Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La visión espiritual para el cristiano°


¿Qué es la visión espiritual para el cristiano? Es observar lo que Dios está haciendo, o quiere hacer a favor de las almas, las familias y las naciones de la tierra, es entender el momento y los propósitos de Dios y unirnos a Él. Esto es lo contrario a que Dios bendiga nuestros planes, sueños o proyectos por muy nobles o muy buenos que sean. 

Visión es descubrir los sueños de Dios para nuestra vida, para nuestra familia, para nuestra comunidad o nación y trabajar para su cumplimiento. ¿Dónde comienza la obra de Dios? Del lado de Dios: el punto de partida se encuentra en el momento en que recibimos una revelación de la necesidad de la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Marcos 16:14-18. RVR1960. Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

El comienzo de una obra verdadera de Dios con nosotros no es cuando nos consagramos a él, sino cuando vemos lo que él quiere para nuestras vidas dentro de los planes de salvación para la humanidad. La consagración debe provenir de la visión espiritual que nos ha sido revelada. Allí es donde comienza la obra de Dios. 

Nuestra obra puede comenzar en cualquier momento; la obra de Dios a través de nosotros sólo puede surgir de una visión divinamente inspirada. Amós 3:7. LBLA.  Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. Nosotros debemos ver en Cristo la meta de Dios. Sin esa visión, nuestro servicio para Dios seguirá el impulso de nuestras propias ideas, pero no estará de acuerdo con el plan de Dios.

Juan 3:14-21. RVR1960. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Dios nos liberta del pecado, de la maldad y de la muerte espiritual a través de nuestro Señor Jesucristo y su obra redentora en la cruz del calvario, para darnos vida eterna y ser parte del reino de los cielos en esta tierra y por la eternidad. Es de manera voluntaria que nos rendimos ante el señorío de Dios y su voluntad. Todo lo que ha sido revelado en la Biblia y todos los acontecimientos ocurridos hasta este momento en toda la tierra tienen como un único propósito que es la salvación de las almas.

1 Pedro 1:3-12. RVR1960. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

Levantémonos, salgamos de nuestro lugar, alcemos el vuelo como las águilas hacia los lugares espirituales en Cristo que Dios tiene preparados desde antes de la fundación del mundo para quienes hemos creído en él y en su Hijo Jesucristo. Estas palabras son buenas nuevas de salvación para aquellos que están atrapados o esclavizados por el pecado y el diablo. Sin embargo, algunos se resisten a la orden de marchar y prefieren el ambiente que los rodea, antes que uno nuevo y desconocido ofrecido por Dios. No es sencillo cambiar la seguridad y la comodidad de lo conocido por un futuro incierto. Pero, ¿qué sucedería si Dios diera la orden de mudarnos? ¿Seguiríamos su guía en obediencia de corazón?

El libro del Éxodo describe una serie de llamados que Dios hace y las respuestas de su pueblo. Han pasado cuatrocientos años desde que José se trasladó con su familia a Egipto. Estos descendientes de Abraham han crecido a más de dos millones de individuos. Para el nuevo Faraón de Egipto, estos hebreos eran extranjeros y su número era alarmante. Faraón decidió hacerlos esclavos para que no pudieran desequilibrar su poder. Como después se vio, este fue su mayor error, ya que Dios vino a rescatar a su pueblo. A través de una serie de sucesos extraños, un niño hebreo llamado Moisés llega a ser príncipe en el palacio de Faraón y luego un paria en una tierra desierta. Dios visitó a Moisés en las llamas misteriosas de una zarza ardiente y, después de un poco de discusión, Moisés aceptó regresar a Egipto para sacar de la esclavitud al pueblo de Dios.

En el libro del Éxodo 25:40 hay una expresa advertencia para Moisés. “Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”. Nada fue dejado a su propia imaginación, o a la de los obreros o del pueblo; la voluntad de Dios debía observarse y cumplirse en cada detalle. 

La instrucción de Cristo a nosotros sus discípulos en el evangelio de Mateo 28:18. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén., tiene el mismo sentido: Guarden todas las cosas que os he mandado. —Recordemos que somos los templos del Espíritu Santo, que tenemos la ley de Dios en nuestros corazones, que tenemos que llevar una vida de comunión con Dios, celebrar sus ordenanzas y ser luz del mundo, si, verdaderamente somos seguidores de Cristo. 

Jeremías 29:11-14. DHH1996. Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a mí en oración y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón. Sí, yo dejaré que ustedes me encuentren, y haré que cambie su suerte: los sacaré de todas las naciones y de todos los lugares por donde los dispersé, y los reuniré y haré que vuelvan a este lugar de donde los desterré. Yo, el Señor, lo afirmo.

La Biblia ocasionalmente usa la figura de la oveja, otras veces la del pez, también el león, el buey, el ciervo y el águila para representar al cristiano. Todos estos con un denominador común, sus características parecidas al cristiano. Estudiemos algunas características del águila para aprender cómo desarrollar al igual que el águila, el potencial y la visión que nos ha sido dado de parte de Dios. Tomemos también como referencia la vida Moisés, quien fue caudillo de la nación de Israel, mediador del pacto de la Ley, profeta, juez, comandante, historiador y escritor. Para lograr todo esto este hombre pasó por muchas situaciones y circunstancias hasta que su carácter fue moldeado para ser un instrumento de los planes y propósitos divinos de salvación para Israel y de la humanidad en las manos de Dios.

Uno de los mayores ejemplos de la revelación divina y de la visión espiritual para una persona y un pueblo la encontramos en la vida de Moisés e Israel. Es bueno recordar que cada uno de nosotros tiene un propósito dentro de los planes divinos de salvación para la humanidad y que Dios espera que nos esforcemos por hallarlo y dar fruto en abundancia. Es por eso que también nos ha dado talentos, dones espirituales y dones ministeriales, pero necesitamos de la sabiduría divina y la inteligencia espiritual para ser efectivos.

El águila es símbolo de fuerza poder y majestad, así debe ser la vida cristiana. Los hijos de Dios estamos llamados a vivir como las águilas. Dios nos capacita con su Espíritu Santo para vivir con sabiduría y poder. Es en nuestra dependencia a Dios y su buena y perfecta voluntad revelada en la Palabra de Dios por su Espíritu Santo con la que logramos alcanzar las alturas espirituales para las que hemos sido creados.

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:28-31. RVR1960.

En estos momentos de nuestras vidas y en estos tiempos finales de cumplimiento profético para la humanidad es necesario anhelar y pedir a Dios que nos de la visión espiritual que él tiene para cada uno de nosotros y así poder entender su voluntad para nuestras vidas y nuestras familias.

Salmo 40:1-13. BAD (La Biblia al día). Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor. Dichoso el que pone su confianza en el Señor y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos. Muchas son, Señor mi Dios, las maravillas que tú has hecho. No es posible enumerar tus bondades en favor nuestro. Si quisiera anunciarlas y proclamarlas, serían más de lo que puedo contar. A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero me has hecho obediente; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado.

Por eso dije: «Aquí me tienes—como el libro dice de mí—. Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.» En medio de la gran asamblea he dado a conocer tu justicia. Tú bien sabes, Señor, que no he sellado mis labios. No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad. No me niegues, Señor, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad. Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. Son más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón desfallece. Por favor, Señor, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!

Necesitamos buscar la presencia del Señor y el lugar secreto del que nos habla nuestro Señor Jesucristo; necesitamos su guía, necesitamos más que nunca ser pastoreados por su Espíritu Santo, necesitamos ser fortalecidos a través de su Hijo Jesucristo, necesitamos la vida que nos imparte su Palabra eterna, necesitamos la presencia de Dios en todo nuestro ser y en todos nuestros caminos.

Mateo 6:5-15. RVR1960.  Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Veamos algunos aspectos de la vida del águila para tener como referencia en lo que Dios quiere de nosotros y para nosotros. Las águilas comen alimento fresco, no cosas muertas: como cristianos debemos alimentarnos de la comida fresca de la Palabra de Dios. A veces estamos intoxicados espiritualmente porque comemos comida muerta de la religión y tradición, o mensajes cargados de humanismo que mueven solamente nuestras emociones que también están enfocados en la prosperidad material y el liderazgo de estrategias humanas.

Las águilas construyen relaciones fuertes para toda su vida: un águila tiene un solo compañero para toda su vida, hace un solo nido y vive en él. Dios no quiere que vayamos de aquí para allá como unos nómadas de iglesia en iglesia, a menos que sea imposible que nos quedemos por diversas circunstancias. Dios quiere que formemos relaciones significativas dentro de la familia de la fe y que nos comprometamos con él a servir en la iglesia local, en el lugar que él tiene preparado para cada uno de nosotros y nuestras familias.

Las águilas Son una fuente de inspiración. Debemos ser personas de influencia por nuestra conducta cristiana, si los otros hacen lo malo, tú debes mostrar un estilo de vida que refleje los valores del reino de Dios. Las águilas tienen una gran visión. Nosotros podemos ver oportunidad, potencial y grandes cosas en el futuro, o sólo ver potencial limitado. Dios desea que tengamos gran visión, que veamos la vida desde su perspectiva y voluntad.

Hebreos 12:1-7. DHH2002. Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús sufrió en la cruz, despreciando la vergüenza de semejante muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y está sentado a la derecha del trono de Dios. Por lo tanto, meditad en el ejemplo de Jesús, que sufrió tanta contradicción por parte de los pecadores; por eso, no os canséis ni os desaniméis. Pues aún no habéis tenido que llegar hasta la muerte en vuestra lucha contra el pecado, y habéis olvidado ya lo que Dios os aconseja como a hijos suyos. Dice en la Escritura: “No desprecies, hijo mío, la corrección del Señor ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a quien él ama y castiga a aquel a quien recibe como hijo.” Soportad la corrección, y así Dios os tratará como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no corrija?

Las águilas enfrentan tormentas sin miedo, es uno de los pocos animales que no temen a la tormenta, vuela sin temor porque conserva su visión y se remonta sobre la tormenta. Si conservamos una perspectiva correcta en la tormenta, lo que significa no concentrarnos en la prueba sino en Jesucristo, y pedimos la ayuda del Señor, las presiones y desafíos de la vida serán oportunidades de crecimiento y madurez. Traerán más gloria a Jesucristo, y más bendiciones para nosotros, si las vemos en forma adecuada. 2 Corintios 4:16-18. RVR1960. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Encaremos las tormentas de la vida con visión no con emoción, ante ella tenemos tres opciones: escondernos de ella, dejarnos destruir por ella o levantarnos por encima de ella y cuando hacemos esto último, alzamos vuelo cada vez más alto. Si somos sabios como el águila, No jugaremos con el diablo. Huyamos de las situaciones que nos pueden colocar en peligro espiritual así como nos dio ejemplo José, no nos expongamos deliberadamente en lugares o situaciones donde podemos ser tentados. Santiago 4:7. RVR1960. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 2 Timoteo 2:22. RVR1960.  Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 1 Tesalonicenses 5.21-22. RVR1960.Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.

Las águilas constantemente se renuevan, limpian sus plumas y sacan todo lo que está deteriorado y dañado; Dios desea que constantemente nos renovemos espiritualmente. ¿Pero cómo ser renovados constantemente para poder ver los planes que Dios tiene para cada una de nuestras vidas?

Mantengamos una diaria relación con el Señor, comprometámonos a permanecer en el Señor renovando nuestra mente constantemente.Romanos 12:1-2. DHH2002. Por tanto, hermanos míos, os ruego por la misericordia de Dios que os presentéis a vosotros mismos como ofrenda viva, consagrada y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que debéis ofrecer. No viváis conforme a los criterios del tiempo presente; por el contrario, cambiad vuestra manera de pensar, para que así cambie vuestra manera de vivir y lleguéis a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Dejemos todas aquellas actitudes y comportamientos que al Señor no le agradan y que Él nos muestra a través de la revelación de su Palabra por su Espíritu Santo muestra que nos pueden hacer daño y hacerle daño a otras personas. Salmo 103:1-5. RVR1960. Bendice, alma mía, a Jehová,  y bendiga mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.

El águila, tiene ocho veces más células visuales por centímetro cúbico que el ojo humano. Eso se traduce en aptitudes asombrosas. Por ejemplo volando a una altura de 183 metros, un águila puede ver un objeto del tamaño de una moneda de diez centavos moverse entre la hierba de quince centímetros de alto; el águila puede ver saltar en un lago a un pez de siete centímetros y medio a ocho kilómetros de distancia.

Las personas que son como las águilas pueden ver lo que la mayoría se pierden. Los creyentes águilas no miran los problemas, ven las soluciones. No temen arriesgarse en actualizar su visión. La mayoría de visionarios fracasan muchas veces enfrentan mucha oposición y mucha resistencia, son malinterpretados, los critican con mucha frecuencia; pero no ceden y proceden conforme a su visión. Su visión es mayor que los obstáculos, que los fracasos y en vez de rendirse creen siempre en darse una nueva oportunidad.

Cuando no podamos conquistar la montaña, es cuando debemos rodearla y si no podemos rodearla, hagamos un túnel y atravesémosla.

Los creyentes en Jesucristo y en su evangelio debemos enfocar nuestra visión para ver aquello que es necesario y eterno y no desviarnos de la Palabra de Dios, de la oración, del ayuno, de la comunión con los hermanos, de la consagración, de la voluntad de Dios. Nuestro deber es enfocarnos en agradar al Padre Celestial, al Señor Jesucristo y al Señor el Espíritu Santo en todos nuestros caminos. 

1 Corintios 2:14. RVR1960. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. El creyente con la visión espiritual revelada por el Padre Celestial a través de su Palabra eterna  por el Espíritu Santo, ve y entiende que hay almas que necesitan a Cristo. Y su vida sirve de puente para alcanzarlas para el reino de los cielos. El creyente sube primero a las alturas, para desde allí tener una visión celestial de lo que quiere alcanzar. Cuanto más se asciende en la vida espiritual, mayor será la visión de Dios en nuestra vida y ministerio.

Dios dirigió a Moisés y a la nación de Israel, y quiere guiarnos a nosotros también. ¿Acaso lo está preparando a usted y a mí, como a Moisés, para una tarea específica? Él estará con nosotros; obedezcámoslo y sigámoslo. ¿Está librándolo de algún enemigo o de alguna tentación? Confíe en Él y haga lo que dice. ¿Ha escuchado sus claras instrucciones de parte de Dios para su vida? Lea, estudie y obedezca la Palabra de Dios. ¿Está llamándolo a una verdadera adoración? Descubra la presencia de Dios en su vida, en su hogar y en la iglesia. Bendiciones.

El propósito de Dios para nuestras vidas°


Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Muchos tratan de usar a Dios para su propio beneficio, pero eso es antinatural y está condenado al fracaso. Fuiste creado para Dios, no al contrario; la vida consiste en permitir que Él te use para sus propósitos y no que tú lo uses a Él para los tuyos. Tener Éxito y cumplir el propósito de tu vida son dos temas muy distintos. Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo y aun así no saber la razón para la cual Dios te creo.



Salmo 139. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.



Si dijere: ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz. Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.

No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. Porque blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.

Una persona sin propósito en su vida tiene las siguientes características: Aparentemente se ve “feliz” pero interiormente puede que este destruido: La mayoría de personas sin un propósito fijo en su vida, tratan de reflejar éxito y felicidad, pero la verdad es que la mayor parte de estas personas interiormente se sienten solas, puesto que pueden tener mucho éxito pero como dijimos al inicio no tener un sentido por el cual fueron creador.

Algunos de ellos son personas con un carácter fuerte: Esta clase de personas al no encontrar un sentido real a su vida o un sentido divino de su existencia, optan por ver todo desde una perspectiva perfeccionista en lo humano. Y al no sentirse satisfechos descargan su enojo con las personas que las rodean. Son inconstantes en lo que hacen: El hecho de no encontrar un sentido a su vida los hace andar probando por cualquier medio lo que puede llenar ese vació de propósito en su vida.

¿CÓMO ENCONTRAR EL PROPÓSITO DE MI VIDA?

Encuentras tu propósito e identidad al tener una relación con Jesucristo. Esto significa dejar a un lado la “relación personal” inconstante que hemos estado llevando. Para poder entender el propósito de mi vida, necesito realmente encontrarme con Jesús y no solo encontrarme con El sino también tener una comunión o relación real día a día con El, en la cual me haga amigo de Dios y así poder entender desde otra perspectiva cuál es su propósito para mi vida.

Recuerda Dios pensó en ti mucho más antes que tú en El. Lo que designo para ti fue mucho más antes que fueras concebido. Lo planifico desde antes que existieras, ¡Y sin tu participación! Puedes escoger tu carrera, tu cónyuge, tus pasatiempos y muchas otras cosas en tu vida, pero no te toca a ti escoger tu propio designio. El propósito de tu vida es un designio divino, uno que Dios planeo par a la eternidad.

Recuerda que “No eres un accidente”: Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron; Dios lo hizo. A él no lo sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando. Mucho antes que fueras concebido por tus papas fuiste diseñado en la mente de Dios. Él pensó en ti primero.

No es a causa del destino, ni de la casualidad, ni de la suerte, ni tampoco es una coincidencia que vivas, tienes vida porque Dios quiso crearte. Salmos 138:8. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.

Aún más impresionante es el hecho de que Dios decidió como nacieras y quienes serían tus padres. Dada igual si tus padres eran buenos, malos o indiferentes. El sabía que esas dos personas poseían la hechura genética exacta y necesaria para mandar a hacerte a ti a la medida, y tal como Él pensaba

Partiendo de lo antes mencionado, podemos decir que Dios tiene un propósito para tu vida fuiste creador para llevar a cabo una comisión, la cual puedes ir descubriendo día a día, conforme a la relación personal que tengas con Dios. Dependiendo de la clase de comunión que tengas con Dios así será también la interpretación que le des a las situaciones que se te presentan en tu vida.

Si tú has entendido el propósito de tu vida, podrás tener una vida victoriosa, llena de gozo y paz, puesto que sabrás que DIOS TIENE TODO BAJO CONTROL y eso te permitirá crecer en El y desarrollarte para bendición de los demás y para llevar a cabo el propósito por el cual fuiste llamado.

Sin Dios, la vida no tiene propósito y sin propósito la vida no tiene sentido, no tiene significado ni esperanza. La tragedia más grande que le puede pasar a un viviente no es morir, sino vivir sin propósito. El propósito nos debe mover hacia adelante, hacia el futuro.

Conocer tu propósito, simplifica tu vida. Tu propósito se convertirá en el patrón que te servirá para evaluar que cosas son verdaderamente necesarias y cuáles no. Cuando no tenemos propósito definido, se nos vuelve más difícil saber qué decisiones tomar, como administrar nuestro tiempo y como invertir nuestros recursos. La gente sin propósito vive tomando decisiones basadas en las circunstancias, en las presiones del día y en el estado de ánimo del momento.

Conocer tu propósito enfoca tu vida. El enfoque nos ayuda a convertirnos en personas efectivas. Los hombres y mujeres que han hecho gran diferencia en la historia han sido personas como usted, y como él y como yo, la diferencia es que enfocaron su vida. Los estudios bíblicos y predicas cristianas nos enseñan que Pablo, propagó el evangelio casi en todo el imperio romano, Ester, se enfocó en la liberación de su pueblo y lo logró, Noé, no desistió de la tarea que Dios le encomendó y construyo el arca donde se salvó el y su familia, Edison, quien tuvo que gastar 50 mil dólares en prototipos para llegar a inventar el foco, y al final lo logró, Alexander Graham Bell, inventor del teléfono, etc. Ellos no mantuvieron su enfoque un mes, ni un año, mantuvieron el enfoque durante toda su vida.

Conocer tu propósito estimula tu vida. El propósito produce entusiasmo. ¿Por qué se desanima la gente? Por falta de propósito. Si tu vida no tiene propósito no estarás motivado, eso significa que tendrás que depender de la motivación de otras personas. Vivir con propósito nos llevara a un estilo de vida más sencillo y a un plan de actividades más saludable y más productivo

Conocer tu propósito te prepara para la eternidad. Juan 17:16. Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo. Muchas personas se dan a la tarea de construir en la tierra un legado duradero como si fueran de este mundo. Debemos saber que todos los logros personales son superados en cualquier momento. Las marcas se rompen, la reputación se desvanece y los homenajes se olvidan de un momento a otro.

Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible... todo comenzó en él y para los propósitos de él. Colosenses 1:16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 
El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por su voluntad y para su propósito. La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Eso ocurre porque solemos empezar por el punto de partida errado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egoístas como: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué debo hacer con mi vida?, ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida. La Biblia dice: «En su mano está la vida de todo ser viviente».

Contrario a lo que te dictan muchos libros conocidos, películas y seminarios, no encontrarás el sentido de tu vida buscando en tu interior. Es muy probable que ya lo hayas intentado. No te creaste a ti mismo, por lo tanto no hay manera de que puedas decirte para qué fuiste creado. Si yo te entregara un invento que nunca has visto, no sabrías para qué sirve ni tampoco el ingenio te lo podría decir. Sólo el inventor, o el manual de instrucciones, podrían revelarte el propósito de dicho invento.

Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan sólo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino. Cualquier otra ruta termina en un callejón sin salida.

Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo, y aun así no saber la razón para la cual Dios te creó. Por eso necesitas más que un asesoramiento de autoayuda. La Biblia dice: «La autoayuda no es eficaz en todo. El sacrificio es el camino, mi camino, para encontrarte a ti mismo, a tu verdadero yo».

Podemos considerar lo que Dios reveló en su Palabra con respecto a la vida. La manera más fácil de entender el propósito de un invento es preguntarle al inventor. Lo mismo ocurre cuando quieres saber la razón de tu vida: pregúntale a Dios. Dios no nos dejó en medio de la oscuridad para andar a ciegas. Él reveló claramente en su Palabra sus propósitos para nuestras vidas. La Biblia es nuestro manual de instrucciones el cual explica por qué estamos vivos, en qué consiste la vida, qué evitar y qué esperar del futuro.

Enseña lo que ningún libro filosófico o de autoayuda. Afirma que: La sabiduría de Dios... Proviene de lo profundo de su propósito... No es un mensaje novedoso, es lo que Dios determinó para nuestra gloria desde la eternidad. Dios no es tan sólo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito de tu vida. Necesitas fundamentar tu existencia en las verdades eternas y no en la psicología de moda, la motivación del éxito o en testimonios emotivos. La Biblia afirma: «Es en Cristo que sabemos quiénes somos y para qué vivimos. Mucho antes que oyéramos de Cristo, él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabaja en todo y para todos».

Este versículo muestra tres revelaciones para tus propósitos:

1. Encuentras tu propósito e identidad al tener una relación con Jesucristo. Si aún no tienes esta última, más adelante te explicaré cómo iniciarla.

2. Dios pensó en ti mucho antes que tú en él. Lo que designó para ti precede al momento en que fuiste concebido. Lo planificó desde antes de que existieras, ¡y sin tu participación! Puedes elegir tu carrera, tu cónyuge, tus pasatiempos y muchos otros componentes de tu vida, pero no te toca escoger tu propio designio.

3. El propósito de tu vida es parte de un designio cósmico mucho más vasto, uno que Dios planeó para la eternidad.

Vive con propósito. Proverbios 19:21. Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen. Hechos 13:36 (NVI). David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió. Vivir con propósito es la única manera de vivir de verdad.

Obstáculos a los avivamientos°


Nehemías 6:3. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir, porque cesaría a obra, dejándola yo para ir a vosotros."

Cuando los cristianos se enorgullecen de su "gran avivamiento," éste va a terminar. Quiero decir que los cristianos se enorgullecen de que han sido instrumentos para promoverlo. Es casi siempre el caso de que una parte de la Iglesia es demasiado orgullosa o mundana para participar en modo alguno en la obra. Están decididos a mantenerse aparte y esperar, para ver qué pasa. El orgullo de esta parte de la Iglesia no puede parar el avivamiento, pues el avivamiento nunca se apoyó en ellos. Empezó y terminará sin ellos. Pueden cruzarse de brazos y no hacer nada sino mirar y criticar; y con todo la obra seguirá.

Pero cuando la parte de la Iglesia que hace la obra empieza a pensar en lo grande que es el avivamiento que tienen, cuánto trabajan y oran, lo denodados que son y llenos de celo que están y el bien que ya han hecho, entonces la obra está a punto de declinar. Quizá se han hecho comentarios en los periódicos de que hay un avivamiento en esta o aquella iglesia, y los miembros piensan en el prestigio que adquirirán ante otras iglesias, o en todo el país, por tener un avivamiento tan grande. Con ello se engríen, se envanecen, y ya no pueden disfrutar de la presencia de Dios. EL Espíritu Santo se retira y el avivamiento cesa.

Cuando los cristianos empiezan a hacer prosélitos. Quizás un avivamiento seguirá durante cierto tiempo, y todas las dificultades sectarias o denominacionales serán mantenidas al margen, hasta que empieza a circular un libro o folletos, de modo privado, para conseguir prosélitos. Quizás algún diácono superceloso, o algún ministro, o alguien que intenta poner embrollos, y empieza la obra del diablo, para ganar prosélitos y causar resentimientos; va dando lugar al espíritu de pugna, se agravia el Espíritu y se hacen comidillas y partidos. íEl avivamiento ha terminado alli!

El espíritu puede agraviarse como resultado de jactarse del avivamiento. A veces, tan pronto como comienza el avivamiento, se ponen grandes titulares en los periódicos. Muchas veces esto da por resultado el final del avivamiento. Hubo un caso en que comenzó un avivamiento e instantáneamente llegaron a nosotros cartas del pastor diciendo que tenía un avivamiento. Al ver la carta me dije: "Esto me temo que sea lo último que oiga de este avivamiento." Y así fue. A los pocos días había cesado la obra por completo. Podría mencionar casos y lugares en que se han publicado estas cosas para halagar a la iglesia y que todo el mundo se sienta orgulloso. EL avivamiento no puede progresar en medio de este ambiente.

Algunos, con la excusa de publicar cosas para el honor y gloria de Dios, han publicado artículos en que, en realidad, no hacen más que ensalzarse a sí mismos --al destacar la parte que ellos juegan de modo conspicuo-- y que no podía evitarse el ver que tenían este objetivo. En una "reunión prolongada" celebrada en esta nuestra iglesia, hace un año, en el otoño, hubo quinientas personas que profesaron conversión, cuyos nombres y domicilios conocemos. Muchos de ellos se unieron a nuestra iglesia; otros a otras iglesias. No se dijo nada en los periódicos. Se me ha preguntado varias veces por qué no se mencionó esto en ninguna parte. Mi respuesta siempre es que hay tal tendencia a la autoexaltación en las iglesias, que temía que se publicara algo sobre ello. Quizá me haya equivocado. Pero he visto tantas veces el daño que ha causado esta clase de propaganda, que prefiero no decir nada.

Hay que esperar que cese el avivamiento cuando disminuye el espíritu de amor fraternal. Jesucristo no continuará con la gente en un avivamiento cuando disminuya o cese el ejercicio del amor fraternal. Cuando los cristianos están en el espíritu de un avivamiento, sienten ese amor y se les oye decir el uno al otro: "Hermano" y "hermana", con afecto. Pero tan pronto como se enfrían y termina el calor del afecto mutuo y este decir "hermano y hermana" parece tonto, todo termina. En algunas iglesias nunca se llaman así; pero cuando hay un avivamiento, sí lo hacen. No he visto nunca un avivamiento, y probablemente no lo vea nunca, en que no lo hagan. EL caso es que cuando cesan, es que el Espíritu de Dios se está apartando de ellos.

Los cristianos, cualquiera que sea su denominación, deberían poner aparte los prejuicios denominacionales. Hay vasta multitudes de personas, que profesan religión, que se dejan llevar por los prejuicios hasta el punto que se niegan a leer y escuchar y llegar a comprender este tema. Pero los creyentes no pueden orar en este estado mental. Yo reto a cualquiera que sea demasiado parcial para negarse a examinar esta y otras cuestiones de deber, a que posea el espíritu de oración. Si no brillara la luz, los cristianos podrían permanecer en la oscuridad sobre este punto y, con todo, poseer el espíritu de oración. Pero, si se niegan a acercarse a la luz, no pueden orar. Donde los ministros, los cristianos individuales o la Iglesia entera, resiste la verdad en este punto, cuando se ha hecho tan extenso su conocimiento y dado a conocer al público, no creo que disfruten de un avivamiento religioso.

Generalmente, es mejor que sea el mismo ministro el que dirija una "reunión prolongada". Algunas veces, por cortesía, algunos ministros visitantes son requeridos para hablar y no ha habido bendición. La razón es evidente. No vienen con el estado mental apropiado para entrar en esta obra; y no conocían el estado mental de la gente, para saber lo que tenían que predicar. Supongamos que un enfermo llama a un médico diferente cada día. Este nuevo médico no conocería los síntomas anteriores, el curso de la enfermedad o del tratamiento, los remedios que se han probado y lo que puede tolerar el paciente. Este método, es probable que terminara con el enfermo. Lo mismo ocurre en una "reunión prolongada", cuando es dirigida por una serie de ministros. Ninguno entra en el espíritu de la cosa y, en general, hacen más daño que beneficio.

No se debería convocar una "campaña prolongada" a menos que se pueda disponer de la ayuda apropiada, y conseguir un ministro o dos que estén dispuestos a quedarse en ella hasta el fin de la misma. Entonces, probablemente habrá una rica bendición. Ocurre con el pecador despertado que si se le predica con pasión, al momento cree que está dispuesto a hacerlo todo; cree que está decidido a servir al Señor, pero si se le pone a prueba, se le pide que haga cierta cosa, dar cierto paso, que se identifique con el pueblo de Dios o contraríe su orgullo, este orgullo se yergue y se resiste; con ello se ha mostrado su propio engaño y se ve que es un pecador perdido todavía; mientras que si no se le hubiera dicho nada, podría haberse ido halagando con la idea de que es un cristiano. 

Si se le dice: "Allí hay el "asiento de los penitentes", ven y confiesa tu decisión de ponerte del lado del Señor", y él no está dispuesto a hacer una cosa tan pequeña, entonces no está dispuesto a hacer nada, y esto está a la vista de su propia conciencia. Descubre el engaño del corazón humano y evita muchas conversiones espurías, mostrando que algunos que parece o se imaginan que quieren hacer algo para Cristo, en realidad no están dispuestos a hacer nada.

La Iglesia siempre ha sentido que era necesario tener algo así como respuesta a este objetivo. En los días de los apóstoles el bautismo servía este propósito. El Evangelio era predicado al pueblo, y los que estaban dispuestos a pasarse al lado de Cristo, eran llamados a ser bautizados. Esto tenía el mismo objetivo exacto que tiene el "asiento de los penitentes" ahora, como una pública manifestación de su decisión de ser cristianos.

En los tiempos modernos, incluso los que se han opuesto rotundamente al "asiento de los penitentes", se han visto obligados a adoptar algún sustituto del mismo, o no han podido progresar en el avivamiento. Algunos han adoptado el expediente de invitar a los que están ansiosos por sus almas, a quedarse, para una conversación, cuando el resto de la congregación se ha retirado. ¿Qué diferencia hay? Esto es una prueba, lo mismo que lo otro. Los ha habido que han desdeñado el emplear el "asiento de los penitentes", y han pedido a los que se sienten conmovidos a que se queden en sus asientos cuando los demás se retiran. Otros llaman a los penitentes y los llevan a otra sala. EL objetivo en todos los casos es el mismo, el sacar a la gente de su refugio de vergüenza falsa.

Es evidente que es necesario que haya una predicación más movida y estimulante, si hemos de hacer frente al carácter y necesidades de la época. Los ministros se van dando cuenta de ello. Y algunos se quejan y suponen que esto son "nuevas medidas", como las llaman. Dicen que hay ministros a quienes nuestros padres habrían escuchado con gusto, que hoy no podrían conseguir un pastorado o llenar un auditorio. Creen que estas "nuevas medidas" han pervertido el gusto del público. Pero la dificultad no es ésta. Lo que pasa es que ha cambiado el carácter de la época y, con todo, estos hombres continúan en el mismo estilo de predicación prosaico de hace cincuenta años.

Miremos a los metodistas primitivos. Gran parte de sus ministro no tenían estudios formales, en el buen sentido de la palabra, muchos habían sido sacados directamente de la tienda o la granja, y con todo reunían congregaciones, progresaban y ganaban almas por todas partes. Doquiera han ido los metodistas su estilo simple, claro y directo de predicar, aunque cálido y animado, ha reunido congregaciones. Hay pocos ministros presbiterianos que hayan juntado tan grandes congregaciones y hayan ganado tantas almas. Ahora se nos dice que hemos de proseguir los mismos estilos antiguos y formales de hacer las cosas, en medio de todos estos cambios. 

Es lo mismo que pedir a un río que se vuelva corriente arriba, cuando se quiere convertir al mundo con esta predicación. Necesitamos predicación vigorosa, con poder, o el diablo se llevará a la gente... con excepción de los que salven los metodistas. En otras palabras, podemos ver que un ministro con el espíritu que hemos descrito reunirá a su alrededor congregaciones mucho mayores que otros, con muchos más estudios, diez veces más si se quiere, pero que no tiene el fervor del otro, ni vierten fuego sobre los que le están escuchando.

Otras cosas que pueden parar un avivamiento.

Algunos han hablado tontamente sobre este tema, como si no hubiera nada que pudiera estorbar un avivamiento genuino. Dicen: "Si nuestro avivamiento es obra de Dios, no es posible pararlo; ¿puede estorbar a Dios una de sus criaturas?" ¿Es esto, en realidad, sentido común? Antiguamente se acostumbraba decir que un avivamiento no podía ser parado, porque era la obra de Dios. Y así se suponía que iba a seguir, se hiciera lo que se hiciera para estorbarlo, en la iglesia o fuera de ella. Pero, si fuera así, con este mismo razonamiento, el labrador podría cortar los tallos del trigo esperando que no dañaría la cosecha, porque es Dios el que da el crecimiento del grano. Un avivamiento es la obra de Dios, y lo mismo una cosecha de trigo; Dios depende del uso de los medios lo mismo en un caso que en el otro. Y por tanto, un avivamiento sufrirá como sufre un campo de trigo. 

Un avivamiento cesará cuando los cristianos se vuelvan mecánicos y rutinarios en lo que hagan para fomentarlo. Cuando la fe es fuerte, y los corazones cálidos y blandos, y las oraciones llenas de santa emoción, y las palabras tienen poder, la obra seguirá. Pero cuando las oraciones se enfríen y carezcan de emoción, y la labor se haga mecánicamente, y las palabras no tengan sentimiento, el avivamiento cesará.

El avivamiento cesará cuando la iglesia se agote por el trabajo. Muchos cristianos hacen un gran error aquí en épocas de avivamiento. Son descuidados y usan poco juicio, en el hecho que interrumpen sus hábitos de vida, no duermen ni comen a las horas, y dejan que la emoción gobierne sus vidas, de modo que agotan su cuerpo y son tan imprudentes que pronto quedan exhaustos y les es imposible continuar trabajando. Los avivamientos cesan por negligencia e imprudencia, a menudo por estas causas.

Cuando los cristianos no se sienten dependientes del Espíritu. Siempre que se creen fuertes en su propia fuerza, Dios se niega a bendecirlos. En muchos casos, pecan porque se engríen con sus éxitos y se creen hacerlo ellos, y no dan la gloria a Dios. Como Dios dice: "Si no escucháis, ni decidís de corazón dar gloria a mi nombre, dice Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido ya, porque no lo habéis decidido de corazón" (Malaquías 2:2). 

Ha habido mucho de esto, sin duda. He visto comentarios en los periódicos que sugerían una actitud, en los hombres, como si asumieran que el éxito en el avivamiento se debía a su labor. Hay la tentación de hacerlo, y se requiere mucha vigilancia, por parte de los ministros e iglesias, para evitarlo y no agraviar al Espíritu con la vanagloria de los hombres.

Un avivamiento va a declinar y cesar, a menos que los cristianos sean avivados ellos mismos con frecuencia. Con esto quiero decir, que los cristianos, para mantener el espíritu de avivamiento, comúnmente, necesitan ser redargüidos y humillados y quebrantados delante de Dios con frecuencia. Esto es algo que muchos no entienden, cuando hablamos de que un cristiano ha de ser avivado. Pero el hecho es que, en un avivamiento, el corazón del cristiano tiene tendencia a adquirir una costra, a perder su exquisito deleite por lo divino; su unción y poder en la oración se abate, y entonces ha de ser renovado otra vez. 

Es imposible mantenerse en este estado sin dañar la obra, a menos que se pase por este proceso con cierta frecuencia, una vez cada pocos días. Nunca he trabajado en avivamientos en compañía con alguno que quiera seguir en la obra y crea, está apto para el avivamiento de modo continuo, que no pasara por este proceso de quebrantamiento, por lo menos, cada dos o tres semanas.

Los avivamientos pueden ser abatidos por la continua oposición de la Vieja Escuela, combinados con un espíritu pobre por parte de la Nueva Escuela. Si los que no hacen nada para fomentar el avivamiento continúan en su oposición, y los que laboran para prosperarlo se impacientan y entran en un espíritu deficiente, el avivamiento cesará. Cuando la Vieja Escuela escribe cartas en los periódicos contra los avivamientos y los que trabajan en ellos, y los de la Nueva Escuela escriben cartas contestándoles con espíritu pugnaz, los avivamientos cesan. QUE SIGAN EN SU LABOR, y nadie haga caso de la oposición, ni prediquen sobre ella ni se apresuren a publicar cosas. La calumnia no hará cesar el avivamiento en tanto que los que lo fomentan se ocupen de la obra y nada más.

Otro punto que estorba los avivamientos es el descuidar las misiones. Si los cristianos limitan su atención a la propia iglesia, si no leen las revistas misioneras o usan otros medios de información sobre este tema, sino que rechazan la luz, y no quieren hacer lo que Dios les requiere en esta causa, el Espíritu de Dios se apartará de ellos.

Si la Iglesia quiere fomentar avivamientos, debe santificar el Día de Reposo. Hay muy poco respeto al mismo en el país. Por parte de todo el mundo. La Iglesia tiene que adoptar una actitud firme respecto a esto. A menos que se haga algo para fomentar la santificación del Día de Reposo por parte de la Iglesia, y se haga pronto, cada día se respetará menos. Pronto veremos las tiendas abiertas, las oficinas de correos y los tribunales abiertos en domingo. Y ¿qué hará la Iglesia, qué hará la nación sin el Día de Reposo? EL GANAR ALMAS REQUIERE SABIDURIA. "El que gana almas es sabio." (Proverbios 11:30.)


Tomado del libro EL AVIVAMIENTO Por Charles G. Finney. Bendiciones.