Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La Mente de Cristo en nosotros-




Romanos 12:1-2. Nueva Biblia al Día (NBD). Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

El deseo de nuestro corazón es que todo lo que emprendamos siempre salga de la mejor manera, que obtengamos los resultados que esperamos y aún mucho más; pero esto radica en que nuestras decisiones sean acertadas. Muchos hemos escuchado y leído que el ser humano no utiliza toda la capacidad mental y se hace evidente por las diferencias notorias dentro de las sociedades de cada uno de los países de la tierra; diferencias intelectuales, diferencias morales, diferencias de credo, diferencias políticas, diferencias económicas, que dan lugar a culturas, religiones, políticas, estratos sociales, marcados por la forma en que piensan los individuos que la conforman, también dan origen grupos económicos de diversos tipos que obedecen a intereses particulares.

Hay otros factores que hacen que la condición de la humanidad, de nuestra sociedad, la  de nuestra familia y la de nuestro ser, estén como la vemos hoy en día, pero hay un solo factor que puede hacer un cambio real y es que tengamos la mente de Cristo, eso hace la diferencia. 

Veamos nuevamente nuestro versículo con el que comenzamos este sermón pero de otra versión para enriquecernos aún más.

Romanos 12:1-2. Dios Habla Hoy (DHH). La vida nueva. Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Fuimos creados para crecer, fuimos creados para multiplicarnos en todas las cosas, fuimos creados para alcanzar metas, fuimos creados para soñar, fuimos creados para crear, fuimos creados para desarrollar, fuimos creados para ser felices, fuimos creados para disfrutar la vida, fuimos creados para compartir todas las cosas buenas con lo demás, fuimos creados con el propósito de glorificar a Aquel quien nos creó, nuestro Padre Celestial. Sin embargo, para muchos este panorama es lejano, para otros es desconocido y para otros es imposible, aunque hay un gran número que ha entendido algunas de las leyes de Dios a este respecto; también hay otro número de personas que las han entendido, pero viven sin tener en cuenta a Dios en todos sus caminos y asuntos.

1 Corintios 2:14-16. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen (se examinan) espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que Lo instruya? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.

El ideal para cada ser humano es el llegar a utilizar toda su capacidad mental para su propio bienestar y el de los demás, esa es la voluntad de Dios. Fuimos creados a imagen de Dios para darle la gloria sólo a él, y lo conseguimos cuando actuamos y vivimos desde su perspectiva, desde sus deseos, planes y propósitos, pero para eso hay que pensar como el piensa, él nos ha puesto en la tierra para que la administremos, para que la disfrutemos y para que velemos por el bienestar de la humanidad. 

Reflexionando en lo anterior podemos ver que como seres humanos, nos desviamos de los verdaderos propósitos para los que fuimos creados.

Isaías 55:8-9. Reina Valera Contemporánea (RVC). El Señor ha dicho: Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos. Así como los cielos son más altos que la tierra, también mis caminos y mis pensamientos son más altos que los caminos y pensamientos de ustedes.

No vemos que se refleje la voluntad de Dios en todos los lugares, ni en todas las personas y no porque Dios no haga algo al respecto, o que se haya equivocado con nosotros, o que se haya olvidado, el asunto es que como seres humanos y haciendo uso de nuestro libre albedrío tomamos muchas veces nuestras decisiones apoyadas en los deseos egoístas de nuestros corazones, en lo deseos por las cosas que el mundo ofrece, lo que despierta la codicia, y esa codicia lleva a otro mal que es el amor al dinero: la avaricia. 1 Timoteo 6:10. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.

Nuestro Señor Jesucristo apareció en medio nuestro, en medio de nuestras situaciones, en medio de nuestros hogar, para deshacer todas las obras del diablo, para dar vida, para sanar, para restaurar, para bendecir. Pero hay situaciones en la que el obra en nosotros, otras en los que obra por medio de nosotros, y otras en las que el Padre Celestial actúa directamente a través del nuestro Señor el Espíritu Santo.

Muchos podemos estar llevando nuestras vidas y tomando decisiones en nuestros propios deseos que a la larga no son convenientes para nadie. Es por eso que nos es muy necesario que volvamos y andemos por la senda antigua, la cual es nuestro Señor Jesucristo. La Biblia, la Palabra de Dios, las Escrituras, nos han sido dadas para pensar, actuar y vivir de acuerdo a los pensamientos de Dios, es nuestro manual de vida que nos es interpretado por nuestro Señor el Espíritu Santo, es él quien nos da la capacidad de entendimiento espiritual, para pensar de la manera correcta y la sabiduría necesaria para actuar y obrar.

La naturaleza carnal de la mente de los hombres y las mujeres está inclinada a hacia todo pensamiento contrario a hacer lo que agrada a Dios y lo que realmente le conviene.

Génesis 6:5-6. La Biblia de las Américas (LBLA). Y el Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal. Y le pesó al Señor haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón.

Profundicemos más sobre el tema, la mente de Cristo, para que el Señor el Espíritu Santo nos de más entendimiento acerca de esta gran verdad y sobre todo que podamos vivir en ella todo el tiempo. Empecemos con la definición de los diccionarios.

Drae (Del lat. mens, mentis). Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad. Psicología: Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo.

Diccionario bíblico Mundo Hispano. Una palabra del hebreo “lebh”, corazón, “nephesh”, alma; y del griego “Nous” y “dianoia”, la primera denota la facultad de estar consciente reflexivamente, de pensamiento moral y de saber, mientras que la otra significa meditación, reflexión.

Diccionario expositivo Vine del Nuevo Testamento. Nous (νου̂ς, G3563), mente. Denota, hablando en general, el asiento de la consciencia reflexiva, comprendiendo las facultades de la percepción y comprensión, y las de sentimiento, juicio y determinación. Su utilización en el NT puede analizarse de la siguiente manera; denota la facultad de conocimiento, el asiento del entendimiento, sentido, ánimo, sentido, alma

Dianoia (διάνοια, G1271), un pensar total, o sobre, meditación, reflexión. Significa la facultad del conocimiento, entendimiento, de reflexión moral

Fronema (φρόνημα, G5427), denota lo que uno tiene en la mente, el pensamiento; el contenido del proceso expresado en froneo , tener en mente, pensar; o un objeto del pensamiento.

Nefros (νεφρός, G3510), riñón. términos tales como nefritis, etc. Se usa, por lo general en forma plural, metafóricamente de la voluntad y de los afectos.

Diccionario Perspicacia. Facultad del cerebro que permite reunir información, razonar y extraer conclusiones. El término “mente” traduce varias palabras griegas afines que expresan cualidades de la mente, tales como juicio, percepción, inteligencia, raciocinio, pensamiento, intención, recuerdo, estado mental, opinión, inclinación y actitud. A veces, donde algunas versiones traducen “mente”, otras emplean los términos descriptivos o específicos ya mencionados. En las Escrituras Hebreas algunas versiones traducen por “mente” las palabras hebreas que propiamente significan “corazón”, “alma” y “espíritu”.

La inclinación natural de la mente del hombre imperfecto tiende al pensar incorrecto. La Biblia denomina esta inclinación “mente carnal” o “disposición de ánimo carnal” A los hijos de Dios se les recuerda que antes eran enemigos de Dios porque ocupaban sus mentes en malas obras. Colosenses 1:21. Nueva Traducción Viviente (NTV). Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones.

La mente del hombre “físico” (literalmente, “animal [de índole de alma]”), distinto del hombre “espiritual”, tiende hacia lo material. La fuerza que impulsa su mente es el resultado en parte de la herencia y en parte de lo que se le ha enseñado y lo que ha experimentado. Cuando se le presenta una cuestión, esta fuerza presiona o impulsa su mente en una dirección materialista o carnal.

Por lo tanto, a los cristianos o los hijos de Dios se les dice que “deben ser hechos nuevos en la fuerza [espíritu] que impulsa su mente”. (Efesios 4:22-24. Reina Valera Contemporánea (RVC). En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad).

Esta fuerza impulsora puede transformarse con un estudio de la Palabra de verdad de Dios y mediante la actuación de Su Espíritu, de manera que la actitud mental dominante de la persona se incline en la dirección correcta. Entonces, ante una determinada cuestión, esta fuerza inclinará a la mente al debido proceder espiritual.

1 Corintios 2:13-15. Reina Valera Contemporánea (RVC). De lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas espirituales con términos espirituales. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie.

Tal persona adquiere “la mente de Cristo”, cuya inclinación mental siempre fue espiritual. 1 Corintios 2:15-16. Reina Valera Contemporánea (RVC). En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién podrá instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. Romanos 15:5. Reina Valera Contemporánea (RVC). Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús.

El simple conocimiento o facultad intelectual no es suficiente para que alguien disfrute del favor divino. Estas cosas por sí mismas no rehacen la mente para que alguien haga la voluntad de Dios.

Romanos 12:2. Reina Valera Contemporánea (RVC). Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.

1 Corintios 1:19. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los inteligentes.

Se requiere la ayuda del Espíritu de Dios para conseguir entendimiento

Proverbios 4:5-7. Reina Valera Contemporánea (RVC). Adquiere sabiduría e inteligencia, y nunca te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. Ama a la sabiduría. Nunca la dejes, y ella te cuidará y te protegerá. En primer lugar, adquiere sabiduría; sobre todas las cosas, adquiere inteligencia.

1 Corintios 2:11. Reina Valera Contemporánea (RVC). Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Efesios 1:7-9. Reina Valera Contemporánea (RVC). En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia, la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento, y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo.

La “ley de la mente”. El apóstol Pablo llama ley de la mente a la que controla el funcionamiento de esta mente renovada en armonía con la “ley de Dios”, en la que se deleita la nueva mente. Pero la “ley del pecado”, que actúa en la carne caída, lucha contra la ley de la mente, de manera que hay un conflicto constante en los hijos e hijas de Dios.

¿Puede salir victorioso? Sí, “¡gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!”. La bondad inmerecida de Dios concede el perdón por los pecados de la carne sobre la base del sacrificio de rescate de Cristo y además proporciona la ayuda del Espíritu Santo. La situación del cristiano es diferente de la de aquellos que no lo son, como lo resume Pablo: “Así pues, con mi mente yo mismo soy esclavo a la ley de Dios, pero con mi carne a la ley del pecado”. (Romanos 7:21-25; Gál 5:16-17)

¿Cómo puede la mente salir victoriosa de esta batalla? El apóstol Pablo lo aclara aún más con las siguientes palabras: “Los que están en conformidad con la carne fijan la mente en las cosas de la carne; pero los que están en conformidad con el espíritu, en las cosas del espíritu. Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu significa vida y paz; porque el tener la mente puesta en la carne significa enemistad con Dios, porque esta no está sujeta [la carne caída, imperfecta] a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar [...]. Por eso, si el espíritu del que levantó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales mediante Su espíritu que reside en ustedes”. (Romanos 8:5-11.)

La “intención” del Espíritu. En Romanos 8:26-27, Pablo explica que quizás en algunas ocasiones los hijos e hijas de Dios no sepan exactamente qué pedir en oración como necesitan hacerlo. Pero Dios sabe que desean que se cumpla Su voluntad, y sabe también lo que sus hijos necesitan. En el pasado Dios hizo que se registraran en su Palabra muchas oraciones inspiradas que expresaban su voluntad o su interés en ellos. De modo que Él acepta estas oraciones inspiradas como si fueran lo que su pueblo debiera desear y pedir en oración, y las contesta.

Dios conoce a los de corazón recto y también conoce el significado de las cosas que hizo que su Espíritu Santo hablara mediante los escritores de la Biblia. Sabe cuál es “la intención [mente, pensamiento] del Espíritu” cuando el Espíritu “aboga” o intercede de este modo por ellos.

Amar con la mente. El Padre Celestial predijo que haría un nuevo pacto bajo el cual el Espíritu Santo obraría para escribir sus leyes en la mente y corazón de su pueblo. (Hebreos 8:10; 10:16.) De esta manera pueden cumplir aquello de lo que depende toda la Ley y los profetas, a saber, “amar a Jehová su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con toda su mente, y a su prójimo como a sí mismo”. (Mateo 22:37-40; Lucas 10:27-28.) Se debe amar a Dios con todo el corazón (los deseos, sentimientos y emociones de la personalidad interior), con toda el alma (la vida y todo el ser) y con toda la mente (las facultades intelectuales).

Esta última frase significa que los hijos de Dios no solo deben amar con sentimientos, emociones y fuerza, sino que también deben emplear su mente de forma concienzuda para adquirir conocimiento de Dios y Cristo (Juan 17:3), conseguir entendimiento (Marcos 12:33; Efesios 3:18), servir a Dios y sus propósitos, y participar en declarar las buenas nuevas. Se les aconseja que “mantengan la mente fija en las cosas de arriba” (Colosenses 3:2), que “fortifiquen su mente para actividad” y “mantengan completamente su juicio”. (1 Pedro 1:13) El apóstol Pedro vio la importancia de despertar sus facultades de raciocinio claro para tener presentes las cosas aprendidas. (2 Pedro 3:1-2) Asimismo, deben tener muy presente la presencia del día de Jehová. (2 Pedro 3:11-12).

Cuando habló de los dones milagrosos del Espíritu Santo que actuaron en la congregación cristiana primitiva, Pablo destacó la necesidad de utilizar la mente. Dijo que en el caso de que orase en una lengua que no pudiera traducir, su mente sería infructífera. Además, si cantara alabanzas así, ¿cómo ayudaría al oyente que no entendiese la lengua? Por consiguiente, dijo que prefería hablar cinco palabras con su mente, con el fin de instruir a otros, que diez mil en una lengua desconocida; después estimuló a sus hermanos para que llegaran a estar plenamente desarrollados en facultades de entendimiento. (1 Corintios 14:13-20).

A los hijos de Dios se les manda que estén “unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar”. (1 Corintios 1:10; Filipenses 2:2; 1 Pedro 3:8) Por supuesto, esto significa unidad en lo relacionado con los intereses de la adoración pura, las cosas importantes, no en gustos personales o en asuntos de menor importancia, que se resolverán en el momento en que se adquiera la madurez. (Romanos 14:2-6,17) Tienen que ser “de la misma mente en el Señor” (Filipenses 2:2); no deben disputar, sino continuar “pensando de acuerdo”. (2 Corintios 13:11).

Los cristianos o hijos de Dios, tienen que esforzarse por conocer mejor a Dios en todo aquello en lo que Él se ha pronunciado. (Romanos 11:33, 34; 16:25, 26.) También deben tener la actitud mental de obediencia y humildad de Jesucristo; de este modo tendrán “la mente de Cristo”. (1 Co 2:15-16) Pedro aconseja: “Puesto que Cristo sufrió en la carne, ustedes también ármense de la misma disposición mental”. (1 Pedro 4:1)

Una mente embotada o corrupta. En el monte Sinaí, los israelitas tenían sus facultades mentales embotadas debido a que no habían vuelto sus corazones completamente a Dios; y lo mismo ocurrió con aquellos que se mantuvieron bajo la Ley después de que Dios la abolió por medio de Jesús. (2 Corintios 3:13-14) No reconocieron que Jesús era aquel a quien señalaba la Ley. (Colosenses 2:17) En cuanto a los hombres que no aprobaron tener a Dios en conocimiento exacto, sino que adoraron las cosas creadas, “Dios los entregó a un estado mental desaprobado”, quedando mentalmente en oscuridad y haciendo todo tipo de cosas inútiles e impropias. (Romanos 1:28; Efesios 4:17-18).

Los hombres de mente corrupta resistieron la verdad incluso en el tiempo de Moisés, y más tarde tales hombres lucharon contra el cristianismo verdadero, algunos hasta alegaron que eran cristianos, pero intentaron dividir y perturbar las congregaciones. (2 Timoteo 3:8; Filipenses 3:18-19; 1 Tito 6:4-5). Esa clase de personas tienen las mentes y conciencias contaminadas y nada es limpio para ellas; por lo tanto, hablan sin provecho en su intento de embaucar las mentes de los cristianos verdaderos y esclavizarlos a opiniones humanas. (Tito 1:10-16) Por esta razón, es esencial que todos los cristianos, en particular los que están en puestos de responsabilidad, sean de juicio sano. (Romanos 12:3; 1 Timoteo 3:2; Tito 2:6; 1 Pedro 4:7).

El “dios de este sistema de cosas”, el diablo, ciega las mentes de los incrédulos a la iluminación de las buenas nuevas acerca del Cristo. 2 Corintios 4:4. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pues como ellos no creen, el dios de este siglo les ha cegado el entendimiento para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Por lo tanto, existe el peligro de que este enemigo de Dios pueda seducir a los cristianos con su astucia y corromper sus mentes “de la sinceridad y castidad que se deben al Señor Jesucristo”.

2 Corintios 11:3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pero me temo que, así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así también los sentidos de ustedes sean de alguna manera apartados de la sincera fidelidad a Cristo.

Por este motivo, es necesario que los cristianos demuestren unidad de mente, sean razonables y sigan orando para que la paz de Dios “que supera a todo pensamiento” guarde sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús. (Filipenses 4:2, 5-7)

Curar y abrir la mente. El Señor Jesucristo devolvió el juicio a un endemoniado, lo que mostró su poder para hacerlo incluso en el caso de las personas a las que los demonios habían enloquecido. (Marcos 5:15; Lucas 8:35). El Señor también puede abrir las mentes de los que tienen fe para que capten el significado de las Escrituras. (Lucas 24:45) Las personas tímidas o las que se sienten inferiores intelectualmente pueden obtener consuelo de las palabras del apóstol Juan: “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado capacidad intelectual para que adquiramos el conocimiento del verdadero (Dios)”. (1 Juan 5:20)

Como hijos de Dios necesitamos ser renovados constantemente. La renovación de la mente de los hijos de Dios es un proceso para toda la vida y en consecuencia la vida de esa persona va a reflejar a nuestro Señor Jesucristo a través de su forma de pensar, de hablar, de obrar y vivir en todos los aspectos, con la guía y la ayuda de nuestro Señor el Espíritu Santo.

Salmos 37:23. Reina Valera Contemporánea (RVC).  El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida.

Proverbios 16:3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados.

Proverbios 21:2. Nueva Biblia al Día (NBD). A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones.

El llegar a conocer la profundidad del amor que Cristo siente por nosotros nos lleva a una más íntima relación de amor con él. La mente de Cristo trata en esencia sobre una relación relación de amor en la que permitimos que nuestro Señor Jesucristo viva en nosotros y en la que llegamos a ser semejantes a él, necesitamos ser llenos de su Espíritu Santo y rendirnos por completo a su señorío.

El reino de los cielos no se hace notorio y no se produce por la observancia exterior, sino mediante la obra vivificadora y regeradora de nuestro Señor el Espíritu Santo. Los cambios que Dios produce en sus hijos e hijas son secretos e internos, pero darán fruto visible en la manera de vivir y de relacionarse con Dios y con los demás. Podemos ver también que cuando los ministros de la iglesia ayudan a los miembros de ella a cultivar la mente de Cristo, trae como como resultado que el cuerpo, o las piedras vivas, o los hijos de Dios, funcionen de acuerdo a los planes y propósitos de Dios para revelar la Salvación que es en nuestros Señor Jesucristo a todos aquellos que carecen de la luz verdadera.

Juan 15:7-9. Nueva Biblia al Día (NBD). Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.

Permanecer en Jesucristo es la forma correcta para llegar a tener el mismo sentir de Dios y que en nosotros pueda gobernar la mente de Cristo, para poder llegar entender a plenitud las verdades espirituales y vivirlas de la manera que agrada al Padre Celestial. 

Salmos 40:8. Nueva Traducción Viviente (NTV). Me complace hacer tu voluntad Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.

Bendiciones.

La sabiduría del reino de los cielos-


Santiago 3:17. Nueva Biblia al Día (NBD). En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.

Proverbios 3:13-16. La Biblia de las Américas (LBLA). Beneficios de la sabiduría. Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra.

La sabiduría es una necesidad apremiante en todos los seres humanos, porque hemos sido creados para aprender, desarrollarnos y dar fruto en todas las cosas, sin embrago el resultado depende de las decisiones que tomemos y la forma en que realicemos nuestros asuntos; pero no solo eso, implica también el trasfondo del que hemos sido rescatados por nuestro Padre Celestial y en la situación que nos encontremos. Realmente es lo que necesitamos para que todos nuestros asuntos y nuestras decisiones den frutos buenos; todos emprendemos metas, proyectos, anhelos y deseos que están en nuestro corazón y que esperamos poderlos concretar de la mejor manera pero deben ir acompañadas de buenas decisiones y de hechos correctos y con buen sentido al desarrollarlos. Esa capacidad tiene un nombre: la sabiduría que viene del Padre Celestial es aquella que viene con bendiciones y guiada por el Espíritu Santo, en otras palabras es el buen y sano juicio basado en conocimiento y entendimiento.

Como hijos e hijas de Dios se nos ha dado una posición en el reino de los cielos y es que estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales, también un propósito es que lleguemos a la estatura de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nuestro hermano mayor, que cada día nuestra forma de pensar y de vivir sean parecernos más y más él.

Romanos 12:1-2. Dios Habla Hoy (DHH). La vida nueva en Cristo. Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Sin embargo también en la tierra podemos ver la sabiduría humana y la sabiduría diabólica que provine de la carne y sus malos deseos que va en contravía de la voluntad de Dios para cada uno de nosotros que es auspiciada por el espíritu mismo del hombre y por el diablo, esta última es un desconocimiento en rebelión a la autoridad del Creador de todo lo que existe, el Padre Celestial. Otra cosa debemos tener en cuenta es que el diablo hará todo lo que esté a su alcance para robar, matar y destruir a todos los hijos de Dios, pero que para eso apareció nuestro Señor Jesucristo en medio nuestro para deshacer todas las obras del diablo y darnos vida y vida en abundancia.

A continuación vamos a escudriñar y a profundizar a través de la Biblia acerca de la sabiduría, para que sea nuestro Dios y Señor, el Espíritu Santo dándonos conocimiento y entendimiento de esta gran verdad para que por medio de su obra en nosotros se haga viva en nuestra forma de pensar y de vivir.

La sabiduría en es en Dios, la comprensión infinita y perfecta de todo lo que es o pudiera ser. Romanos 11:33-36. Dios Habla Hoy (DHH). ¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones, ni llegar a comprender sus caminos. Pues «¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá darle consejos? ¿Quién le ha dado algo antes, para que él tenga que devolvérselo?» Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén.

Dios es la fuente de la sabiduría asimismo como del conocimiento y del poder y por el temor reverente del Señor la sabiduría es dada a las personas. Job 28:28. Nueva Traducción Viviente (NTV). Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento”.   

Job 12:13. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pero la verdadera sabiduría y el poder se encuentran en Dios; el consejo y el entendimiento le pertenecen.

Daniel 2:20-23. Nueva Traducción Viviente (NTV). Y dijo: «Alabado sea el nombre de Dios por siempre y para siempre, porque a él pertenecen toda la sabiduría y todo el poder. Él controla el curso de los sucesos del mundo; él quita reyes y pone otros reyes. Él da sabiduría a los sabios y conocimiento a los estudiosos. Él revela cosas profundas y misteriosas y conoce lo que se oculta en la oscuridad, aunque él está rodeado de luz. Te agradezco y te alabo, Dios de mis antepasados, porque me has dado sabiduría y fortaleza. Me revelaste lo que te pedimos y nos diste a conocer lo que el rey exigía».

Veamos ahora lo que los diccionarios bíblicos definen como sabiduría. El sentido que la Biblia da al término sabiduría destaca el juicio sano basado en conocimiento y entendimiento; la aptitud de valerse con éxito del conocimiento y el entendimiento para resolver problemas, evitar o impedir peligros, alcanzar ciertas metas o aconsejar a otros a hacer lo mismo.

Sofia (Σοφία, G4678), se utiliza con referencia a Dios. Romanos 11:33 Reina Valera Contemporánea (RVC). ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

1 Corintios 1:21. Nueva Biblia al Día (NBD). Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen.

1 Corintios 1:24. Nueva Traducción Viviente (NTV). Sin embargo, para los que Dios llamó a la salvación, tanto judíos como gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios.

1 Corintios 2:7. Nueva Biblia al Día (NBD). Más bien, exponemos el misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad.

Efesios 3:10. Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST). El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales.

Lucas 2:40. Reina Valera Contemporánea (RVC). La sabiduría en nuestro Señor Jesucristo. El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría, y la gracia de Dios reposaba en él.

Lucas 2:52. Reina Valera Contemporánea (RVC). Y Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres.

1 Corintios 1:30. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pero gracias a Dios ustedes ahora son de Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido como nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación y nuestra redención.

Colosenses 2:2-3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Para que su corazón se anime y para que permanezcan unidos en amor, hasta que alcancen todas las riquezas que provienen de la convicción y el entendimiento, para que conozcan el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien se hallan escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Apocalipsis 5:12. Nueva Biblia al Día (NBD). Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!»

La sabiduría implica amplitud de conocimiento y profundidad de entendimiento, que son los que aportan la sensatez y claridad de juicio que la caracterizan. El hombre sabio atesora conocimiento y así tiene un fondo al que recurrir. El entendimiento (término amplio que con frecuencia abarca el discernimiento) añade fuerza a la sabiduría, contribuyendo en gran manera a la discreción y la previsión, cualidades que también son características notables de la sabiduría. La discreción supone prudencia, y se puede expresar en forma de cautela, autodominio, moderación. El hombre “sabio” edifica su casa sobre la roca, previendo la posibilidad de una tormenta; el insensato la edifica sobre la arena y experimenta desastre.

El entendimiento fortalece la sabiduría de otras maneras. Por ejemplo, una persona puede obedecer cierto mandato de Dios debido a que reconoce lo correcto de tal obediencia, y ese es un proceder sabio. Pero si verdaderamente entiende la razón de tal mandato, el buen fin que persigue y los beneficios que se derivan de él, su firme determinación de continuar en ese proceder sabio se verá fortalecida en gran manera.

Todas estas razones hacen patente que “el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría”. (Proverbios 9:10.) Como Dios es Todopoderoso, puede intervenir a voluntad en los asuntos humanos, conducir según le plazca a los gobernantes o hasta quitarlos, haciendo que su voluntad prevalezca. La historia bíblica narra numerosos casos en los que poderosos reyes y sus astutos consejeros pretendieron oponer su sabiduría a la de Dios, y en estos destaca cómo Dios vindicó triunfalmente a sus siervos, que con lealtad habían proclamado su mensaje.

“La sabiduría de Dios en un secreto sagrado.” La rebelión que surgió en Edén presentó un desafío a la sabiduría de Dios. Sus sabios medios para poner fin a esa rebelión, borrando sus efectos y restableciendo la paz, armonía y buen orden en el seno de su familia universal, constituyeron “un secreto sagrado, la sabiduría escondida, que Dios predeterminó antes de los sistemas de cosas”, es decir, aquellos sistemas que se han manifestado durante la historia del hombre fuera de Edén. Ese secreto sagrado estaba esbozado en la relación que Dios mantuvo con sus siervos fieles durante muchos siglos, así como en las promesas que les hizo; fue prefigurado y simbolizado en el pacto de la Ley con Israel, lo que incluía su sacerdocio y sacrificios, además de que en innumerables profecías y visiones se señalaba a dicho secreto sagrado.

Finalmente, después de más de cuatro mil años, la sabiduría de aquel secreto sagrado se reveló en Jesucristo (Colosenses 1:26-28), por medio de quien Dios se propuso “una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra”. (Efesios 1:8-11). Se puso de manifiesto la provisión que hizo Dios del rescate para la salvación de la humanidad obediente y su propósito de tener un Reino, un gobierno encabezado por su Hijo capaz de poner fin a toda la maldad.

Como el magnífico propósito de Dios se funda y se centra en su Hijo, Cristo Jesús “ha venido a ser para nosotros sabiduría procedente de Dios”. (1 Corintios 1:30) “Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Colosenses 2:3). Por consiguiente, no hay sabiduría verdadera que no tome en consideración a Jesucristo, que no base sólidamente su juicio y sus decisiones en el propósito de Dios revelado en él.

La sabiduría humana. En el libro de Proverbios aparece la sabiduría personificada en una mujer que invita a las personas a recibir lo que ella tiene para ofrecer. Estos relatos y otros textos relacionados muestran que la sabiduría es en realidad una combinación de muchas cosas: conocimiento, entendimiento (en el que se incluye el discernimiento), capacidad de pensar, experiencia, diligencia, sagacidad (lo opuesto a credulidad o ingenuidad y juicio recto.

Pero como la verdadera sabiduría empieza con el temor de Jehová Dios (Samo 111:10; Pr 9:10), esta sabiduría superior va más allá de la sabiduría corriente, y supone atenerse a normas elevadas, manifiesta rectitud y justicia, así como adherencia a la verdad. (Pr 1:2, 3, 20-22; 2:2-11; 6:6; 8:1, 5-12.) No toda sabiduría alcanza el nivel de esta sabiduría superior.

La sabiduría humana es relativa, nunca absoluta. El hombre puede alcanzar un grado limitado de sabiduría por medio de sus propios esfuerzos, aunque en todo caso tiene que usar la inteligencia con la que Dios (quien hasta dio a los animales cierta sabiduría instintiva; Job 35:11; Pr 30:24-28) dotó inicialmente al hombre. El hombre aprende observando los elementos de la creación de Dios y trabajando con ellos. Tal sabiduría puede variar en tipo y alcance.

Es posible tener toda esa sabiduría y carecer de la sabiduría espiritual que las Escrituras recomiendan de manera particular. Sin embargo, el Espíritu de Dios puede realzar algunos de estos tipos de sabiduría en los casos en que puedan ser útiles para efectuar su propósito. Su espíritu activó a los que construían el tabernáculo y sus enseres y a los que tejían las prendas de vestir sacerdotales, llenando a aquellos hombres y mujeres tanto de sabiduría como de entendimiento. De ese modo, no solo entendieron qué deseaba y cuáles eran los medios para realizar el trabajo, sino también desplegaron el talento, la habilidad artística, la visión y el juicio necesarios para diseñar y producir obras magníficas.

Dios nos llena de su Espíritu Santo, nos llena de sabiduría, de inteligencia, de conocimiento, de talentos, de dones y de capacidades, también nos hace un llamado a una tarea y plan específico dentro de su perfecta voluntad, en otras palabras nos capacita, nos comisiona y nos envía. (Éx 28:3; 31:3-6; 35:10, 25, 26, 31, 35; 36:1, 2, 4, 8).

Éxodo 31:1-11. La Biblia de las Américas (LBLA). Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab para la construcción del tabernáculo. Y el Señor habló a Moisés, diciendo: Mira, he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte, para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera; a fin de que trabaje en toda clase de labor.

Mira, yo mismo he nombrado con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y en el corazón de todos los que son hábiles he puesto habilidad a fin de que hagan todo lo que te he mandado: la tienda de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio sobre ella y todo el mobiliario del tabernáculo; también la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro con todos sus utensilios y el altar del incienso; el altar del holocausto también con todos sus utensilios y la pila con su base; asimismo las vestiduras tejidas, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos, para ministrar como sacerdotes; también el aceite de la unción, y el incienso aromático para el lugar santo. Los harán conforme a todo lo que te he mandado.

Esta es una de las primeras referencias de la Escritura a ser llenos del Espíritu de Dios. La idea que aquí se expresa es que el Espíritu de Dios enriqueció las capacidades innatas de estos hombres con sabiduría para cumplir con sus instrucciones; inteligencia para resolver los complejos problemas del proyecto; en ciencia y en todo arte, necesarios para realizar el trabajo adecuadamente. Los israelitas, que habían sido albañiles y fabricantes de ladrillos en Egipto, no estaban calificados para trabajos especiales de artesanía; pero el Espíritu que dio a los apóstoles el hablar en diversas lenguas, dio milagrosamente a Bezaleel y Aholiab la habilidad que les faltaba.

Cuando Dios honra a una persona siempre la acompaña con una tarea para desarrollar; ser empleado por Dios es un elevado honor. A los que Dios llame a un servicio los hallará aptos o les dará la aptitud. El Señor da dones diferentes a personas diferentes; que cada cual se ocupe de la obra correspondiente recordando diligentemente que la sabiduría de alguien, es el Señor quien la pone en el corazón para la ejecución de lo que ha ordenado.

En la antigüedad, tanto los reyes como otras autoridades daban un gran valor a los hombres que destacaban por su sabiduría y buen consejo, un punto de vista que sigue vigente en nuestros tiempos. Gracias a la ayuda del espíritu de Dios, José demostró tal discreción y sabiduría que el Faraón que gobernaba en Egipto le hizo su primer ministro. Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios y era poderoso en sus palabras y hechos hasta antes de que Dios le convirtiese en su vocero.

Pero esta sabiduría y aptitud humanas no fueron suficientes para que Moisés cumpliera el propósito de Dios. Después de que a los cuarenta años intentó por primera vez traer alivio a sus hermanos israelitas, tuvo que esperar otros cuarenta años antes de que Dios lo enviase, como hombre sabio espiritualmente, para sacar a Israel de Egipto.

Salomón ya era sabio antes de ser rey (1 Re 2:1, 6, 9) y, sin embargo, en una oración a Jehová, reconoció humildemente que solo era “un muchachito” y buscó su ayuda para juzgar al pueblo de Dios. Jehová lo recompensó con “un corazón sabio y entendido” que no tuvo comparación entre los reyes de Judá. (1 Re 3:7-12) Su sabiduría sobrepasó la famosa sabiduría de los orientales y la de Egipto, y convirtió a Jerusalén en un lugar al que viajaban los monarcas o sus representantes para aprender de este rey israelita. (1 Re 4:29-34; 10:1-9, 23-25) Ciertas mujeres de tiempos antiguos también se destacaron por su sabiduría. (2 Sa 14:1-20; 20:16-22).

No siempre se ha usado para bien. La sabiduría humana se puede utilizar para bien o para mal. Si se emplease para un mal fin, se delataría a sí misma como sabiduría carnal, no espiritual o divina. Por ejemplo, Jehonadab era “un hombre muy sabio”, pero el consejo que dio a Amnón, el hijo de David, estuvo basado en una artimaña de dudoso éxito, que implicó la manipulación de otras personas con engaño, y tuvo unas consecuencias desastrosas. (2 Sa 13:1-31.) Absalón llevó a cabo una astuta campaña con el fin de destronar a David su padre (2 Sa 14:28-33; 15:1-6), y cuando ocupó Jerusalén, pidió a dos de los consejeros de su padre, Ahitofel y Husai, que le dijesen qué otros ardides podría poner en práctica.

La sabiduría que solía respaldar el consejo de Ahitofel era tan coherente y exacta, que parecía provenir de Dios. No obstante, como había traicionado al ungido de Jehová, Dios hizo que se rechazase su maquiavélico plan y se adoptase el del fiel Husai, que habilidosamente halagó la vanidad de Absalón y se aprovechó de su debilidad humana para conseguir su caída. (2 Sa 16:15-23; 17:1-14.) Pablo dijo con respecto a Dios: Prende a los sabios en su propia astucia. Y otra vez: Dios sabe que los razonamientos de los sabios son vanos. (1 Co 3:19, 20).

Santiago 3:13-18 Nueva Biblia al Día (NBD). Dos clases de sabiduría. ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.

Estos versículos muestran la diferencia entre los hombres que pretenden ser sabios y los que realmente lo son. El que piensa o habla bien no es sabio en el sentido de las Escrituras, si no vive y actúa bien. La sabiduría verdadera puede conocerse por la mansedumbre del espíritu y del temperamento. Los que viven en maldad, envidia y contención, viven en confusión; y están obligados a ser provocados y precipitados a toda mala obra. Tal sabiduría no viene de lo alto, sino que brota de principios, actos o motivos terrenales y está dedicada a servir propósitos terrenales. Los que se jactan de una sabiduría así, caerán en algún momento en la condenación del diablo.

Santiago 1:5-7. Reina Valera Contemporánea (RVC). Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche. Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro. Quien sea así, no piense que recibirá del Señor cosa alguna.

Mateo 7:24-29. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Los Dos Cimientos: la sabiduría y la insensatez. Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.

Todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.”
Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanza; porque les enseñaba como Uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.

La sabiduría celestial, descrita por el apóstol Santiago, es cercana al amor cristiano, descrito por el apóstol Pablo; y ambos son descritos así para que todo hombre pueda probar plenamente la realidad de sus logros en ellas. No tiene disfraz ni engaño. No puede caer en los manejos que el mundo considera sabios, que son astutos y mal intencionados, pero es sincera, abierta, constante, uniforme, y coherente consigo misma. Que la pureza, la paz, la bondad, la docilidad y la misericordia se vean en todas nuestras acciones, y que los frutos de la justicia abunden en nuestra vida, probando que Dios nos ha otorgado este excelente don porque es necesario para nuestro desarrollo espiritual, familiar y personal. Bendiciones.