Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

El Espíritu Santo, la fuerza y la alegría interior que necesitamos-



Hoy, estudiaremos las enseñanzas que tenemos a través de libros y de las vidas de Esdras y Nehemías aplicado a nuestros días y sobre todos a nuestras vidas, para alcanzar la meta personal y la meta familiar en Dios.

Para los que hemos sido rescatados por Dios, los que hemos sido redimidos por la sangre de nuestro Señor Jesucristo, los que hemos recibido las arras de nuestra herencia, el Espíritu Santo en nuestras vidas, es muy importante tener claridad sobre los planes y los propósitos de Dios para nuestras vidas, como lo encontramos en las porción bíblicas que vamos a leer a continuación; es muy importante tener el consejo y la guía del Señor en nuestro diario vivir, es muy importante experimentar el ser pastoreados por el Espíritu Santo de manera personal.

Nehemías 8:9-11. Traducción en lenguaje actual (TLA). Y al oír lo que el libro decía, todos comenzaron a llorar. Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote Esdras y los ayudantes le dijeron a la gente: ¡No se pongan tristes! No lloren, porque este día está dedicado a nuestro Dios. Esdras también les dijo: ¡Hagan fiesta! Coman de lo mejor, beban vino dulce; inviten a los que no tengan nada preparado. Hoy es un día dedicado a nuestro Dios, así que no se pongan tristes. ¡Alégrense, que Dios les dará fuerzas! Los ayudantes de los sacerdotes también calmaban al pueblo y le decían: Cállense. No lloren, porque éste es un día dedicado a Dios. No hay motivo para estar tristes.

La nueva vida en Cristo nos imparte la naturaleza divina de Dios por su Espíritu Santo en nuestros corazones, haciéndonos parte de la familia celestial; por lo tanto nos es dada una nueva identidad como hijos de Dios, como herederos de Dios y coherederos con Cristo en los lugares celestiales. Somos ciudadanos de la Nueva Jerusalén, la patria celestial, que nos espera para estar en la presencia de Dios Padre, el Creador de todo lo que existe por la gracia divina.

Jeremías 29:11-14. Traducción en lenguaje actual (TLA). Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar. Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. Estaré con ustedes y pondré fin a su condición de esclavos. Los reuniré de todas las naciones por donde los haya dispersado, y los haré volver a Jerusalén. Les juro que así lo haré.

Es muy necesario poder tener claro para estos días y los que Dios nos permita de existencia en esta tierra, tener muy claro la voluntad del Señor para nuestras vidas, la voluntad del Señor para nuestros hogares en todos los aspectos. Para nosotros los hijos de Dios, lo que nos da la fortaleza interna, es realizar la voluntad de Dios, en cada momento de nuestra existencia, en cada uno de nuestros caminos, en otras palabras en cada aspecto de nuestras vidas, en cada circunstancia que se nos presenta, en cada decisión que debemos tomar, en el lugar donde nos encontremos, donde hemos sido plantados o donde nos va a plantar el Padre Celestial, porque él es dueño de la viña, nosotros plantío suyo que hemos sido tomados del mundo y de la muerte espiritual, para ser sembrados en su viña, que es el reino de los cielos y de cual debemos dar fruto en abundancia para vida eterna.

Salmos 40:8. Traducción en lenguaje actual (TLA). Dios mío, cumplir tu voluntad es mi más grande alegría; ¡tus enseñanzas las llevo muy dentro de mí!

Es muy importante y saludable para nuestras vidas, para nosotros los hijos de Dios, el poder llegar a comprender y hacer lo que agrada a Dios en todos nuestros asuntos, en eso consiste nuestra libertad en Cristo, en eso consiste nuestro reposo, nuestro verdadero descanso. Es poder vivir en dependencia total a Dios, eso es lo que realmente necesitamos, no tenemos otra forma de hacer las cosas, porque nuestra naturaleza ha sido cambiada, hemos sido hechos nuevas criaturas en Cristo, sólo tenemos una forma de hacer las cosas para que podamos vivir quieta y reposadamente y es hacerlo a la manera de Dios y no a la nuestra o la que el mundo u otras personas nos ofrecen, todo lo tenemos que hacer de esa manera, pero no es nuestras propias fuerzas o nuestras buenas intenciones, es por el Espíritu Santo, es por la vida que nos ha sido impartida, es por la enseñanza que viene por su unción, es por su guía, es por ser pastoreados por el mismo, es por la obra de la santificación, es por la obra de la regeneración, es por su fidelidad, es por su amor y su misericordia hacia nuestras vidas.

Isaías 63:14-19. Reina-Valera 1995 (RVR1995). El espíritu de Jehová los pastoreó como a una bestia que desciende al valle. Así pastoreaste a tu pueblo para hacerte un nombre glorioso.

Isaías 63:14-19.  Traducción en lenguaje actual (TLA). ¿Dónde está el Dios que le dio descanso a su pueblo, como cuando el ganado baja a pastar a la llanura?” Isaías terminó diciendo: ¡Dios nuestro, así guiaste a tu pueblo, y te cubriste de gloria!

Israel pide ayuda a Dios. Israel oró a Dios y le dijo: Dios nuestro, tú tienes en el cielo tu santo y grandioso trono. Muéstranos tu amor y tu poder; déjanos ver tu ternura y compasión. No seas indiferente a nuestro dolor. ¡Tú eres nuestro padre! Aunque Abraham no nos reconozca, ni Jacob se acuerde de nosotros, tú eres nuestro Dios y nuestro padre; ¡siempre has sido nuestro salvador! No permitas que nos alejemos de ti ni que seamos desobedientes. ¡Por amor a nosotros, tus fieles servidores, y a las tribus que te pertenecen, vuelve a mostrarnos tu bondad! No permitas que los malvados sigan pisoteando tu santo templo. Desde hace mucho tiempo nos hemos alejado de tus mandamientos; ¡vuelve a mostrarnos tu bondad!

Esdras había llegado a Jerusalén desde Babilonia aproximadamente trece años antes que Nehemías. Esdras y Nehemías eran contemporáneos, a pesar de que Esdras era probablemente mucho mayor. Nehemías, como gobernador, era el líder político y Esdras, como sacerdote y escriba, era el líder religioso. Un escriba, en esos días, era una combinación de abogado, notario público, erudito y asesor jurídico. Los escribas eran de las personas más educadas, por lo tanto eran maestros.

Sin duda los judíos habrían querido establecer otra vez un reino como en los días de David, pero esto hubiera sido señal de rebelión en contra del rey de Persia a quien estaban sometidos. La mejor alternativa era dividir el liderazgo entre Nehemías y Esdras.

El pueblo prestó mucha atención a Esdras cuando leyó la Palabra de Dios, y su vida cambió. Como escuchamos las palabras de la Biblia tan a menudo, estas nos pueden parecer monótonas y podemos volvernos inmunes a sus enseñanzas. Sin embargo, debemos escuchar cuidadosamente cada versículo y pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a contestar la pregunta: "¿Cómo se aplica esto a mi vida?"

Esdras era el líder religioso, no Nehemías. Es importante que Nehemías fuera un laico, no un miembro del círculo religioso ni un profeta. Motivado por su relación con Dios, dedicó su vida a hacer la voluntad de Dios en el mundo secular. Tales personas son esenciales para la obra de Dios en todos los aspectos de la vida. No importa cuál sea su trabajo o función en la vida, véalo como el llamado especial de Dios para servirle.

El pueblo lloró abiertamente cuando escuchó las leyes de Dios y se dio cuenta de lo lejos que estaban de obedecerlas. Sin embargo, Esdras les dijo que debían estar llenos de gozo ya que tenían la oportunidad de escuchar y comprender la Palabra de Dios. Luego les dijo que celebraran y dieran presentes a los que tuvieran necesidad. La celebración no debe estar centrada en uno mismo. Esdras conectó la celebración con el dar. Esto ofreció a los necesitados una oportunidad de celebrar también.

A menudo cuando celebramos y damos a otros (aun cuando no tengamos ganas), nos fortalecemos espiritualmente y nos llenamos de gozo. Participe en las celebraciones que honran a Dios, y permítale llenarlo con su gozo.

Después de que Esdras leyó las leyes de Dios al pueblo, las estudió y luego actuó en consecuencia. Una lectura cuidadosa de las Escrituras siempre llama a responder estas preguntas: ¿Qué debo hacer con este conocimiento? ¿Cómo debe cambiar mi vida? Debemos hacer algo acerca de lo que hemos aprendido si queremos tener un significado real en nuestras vidas.

Durante la Fiesta de los Tabernáculos que duraba siete días, el pueblo vivía en chozas hechas de ramas. Esta práctica fue instituida como un recordatorio de su rescate de Egipto y el tiempo que pasaron en tabernáculos. Tenían que pensar en la protección y la dirección de Dios durante los años que vagaron y en el hecho de que Dios seguiría protegiéndolos y guiándolos si lo obedecían. Era un momento de recordar sus orígenes, el lugar de donde provenían.

Resulta útil recordar nuestros comienzos para poder apreciar en dónde estamos hoy. Piense en su vida para ver hasta dónde Dios lo ha llevado. Luego agradezca a Dios su protección y el que haya suplido sus necesidades. Y dispongámonos para caminar con Dios en todos nuestros asuntos, en obedecerle, amarle y servirle a la manera de su voluntad que es buena agradable y perfecta para nuestras vidas.

Colosenses 1. Traducción en lenguaje actual (TLA). Queridos hermanos y hermanas de la iglesia de Colosas: Nosotros, Pablo y Timoteo, les enviamos nuestros saludos. Ustedes son parte del pueblo especial de Dios y han puesto su confianza en Cristo. Yo soy apóstol de Jesucristo porque Dios, nuestro Padre, así lo quiso. Deseo de todo corazón que Dios y el Señor Jesucristo les den mucho amor y paz.

Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues hemos sabido que ustedes confían mucho en Cristo y aman a todos los que forman parte del pueblo de Dios. Ustedes se comportan así porque, desde que oyeron el mensaje verdadero de la buena noticia, saben bien lo que Dios les tiene guardado en el cielo. Esta buena noticia se está anunciando por todo el Imperio Romano, y está dando buenos resultados. Así ocurrió entre ustedes desde el día en que supieron de verdad cuánto los ama Dios. Eso lo aprendieron de labios de Epafras, nuestro querido compañero de trabajo, que tan fielmente les sirve por amor a Jesucristo. Él nos ha traído noticias de ustedes, y nos ha contado cómo el Espíritu Santo les hace amar a los demás.

Pablo pide fortaleza para la iglesia de Colosas

Desde el momento en que supimos todo eso, no hemos dejado de orar por ustedes. Y siempre le pedimos a Dios que puedan conocer su voluntad, y que tengan toda la sabiduría y la inteligencia que da el Espíritu Santo. Así podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios; por el gran poder de Dios cobrarán nuevas fuerzas, y podrán soportar con paciencia todas las dificultades. Así, con gran alegría, darán gracias a Dios, el Padre. Porque él nos ha preparado para que recibamos, en su reino de luz, la herencia que él ha prometido a su pueblo elegido. Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados.

La obra de Cristo

Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Cristo y para Cristo. Cristo existía antes de todas las cosas. Por medio de él, todo se mantiene en orden, y él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza, y la iglesia es su cuerpo. Cristo es el principio de todas las cosas. Por eso él fue el primero en resucitar, para que ocupe el primer lugar en todo. Y en él se encuentra todo el poder divino. Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo en la cruz.

Cristo nos hace amigos de Dios

Antes, ustedes estaban lejos de Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin pecado y libres de culpa. Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia. Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio Romano, y yo colaboro anunciándolo.

El trabajo de Pablo para la Iglesia

Ahora me alegro de sufrir por ustedes, pues así voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos del cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Por el bien de ustedes, Dios me ha hecho servidor de la iglesia y me ha enviado a anunciar su mensaje. Este mensaje habla del plan que, desde hacía muchos siglos, Dios había mantenido en secreto, pero que ahora ha revelado a su pueblo elegido.

Dios decidió darles a conocer este plan tan grande y maravilloso para todas las naciones, y que es el siguiente: Dios envió a Cristo, para que habite en ustedes y les dé la seguridad de que van a compartir el poder y la gloria de Dios. Nosotros anunciamos a Cristo, y con toda sabiduría aconsejamos y enseñamos a todos, para que lleguen a ser perfectos como Cristo. Para esto trabajo y lucho con la fuerza y el poder que Cristo me da.

Para cada hijo e hija de Dios todo es un proceso, que nos lleva paso a paso en el camino que es nuestro Señor Jesucristo, fortaleciéndonos en nuestro ser interior, en cada etapa y formando cada día más el carácter de Cristo y el fruto del Espíritu Santo, de acuerdo con lo que Dios ha diseñado para cada uno de nosotros. En ese momento se nos da la mente de Cristo y se empieza a abrir nuestro entendimiento a las cosas celestiales para poder comprender la obra de Dios a favor nuestro.

Necesitamos se fortalecidos en nuestro ser interior para andar como es debido delante de Dios y de todos los que nos rodean, en todas las áreas y en los lugares en donde nos movemos, para caminar de la mano de Dios como lo hizo Enoc y el profeta Elías.

Juan 3:1-15. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Jesús y Nicodemo. Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Lo primero es el llamado a entregar nuestras vidas a Dios y el nacer de nuevo, en el cual nuestro espíritu es vivificado por el Espíritu Santo, en donde fuimos tomados del mundo y de la muerte espiritual, además nuestra mala manera de vivir, para ser sembrados en el reino de los cielos, como plantío del Señor, como arboles junto a corrientes de aguas que dan su fruto en su tiempo, que son los ríos de aguas vivas que vienen del trono de Dios por medio del Espíritu Santo; somos semillas que debemos dar fruto en los tiempos y planes establecidos para nuestras vidas, en dónde hemos sido sembrados o dónde Dios piense sembrarnos.

Romanos 8:11. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Efesios 3:14-21. Palabra de Dios para Todos (PDT). El amor de Cristo. Por eso me arrodillo para orar ante el Padre, de quien toda familia en el cielo y en la tierra recibe su verdadero nombre. A él le pido que en su infinita grandeza les conceda a ustedes fortaleza interior a través del Espíritu. Pido al Padre que Cristo viva en ustedes por la fe y que su amor sea la raíz y el cimiento de su vida. Así podrán comprender con todo el pueblo santo de Dios cuán ancho y largo, cuán alto y profundo, es su amor. El amor de Cristo es tan grande que supera todo conocimiento. Pero a pesar de eso, pido a Dios que lo puedan conocer, de manera que se llenen completamente de todo lo que Dios es.

Por el poder de Dios que obra en nosotros, él puede hacer mucho más de lo que jamás podríamos pedir o imaginar. ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Jesucristo por todas las generaciones para siempre! Así sea.

El apóstol Pablo se dirigió a Dios en oración y las dejó como testimonio en las cartas de la Biblia, para que estas grandes verdades se convirtieran en realidades en las vidas de aquellos cristianos de esos tiempos y Dios las preservó para que lo sean también en la vida de cada persona que las lea, en cualquier época.

Como criaturas suyas que somos, debemos ocupar el lugar que nos corresponde, nuestra posición delante de nuestro Creador y arrodillarnos ante Él. Pablo oró de esa manera y siempre hemos creído que ésa era la forma apropiada. Es sorprendente notar cuánto ayuda esa postura para orar. No insistimos en ello; simplemente llamamos la atención hacia esa actitud que Pablo practicó, porque creemos que es un buen ejemplo para nosotros en la actualidad. ¿Acaso no hemos leído que el Señor entró en el jardín de Getsemaní y cayó en tierra sobre su rostro? Pensamos que sería conveniente que imitáramos ese ejemplo cuando estamos ante la presencia de Dios. Es un reconocimiento de que fuimos creador por Dios y adoptados como hijos en Jesucristo.

Luego seguimos con el reconocimiento y aceptación del nombre sobre todo nombre que nos ha sido dado como autoridad espiritual. Pablo oró a Dios el Padre en el nombre del Señor Jesucristo. Podemos darnos cuenta que ésta era su fórmula la de dirigir todas las oraciones a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Veamos las palabras del Señor Jesús en Juan 16:23. En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará.

Es muy importante que sea el mismo Dios enseñándonos y fortaleciéndonos a través de la Palabra de Dios por medio del Espíritu Santo y por el siguiente capítulo bíblico, porque el que hace la obra es Dios en nosotros. Vivir en la presencia de Dios y para Dios es uno de los propósitos más santos y sublimes a los que cualquier persona puede aspirar en esta tierra, porque nos hace conscientes de una importantísima y profunda realidad para nuestras vidas. Nos hace conscientes de la necesidad apremiante de la presencia de Dios para nuestras almas, de su fuerza, de su gozo.

Romanos 8 Dios Habla Hoy (DHH). La nueva vida en el Espíritu Santo.

Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte. Porque Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no pudo hacer, pues no era capaz de hacerlo debido a la debilidad humana: Dios envió a su propio Hijo en condición débil como la del hombre pecador y como sacrificio por el pecado, para de esta manera condenar al pecado en esa misma condición débil. Lo hizo para que nosotros podamos cumplir con las justas exigencias de la ley, pues ya no vivimos según las inclinaciones de la naturaleza débil sino según el Espíritu.

Los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil, sólo se preocupan por seguirlas; pero los que viven conforme al Espíritu, se preocupan por las cosas del Espíritu. Y preocuparse por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil lleva a la muerte; pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. Los que se preocupan por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley. Por eso, los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil no pueden agradar a Dios.

Pero ustedes ya no viven según esas inclinaciones, sino según el Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo vive en ustedes, el espíritu vive porque Dios los ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes.

Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza débil. Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.

Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!» Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios. Y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria.

La esperanza de la gloria

Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. Y no sólo ella sufre, sino también nosotros, que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos. Con esa esperanza hemos sido salvados. Sólo que esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues, ¿quién espera lo que ya está viendo? Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo sufriendo con firmeza.

De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo.

La obra salvadora de Dios

Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito. A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio parte en su gloria.

¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? Como dice la Escritura: «Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.»

Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!  

De ahí que es necesario vivir nuestra fe en nuestro Señor Jesucristo con plena confianza, sujetándonos a la autoridad y señorío del Espíritu Santo en medio de estos tiempos finales y turbulentos. Le invitamos a colocar su vida presente y futura en las manos de aquel Buen Pastor Jesucristo, que entregó su vida por las ovejas, es decir por nosotros, y bajo cuyo amparo podemos vivir en plenitud, en armonía con Dios y cumpliendo sus propósitos; recordemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman. Bendiciones.

Conquistadores en el reposo de Dios-



Proverbios 16:32. Dios habla hoy. (DHH). Más vale ser paciente que valiente; más vale vencerse uno mismo que conquistar ciudades.

Hebreos 11:32-34. Reina-Valera 1960 (RVR1960). ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

La revelación de nuestro Señor Jesucristo a los hijos de Dios, acerca del reino de los cielos, nos introduce en el contexto de la guerra espiritual que se vive en todo momento desde que fue anunciado por Juan el bautista. Dios nos ha llamado a anunciar sus virtudes en medio de este mundo que ha sido entregado al diablo por Adán en los comienzos de la humanidad. No somos espectadores, realmente somos parte del ejercito de Dios, no podemos estar en una actitud pasiva frente a las circunstancias que nos rodean, no podemos dormir en ningún momento, no podemos ignorar todas las maquinaciones del diablo contra el pueblo de Dios. No podemos ignorar que somos parte fundamental para llevar acabo los propósitos de Dios en medio de los tiempos que nos ha tocado vivir.

Mateo 11:12. Dios Habla Hoy (DHH). Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los que usan la fuerza pretenden acabar con él.

El Padre Celestial determinó desde antes de la fundación del mundo que establecería la iglesia como un instrumento para que el reino de los cielos se extendiera en medio de la humanidad hasta el momento de la segunda venida de Jesucristo. Cada uno de lo que hemos aceptado a nuestro salvador Jesucristo fuimos también llamados a ser parte del ejercito de Dios, porque el Padre Celestial es el Señor de los ejércitos Celestiales, el dueño del universo y de todo lo que existe en los cielos y en esta tierra. 

Debemos aceptar que hemos sido llamados a conquistar; pero conquistar hace referencia a recuperar un dominio que ha sido tomado por el enemigo y quien ejerce fuerza y autoridad usurpada, porque sólo Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores.

Mateo 16:18. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Dios nos ha dado la victoria a los hijos de Dios, a nosotros su pueblo redimido por la sangre del Cordero, somos real sacerdocio, nación santa, debemos recordar que estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales, que hemos sido hechos reyes y sacerdotes en el reino de los cielos para Dios Padre, debemos estar conscientes de quienes somos para Dios, debemos tener el entendimiento espiritual de cuál ha sido la autoridad delegada por Dios. En Cristo somos más que vencedores, en Cristo somos llamados a conquistar para el reino de los cielos, en Cristo somos llamados a ser valientes y esforzados, en Cristo somos llamados a pelear las batallas que el Señor ya ganó por nosotros.

Lucas 22:31-32. Traducción en lenguaje actual (TLA). ¡Manténganse firmes! Después, Jesús le dijo a Pedro: Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios para ponerles pruebas difíciles a todos ustedes, y Dios se lo ha dado. Pero yo he pedido a Dios que te ayude, para que te mantengas firme. Por un tiempo vas a dejarme solo, pero después cambiarás. Cuando eso pase, ayudarás a tus compañeros para que siempre se mantengan fieles a mí.

Daniel 11:32. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

Romanos 13:11-14. La Biblia de las Américas (LBLA). Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias; antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.

Definición de conquista según los diccionarios: es el acto y el resultado de conquistar: obtener algo a través de la habilidad, el sacrificio o la violencia. Una conquista es aquello que se consigue después de superar ciertos obstáculos; es un proceso de toma de territorios mediante la fuerza. En este proceso una organización política fuerza a otra a dejarlos o a someterse;  logro de alguna cosa mediante gran esfuerzo, habilidad y empeño; ganar un territorio por medio de las armas, dominarlo.

Definición de conquistador: Adjetivo. Se entiende por conquistador el que conquista, apodera, somete, adueña, domina, ocupa, invade en un terreno o posición o también el que engatusa, seduce, galantea y enamora, que obtiene y logra su amor para mejorar su ánimo. Esta expresión se puede emplear como sustantivo; que conquista o toma posesión de una cosa; persona que se apodera de un territorio u otro lugar empleando la fuerza de las armas; en plural el término conquistadores suele referirse a aquellos personajes que extendieron, casi siempre a través de operaciones militares, el dominio (del latín conquisitare, de conquisitum, "ganado") de un territorio, de una población, de una posición y que, por ende, dirigían los imperios a los que pertenecían.

2 Timoteo 1:7. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Lo primero que debemos conquistar para Dios es todo nuestro ser, nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro cuerpo, todo nuestro ser debemos rendirlo al señorío de Jesucristo por medio de la palabra de Dios y de la ayuda y la presencia del Espíritu Santo, es un sometimiento en todo tiempo de nosotros de manera voluntaria, para que se haga la voluntad de Dios en nuestras vidas, en nuestros hogares, en medio nuestro. 

Dios nos llama a ser conquistadores de lo que el ya ganó y recuperó para nosotros en la cruz del calvario y son todas aquellas cosas que están en nuestro Señor Jesucristo, el Señor nos quiere investir del poder y el amor del Espíritu Santo, del carácter de Cristo, del fruto de Espíritu Santo y nos ha hecho más que vencedores, no ha dado de su presencia, de su naturaleza por amor de sí mismo, con amor eterno nos ha amado por tanto ha prolongado su misericordia sobre nosotros.

Josué 1:5-9. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

El Padre Celestial nos muestra a través de su Palabra que él tiene pensamientos de paz y de bienestar para cada ser humano, él tiene propósitos para que los llevemos a cabo y depende de cada uno de nosotros el que eso se haga realidad; como hijos de Dios nos ha hecho participes de la familia de Dios, hijos de Dios por medio de Jesucristo, nos ha dejado el Espíritu Santo para que seamos consolados, redargüidos, regenerados, transformados, enseñados y guiados en cada una de las situaciones y circunstancias en las que nos movemos en el lugar dónde Dios nos ha plantado o donde quiere plantarnos.

2 Corintios 2:14-16. Traducción en lenguaje actual (TLA). Doy gracias a Dios porque nos hace participar del triunfo de Cristo, y porque nos permite anunciar por todas partes su mensaje, para que así todos lo reconozcan. Anunciar la buena noticia es como ir dejando por todas partes el suave aroma de un perfume. Y nosotros somos ese suave aroma que Cristo ofrece a Dios. Somos como un perfume que da vida a los que creen en Cristo. Por el contrario, para los que no creen somos como un olor mortal. ¿Quién es capaz de cumplir con la tarea que Dios nos ha dejado?

Somos llamados a ser instrumentos del amor de Dios, llevando el precioso y poderosos mensaje del evangelio de nuestro Señor Jesucristo a toda criatura, el Padre Celestial quiere que podamos ser sal y luz, que a través de nuestras vidas el reino de los cielos se extienda y se manifieste en medio donde él nos ha plantado y para lograr ese cometido necesitamos la llenura del Espíritu Santo, de que su fruto sobreabunde, de que el carácter de Cristo se manifieste cada día más en nosotros, que todo lo que somos disminuya más y más, para que sea nuestro Señor Jesucristo creciendo cada día más en nosotros.

Necesitamos conquistar para el reino de los cielos, pero que sea el Señor Jesucristo en nosotros y por medio de nosotros: esa es la manera correcta de cumplir con el llamado y la comisión de Dios.

Lucas 4:16-21. Traducción en lenguaje actual (TLA). Después volvió a Nazaret, el pueblo donde había crecido. Un sábado, como era su costumbre, fue a la sinagoga. Cuando se levantó a leer, le dieron el libro del profeta Isaías. Jesús lo abrió y leyó: «El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que: “¡Éste es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!”»  Jesús cerró el libro, lo devolvió al encargado y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga se quedaron mirándolo. Entonces Jesús les dijo: «Hoy se ha cumplido ante ustedes esto que he leído.»

1 Pedro 5:7. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.

El Padre Celestial conoce nuestra condición y todas nuestras situaciones, pues él nos creó, y sabemos que es Eterno, omnipresente, omnipotente, omnisciente, él es Creador de todo lo que existe en los cielos, en el universo, en esta tierra, el creó los ángeles y la humanidad, para el nada se le escapa, todo lo tiene bajo su control aún aquellas cosas que nos parezcan ilógicas, de la manera que nos lo ha sido revelado por el entendimiento espiritual que el Espíritu Santo na ha dado. Veamos como el siguiente salmo nos da la luz sobre estas verdades.

Salmos 139. Nueva Traducción Viviente (NTV). Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos aun cuando me encuentro lejos. Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago. Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor.

Vas delante y detrás de mí. Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza. Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí, ¡es tan elevado que no puedo entenderlo! ¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú. Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos, aun allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza. Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea, que se convierta en noche; pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti.

Para ti, la noche es tan brillante como el día. La oscuridad y la luz son lo mismo para ti. Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara. Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!

¡Oh Dios, si tan solo destruyeras a los perversos! ¡Lárguense de mi vida, ustedes asesinos! Blasfeman contra ti; tus enemigos hacen mal uso de tu nombre. Oh Señor, ¿no debería odiar a los que te odian? ¿No debería despreciar a los que se te oponen? Sí, los odio con todas mis fuerzas, porque tus enemigos son mis enemigos. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.

Con la presencia de Dios en nuestras vidas es que logramos las victorias y las conquistas que él ha planeado, debemos cada día y cada momento hacer de Dios nuestro baluarte, nuestro refugio, él es nuestro Padre bueno que nos ha adoptado y se ha hecho cargo de nosotros, descansemos en El, por qué El tiene cuidado de nosotros en todo tiempo, es lo mejor que nos ha podido suceder; el conocer y entender que el Padre Creador de todo, nos ama, nos rescató y nos ha hecho sus hijos para que seamos herederos y coherederos con su Hijo Jesucristo. 

Es el mayor privilegio que podemos tener, el amarle, el servirle, el alabarle y adorarle con todo nuestro ser. Es en el lugar secreto, buscando su presencia en nuestros corazones que le conoceremos, es ahí donde somos transformados, es en comunión con su Palabra y con el Espíritu Santo que somos mudados y llegamos a ser semejantes al Señor Jesucristo, no hay otra forma, es en verdadera y sincera dependencia a Dios. La religión no nos alcanza, los ritos tampoco nos alcanzan para tener en nuestras vidas la presencia de Dios, es un corazón contrito y humillado, es el querer de Dios a favor de nosotros.

Éxodo 33:11-23. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Y el Señor acostumbraba hablar con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda.

Moisés Responde al Señor

Entonces Moisés dijo al Señor: “Mira, Tú me dices: ‘Haz subir a este pueblo.’ Pero Tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Además has dicho: ‘Te he conocido por tu nombre, y también has hallado gracia ante Mis ojos.’ Ahora pues, si he hallado gracia ante Tus ojos, Te ruego que me hagas conocer Tus caminos para que yo Te conozca y halle gracia ante Tus ojos. Considera también que esta nación es Tu pueblo.”

“Mi presencia irá contigo, y Yo te daré descanso,” le contestó el Señor. Entonces Moisés le dijo: “Si Tu presencia no va con nosotros, no nos hagas salir de aquí. ¿Pues en qué se conocerá que he hallado gracia ante Tus ojos, yo y Tu pueblo? ¿No es acaso en que Tú vayas con nosotros, para que nosotros, yo y Tu pueblo, nos distingamos de todos los demás pueblos que están sobre la superficie de la tierra?”

Y el Señor respondió a Moisés: “También haré esto que has hablado, por cuanto has hallado gracia ante Mis ojos y te he conocido por tu nombre.” Entonces Moisés dijo: “Te ruego que me muestres Tu gloria.” Y el Señor respondió: “Yo haré pasar toda Mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del Señor delante de ti. Tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión.” Y añadió: “No puedes ver Mi rostro; porque nadie Me puede ver, y vivir.”

Entonces el Señor dijo: “Hay un lugar junto a Mí, y tú estarás sobre la peña; y sucederá que al pasar Mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con Mi mano hasta que Yo haya pasado. Después apartaré Mi mano y verás Mis espaldas; pero Mi rostro no se verá.”

Fuimos diseñados y creados desde antes de la fundación del mundo para vivir y andar en la libertad que nos da nuestro Señor Jesucristo. Dios confió al hombre una de sus creaciones para que la gobernara, le entrego la tierra, con su reino animal, vegetal y mineral.

Juan 8:36.  BAD. Así que si el Hijo os libera, seréis verdaderamente libres.

Génesis 1:28. RV1960. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Le entrego el huerto del Edén para que lo cuidara. Génesis 2:15 RV1960. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

Las consecuencias del pecado han sido muerte espiritual, prisiones y cadenas de maldad, ceguera espiritual, enfermedad, confusión, dolor, angustia, depresión, hambre y otras cosas semejantes a estas. De ahí que el Padre Celestial, aún desde antes de la fundación del mundo dispuso junto con su Unigénito Hijo Jesucristo y el Señor el Espíritu Santo, el plan de redención y libertad para la humanidad. Somos liberados para convertirnos en conquistadores, así de la misma manera que le sucedió a Israel, fue liberado este pueblo para que fueran conquistadores en el reposo que Dios había preparado para ellos en la tierra prometida.

La verdadera libertad en Cristo es necesaria para nosotros los hijos de Dios y pasar de ser esclavos y derrotados a ser más que vencedores y conquistadores. La libertad es parte esencial y constitutiva de la persona, un derecho inalienable de la naturaleza humana creada, apto para promover el crecimiento del hombre hacia su propio cumplimiento. En sentido teológico, libertad es la condición humana deseada por el Creador para que Dios mismo pueda ser conocido por el hombre libre, es decir, por un sujeto auténtico y capaz de diálogo y de establecer relaciones con Dios y con los que le rodean.

Sin embargo cuando el hombre peco se convirtió en un ser derrotado, perdió la honra y el dominio que Dios le otorgo sobre la creación, perdió su huerto del Edén, perdió el control sobre el mundo perfecto que Dios le entrego. Desde entonces Satanás tiene control de este mundo usando al hombre sin Dios, como instrumento para ejercer maldad.

Romanos 8:28-39 Reina-Valera 1960 (RVR1960). Más que vencedores. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Lo que Dios espera de cada uno de nosotros, de quienes hemos aceptado el señorío de Jesucristo, es que aceptemos el llamado de vivir todo el tiempo de nuestra existencia en esta tierra de acuerdo a su voluntad que está expresada en su Palabra eterna e ir y ministrar la Palabra de Dios para que sea conocido y manifestado el reino de los cielos en medio de nosotros a través de nuestro estilo de vida, en el lugar en dónde seamos comisionados, en dónde hemos sido plantados o dónde el desea plantarnos, haciendo uso de los dones que nos han sido dados para administrar.

Hemos sido rescatados, comprados, liberados y hechos más que vencedores y conquistadores para ser instrumentos de salvación y bendición a aquellos que necesitan la vida de Dios que está en su Hijo Jesucristo.

Apocalipsis 2:7. Nueva Traducción Viviente (NTV). Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del fruto del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.

Apocalipsis 2:10-11. Nueva Traducción Viviente (NTV). No tengas miedo de lo que estás a punto de sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán por diez días; pero si permaneces fiel, incluso cuando te enfrentes a la muerte, te daré la corona de la vida. Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. Los que salgan vencedores no sufrirán daño de la segunda muerte.

Apocalipsis 2:17. Nueva Traducción Viviente (NTV). Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del maná que ha sido escondido en el cielo. Y le daré a cada uno una piedra blanca, y en la piedra estará grabado un nombre nuevo que nadie comprende aparte de aquel que lo recibe.

Apocalipsis 2:26-28. Nueva Traducción Viviente (NTV). A todos los que salgan vencedores y me obedezcan hasta el final: Les daré autoridad sobre todas las naciones. Gobernarán las naciones con vara de hierro y las harán pedazos como si fueran ollas de barro. Tendrán la misma autoridad que yo recibí de mi Padre, ¡y también les daré la estrella de la mañana!

Apocalipsis 3:5. Nueva Traducción Viviente (NTV). Todos los que salgan vencedores serán vestidos de blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida, sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles que ellos me pertenecen.

Apocalipsis 3:12-13. Nueva Traducción Viviente (NTV). A todos los que salgan vencedores, los haré columnas en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. Yo escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, y ellos serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo y de mi Dios. Y también escribiré en ellos mi nuevo nombre. Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.

Apocalipsis 3:20-22. Nueva Traducción Viviente (NTV). ¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. Todos los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su trono. Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.

Bendiciones.