Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Jesucristo es nuestra Roca de Salvación°



Dios tiene planes y propósitos para cada ser humano como lo podemos ver a través de la cita bíblica de Jeremías 29:11-14. Nuestro Dios es amoroso y muy paciente, pero no permitirá que su pueblo more en incredulidad. 

Jeremías 29:11-14. La Biblia de las Américas (LBLA) “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros” —declara el Señor— “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. “Me dejaré hallar de vosotros” —declara el Señor— “y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé” —declara el Señor— “y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro.”

Quizás te puedas identificar con algunas de las situaciones que voy a describir a través de pasajes y personajes de la Biblia; si es así entonces vamos a poder recibir consolación a través de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo.

Te sientes sólo, abandonado, te han traicionado, te han menospreciado, te han olvidado, te han dado por muerto en lo que tiene que ver con tus sueños, tus anhelos, tus metas, el ministerio que sientes que te ha dado el Señor. ¿Has sufrido persecución espiritual y física por causa de tu fe? Aún tus familiares te han dado la espalda o los que creías que eran tus amigos y amigas desaparecieron. ¿Has vivido situaciones de prueba económica y laboral, de enfermedad, de soledad? ¿Has encontrado falsos creyentes, (engañadores y engañadoras) que tienen apariencia de piedad y amor pero que en realidad son lobos disfrazados con corazones secos por falta del verdadero amor que proviene de Dios y que vienen con malas intenciones a tu vida para destruirte?

Isaías 43 La Biblia de las Américas (LBLA) Dios, único libertador de Israel. Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el Señor tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo. Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te reuniré. Diré al norte: “Entrégalos;” y al sur: “No los retengas.” Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra, a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado y a quien he hecho.

Tengo una buena noticia para ti y para mí acompañada de promesas de parte de Dios. Dios usa las pruebas y adversidades para enseñarnos humildad, para darnos consuelo y para su gloria. También para despertar nuestro espíritu y que nos aferremos al Señor y su Palabra con la ayuda del Espíritu Santo con un único objetivo 1 Pedro 1:9. La Biblia de las Américas (LBLA) Obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.

Hoy veremos por la Escrituras más respuestas a las preguntas: Para que Dios permite las aflicciones en nuestra vida. Si estas en un desierto puede ser porque estás dentro de los planes de Dios. El propósito de Dios es tratar con nuestras vidas para que no te quedes en el desierto. Podemos llegar a engañarnos con la prosperidad y la ambición personal porque es un error que todo ser humano tiende a cometer cuando empezamos a vernos con un poco de ventaja sobre cualquier adversidad. No debemos llegar a sentirnos satisfechos con nosotros mismos y pensar que por nuestra fuerza logramos estas cosas.

El plan de Dios tienen un propósito: Prepararnos para las bendiciones porque para ver el Arco Iris, primero tenemos que soportar la lluvia. Debemos comprender el propósito que Dios tiene con las pruebas y de qué manera, podemos aprender a beneficiarnos porque son la antesala de las bendiciones.

Deuteronomio 8:2. Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.

Podemos ver que por su poder y amor, recibimos provisión, no solo en medio de las pruebas sino cuando hemos atravesado exitosamente los desiertos. El recuerdo de las experiencias vividas en el desierto ofrece un nuevo motivo para despertar los recuerdos de la bondad de Dios. Esta humillación no es un castigo, sino que tiene valor educativo, es amor de Padre. La fidelidad al Señor no se demuestra hasta que no pasa por la prueba de la adversidad. Ahí se ve si es auténtica esa fidelidad. Él quiere saber cómo está tu corazón y tu actitud. Sabemos que el corazón es propenso a seguir sus propios caminos. Dios te pone al límite de tus posibilidades para saber si puede contar contigo. Ya sabemos que tenemos libre albedrío. La obediencia a Dios es un asunto voluntad y de corazón. Las pruebas revelan lo que hay en nuestro corazón y nos preparan para las bendiciones. En las adversidades, es difícil llevar una vida de obediencia absoluta.

Deuteronomio 8:3.
 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.

La palabra “humillarte” en hebreo significa estar literalmente “pasando hambre, sin nada”. La humillación de Israel fue su pobreza, su falta de recurso económico y es el problema de mucha gente hoy en día. Israel aprendió a confiar en Dios y depender de la provisión divina. Cada día tenían que creer que Dios iba a proveer el pan, fue una gran prueba. Dios le permitió experimentar el hambre. Siempre en medio de las pruebas Dios nos provee.

El Señor Jesucristo citó este texto en Mateo 4:4 cuando confrontó las tentaciones de Satanás en el desierto. Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”

A Moisés lo sacó Dios del desierto, para gobernar a su pueblo. (Éxodo 3:1-10), y fue conocido como el hombre más humilde de la tierra.

Elías anduvo por el desierto y luego Dios habló con Él. (1 Reyes 19:4-15), estando en el desierto deseó morirse hasta que el ángel del Señor lo alimento, y fue conocido como el profeta de fuego.

David estuvo mucho tiempo en el desierto antes de ser Rey. (1 Samuel 23:14-18)(2 Samuel 5:3), después de estar mucho tiempo exiliado por el desierto, fue el rey más grande de Israel, y a Jesús se le dice “hijo de David”, no hijo de Abraham, o hijo de Jacob.

Jesús antes de comenzar su ministerio pasó por el desierto. (Mateo 4:1-11), y después comenzó un ministerio que aun dura (más de 2000 años), redimiéndonos de la muerte con el acto de amor más grande jamás conocido.

Muchos vamos a tener que pasar por la prueba del desierto. Cuando hablamos de maná, hablamos de alimento espiritual, la palabra de Dios, el alma no puede vivir sin la cantidad diaria de la palabra de Dios. En (1 Pedro 2:2) declara que la Palabra de Dios es tan esencial para el creyente como la leche para un niño.

Deuteronomio 8:4. Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años. (Bendiciones silenciosas) A veces no nos damos cuenta pero no se nos rompen las cosas materiales. Casi nunca notamos ni agradecemos a Dios cuando nuestro automóvil no se descompone, nuestras ropas no se desgarran, ni se rompen nuestras herramientas. Recuerde agradecer a Dios estas bendiciones silenciosas. Dios provee todo lo que necesitas: Dios marcha junto a nosotros. Dios nos protege.

Deuteronomio 8:5. Por tanto, debes comprender en tu corazón que el SEÑOR tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo. Dios te estaba disciplinando: La palabra “disciplinar” en el hebreo, quiere decir “educar”. Por medio de las pruebas, Dios nos disciplina.

Deuteronomio 8:6. Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle. "Guardaras los mandamientos", "andarás en sus caminos" y "temerás al Señor", en este versículo enfatiza antes de recibir las bendiciones lo que ha de ser normal en nuestra vida y a veces no lo es, tres condiciones que cuando las pasamos por alto, nos pueden llevar a un desierto en nuestra vida, por eso hace énfasis en este versículo que si hacemos esto parte de nuestra vida disfrutaremos de lo que viene del versículo 7 al 10, las bendiciones de ser aprobado por Dios.

Deuteronomio 8:7. Porque el SEÑOR tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas. Esta abundancia de “agua=Bendición”. Cuando pasamos con éxito la prueba que Él Padre nos ha puesto, dejaremos atrás la pobreza tanto física como espiritual, y disfrutaremos de las riquezas de la nueva tierra. Las bendiciones no pueden llevarnos a olvidar el propósito que tuvo Dios con las pruebas. Tierra de corrientes de aguas, de fuertes y manantiales: Gran variedad de bendiciones te van a llegar. Comunión con Dios. Trabajo. Felicidad con los tuyos. Fortaleza espiritual. Las cosas se te pondrán de cara sin saber cómo. En fin las cosas te vendrán como si las empujara un torrente de agua.

Deuteronomio 8:8. Una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y miel. Estos frutos son producto de la bendición y se consiguen cuando pasas el desierto, porque en el desierto no hay fruta ni flores.

Deuteronomio 8:9. Una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará; una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre. La palabra en hebreo traducida escasez se traduce como “pobreza”. "Pan sin escasez" y "nada te faltara", sin problemas de ninguna clase.

Deuteronomio 8:10. Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que Él te ha dado. (Formas verbales que te aseguran que lo tendrás, lo disfrutarás y lo recibirás) Las pruebas en el plan de Dios están ligadas a las bendiciones. Siempre las bendiciones de Dios sobrepasan nuestras expectativas. Buena tierra: (Cuando sales del desierto). La palabra declara que el Señor te trae una buena tierra. Con esto quiero decir que el Señor después de la prueba, te trae un tiempo de importantes bendiciones de la tierra buena salen buenas cosechas.

Acuérdate que el desierto pasará y que gozaras de lo que Dios te prometió. Porque en el desierto se curten los buenos soldados. Porque en el desierto aprenderás a valorar lo poco como si fuera mucho. Cuando conquistes alguna meta en tu vida no te olvides que es por la Gracia de Dios, por lo tanto debes de agradecerle esa bendición. Recordar en las oraciones la bondad de Dios para con ustedes.

La experiencia de Israel en el desierto fue una prueba de fe que sirvió para humillarla como te puede servir a ti para aprender a confiar en Dios. Dios tiene un propósito en medio de las pruebas que nos sobrevienen:

Atravesar el desierto. Doblegar el orgullo. Aprender de los periodos de escasez. Él es fiel en cada momento de nuestra vida. Mateo 6:25-30. La Biblia de las Américas (LBLA) Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 

Cuando hayamos sido abundantemente bendecidos, no podemos olvidar quién fue el que lo hizo: Nuestro Padre celestial. Recuerda que aunque estés cansado y lleno de arena, Jesús también paso por eso. Y te dice en esta noche:

Apocalipsis 3:19. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. Filipenses 4:19. Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Ahora bien, si todo creyente va a pasar por tiempos de prueba, la pregunta que debemos hacer es, ¿cómo podremos soportar esos tiempos de prueba?   En 1 Pedro 1:8-9, el apóstol indica CUATRO cosas que son importantes, si queremos triunfar sobre las pruebas:

1. AMAR A CRISTO (“a quien amáis sin haberle visto”, v.8a) La primera característica del creyente es que AMA a Cristo.  Pedro amaba mucho al Señor; lo valoraba mucho, como lo expresa en 1 Pedro 2:7 (“él es precioso”).  Pero lo que parece sorprender a Pedro es que los creyentes a quienes él estaba escribiendo, amaban al Señor a pesar de nunca haberlo visto. ¿Cómo es posible que el creyente ame al Señor, a pesar de nunca haberlo visto?  Bueno, Juan lo explica, en 1 Juan 4:19, “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”Habiendo experimentado el amor del Señor (Su perdón, Su gracia, Su misericordia, etc.), nosotros sentimos un profundo afecto por Él. Y es ese amor que nos lleva a sacrificarnos por Él.

Por ejemplo, antes de conocer a Cristo, Pablo era un hombre orgulloso, que valoraba muchas cosas de sí mismo.  Los menciona en Filipenses 3:5-6 circuncidado según la ley, de sangre judía, de la tribu de Benjamín, fariseo, etc.  Sin embargo, cuando conoció al Señor, la actitud de Pablo cambió rotundamente.  Por eso afirma, ahora como creyente, Filipenses 3:7-8. “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.   

Para el creyente, Cristo es el “tesoro escondido” (Mateo 13:44)Y es el amor a Él que le lleva al creyente a estar dispuesta a vender todo lo que tenga, con tal de poder ganar ese Tesoro. Él es también ‘la perla de gran precio’ (Mateo 13:45-46)Con tal de obtenerlo, ningún sacrificio es demasiado grande.  Se vende todo lo que uno tiene, con tal de ganar esa Perla.

Ahora, es esta clase de amor que le ayuda al creyente a soportar las pruebas.  Miren lo que leemos en Hechos 5:41. Los apóstoles (Pedro y Juan) habían sido arrestados y azotados.  El Sanedrín (el “concilio”) les había prohibido predicar más el evangelio de Cristo.  ¿Cuál fue la  reacción de los apóstoles?  Lucas nos dice que “ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre”.  Vemos, aquí, como el amor el Señor les ayudó a salir triunfantes de este tiempo de prueba. La realidad es que nos amamos demasiado a nosotros mismos, y por eso fallamos muchas veces en las pruebas. Pidamos a Dios que nos conceda un amor más sincero, serio y profundo.

2. CREER EN CRISTO (“en quien creyendo…”, v.8b) La segunda característica del creyente es que CREE en Cristo.  Su fe viene a ser tan importante, que es por medio de ella que Dios nos salva (Efesios 2:8; 1 Pedro 1:5)La fe también es muy importante para salir victoriosos en tiempos de prueba. Juan afirma, “esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4).

Sin embargo, es importante aprender esta lección: si queremos soportar tiempos de prueba, y salir victoriosos de ellos, ¡necesitamos fortalecer nuestra fe!   Y esto encaja perfectamente con el contexto del pasaje que estamos estudiando en esta parte del mensaje.  En 1 Pedro 1:5-7, el apóstol indica que tiempos de prueba venían pero que el propósito de esas pruebas era fortalecer su fe.  Dado a que somos salvos y guardados por la fe, esa fe debe ser genuina y fuerte.  Y es justo para ayudarnos a entender qué clase de fe tenemos, y para fortalecer esa fe, que Dios permite pruebas en nuestras vidas.  Las pruebas evalúan la calidad de fe que tenemos, y también la fortalece (si es que es una fe genuina).

3. EXPERIMENTAR PROFUNDO GOZO (“os alegráis con gozo inefable y glorioso”, v.8c) Una tercera característica del creyente es que se GOZA en Cristo.  A los creyentes en Filipos, Pablo los exhorta, “Regocijaos en el Señor siempre.  Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). Pero, ¿es posible gozarse en tiempos de prueba?   Parece que sí, porque eso es precisamente lo que Cristo nos manda hacer.  En las Bienaventuranzas de Mateo 5, Cristo termina diciendo, “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia…Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.  Gozaos y alegraos…” (Mat 5:10-12).

Quizá Pedro estaba recordando estas palabras del Señor, cuando redactó su epístola, diciendo: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo…” (1 Pedro 4:12-13).

4. OBTENER LA SALVACIÓN (“obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación…”, v.9) Una cuarta característica de verdadero creyente es que está seguro de su salvación. ¡YA ES SALVO! Ya ha sido resucitado con Cristo; ya está sentado con Cristo en lugares celestiales; ya está reinando con Cristo (Efesios 2:5-6. La Biblia de las Américas (LBLA). Aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), y con Él nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús.  Pablo expresa la seguridad de la salvación en la siguiente manera en Romanos 8:30: “A los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”.

El creyente está esperando su salvación. La espera con seguridad. Y es esa ‘esperanza’ que le trae gozo, aun en medio de las pruebas. Todo esto es un anticipo de la salvación Apocalipsis 19:6-7 La Biblia de las Américas (LBLA) Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina. Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Por ende, el creyente que experimenta estas cosas (amor, fe, gozo, en tiempos de prueba), ya está experimentando algo de la salvación final. ¡Ya lo tiene por adelantado! Y esa experiencia es lo que le ayuda a salir victorioso de los momentos difíciles de su vida.

¿Tenemos esta esperanza firmemente en nuestros corazones? ¿Sirve como un ancla en las pruebas? Si somos creyentes, podemos estar seguros que tendremos pruebas a lo largo de nuestras vidas. La pregunta es, ¿Cómo vamos a responder ante estas pruebas?   ¿Saldremos victoriosos? 

¡SE FUERTE!

No hay más fortaleza que la del Espíritu de Dios. No fundes tus fuerzas en los demás, sólo en el SEÑOR. Aprende a bastarte a ti mismo y serás el vencedor y no el vencido. Arráncale triunfos a la vida y no derrotas; todo infortunio ha de darte una lección para el porvenir; cada nuevo día que se te da es un regalo para crecer, amar y compartir. Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco y los días se convierten en años…. Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad; tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada hay uno de partida; detrás de cada logro hay otro desafío; mientras estés vivo, siéntete vivo; si extrañas lo que alguna vez hiciste, vuelve a hacerlo; no vivas de fotos amarillas…. Sigue aunque todos esperen que abandones, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, pero nunca te detengas.

Vuelve a empezar aunque sientas el cansancio, aunque el triunfo te abandone, aunque el error te lastime, aunque una traición te hiera, aunque una ilusión se apague, aunque ignoren tus esfuerzos, aunque la ingratitud sea la paga, aunque todo te parezca nada…… ¡vuelve a empezar! Porque sólo las personas como tu le permiten al mundo avanzar. ¡Ánimo!  Comienza y recomienza siempre, no te dejes vencer de la indiferencia. Si caíste levántate y vuelve a empezar; si te equivocaste, párate y recomienza, si no lograste educar tu voluntad empieza de nuevo. !No pierdas los ánimos jamás¡ Tal vez al concluir la lucha queden cicatrices que serán tu gloria delante de DIOS. !Esfuérzate¡ no triunfa en la vida quien nunca tuvo momentos difíciles……Triunfa quien los tuvo y supo superarlos. Todo lo puedes en Jesús que te fortalece y recuerda que DIOS en su amor Omnipotente siempre tiene preparadas para ti la ayuda y la fuerza que tú necesitas. Ten presente que el siempre tiene sus brazos abiertos para recibirte, porque el que a el va no le hecha fuera, ya que el dijo: venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar.

NO TEMAS PORQUE YO ESTOY CONTIGO, NO DESMAYES PORQUE YO SOY TU DIOS, QUE TE ESFUERZO, SIEMPRE TE AYUDARÉ, SIEMPRE TE SUSTENTARÉ CON LA DIESTRA DE MI JUSTICIA.   Isaías 41:10.

MIRA QUE TE MANDO QUE TE ESFUERCES Y SEAS VALIENTE; NO TEMAS NI DESMAYES PORQUE EL SEÑOR TU DIOS ESTARÁ CONTIGO DONDEQUIERA QUE VAYAS. Josué 1:9.

Siempre en nuestras vidas o las de otros, necesitaremos de palabras de fortaleza y motivación interna para afrontar los retos que se nos presentan a diario en todas nuestras áreas; es por eso que no deberíamos dejar de compartir estos mensajes con aquellas personas que lo necesitan y leerlas a diario como si fuera medicina para nosotros mismos.

La mejor manera de planear nuestro futuro es organizar nuestro presente. Gracias te doy Señor cuando me alientas para hacer los momentos difíciles más fáciles.

El primero que debe convencerse de que algo es posible es uno mismo. Para tener éxito en cualquier desempeño debes poseer un sueño y perseguirlo con energía, capacidad y perseverancia (Tenacidad)… El trabajo además de éxitos trae consigo problemas y fracasos. La tenacidad no es sino la capacidad de enfrentar la adversidad y no acobardarse ante los tropiezos. Recuerda que todo aquello de lo que disponemos en la actualidad se consideró un imposible en el pasado. Bendiciones.



Dios nos rescata°

Muchas veces nos desesperamos por estar pasando por diferentes tribulaciones o circunstancias que nos agobian y nos hacen desmayar, llegando por un momento a desconfiar en Dios, como si él nos hubiese abandonado, pero él está ahí para tendernos su mano y sacarnos. No escuchemos las palabras negativas de los que nos rodean o los dardos del enemigo que nos lanza y que vienen con el objetivo de destruirnos, de que paremos nuestro caminar en Cristo, lo más importante es que mantengamos nuestro deseo de agradar a Dios, de acercarnos a él para alcanzar misericordia y oportuno socorro en medio de tus circunstancias

Pero debemos volver en sí y recordar que el Señor piensa en cada uno de nosotros. Jeremías 29:11-14. “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros” —declara el Señor— “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. “Me dejaré hallar de vosotros” —declara el Señor— “y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé” —declara el Señor— “y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro.”

David experimento la ayuda de Dios en tiempo de desgracia, esto lo motivo alabar a Dios y a ejercitar su Fe, recuerda que después de la tempestad viene la calma, pues la benevolencia de Dios esta con todos los que confían en el… Puso mis pies sobre peña y enderezo mis pasos. 

Cuando menos tú piensas, cuando más lejos tú crees que Dios esta es cuando más cerca está El de ti, y el comienza a manifestarse llevándote hacia su verdadero propósito.  Santiago 1:17  dice: toda buena dadiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación…

En medio de las circunstancia adversas que han venido a tu vida él va cambiando todo y hace que su bendición te haga olvidar todo el trabajo y a todo aquel que ha provocado algún pozo en tu vida, porque él te hace prosperar en medio de tu aflicción solamente confía, como lo hizo en la vida de José, así también lo puede hacer con cada uno de nosotros en estos tiempos. Génesis 41:37-52.

Como David y José hubieron otros hombres en la Biblia que también tuvieron sus luchas pero que Dios siempre se mantuvo al lado de ellos, dándole la victoria como: Job, Daniel, los tres jóvenes en el horno de fuego, Pablo y Silas en la cárcel y otros… Ninguno de estos hombres se detuvieron para mirar la circunstancia adversas, ni el ataque del enemigo sino que avanzaron en Fe para poder divisar en el horizonte, el verdadero propósito de Dios porque El pelea nuestras batallas y hace emboscada al enemigo cambiando nuestra derrota en victoria, él pone nuestros pies sobre peña y endereza nuestros pasos.

Amado hermano permitamos, que Dios restaure nuestros sueños que otros han querido destrozar, que el sane todas aquellas heridas que provocaron en nosotros una honda desesperación, que el prepare y perfeccione nuestro carácter para hacernos mejor y podamos estar listos para tomar lo que Dios nos tiene preparado, para usarnos como vasijas de honra, así como uso a José para que el pudiera darle provisión a su pueblo,  también él tiene un propósito definido para ti solamente que creas y tenga paciencia para esperar el tiempo de Dios.

Al leer el salmo 40podemos ver claramente que David anhelaba dar testimonio de la misericordia de Dios en su vida (v.1-3,5,9-10). El propósito principal de este salmo es alabar a Dios, y animar a otros a confiar en Él (v.4, 16). Sin embargo, el Salmo 40 fue escrito nuevamente en un contexto de  necesidad en la vida de David (v.11-15,17). A la mitad del salmo vemos el anhelo del corazón de David de hacer la voluntad de Dios (v.6-8) – un anhelo que resultó ser profético, y que se cumplió en el Señor Jesucristo, el Hijo de David (Hebreos 10:5-7).

Salmos 40. Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Veamos lo que puede ser los pozos y con que lo podemos comparar: (La traición, el desánimo, el resentimiento, el rechazo, la envidia, el celo, la confusión, la duda, el engaño, la vileza que cometen contra nosotros, y otras causas.) Lodo cenagoso: (El pecado, las circunstancia acomodativas, las perspectivas estrechas, el conformismo, la ignorancia, las trampas seductoras de la pasión, el poder y la prosperidad)

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados. Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes. No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea. Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean; Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: !Ea, ea! Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido.

Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes. 

Veamos una historia de un náufrago y que nos puede ayudar a reflexionar sobre la forma de obrar de Dios en medio de las circunstancias.

Este hombre fue el único superviviente de un naufragio llegó a la orilla de la playa de una lejana y deshabitada isla. Todos los días oraba fervientemente, pidiéndole a Dios que lo rescatara, y todos los días miraba al horizonte esperando que le rescataran, pero los días iban pasando y la esperanza se iba apagando.

Aunque agotado y deprimido, logró construir una pequeña cabaña con la madera del naufragio para protegerse de los elementos y proteger las pocas pertenencias que con mucho esfuerzo había encontrado en la isla.

Un día al regresar de buscar comida, encontró que la pequeña cabaña se había quemado, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que le sucedió fue que había perdido hasta las pocas cosas que tenía. El pobre estaba consternado, desanimado, confundido y lleno de dolor. Herido, furioso lloró amargamente y le gritó a Dios diciendo: "¿Cómo puedes hacerme esto?" Lloró impotentemente lamentándose de todo lo que le había pasado y de cómo Dios le había quitado todo, aún sus pocas pertenencias. Desconsolado se quedó dormido sobre la arena. Al día siguiente, temprano, por la mañana, le despertó el sonido lejano de un barco que se acercaba a la isla. Cuando vinieron a rescatarlo él preguntó cansado y perplejo a los marineros: - ¿Cómo sabían que yo estaba aquí? Ellos le contestaron: - Vimos las señales de humo que nos hiciste.

Esto nos enseña que a veces es fácil desesperarse y enojarse cuando las cosas nos salen mal. Pero no debemos perder la fe y la esperanza porque Dios está siempre obrando a nuestro favor y él está en control de nuestras vidas, aún en medio del dolor y el sufrimiento. Todo sucede por alguna razón, nuestro trabajo es tratar de comprender por qué. Recuerda que la próxima vez que se queme tu pequeña cabaña con las cosas que tú más atesoras, puede ser simplemente una señal de humo que surge de la bendición que está por llegar.

¿Qué podemos aprender de esta historia que es verídica? Que Dios hoy veces nos pone situaciones muy difíciles para que nosotros ocupemos nuestra mente y nos esforcemos al máximo para salir adelante en victoria. Hay algunas cosas que podemos aprender, en algunos momentos de nuestra vida, podemos tener la sensación de que hemos caído en un pozo muy profundo.

Que todos nuestros sueños están por el suelo, hay veces que no vemos que el sol siempre está brillando, solo vemos oscuridad, no vemos que tenemos un Dios tan bueno y misericordioso y para colmo de males lo único que recibimos de la gente que nos rodea solo es juicio, critica, rechazo y oposición, todos quisieran enterrarnos vivos. Hay veces que hasta la misma familia nos voltea la espalda.

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Salmos 40:2. El salmista está dando testimonio de cuatro cosas que Dios hizo con él: que lo sacó del pozo de la desesperación, que lo sacó del lodo cenagoso; que puso sus pies sobre peña (sobre la Peña que es Cristo). Y que enderezó sus pasos. Si, Dios es capaz de hacer esto y mucho más. Porque Él es el Todopoderoso.

Tenemos que saber que es mejor estar en manos de Dios que de los hombres. Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres. 1 Crónicas 21:13. Debemos de saber y entender por la Palabra de Dios que es mucho mejor caer en las manos de Dios que de nuestros enemigos, porque Dios es amplio en misericordia y perdón, en cambio nuestros adversarios no tienen la piedad ni el poder de ayudarnos como nuestro Dios.

¿Por qué nos viene la angustia? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido,  atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que,  perseverando en bien hacer,  buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad,  sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego. Romanos 2:5-9.

No es que Dios sea malo, somos nosotros con nuestra forma de vivir, por la dureza de nuestros corazones, por nuestra naturaleza pecaminosa, que de continuo solo buscamos el mal, y no somos capaces de arrepentirnos. Y tenemos el problema de que siempre andamos buscando gloria y honra e inmortalidad porque siempre el honor y la gloria es para nosotros y no para Dios. Además somos desobedientes e injustos.

¿Qué tenemos que hacer para salir de la desesperación, como le tenemos que pedir? Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. Deuteronomio 4:30-31.

Tenemos que pedir de todo corazón porque Dios es misericordioso y nunca nos abandona y siempre cumple sus pactos. En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos.  2 Samuel 22:7.

Lo primero que debemos a aprender es a confiar en Dios, porque el todo misericordia y bueno, y es amor. Por lo tanto tenemos que pedirle de todo corazón y especialmente que nos de sabiduría para salir de la desesperación, y debemos de confiar en que Dios hará, Él siempre actúa de una manera que nos deja desconcertados, pero de que actúa, actúa. Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Salmos 4:1. Saber que Él siempre escucha nuestras oraciones. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. Salmos 22:11. Supliquemos que incline a nosotros su oído y no se aleje de nosotros. Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. Salmos 31:9.

Que tenga misericordia de nosotros porque ya nuestros ojos se han consumido de tristeza, tenemos que implorarle que no se olvide de nosotros porque estamos en la desesperación y solo Él es capaz de rescatarnos. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Salmos 32:7. Porque Él es nuestro refugio. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare. Salmos 102:2.

Pidámosle que se apresure, que incline su oído a nosotros. Tener confianza en nos oirá, que en Dios hay esperanza: En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. Salmos 18:6. Debemos de saber que nuestro clamor siempre llega a Él. Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. Isaías 9:1.

Dios nos hace una promesa muy buena, nos dice que no siempre habrá oscuridad para los que ahora están en angustia. Gloria a Dios, hermano que hoy se encuentra desesperado, debe de tener la confianza que Dios lo sacará de lo más profundo del pozo cenagoso, solo tiene que creer en todo lo que está escrito en este sermón y tener la plena confianza que tenemos un Dios que es todo amor y misericordia.

Lamentaciones 3:25-26.  Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.  Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

Romanos 8:24-25. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Salmo 34:18. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.

Jeremías 33:3. Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Juan 10:10. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Cristo afirma nuestros pasos, es decir, nos da seguridad y rumbo y sentido de vivir, porque el mismo es el camino la verdad y la vida. Los siguientes pasajes muestran la firmeza en medio de la adversidad de aquellos que se apoyan sobre la roca, que es Cristo. 1 Corintios 10:4b. Porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Mateo 7:24. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:25-27. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Si usted ha leído este sermón y todavía no tiene a Cristo en su corazón, este es el momento de recibirle el Señor de su vida. Invítelo a que entre en su corazón para poder ser un hijo de Dios y poder gozar de todos los privilegios de un hijo. Isaías 35:8.  Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. Jeremías 10:23.  Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.