Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Nuestra Fortaleza está en nuestro Señor Jesucristo°


Isaías 26:4. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

Salmos 46. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.

Hoy asistimos como testigos al deterioro de valores fundamentales como: la familia, el derecho a la vida, el trabajo, la política y muchas cosas más. En poco tiempo se han desmantelado derechos y privilegios que costaron años en conseguir, y los niveles morales están deteriorados. Pocos podían imaginar que esto llegara a suceder tan rápidamente. Los expertos y analistas coinciden en señalar que los cambios se están produciendo cada vez más deprisa. Lo cierto es que las alteraciones y movimientos son propios de la condición humana. Dios que conoce al hombre mejor que nadie, puesto que nos creó y nos advierte en su Palabra a no poner nuestra confianza en los hombres, ya que su condición es mutable y cambiante.

Isaías 57:20. "Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.

Judas.12-13. "Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. 

Jeremías.17:5-6. "Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Aún como creyentes somos cambiantes e inestables. Pedro confiesa a Jesús como Cristo Mateo 16:16, y más tarde le pide no muera en la cruz Mateo16:22-23. De la revelación a la tentación en un instante. Los demás discípulos, junto con Pedro, se comprometen a no escandalizarse de Jesús, ni abandonarlo Mateo.26.56; poco más tarde lo dejan sólo y Pedro lo niega tres veces Mateo 26:69-75. A diferencia de nosotros, Dios no está sujeto a cambio alguno. Él es eterno e inmutable. No puede cambiar porque es perfecto. No puede ser menos de lo que es, y debido a que Él llena todas las cosas, no puede ser más de lo que es.

DIOS ES INMUTABLE. Veamos como expresa esta verdad la Biblia...“PORQUE YO JEHOVÁ NO CAMBIO; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos” (Malaquías 3:6). “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, EN EL NO HAY MUDANZA NI SOMBRA DE VARIACIÓN” (Santiago 1:17). “Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura envejecerán; como un vestido los mudarás, y serán mudados; pero Tú ERES EL MISMO, y tus años no se acabarán. Y los hijos de tus siervos habitarán seguros” (Salmo 102.25-28a)

Hay una relación entre el carácter inmutable de Dios y la bendición que recibimos de Él. Porque Jehová no cambia (su amor, su misericordia inmutable) nosotros no hemos sido consumidos. Malaquías 3:6. Los perfectos dones y las buenas dádivas (su providencia, su provisión) que descienden sobre nosotros de lo alto, son posibles porque en Él no hay mudanza, ni sombra de variación. Dios es la Roca. Santiago 1.17. Porque el Señor es eterno e inmutable, y sus designios permanecen (su poder), podemos vivir y habitar seguros. Salmo.102.25-28. Es muy esperanzador para nosotros confiar en un Dios autosuficiente, eterno, todopoderoso y que no cambia (Inmutable).

Mateo 7:24-27. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Hay una diferencia notable entre el pensamiento hebreo, y el pensamiento greco romano del que se nutre nuestra cultura occidental. El pensamiento greco romano es conceptual y abstracto, mientras que el hebreo es concreto y rico en símbolos. Cuando un hebreo quería expresar la firmeza e inmutabilidad de Dios buscaba una manera sencilla de comunicarlo. Jacob, Moisés y David se refieren al Dios Inmutable con el nombre de La Roca. Hay montañas como el pico sacro a las afueras de Santiago que han permanecido estables desde tiempos inmemorables. Muchas generaciones de gallegos han visto este monte permanecer estable en el mismo lugar. Hasta los romanos y los celtas vieron este monte que permanece como testigo de los años.

Dios, para los hebreos La Roca, ha permanecido Inmutable desde el principio y hasta el fin. De hecho, Él es el principio y el fin, antes de Él no hubo dios, y después de él tampoco habrá. En Génesis 49:24 Jacob llama a Dios La Roca. Jacob que huyó de sus padres porque su hermano Esaú lo quería matar; que vivió durante veinte años en Mesopotamia lejos de sus hogar; que trabajó catorce años para conseguir a la mujer que quería, y seis años más para tener su propio ganado. Al que se le cambió el salario 10 veces, luchó con el Ángel del Señor en Peniel, temió la venganza de su hermano al regresar, sufrió gran tristeza por causa de sus hijos. Este Jacob que vivió una vida intensísima de 147 años reconoció haber aprendido algo muy importante: Dios era “La Roca”.

En Deuteronomio 32:4, es Moisés quien llama al Señor "La Roca". Al igual que Jacob vivió una vida intensa. Desde su rescate milagroso del río Nilo, hasta su muerte poco antes de que Israel entrase en la tierra prometida. 40 años creyéndose alguien, 40 años viviendo como si fuese nada; y 40 años siendo útil en manos de Dios. Toda una vida de cambios y desafíos. En palacio, en el desierto, en la cumbre del monte, en su encuentro con Dios... En su debilidad y en su fortaleza, en todo tiempo, Moisés reconoce que Dios fue para él "La Roca".

Por último el rey David dejó en su testamento la afirmación de que Dios era: "La Roca" 2 Samuel 23:3. David un pastor de ovejas que llegó a Rey; que mató a Goliat, que fue perseguido por Saúl, traicionado por su hijo Absalón, que vivió la amargura de pecar contra Dios, reconoce a Dios como "La Roca de Israel". Cuando uno cumplimenta su testamento pone en él cosas de suma importancia, ya que es su última voluntad. La última voluntad de un hombre que fue conforme al corazón de Dios, es que se supiera que el único en quien podemos depositar nuestra confianza es Dios "La Roca". Nuestra fortaleza más segura.

Estos tres hombres tuvieron llamados y misiones distintas. A Moisés Dios lo llama directamente desde la zarza que ardía y no se consumía; a David la palabra de Dios le llegó por un profeta llamado Samuel. Jacob hizo un pacto con Dios en Betel. Diferentes misiones, características ministeriales, y funciones. Moisés un estadista militar; David un rey compositor, y Jacob un patriarca peregrino. Cada uno de ellos hizo de Dios su Roca. Cada uno de nosotros tiene un llamado, una misión, y una experiencia singular. Dios es el la fuente de nuestra confianza y nuestra fortaleza. Lo importante no es ser, o parecerse alguien famoso, sino depositar toda nuestra confianza en Dios, y cumplir con aquello que Dios nos pide. Nuestro enfoque no debe centrarse en las personas sino en Dios.

Ante la perspectiva de un Dios tan confiable, el profeta nos insta a volvernos... a la Fortaleza. ¿Qué es una fortaleza? Un recinto fortificado, cerrado, protegido. En la frontera portuguesa está la fortaleza, un lugar construido como refugio. Fortaleza también hace referencia a la capacidad de resistir problemas y adversidades (como cuando decimos supo afrontarlo con fortaleza)

Fortaleza puede ser sinónimo de valor o fuerza. Con estas acepciones volverse a la fortaleza puede ser sinónimo de estar protegido y tener la fuerza para resistir adversidades. Para Zacarías volver a la fortaleza es volverse a Dios nuestro refugio más seguro, quien tiene y nos da el valor y la fuerza que necesitamos para resistir. Es volvernos al Todopoderoso; a la Roca de Jacob, Moisés, y David. Al Dios que tiene en sí todos los recursos para proteger y bendecir a su pueblo.

Volvamos a la fortaleza. De su gracia. Amamos a Dios porque él nos amó a nosotros primero 1 Juan 4:19. Nuestro impulso de buscar a Dios, parte de él. Jesús dijo: "Nadie puede venir a mí, si mi Padre no le trajere" Juan.6.44. Mientras andamos en pos de él, estamos en sus manos, y su diestra no ha sostenido

Salmo 63:8. Viviendo en las "riquezas de su gracia" tenemos la capacidad y oportunidad de crecer en nuestra relación con Dios, porque Él nos amó, nos dio vida, nos resucitó y nos hizo sentar en lugares celestiales. Efesios 2:4-6. De la manera que recibisteis a Cristo andad en él Colosenses 2:6. Al recibir a Cristo toda la obra fue hecha por él. Recibimos su perdón sin merecerlo. Nos amó aun siendo pecadores, nos transformó por la Palabra y el Espíritu. Después de tiempo de seguirle nada ha cambiado: es por su gracia. Él produce en nosotros tanto "el querer como el hacer por su buena voluntad" (Filipenses 2.13) Si su yugo fácil y ligera su carga...Mateo 11:30. ¿Por qué hay creyentes que viven con una carga tremenda? Quizá no hemos descubierto la verdad de entrar y vivir en su reposo. O tal vez no estemos llevando su yugo, sino el nuestro.

En Efesios hay tres verbos, que según el pastor Watchman Nee dan la clave de una vida cristiana victoriosa. Nuestra vida cristiana comienza con nuestra posición: "Sentados" Efesios 2:6. Continúa con nuestra vida en el mundo: "andad" Efesios 4:1; y permanece sabiendo tener la actitud correcta ante el enemigo "estar firmes" Efesios 6:11. Pablo librado en Éfeso, donde pensó que moría, pero Dios los libró y los consoló 2 Corintios.1.8-11. En su gracia, no en nuestros esfuerzos, encontramos el refugio necesario para afrontar cualquier situación que se presente.

No se trata de un poder almático que nosotros podamos producir por sugestión, concentración o meditación, sino de una invasión de lo alto. Y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. Poder para testificar Hechos 1:8; para vivir en santidad Romanos 8:2; para ver manifestaciones sobrenaturales Marcos 16:16-18; Hechos 19:11; para que el reino de las tinieblas retroceda ante el avance de la iglesia Lucas 11:20. Nueve veces aparece la palabra "poder" en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Si exceptuamos las tres ocasiones en que la palabra poder no se menciona por la iglesia (8.10; 8.19); o no se refiere a la acción sobrenatural de Dios (Hechos 5:4). Todas las veces que aparece se relaciona, o con la acción de Dios: en Hechos 1:8 en referencia al Espíritu Santo que habían de recibir y en Hechos 10:38 en relación con el Espíritu Santo en Jesús. O con la gracia de Dios: en Hechos 3:12 los apóstoles reconocen y proclaman la fuente del poder, y en Hechos 4:33; Hechos 6:8; 20:32 aparecen juntos poder y gracia.

Si nos volvemos a la Fortaleza de nuestro Dios que es Inmutable, quien tiene todos los recursos en su mano, podremos por su gracia y poder afrontar cualquier desafío que se nos presente. La nube de testigos es grande. Hombres y mujeres que hicieron de Dios el fundamento de su vida; hombres y mujeres que edificando sobre su Palabra resistieron vientos y tempestades Mateo 7 Y sus vidas permanecieron fieles a Dios.

Bendiciones.


Buscando el reino de Dios y su justicia°


Mateo 24:12-14. Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo. Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

Estamos en tiempos de crisis mundial en todas las esferas y muchas personas han perdido sus puestos de trabajo. Hay mucha gente sufriendo y sin saber qué va a pasar con sus vidas y las de sus familias. Son tiempos difíciles los que estamos viviendo, pero en medio de todas estas cosas los cristianos tenemos grandes promesas de Dios y no tenemos que vivir con ansiedad o preocupación. Debemos perseverar en medio de estos tiempos.

Mateo 6:33. (RVR1960). Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Es el deseo de Dios que le busquemos de todo nuestro corazón, que estemos con él por la eternidad como esta revelado en la oración intercesora más poderosa que se ha hecho sobre esta tierra (Juan 17), en dónde nos deja ver el deseo profundo del Señor Jesucristo y la perfecta y amorosa voluntad del Padre Celestial para cada ser humano. Sólo hay una manera de buscar a Dios, un sólo camino, un sólo Dios, un sólo ayudador, es a la manera de Dios y no a la manera de los hombres, el Señor nos ha dejado revelado en su Palabra como debemos hacerlo. Dios ha prometido cuidar de Sus hijos y Él siempre cumple Sus promesas.

Te invito a leer el sermón sobre Reino de Dios en medio nuestro.

http://casadeoracioniglesiacristiana.blogspot.com.co/2016/05/el-reino-de-dios-en-medio-nuestro_8.html

Hebreos 13:5b dice: “Nunca te dejaré ni te abandonaré”. Eso lo experimentamos los cristianos cada día. Nada de lo que les pasa a los hijos de Dios puede ser para mal ni está fuera de Su control; podemos descansar en Sus promesas. Entonces, ¿podemos pensar que Dios va a permitir que nos falte lo necesario? De ninguna manera. Dios sabe cuáles son nuestras necesidades y las va a suplir. Hechos 5:29 (LBLA). Mas respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.

Nuestro Señor Jesucristo con su propia vida consumó el plan de Salvación por toda la humanidad derramando su sangre en aquella cruz y entregando su propia vida para podernos redimir de la muerte, Salmos 40:8. (LBLA) Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón. Lucas 22:40-43. (LBLA). Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba, diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole.

Juan 17:1-11. La Biblia de las Américas (LBLA) Oración intercesora de Jesús. Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti; porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos. Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.

El evangelio es sencillo pero muchos lo hacen complicado para ellos y para otros, en estos tiempos peligrosos de cumplimientos proféticos en dónde la maldad y la falta de amor están en todas las naciones de una manera sin precedentes. Mateo cap. 25; 2 Timoteo cap. 3.

Sólo hay que colocar cualquier canal de noticias y podemos ver como abundan el egoísmo, la envidia, el amor por el mundo, el amor por las cosas del mundo, en miles no hay temor a Dios, no hay respeto por los padres, no hay respeto por las autoridades, se respira anarquía, muchos buscan lo suyo, envidia y egoísmo se ven por todas partes, adulterios, fornicaciones, orgías, borracheras, asesinatos, violaciones a mujeres, niños y hombres, hay injusticias, la corrupción abunda en los organismos de los estados y de los sectores privados en todas las naciones, la mentira y el engaño son una forma de vivir para muchos, el amor al dinero y la avaricia ha hecho que muchos y muchas busquen cualquier manera de conseguir lo que desean a cualquier costo como el narcotráfico, la prostitución (de mujeres, de hombres, de niños, de homosexuales, de lesbianas), vendiendo armas, secuestrando, la pornografía, la drogadicción es aceptada de manera normal por muchas sociedades, hay corrupción por todas partes. Se respira maldad en toda la tierra a pesar que los avances tecnológicos y de la ciencia han llegado a niveles nunca antes vistos como lo declaró el profeta Daniel.

2 Timoteo 3:1-17. Palabra de Dios para Todos (PDT). Recuerda que en los últimos días llegarán tiempos difíciles. La gente se volverá egoísta, amante del dinero, fanfarrona y orgullosa. Se insultarán unos a otros, no obedecerán a sus padres, no darán ni las gracias y serán mundanos. No sentirán afecto por los demás ni estarán dispuestos a perdonarlos. Hablarán con maldad, estarán fuera de control, serán crueles y odiarán el bien. En esos mismos días, la gente traicionará a sus amigos, actuará sin pensar, se enorgullecerá de lo que sabe y en vez de amar a Dios, amará los placeres. Parecerán ser muy religiosos, pero con su manera de vivir demostrarán que en realidad rechazan servir a Dios; no te metas con esa gente.

Algunos de ellos entran a las casas y convencen a mujeres débiles llenas de pecado, que se dejan llevar por toda clase de malos deseos. Aunque ellas siempre tratan de aprender, nunca terminan de entender la verdad. Ellos están en contra de la verdad, como Janes y Jambres, quienes estaban en contra de Moisés. Tienen mentes retorcidas y han fracasado en la fe. Pero no tendrán éxito en lo que hacen y así todos verán lo tontos que son, como pasó con Janes y Jambres. Pero tú me conoces, sabes lo que enseño y cómo vivo. Sabes también el propósito de mi vida, que tengo fe, paciencia y amor, y que no me doy por vencido ante la persecución ni el sufrimiento. Te enteraste de la clase de persecuciones que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra y de cómo el Señor me salvó de todo eso. Pues todo el que pertenezca a Jesucristo y quiera vivir dedicado a Dios será perseguido, pero los perversos y los engañadores irán de mal en peor, engañarán y serán engañados.

Pero tú sigue practicando las enseñanzas que has aprendido. Sabes que son ciertas porque conoces a quienes te las enseñaron. Desde niño conoces las Sagradas Escrituras que te pueden hacer sabio. Esa sabiduría te lleva a la salvación a través de la fe en Jesucristo. Toda la Escritura es un mensaje enviado por Dios, y es útil para enseñar, reprender, corregir y mostrar a la gente cómo vivir de la manera que Dios manda, para que el siervo de Dios esté listo y completamente capacitado para toda buena obra.

Así también nosotros cuando vemos estas cosas que nos recuerdan las palabras de la Biblia, debemos recordar que antes de la Segunda Venida del Señor tienen que venir muchos dolores como los de una mujer de parto. Dios está en control de todo.

Daniel 12 (LBLA) El tiempo del fin. En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.

Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.

Muchos tienen conocimiento de que Jesús dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios”. ¿Pero qué significa esto? ¿Por qué es necesario? ¿Cómo podemos cumplir este mandato?

Como parte del Sermón del Monte Jesús habló sobre las cuestiones comunes que cada uno de nosotros enfrenta para sobrevivir (Mateo 6:25-34). ¿Cómo voy a llenar mis necesidades? ¿Tendré comida y bebida? ¿Tendré ropa? Hablando sobre estas cuestiones, Jesús dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán añadidas” (v. 33). En esencia, Jesús estaba advirtiéndonos de no preocuparnos acerca de estos intereses humanos y más bien darle prioridad a buscar el Reino de Dios.

Por qué debemos buscar el Reino de Dios. La razón por la que debemos buscar el Reino de Dios es que miles de años de historia muestran que los seres humanos no podemos gobernarnos de manera efectiva; y al final, todos los gobiernos humanos con la excepción de Dios fracasarán. Salomón escribió en Proverbios 14:12 que “hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. Jeremías agregó: “Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).

¿Cómo podemos buscar el Reino y la justicia de Dios? En su enseñanza Jesús incluyó instrucción sobre cómo buscar el Reino de Dios: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). El arrepentimiento y la fe son las dos piedras fundamentales por las cuales será permitida la entrada a este Reino glorioso.

La razón por la que debemos arrepentirnos es porque “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Romanos 6:23 agrega que “la paga del pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Arrepentirnos significa que debemos cambiar nuestra forma normal de pensar, la cual es contraria a Dios. La Biblia revela que “los designios de la carne (la mente natural, humana) son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (Romanos 8:7). Por lo tanto, nosotros necesitamos un cambio en nuestra forma de pensar que entonces nos conducirá a apartarnos del pecado y a guardar los mandamientos de Dios. Como dijo Jesús: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19:17).

Los humanos han probado toda forma de gobierno, no obstante todas finalmente han llegado a su final. Al hablar acerca de los acontecimientos que conducirán al fin de la era en que el hombre se gobierna a sí mismo y el principio del gobierno de Dios sobre esta tierra, Jesús dijo: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”. Continuando, Él dijo: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo” (Mateo 24:21-22).

Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y empezamos a guardar los mandamientos de Dios, el siguiente paso es el bautismo. Hablándoles a personas que habían sido convictas de sus pecados y querían saber lo que debían hacer, Pedro dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). El bautismo—inmersión bajo el agua como un símbolo del lavamiento de nuestros pecados y el final de nuestro estilo de vida pecaminoso—es un pacto que hacemos con Dios y Cristo. Representa nuestro entendimiento de que hemos quebrantado la ley de Dios y necesitamos ser perdonados de nuestros pecados. También significa nuestro compromiso de obedecer la ley de Dios.

Nosotros ahora somos convictos de nuestra necesidad de vivir por cada palabra que viene de Dios y Cristo. Como Jesús advirtió: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

El siguiente paso en el bautismo es la imposición de manos para recibir el Espíritu Santo (Hechos 19:6). El don del Espíritu Santo es lo que lo convierte a uno en un hijo de Dios. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 8:14).

Como hijos de Dios, nosotros entonces debemos crecer en “la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18). Juan se refirió a esto como un proceso continuo de purificación (1 Juan 3:3).

El plan de Dios para nosotros en el Reino. Dios creó al hombre a su imagen con poderes y habilidades inferiores con el fin de preparar al hombre para gobernar con Él en un gobierno que será eterno. El propósito de Dios al decirnos “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” es ayudarnos a desarrollar, a través de nuestras experiencias en esta vida, su carácter santo y justo y prepararnos para gobernar bajo Cristo como reyes y sacerdotes sobre esta tierra (Apocalipsis 5:10).

Pero no podemos hacerlo solos, ni a nuestra manera, todo comenzó en el corazón de Dios y su gran amor por la humanidad, no podemos entenderlo desde nuestras mentes humanas y carnales; lo podemos entender cuando es el mismo Dios abriéndonos el entendimiento y dándonos una mente espiritual, cuando hemos nacido de nuevo, cuando el velo que el diablo puso en nosotros es quitado, cuando viene sobre nuestras vidas el Espíritu Santo y empieza a hacer su obra en nosotros, nos redarguye, nos enseña, nos da vida, nos restaura, nos guía, nos lleva a rendirnos al señorío de Jesucristo, nos lleva a la presencia de Dios, nos enseña y ayuda a orar conforme a la voluntad del Padre Celestial.

Juan 17:12-19. La Biblia de las Américas (LBLA) Oración intercesora de Jesús. Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos. Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad.

Busquemos su presencia para que hallemos tiempos de refrigerio como está escrito en su Palabra, Dios no ha cambiado, él es el mismo ayer y por todos los siglos, escrito está que Jesucristo el Hijo de Dios apareció en medio nuestro para deshacer las obras del diablo, que él vino a darnos vida y vida en abundancia; escrito está que dónde está el Espíritu de Señor allí hay libertad, peleemos la batalla de la fe con la ayuda del Espíritu Santo y con la Palabra de Dios, estamos en una guerra por nuestras almas, vistámonos con esas armas de luz que Dios ha provisto.

El Señor Jesucristo ya pidió al Padre por nosotros y sigue intercediendo por su pueblo, por su iglesia para que seamos protegidos de la maldad del diablo y de los habitantes del mundo; la parte que nos corresponde es buscarle de todo nuestro corazón, viviendo vidas en rectitud, en santidad, amando su palabra como nos lo pide en:

Juan 14:15. Si me amas, guarda mis mandamientos. Juan 17-20-26. Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí. Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Oh Padre justo, aunque el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.  Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.

Como respuesta a este amor que Dios ha derramado sobre nuestros corazones de aquellos que hemos creído en él, debemos disponernos para ser sal y luz en medio del lugar dónde nos encontremos, ser parte de la obra y el deseo de nuestro Señor Jesucristo, alcanzar y ganar almas para Dios a través del evangelio de salvación. No nos preocupemos por lo que debamos decir porque será el mismo Espíritu Santo de Dios colocando las palabras en nuestra boca. Dispongamos nuestro corazón para ser sanados, restaurados y llenados con la Palabra de Dios y su presencia.

Recordemos una vez más lo siguiente: Porque del Señor es la obra, él es el que llama, forma, equipa, afirma y da el crecimiento; lo que él pide es dependencia, obediencia, esfuerzo y valentía de cada uno de sus hijos quienes hemos aceptado el señorío del Rey de reyes Jesucristo. Sin Dios nada podemos hacer, pero en él y con él todo lo podemos. Proclamemos en la tierra y en el mundo espiritual que nos disponemos en las manos de Dios como instrumentos de barro para ser llenos de su Espíritu, ser transformados, guiados, usados por Él y así cumplir con la gran comisión en nuestras vidas y la de los que nos rodean, con una tarea clara y definida: "Predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo ganando almas donde se encuentren, con la guía, la unción y ayuda del Espíritu Santo, restaurándolas, discipulándolas, formándolas y enviándolas a la mies del Señor".

Te invito a leer también el Reino de Dios en medio nuestro

http://casadeoracioniglesiacristiana.blogspot.com.co/2016/05/el-reino-de-dios-en-medio-nuestro_8.html

Bendiciones.



La Unción°


Para vivir la vida cristiana bíblica en estos tiempos finales y peligrosos de cumplimiento de la Palabra de Dios, nosotros, los que hacemos parte de la iglesia de Cristo en las naciones de la tierra, nos es necesario ser llenos del presencia del Espíritu Santo, nos es necesario recibir la unción de Dios, no es necesario ser enseñados y guiados por Dios, nos es necesario recibir la sabiduría divina y el entendimiento espiritual para poder enfrentar todas las circunstancias y situaciones que se nos presenten en nuestro diario vivir.

Necesitamos la llenura del Espíritu Santo porque sin Dios nada podemos hacer conforme a la voluntad del Padre Celestial. Necesitamos la presencia de Dios en nosotros y con nosotros para poder enfrentar todos los ataques del diablo, no debemos ignorar que el enemigo de Dios quiere destruir las vidas de todos aquellos que hemos aceptado al Señor Jesucristo como nuestro Salvador personal, quienes voluntariamente hemos decidido que el Reino de los cielos gobierne nuestros corazones por Jesucristo y su Palabra.

Una de las cosas que genera gozo y fuerza en el cristiano es el poder hacer la voluntad de Dios en medio de todas las circunstancias que nos rodean. 

Salmo 40:8. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.

Pero debemos entender que nos ha dotado de dones para administrar y ministrar, que debemos ser buenos administradores de la gracia divina y que como buenos mayordomos debemos dar fruto en abundancia y que permanezca por la eternidad.

1 Pedro 4:10. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

1 Pedro 2:9-15. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos.

Con el llamado de salvación de parte de Dios viene la implicación de recibir el poder sobrenatural para vivir la vida que agrada a Dios y también con ello viene el llamado a servirle al Señor dentro del cuerpo de Cristo que es su iglesia: las almas que el añade.

Hechos 1:8. LBLA. Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Este llamado está acompañado de los dones ministeriales y de los dones espirituales los cuales son para la edificación del cuerpo de Cristo, pues somos sólo administradores de la gracia divina, quienes tenemos que dar cuentas de nuestra mayordomía en el tribunal de Cristo. 2 Corintios 5:10. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Romanos 12:3-10,28. Efesios 4:11. 1 Corintios 12:28.

Es necesario que como discípulos de Jesucristo o cómo se nos dice hoy día, “cristianos”, podamos entender a que nos ha llamado Dios, que dones nos ha dado, como ministrarlos y administrarlos de acuerdo a la Palabra de Dios. Nuestro deber es a la obediencia a la Palabra de Dios y al llamado que nos ha sido hecho a cada uno de nosotros. Romanos 11:29. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Juan 4:13-14. Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

También es necesario que sepamos que es la unción que Dios da a su pueblo, la iglesia de Cristo y para qué es. Este tema es el objeto de este estudio el día de hoy. El señor Jesucristo nos ha dado del Espíritu Santo para poder vivir la vida cristiana y hacer la obra del ministerio. La palabra escrita en Isaías 61:1-6 tuvo cumplimiento en la vida de nuestro salvador para cumplir tiempos proféticos dentro de la voluntad del Padre Celestial Lucas 4:18-21.

Romanos 9:16. RVR1960. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. TLA. Así que la elección de Dios no depende de que alguien quiera ser elegido, o se esfuerce por serlo. Más bien, depende de que Dios le tenga compasión.

La manera de recibir la unción de parte de Dios, es con un corazón rendido al Señor,  un corazón renovado y transformado, con una actitud de reverencia y de temor santo, pues Dios es que la da a quien Él quiere, como dice la escritura, porque que no depende de los deseos humanos de nuestro corazón por más buenos que creamos que sean. Es en el lugar secreto que lo encontramos, es en nuestros tiempos de intimidad y devoción, es en los tiempos a solas con nuestro Creador en oración, en el estudio y meditación de su Palabra, que recibimos consuelo, que recibimos su restauración, que recibimos su guía y dirección para vivir en estos tiempos con la sabiduría e inteligencia impartida por el Espíritu Santo.

Isaías 61:1-6. El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros; para proclamar el año favorable del SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que Él sea glorificado. Entonces reedificarán las ruinas antiguas, levantarán los lugares devastados de antaño, y restaurarán las ciudades arruinadas, los lugares devastados de muchas generaciones. Se presentarán extraños y apacentarán vuestros rebaños, e hijos de extranjeros serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes del SEÑOR; ministros de nuestro Dios se os llamará. Comeréis las riquezas de las naciones, y en su gloria os jactaréis.

Quizás el más grande secreto para experimentar la unción de Dios sobre su vida, es tener una relación personal y viva con el Espíritu Santo. ¿Cuántos entendemos lo que es la unción? Zacarías 4:6. No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. La unción proviene de Dios y fluye en un corazón quebrantado y humilde delante del Señor.

¿Qué es la Unción? Es el acto mediante el cual Dios consagra, unge y capacita a un individuo con sus cualidades y virtudes, con el propósito de que le sirva para su obra. Salmo 92:10. Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco.

1 Samuel 10:6. Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. 1 Corintios 2:4-5. Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Dios desea un balance entre lo que es el carácter y los dones, el fruto y el poder. Hay gente que hace demasiado énfasis en los dones y poco al carácter. ¿Qué es el carácter? Es lo que somos internamente, es lo que pensamos y hacemos cuando estamos solos. Es la  manera de reaccionar cuando estamos bajo presión en público o en privado, es la actitud cuando nos maldicen y nos critican. El fundamento de todo líder es su carácter, esa es la base donde se edifica un ministerio.
Si estás bien fundamentado podrás levantar un ministerio fuerte, una empresa fuerte, un matrimonio sólido. Una persona con mal carácter puede destruir en un segundo lo que le ha tomado años en edificar. Con un mal carácter se puede herir al otro. Con un mal testimonio se puede manchar el evangelio, causar conflictos en la iglesia, tener matrimonios en conflictos y muchas cosas más que afecten vidas.
Isaías 57:15. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
¿Cuáles son los propósitos de la unción en la vida de un creyente? ¿Para qué es la Unción? Para consagrar personas y cosas a Dios y a su servicio, la unción en una persona es lo que la aparta para ser consagrado al servicio de Dios. Éxodo 28.41. Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes. Éxodo 29:29. Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados.

Capacita al creyente para llevar a cabo su ministerio, la unción no solo consagra y aparta, sino que también capacita para toda buena obra. Si la unción no está , las personas se cansan, se desgastan realizando tareas y obras sin contar con la presencia de Dios. El Poder que Dios da a través de su Espíritu Santo significa la habilidad y fuerza para llevar a cabo cualquier obra y trabajo dado por el Señor. La unción desarrolla celo y pasión de Dios en el creyente. 

Hay dos cosas que hoy le hace falta a la iglesia de Cristo.  La pasión y celo por la obra del Señor. Hoy en día hay cristianos que hacen la obra del ministerio sin pasión. Debemos desarrollar un celo santo por la obra del Señor buscándolo en rectitud, en adoración, en el lugar secreto con oración, con alabanzas, escudriñando en la Biblia y con una vida de buen testimonio.

Juan 2.14-17. Y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
La unción es dada para destruir las obras del diablo. Isaías 10:27. Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. 1 Juan 3:8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
La unción es dada para sanar los quebrantados de corazón: la unción del Espíritu Santo es la medicina para aquellos que están heridos emocionalmente y necesitan ser sanados. Lucas 4:18. El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. La unción es dada para traer libertad a los cautivos. La unción nos fue dada para liberar a personas cautivas del pecado, de las obras de la carne, del vicio y de otras ataduras, de heridas del pasado, de malos patrones de conducta, de los malos deseos compulsivos de sexo, de las depravaciones, de las malas palabras, de las groserías.
Juan 16.13-14. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
La unción del Espíritu Santo también es dada para liberar a los oprimidos. Juan 10.10. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Es un llamado a liberar a los cautivos, a sanar enfermos, a sanar quebrantados de corazón y a predicar salvación a otros. La unción nos trae la revelación de la Palabra y la voluntad de Dios para nuestras vidas, ensancha y enriquece el entendimiento de cada uno de nosotros. Dios nos demanda una entrega total, una consagración genuina y en rectitud de corazón.
En el Nuevo Testamento no existen más los oficios del sacerdocio, el profeta, ni de los reyes en Judá que se manejaron dentro del Antiguo Testamento. Jesucristo inauguro el Nuevo Pacto que Dios había prometido en Jeremías 31:31. Jesucristo es el perfecto sacerdote que entró al lugar santísimo una vez y para siempre para presentar la ofrenda de su propio sacrificio a fin de salvarnos y reconciliarnos con Dios (Hebreos 7).
Jesucristo es la última revelación de Dios como el profeta perfecto que habría de venir a revelarnos a Dios y su plan (Deuteronomio 18:18; Hebreos 1:1-2; Juan 1:18). Jesucristo es descendiente del rey David de Israel del cual de su simiente se establecería un reino eterno que no tendría fin (Daniel 7:13-14: Mateo 1:1). Los tres oficios de Cristo son rey, sacerdote y profeta. Es por eso que es llamado “el Cristo”, del verbo griego Krio (ungir), traducción del Hebreo ha Mashia, que significa “El Ungido” de Dios. Jesucristo fue consagrado, apartado, para la tarea específica de redimir a la humanidad del pecado. Jesucristo es el “ungido” de Dios por excelencia, el Cristo.
Dios usa la unción para enseñarnos todas las cosas. 1 Juan 2:27. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. La unción que está dentro de nosotros representa el carácter de Dios desarrollado. Esa Unción nos capacita para llevar el fruto del Espíritu.
1 Juan 2:20. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
Juan 14:12-17. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

Vivimos bajo el nuevo pacto. Hebreos 8. Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.

Bendiciones.