al comenzar Génesis 12 se divide la raza humana en dos clases cuando Dios comienza a introducir la simiente prometida que vendría de Abraham, Isaac y Jacob. Todos los demás quedaron en su posición de gentiles. Los tratos de Dios con los gentiles en relación a Israel están básicamente registrados en las Escrituras. Gn. 12:1-5. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

La primera gran potencia gentil fue Egipto, y, en Egipto, Israel creció a partir de una pequeña familia hasta llegar a ser una gran nación, como se relata en los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. A su debido tiempo Israel llegó a ser una gran nación bajo David y Salomón; sin embargo, las diez tribus fueron llevadas en cautiverio por la segunda gran potencia gentil, Asiria, en 721 a.C. El juicio de Dios infligido a Israel por los asirios fue fielmente profetizado durante los años que precedieron al suceso y así tan fielmente fue cumplido.

El importante papel de los gentiles en relación con Israel, sin embargo, comienza con el imperio babilónico, el tercero en la gran serie de imperios, pero el primero de cuatro imperios que son tema de la profecía de Daniel.

C. El tiempo de los gentiles.

A Daniel el profeta le fueron dados dos de los tres principales programas de Dios, esto es, el programa de Dios para Israel y el programa de Dios para los gentiles. En una serie de revelaciones divinas que comenzaron con el sueño de Nabucodonosor en Daniel 2 y que siguen en revelaciones dadas después a Daniel, Dios reveló que cuatro grandes imperios, empezando con Babilonia, dominarían sobre Israel como característica del periodo de los gentiles. Esto se ye en la gran imagen de Daniel 2: la cabeza, de oro, representaba a Babilonia; la parte superior del cuerpo, de plata, representaba al imperio de medas y persas; la parte baja del cuerpo, de bronce, representaba el imperio griego, y las piernas y pies, de hierro, al imperio romano. Esta verdad es reforzada en Daniel 7, donde las cuatro bestias representan los mismos cuatro imperios.

Dn. 7:1-28.  En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto. Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.

La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía tembién esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio. Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.

Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.

Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo. Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.  Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas.

Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros.

Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.

Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán. Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.

Daniel alcanzó a ver el segundo imperio (medo-persa), que conquistó Babilonia el año 539 a.C., como se encuentra relatado en Daniel 5. Doscientos años después el imperio griego, dirigido por Alejandro el Grande, conquistó los restos del imperio medo-persa. Luego, en el segundo siglo antes de Cristo, empecé a crecer el poder del imperio romano hasta llegar a ser el imperio más grande e influyente de todos los tiempos. Dn. 5:1-31.

Jesús se refiere al período de los cuatro imperios que comienza con Babilonia como el ‘Tiempo de los gentiles” Lc. 21:24. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan, tiempo que se caracteriza por estar Jerusalén bajo el dominio gentil. Aunque durante breves periodos el control gentil de Jerusalén se ha visto disminuido, no habrá una liberación final de Jerusalén del dominio gentil hasta la segunda venida de Cristo.

La mayor parte del período de los gentiles se ha cumplido, como se comprueba por el levantamiento y calda de Babilonia, Media y Persia, Grecia y Roma. Sin embargo, la última etapa del imperio romano, simbolizada por los pies de la imagen de Daniel 2 y por la bestia de diez cuernos de Daniel 7, no ha tenido cumplimiento literal. La cuarta bestia, según las Escrituras, será destruida por la venida del Hijo del Hombre del cielo, como se presenta en Daniel 7 o en Daniel 2 en la piedra que hirió y destruyó la imagen de Nabucodonosor.

Sobre la base de estas profecías, varios intérpretes creen en una resurrección del imperio romano que ocurrirá cuando la iglesia arrebatada sea llevada al cielo, pero antes de la segunda venida de Cristo a establecer el reino. Esta situación ocurrirá en lo que la Escritura llama «el tiempo del fin» (Dn. 11:35. También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo) y será un factor dominante en la historia del mundo y en la profecía en su relación con el período que desemboca en la segunda venida.

Siguiendo a la consumación del tiempo de los gentiles en la segunda venida de Cristo a la tierra, los gentiles que se salven en la tierra durante el reino milenial gozarán también de la bendición especial de Dios, como veremos en un estudio posterior sobre el reino milenial.

El bosquejo bíblico de la profecía acerca del tiempo de los gentiles tornado como un todo es el bosquejo de la historia del mundo, lo cual explica muchos sucesos pasados y da un cierto matiz al futuro. Las condiciones mundiales de hoy están en línea con todo lo que la Biblia ha profetizado y parecen indicar un acercamiento acelerado hacia la consumación del tiempo del fin que precederá al arrebatamiento de la iglesia e incluirá sucesos relacionados con el tiempo del fin y la segunda venida de Cristo para establecer su reino milenial.

La dispensación actual no parece avanzar hacia el cumplimiento de la profecía sobre los gentiles, y parece que no estaba en la perspectiva del programa de los gentiles presentado en el Antiguo Testamento. Es como si la previsión profética hubiera sido suspendida en el día de Pentecostés, para ser reiniciada en el día del arrebatamiento. Sin embargo, las tendencias en el desarrollo del mundo actual parecen estar trazando las líneas para la preparación del escenario que vera el fin de la dispensación, con la implicación de que la edad actual se acerca a su fin y está por reiniciarse el cumplimiento de la profecía acerca de los gentiles.

En consecuencia, el estudio de la profecía acerca de los gentiles es un aspecto importante del total del programa profético y proporciona muchas luces para comprender lo que Dios está haciendo actualmente y qué propósitos quiere cumplir Dios en el futuro.

PREGUNTAS

1. Explicar cómo los gentiles son una de las tres divisiones importantes de la Humanidad en el presente.

2. Hacer un resumen de la historia de los gentiles antes de Abraham.

3. ¿Cuáles fueron los dos primeros imperios y cómo se relaciona cada uno con la historia de Israel?

4. ¿Cuáles fueron los dos grandes programas revelados por Dios a Daniel?

5. Nombrar cuatro imperios revelados a Daniel como bosquejo de la historia mundial gentil.

6. ¿Qué son los tiempos de los gentiles y cOmo los describe Cristo en Lucas 21:24?

7. Según Daniel, ¿cuándo terminará el tiempo de los gentiles?

8. ¿Qué se promete a los gentiles después de la segunda venida de Cristo a la tierra?

9. ¿Cómo se relaciona la era actual con el tiempo de los gentiles?

10. ¿Podemos esperar un cumplimiento futuro de la última etapa del tiempo de los gentiles?