Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Dios es mi fortaleza-



Romanos 8:28. Palabra de Dios para Todos (PDT). Victoria en Cristo. Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.

Para aquellos que amamos a Dios de manera sincera y que de alguna manera estemos pasando situaciones difíciles, perseguidos por enemigos ocultos, que han sido calumniados, que han sido víctimas de difamaciones con mentiras para dañar su nombre y honra, perseguidos por  deudas, por escasez y algunas veces por falsos hermanos, por enfermedad.

Hay momentos en los que se siente que no hay escapatoria, que no hay salida, los que creíamos nuestros amigos y familiares desaparecen como le sucedió a Job en los capítulos uno y dos del libro que lleva su nombre. Puede que todo esto haya acontecido por alguna prueba, o por algún ataque del diablo o como consecuencia de errores propios y malas decisiones.

Salmos 78:7. La Biblia de las Américas (LBLA). Para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos.

Salmos 94:22. Dios Habla Hoy (DHH). Pero el Señor es mi refugio; mi Dios es la roca que me defiende.

Nuestro caminar en esta vida como hijos de Dios no es fácil, el Señor ya nos ha mostrado esta verdad espiritual, debemos ser fuertes cuando pasemos momentos de tribulación, de angustia, de hambre, de escasez, de enfermedad, de dificultad, de dolor o con problemas a los que no le veamos salida, porque Dios ha prometido que estará con nosotros, que nos ayudará y nos hará entender todas las cosas de la manera correcta, que nos dará la revelación de sus planes y de sus propósitos para nuestras vidas y todo lo que necesitemos, que siempre está al lado nuestro para ayudarnos y pastorearnos a través de su Espíritu Santo.

Hechos 14:22. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”

Siempre estaremos confrontados con las tensiones y la ansiedad de todas las circunstancias que vivimos a diario; esto se debe a que en nuestro caminar por esta tierra como peregrinos y extranjeros somos probados en nuestra fe y nuestra manera de vivir. Sin embargo, es posible salir adelante, airosos, si dependemos enteramente de nuestro amado Padre Celestial.

Él nos hizo nuevas criaturas en Cristo, con la capacidad de enfrentar todas las situaciones que se nos presenten; en Dios también podemos tener la inteligencia espiritual, la sabiduría y el entendimiento necesario para saber de qué manera debemos vivir en cada paso de nuestra existencia, para cumplir con el llamado y los propósitos por el cual estamos en la tierra.

Lucas 12:22-48. La Biblia de las Américas (LBLA). Advertencia contra la ansiedad. Y dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y sin embargo, Dios los alimenta; ¡cuánto más valéis vosotros que las aves! ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Si vosotros, pues, no podéis hacer algo tan pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás?

Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe! Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer, ni qué habéis de beber, y no estéis preocupados. Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas.

Mas buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas. No temas, rebaño pequeño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino. Vended vuestras posesiones y dad limosnas; haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye. Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.

Uno de los mandatos de nuestro Señor Jesucristo para todos los que lo hemos aceptado en nuestro corazón en cualquier época en la que vivamos, es el de no preocuparnos, sino más bien que aprendamos a confiar y descansar en Dios, que aprendamos a descansar en su Espíritu Santo y en la Palabra de Dios, que aprendamos a descansar en sus promesas.

Romanos 8:31-39. Dios Habla Hoy (DHH). ¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? Como dice la Escritura:

«Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.»

Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!

La palabra afanarse es lo mismo que estar ansioso o preocuparse, se puede traducir indistintamente por: “no estéis ansiosos”, “no os angustiéis”, “no os preocupéis” a lo que añade, “por vuestra vida”, (comida o vestido) o estar ansiosos por lo que vamos a comer, beber y cubrirnos, así como lo que nos deparará el futuro, esto no debe constituir una fuente de angustia. La palabra que usó nuestro Señor Jesucristo en aquel tiempo indica algo que divide, separa o distrae; es la situación de la mente dividida en secciones o compartimentos y que no funciona como un todo.

Sin embargo, Jesús no enseña que no debemos ocuparnos por las cosas materiales o que no debemos pensar nunca en nuestro futuro sin tomar precauciones. Algunos piensan que “vivir por fe” excluye cualquier tipo de prevención para el futuro. La misma ilustración del Señor de las aves que no han de limitarse a estar posadas en las ramas de los árboles, sino que tienen que ir en busca de su alimento indica que debe existir una actividad para poder alimentarse. Pero una cosa es ocuparse y otra es afanarse.

“¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?” (v.25): La profundidad de este argumento nos lleva de una deducción mayor a una menor. Pensemos por un momento de donde procede nuestra vida y nos daremos cuenta en seguida que es un don de Dios. Ninguno de nosotros decidió venir a este mundo y el hecho de estar vivos se debe enteramente a Dios. Por eso, el argumento es este: Si Dios nos ha dado la vida, él no puede negarse a sí mismo y no procurar que la vida se sostenga y pueda continuar y de ahí que no tenga sentido estar ansioso acerca de estas cosas.

Parte de la vida del cada ser humano es que tenemos que trabajar, ganar dinero y salir adelante por nosotros y por nuestros hogares, pero lo que no debemos hacer es angustiarnos pensando que de repente no vayamos a tener lo suficiente para mantenernos; es en esos momentos que debemos tener presente que fuimos rescatados del mundo y de una vana manera de vivir, para vivir la vida de Cristo a través de nosotros, con todas las promesas que el Padre Celestial nos ha provisto en su Hijo, nuestro Salvador.

Como hijos de Dios y creyentes en Jesucristo nuestro deber es confiar en plena dependencia de Dios, que es el que hace crecer las semillas en la tierra para dar alimento a todo ser viviente. Hay una providencia de Dios en aquellos aspectos que no podemos controlar después de sembrar; de la misma manera que las aves encuentran su comida y sólo tienen que tomarla, así también nosotros tenemos todo lo que necesitamos en las Palabras de vida eterna que han salido del corazón del Padre Celestial y de su Hijo Jesucristo y que son reveladas y cinceladas por el Señor el Espíritu Santo en nuestros corazones.

Salmos 46:1-3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Dios es nuestro amparo y fortaleza. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en todos los problemas. Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca, y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia.

Y si nuestro Padre celestial cuida de las aves con las que tiene una relación de providencia general, ¡cuánto mayor tiene que ser necesariamente su cuidado de nosotros que somos sus hijos! Si pensamos así desparecerán la ansiedad y la preocupación. Con relación al cuerpo, tenemos que considerar un hecho de la naturaleza, los lirios del campo, cómo crecen misteriosamente, lo bellos que son; pero ni Salomón con todo su esplendor se vestía como uno de ellos (para los judíos era proverbial la gloria de Salomón). Y si la hierba del campo que tiene una vida efímera, porque era cortada y se dejaba secar para usarla como combustible para el horno del pan, Dios la viste así, ¿qué no hará con nosotros y por nosotros que nos ha hecho sus hijos por medio de Cristo?

Aquellos que no aman a Dios, aquellos que aman el mundo y son del mundo buscan con afán muchas cosas, su deseo está en los deleites y placeres de la carne, pero Dios conoce la necesidad de sus hijos y espera de nosotros que actuemos en la fe que nos ha sido dada. El paso a seguir para nuestras vidas es admitir que la preocupación es una tentación común en la vida de todas las personas, pero para el cristiano, es absolutamente contrario a la fe en Cristo.

Filipenses 4:6-7. La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH). Nada debe angustiarlos; al contrario, en cualquier situación, presenten a Dios su deseos, acompañando sus oraciones y súplicas con un corazón agradecido. Y la paz de Dios, que desborda toda inteligencia, guardará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.

Algunas enfermedades físicas están directamente relacionadas a la preocupación y muchos casos de alcoholismo, de adicción a las drogas y a otros vicios son síntomas de la preocupación. Es muchas veces por causa de la preocupación que muchos toman decisiones necias, decisiones equivocadas, cayendo en consecuencias dolorosas y otras veces terribles como el suicidio.

La preocupación es un arma devastadora que utiliza el diablo para dañar el alma de las personas, pero aún más importante es lo que la preocupación le hace a su corazón. Cuando caemos en preocupación extrema le estamos diciendo a Dios que no creemos que podemos confiar en Él, ni mucho menos que nos pueda ayudar a salir de nuestra situación o de nuestra condición.

La preocupación ataca a las personas para que no crean a Dios y a sus promesas; cuando el ser humano se preocupa, está escogiendo ser dominado por sus circunstancias en vez de la verdad de Dios. Los acontecimientos y las pruebas de la vida son mínimos en comparación a la grandeza de la salvación.

Dios nos da el glorioso regalo de la vida eterna, vivamos en la luz de su evangelio y en el gozo presente que nos produce el que Cristo este en nuestros corazones, usando los recursos que Dios provee por su Espíritu Santo. Cada momento en el presente en Jesucristo es lo que poseemos para la eternidad, pues Dios no permite a ninguno de nosotros vivir el mañana hasta que se convierta en hoy.

Nuestro deber es poder llegar a entender que Dios nos da la fuerza un día a la vez, nos da lo que necesitamos, cuando realmente lo necesitamos y no nos carga excesivamente: Dios nos da de su gracia en la hora en que la necesitamos, en su tiempo perfecto.

Hebreos 13:8. RV1960. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”.

Significa que el Padre Celestial seguirá haciendo mañana lo mismo que hizo ayer. Si tenemos alguna pregunta sobre el futuro, miremos todo lo que Dios ha hecho en el pasado. ¿nos ha sostenido hasta ahora? No nos preocupemos porque Él nos sostendrá en el futuro también. Las tensiones y la ansiedad son elementos inherentes a la vida de todo ser humano. ¿Quién no las ha enfrentado?

¿Cuál es el plan de Dios para nosotros al respecto? Que sepamos salir al paso de estas situaciones que golpean nuestras vidas y nuestras familias e impiden nuestro crecimiento personal y espiritual. Dios nos ha llamado a superar el temor, dándonos por sentado que Él siempre estará con nosotros. Por esa razón, vencer las tensiones y la ansiedad puede ser una realidad para cada uno de nosotros. Por estas razones que hemos visto anteriormente, apropiémonos de todas las promesas de Dios para nosotros.

Aunque todos aquellos que estaban cerca de nosotros nos abandonen en las crisis, Dios permanecerá fiel por siempre. Salmos 27:10. Dios habla hoy (DHH). Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tu, Señor te harás cargo de mí.

En la vida hay tantas circunstancias que quieren robarnos la paz que Dios ha depositado en nuestros corazones. No podemos evitar que estas cosas vengan a nuestra vida, pero si podemos evitar que estorben nuestro caminar. Debemos valorar los momentos de quietud y tranquilidad, porque Dios responderá cuando le llamemos. La verdadera bendición y vida eterna es vivir para Cristo y rendirnos sólo a Él, a su voluntad y propósito para nuestras vidas; no estamos solos, Dios es la fuente de todo bien y don perfecto.

Las tribulaciones nos vienen como la escuela de Dios en la formación del carácter. Las pruebas, los conflictos y las dificultades son las herramientas a través de las cuales vamos afinando el propósito de Dios en nuestra vida. Las tribulaciones producen paciencia y la paciencia es la cualidad que no se da por vencida, es la determinación a permanecer firmes a pesar de los conflictos. Permanecemos firmes mientras las tribulaciones van obrando en nuestra vida interior y es en esta etapa de firmeza que se va desarrollando el carácter de Cristo en nuestros corazones.

El gloriarse en las tribulaciones es el resultado de entender que los hijos de Dios nos amparamos en las promesas que son fieles y esta confianza produce esperanza, y esta esperanza no nos desilusiona por cuanto en el camino vamos experimentando la presencia del amor de Dios que nos sostiene. Este es el amor de Dios que nos acompaña en medio de las tribulaciones y de cada circunstancia que enfrentamos a diario, es la presencia de Dios por medio del Espíritu Santo que nos conforta.

No permitamos que el enemigo nos robe la paz que Dios quiere depositar en nuestra vida, no permitamos que el temor nos robe la confianza de que Dios es nuestra fortaleza. Practiquemos la fe verdadera en la palabra del Señor y comencemos a confiar plenamente en El, pues El jamás nos defraudara.

Es por tal razón que los hijos de Dios se mantienen de pie en medio de todas las tribulaciones que se presentan; ahora bien, es de rodillas y con un corazón rendido y postrado ante Dios que estamos sentados juntamente con Cristo en el mundo espiritual, en la paciencia y firmeza estamos de pie ante todas las adversidades y circunstancias.

La esperanza es la confianza de que no estamos solos en la batalla y en los conflictos, la esperanza no avergüenza ni nos desilusiona, porque las tempestades de afuera que nos azotan no pueden minar la fortaleza de un carácter probado en el interior del creyente.

Vienen las tribulaciones y nosotros seguimos firmes, vienen las pruebas y nosotros seguimos confiados. Vienen los conflictos y nosotros seguimos de pie. Por consiguiente, la cuestión no es si es la verdad que el Señor nos llevará a un estado de paz, sino si nosotros lo creemos verdaderamente en nuestro corazón y en nuestra alma. Es por eso que el Señor nos asegura mediante el profeta Jeremías:

Jeremías 17:7-8. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.

El gozo del Señor es nuestra fortaleza. Dios no sólo quiere que estemos en paz con Él, sino que, además, experimentemos el gozo que el Espíritu Santo produce por su presencia en nosotros como creyentes. Ese gozo del Señor es nuestra verdadera fortaleza. El gozo verdadero, es la misma presencia del Espíritu Santo en el espíritu y en el corazón de los hijos e hijas de Dios.

Leemos en Nehemías 8:10. El gozo del Señor es vuestra fortaleza. En eso consiste el reino de Dios en nuestras vidas.  Romanos 14:17. Reina Valera 1960. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Refugiémonos en Dios, él es todo suficiente para nosotros, busquémosle en el lugar secreto, porque él no nos rechazará, él es un buen Padre, amoroso, compasivo y protector, sólo el Señor conoce nuestro corazón, nuestra condición, nuestra situación y nuestras intenciones, dejemos que sea el tomando el control de nuestras vidas y circunstancias, él sabe lo que mejor nos conviene para nuestro bien.

Cuando Dios está de nuestro lado, no debemos de temer a nadie, ni a nada: Dios el Padre Celestial, Dios su Hijo Jesucristo y Dios el Señor el Espíritu Santo, son lo mejor de nuestra existencia, en esta vida y en la otra; el Padre Celestial nos creó en Jesucristo para que vivamos con él por la eternidad, él es nuestro refugio y nuestro protector. Bendiciones.

La Idolatría-


Éxodo 20:2-3. Palabra de Dios para Todos (PDT). Yo soy el SEÑOR tu Dios que te rescató de Egipto donde eras esclavo. No adores otros dioses además de mí.

Deuteronomio 5:29. Dios Habla Hoy (DHH). ¡Ojalá piensen siempre de la misma manera, y me honren y cumplan mis mandamientos todos los días, para que tanto ellos como sus hijos tengan siempre una vida dichosa!

Cuando apareció el Señor Jesucristo en medio de nosotros, vino a cumplir con la comisión del Padre Celestial, encargo que cumplió a cabalidad para poder rescatarnos de la condenación y de la muerte eterna; Él vino a liberarnos de nuestra mala manera de vivir, vino a cambiar nuestra condición y nos dejó al Señor el Espíritu Santo para enseñarnos y ayudarnos a entender la realidad de nuestras vidas, la realidad de nuestra existencia.

Veamos una realidad existencial que aplica a todo ser humano sin importar la condición, ni la creencia; en nuestro ser hay una necesidad de adorar, es algo que viene con nosotros, el dilema del ser humano es poder comprender esta realidad, el asunto es que podamos hacer lo correcto para vivir de acuerdo para lo que fuimos creados en esta tierra; porque si lo hacemos de esa manera y nos dejamos guiar, veremos una vida fructificada.

La idolatría ataca directamente el propósito de la adoración en los seres humanos y distorsiona la realidad espiritual en la mente y el corazón de los seres humanos; lo más importante que debemos entender de este tema que vamos a estudiar el día de hoy, es ver lo que es adorar y lo que significa realmente adoración para nosotros y así comprender también lo que es la idolatría, cómo afecta a las personas y las consecuencias que trae consigo, ya que no solamente es hacer y adorar imágenes, la idolatría va mucho más allá de esto.

Juan 4:23-24. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

La adoración es en realidad un estado espiritual, una forma de vida en la que desarrollamos un reconocimiento a Dios, nuestro Creador, y en la que desarrollamos una comunión íntima y constante. La verdadera adoración es un amor desbordado que sale de lo más profundo de nuestro ser, que sale de nuestro corazón y que va dirigido a nuestro Padre Celestial.

2 Crónicas 16:8-9. La Biblia de las Américas (LBLA). ¿No eran los etíopes y los libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el Señor, El los entregó en tu mano.  Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti.

Aquel que conoce a Dios en la intimidad y en su vivencia diaria será un excelente candidato para ser un verdadero adorador. Es verdad que nos debemos congregar para glorificar a Dios y llevar una vida de templo, pues esto es agradable a Él, pero solo cuando aprendemos a adorarlo en todo momento y en todo lugar, vamos en camino para convertirnos en verdaderos adoradores. Una vida de adoración es aquella que se manifiesta en todas las cosas y en todas nuestras relaciones de acuerdo a la voluntad del Padre Celestial, eso realmente es adorar, eso es realmente amar a Dios.

Salmos 40:8. Dios Habla Hoy (DHH). A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón!

Mateo 22:34-40. Nueva Biblia al Día (NBD). El mandamiento más importante. Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos. Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta pregunta: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.

Juan 14:15. Traducción en lenguaje actual (TLA). Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos.

1 Juan 2:15-17. Dios Habla Hoy (DHH). No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas. Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.

A continuación, veamos los significados los diferentes diccionarios.

Adoración, heb. generalmente shâjâh, "inclinación", "adoración"; âtsab; segid; gr. generalmente latréia, "servicio" [religioso], "culto"; latréuÇ, "servir", especialmente en relación con las formas externas de adoración; proskunéin, "postrarse", "besar" [como adoración]; proskunéÇ, "rendir obediencia [reverencia]", "postrarse". Actitud de humildad, reverencia, honor, devoción y adoración que señalan adecuadamente las relaciones entre los seres creados y su Creador, particularmente en su presencia.  

La Biblia enseña que tal adoración es debida sólo al único Dios verdadero (Éxodo 20:1-5; 34:14; Mateo 4:10). Los ángeles, aunque son seres celestiales, no deben ser objeto de adoración.

Apocalipsis 19:10. Dios Habla Hoy (DHH). Me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: No hagas eso, pues yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y tus hermanos que siguen fieles al testimonio de Jesús. Adora a Dios.

Deuteronomio 6:4-6. Nueva Biblia al Día (NBD). Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.

Lucas 4:8. Nueva Biblia al Día (NBD). Escrito está: Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él.

No vivir en el plan y el propósito para el cual fuimos creados nos lleva hacia la idolatría; sólo encontramos dos posiciones espirituales en las que podemos estar: una es estar sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales y la otra es en el mundo dentro del reino de las tinieblas, en el pecado. 

Juan 3:19. RVR1960. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

Veamos lo que es en realidad la idolatría

En sentido propio y clásico, idolatría es la adoración o el culto que se tributa a entidades, objetos, imágenes o elementos naturales que se consideran dotados de poder divino, o también a divinidades falsas, vanas apariencias. Sin embargo, la idolatría va mucho más allá de las figuras externas que se puedan hacer y adorar, es un acto del corazón del ser humano rendido hacia un objeto, una persona o otro ser que ocupe el primer lugar en nuestros corazones; ese primer lugar le corresponde sólo a Dios, a nuestro Creador, a nuestro Padre Celestial, a nuestro Señor Jesucristo, a nuestro Señor el Espíritu Santo.  

Ídolo Heb תְּרָפִים, Terafim, ídolo de familia, ídolo doméstico, estatua, ídolo, terafín, máscara cultica, símbolo divino. Este vocablo en semítico occidental adquiere la forma básica de tarpi. Su significado fundamental es espíritu o demonio, el término figura en el hebreo bíblico 15 veces, dioses falsos que incitan a quitar toda la adoración y servicio a Dios. ¿Qué es un ídolo? Un ídolo es una imagen, una representación de algo o un símbolo, material o imaginario, que es objeto de devoción fervorosa; en términos generales, la idolatría es la veneración, amor, culto o adoración de un ídolo.

De acuerdo con el uso bíblico, idolatría incluye tanto la adoración de falsos dioses en diversas formas como la adoración de imágenes. Otros asuntos y prácticas son tomados como idolatría como se observa dentro del Nuevo Testamento, como la glotonería (Filipenses 3:19. La Biblia de las Américas (LBLA). Cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales) y actitudes como la codicia o avaricia (Efesios 5:5 La Biblia de las Américas (LBLA). Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios), lo que está en armonía con el énfasis espiritual en el Nuevo Testamento. 

Así, idolatría es toda forma de adoración, reverencia, culto que se hace a objetos sagrados, personas, instituciones, o cualquier otra cosa que tome el lugar de Dios o que disminuya el honor que le debemos dar. Idolatría, en el sentido de este estudio, es la desviación de la verdadera adoración a Dios. El ser humano cambia la gloria del verdadero Dios por dioses sustitutos que él mismo hace. Pone la vergüenza en lugar de la gloria, la corruptibilidad en el lugar de la incorruptibilidad, las mentiras en lugar de la verdad.

Entremos al contexto bíblico de la idolatría que se practicó desde muy temprano en la historia. Los antepasados inmediatos de Abrahán "servían a dioses extraños" (Josué 24:2). Satanás estimuló el hombre a exaltarse a sí mismo. En lugar de que los seres humanos reconocieran que fueron hechos a imagen de Dios, hacen dioses para sí de su propia imagen y se rebajan al punto de adorar aves, insectos y otros animales.

Los patriarcas se dedicaron a la adoración monoteísta de Dios, pero miembros de sus familias fueron influidos a veces por la idolatría (Génesis 31:30, 32-35; 35:1-4).  Fue un pecado frecuente en Israel (Deuteronomio 32:16; 2 Reyes 17:12; Salmos 106:38) y una preocupación más que pasajera en la iglesia cristiana primitiva (1 Corintios 12:2).

Es por eso que Dios fue muy claro con este asunto de la idolatría como lo vemos en el siguiente capítulo de Deuteronomio.

Deuteronomio 4:1-2, 9-31, 39-40. La Biblia de las Américas (LBLA). Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los decretos que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, el Dios de vuestros padres, os da. No añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni quitaréis nada de ella, para que guardéis los mandamientos del Señor vuestro Dios que yo os mando.

Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. Recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb, cuando el Señor me dijo: “Reúneme el pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos.”

Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego hasta el mismo cielo: oscuridad, nube y densas tinieblas. Entonces el Señor os habló de en medio del fuego; oísteis su voz, sólo la voz, pero no visteis figura alguna. Y El os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. Y el Señor me ordenó en aquella ocasión que os enseñara estatutos y decretos, a fin de que los cumpliérais en la tierra a la cual vais a entrar para poseerla.

Advertencia contra la idolatría

Así que guardaos bien, ya que no visteis ninguna figura el día en que el Señor os habló en Horeb de en medio del fuego; no sea que os corrompáis y hagáis para vosotros una imagen tallada semejante a cualquier figura: semejanza de varón o hembra, semejanza de cualquier animal que está en la tierra, semejanza de cualquier ave que vuela en el cielo, semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que hay en las aguas debajo de la tierra. No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que el Señor tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Pero a vosotros el Señor os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais pueblo de su heredad como lo sois ahora. Y el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que el Señor tu Dios te da por heredad. Porque yo moriré en esta tierra, no cruzaré el Jordán; mas vosotros pasaréis y tomaréis posesión de esta buena tierra. Guardaos, pues, no sea que olvidéis el pacto que el Señor vuestro Dios hizo con vosotros, y os hagáis imagen tallada en forma de cualquier cosa que el Señor tu Dios te ha prohibido. Porque el Señor tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.

Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido largo tiempo en la tierra, y os corrompáis y hagáis un ídolo en forma de cualquier cosa, y hagáis lo que es malo ante los ojos del Señor vuestro Dios para provocarle a ira, pongo hoy por testigo contra vosotros al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla. No viviréis por mucho tiempo en ella, sino que seréis totalmente destruidos. Y el Señor os dispersará entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde el Señor os llevará. Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.

Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. En los postreros días, cuando estés angustiado y todas esas cosas te sobrevengan, volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz. Pues el Señor tu Dios es Dios compasivo; no te abandonará, ni te destruirá, ni olvidará el pacto que El juró a tus padres.

Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.  Así pues, guardarás sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno hoy, a fin de que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues tus días sobre la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre.

Todos los pueblos con los que el antiguo Israel se relacionó practicaban la idolatría en los sentidos mencionados. En el antiguo Egipto se acostumbraba representar a los dioses en forma de animales (toro, halcón, etc.) o con forma humana y algunas características animales (hombre con cabeza de chacal o de toro). Se acostumbraba también adorar al faraón, quien se suponía que al morir se reunía con los dioses. Por último, algunos animales, tales como los cocodrilos del Nilo, también recibían culto en Egipto.

Contra estas idolatrías impotentes se dirigieron las plagas que Dios envió antes del éxodo. En Mesopotamia, los ídolos con forma de animales eran más escasos; preferían imágenes con forma humana, hechas de madera y cubiertas de oro (Daniel 2.31-45). En Persia había una multitud de dioses, cada uno con su propia imagen. Pero con el tiempo la religión persa se fue concentrando en el dios Ahura-mazda, al que se presentaba como un hombre con alas de ave.

Los egipcios, por su parte, adoraban a las estatuas que representaban a sus dioses; en la parte más santa de sus templos se hallaba el emblema de un dios o de un animal divinizado. El paganismo cananeo era popular por causa de sus bajas normas éticas en contraste con las elevadas de la religión hebrea, y la religión más exigente a menudo era abandonada por la adoración más fácil de Baal.  El problema de la idolatría era tan grave en la antigüedad que los primeros dos mandamientos del Decálogo se ocupan en forma muy definida de esta fase de la vida religiosa (Éxodo 20:3-6). 

Durante el período del éxodo hubo dos violaciones notables de estos mandamientos: primero fue la adoración del becerro de oro; segundo, la apostasía en Sitim, donde Israel cayó en las prácticas licenciosas de la idolatría moabita (Números  25:1-2).  Desde la conquista de Canaán hasta la cautividad babilónica, la idolatría fue una modalidad persistente y desmoralizadora en la experiencia de Israel.  En el período más temprano se repetía una y otra vez este esquema: Israel caía en la idolatría y era víctima de la agresión (Salmo 106); luego surgía un juez que lo liberaba y restablecía el culto al Dios Verdadero. 

La vacilación entre la adoración al Dios de Israel y la idolatría prosiguió durante el tiempo de los reyes, con frecuencia fortalecida por alianzas políticas y casamientos con paganos. En esos tiempos la batalla contra los ídolos fue encabezada por profetas: Elías desafió al idólatra Acab; Amós previno al pueblo de que la cautividad sería el resultado de la adoración a dioses falsos; Oseas denunció el "becerro de Samaria"; Isaías ridiculizó la locura de adorar la obra de las propias manos; Jeremías predijo el castigo divino como resultado de la adoración de ídolos; Ezequiel anunció la desolación del país por causa de la idolatría.

La repetición de estas advertencias es muy frecuente, lo que indica la seriedad del problema en tiempos del Antiguo Testamento. Durante el cautiverio, los israelitas aprendieron la lección con respecto a la idolatría. Su rechazo de las imágenes llegó a ser tan fuerte y duradero que siglos más tarde consideraron que aun los estandartes romanos los contaminaban; y hasta llegaron a destruir el águila de oro del templo de Herodes. Hicieron todo esfuerzo posible por aislarse de cualquier influencia que pudiera inclinarlos hacia la idolatría. 

La nueva adoración en la sinagoga, que era muy común en tiempos del Nuevo Testamento, fue una protección efectiva contra la influencia extranjera. Los conversos del paganismo en tiempos del Nuevo Testamento estaban en constante peligro de recaer en la idolatría, por lo que hay muchas advertencias contra ella (1 Corintios 5:10, 11; 6:9; 10:7; Efesios 5:5; Apocalipsis 21:8; 22:15). 

Formas de idolatría

Los actos de idolatría mencionados en la Biblia incluyen diversas prácticas repugnantes tales como:

1. Prostitución ceremonial, sacrificio de niños, embriaguez y autoflagelación, hasta sangrar (1 Reyes 14:22-24; 18:28; Jeremías 19:3-5; Oseas 4:13,14; Amos 2:8).

2. Veneración de ídolos, compartiendo con ellos el alimento y bebida en fiestas o ceremonias en su honor (Éxodo 32:6; 1 Corintios 8:10).

3. Encorvarse, arrodillarse, postrarse y ofrecer sacrificios a los ídolos, cantar y danzar y aún besarlos (Éxodo 32:8,18-20; 1 Reyes 19:18; Oseas 13:2).

4. También se practicaba la idolatría al preparar una mesa con comidas y bebidas para los falsos dioses, haciendo ofrendas de pasteles y humo (incienso) sacrificial, y llorar en la ceremonia religiosa (Isaías 65:11; Jeremías 7:18; 44:17; Ezequiel 8:14).

5. La idolatría también consistía en la adoración de los cuerpos celestiales (astrología), como la luna, el sol y las estrellas (Ezequiel 8:16; Deuteronomio 4:15,19; 17:2,3; 2 Reyes 17:16).

6. Adoración de animales, ángeles, demonios y hombres (Salmos 106:19,20,28; Apocalipsis 9:20).

7. la práctica de idolatría también consistía en sacrificar el hijo en el fuego, consultar adivinos (tarot, suerte, etc.), sortílego (astrología), brujos y hechiceros, hacer conjuros, servir de médium espiritistas, y consultar a los muertos (Deuteronomio 18:10-14).

Desde la antigüedad hasta nuestros días, la idolatría constituye una afrenta al Dios verdadero y la naturaleza humana sigue siendo la misma. La inclinación de la naturaleza carnal es por la práctica de la idolatría, mediante la creación de sus propios “dioses”. Es lamentable saber que aún hoy los animales, los hombres, la naturaleza y el propio Satanás sean adorados.

En nuestros tiempos se puede constatar formas encubiertas de la idolatría, como la excesiva importancia dada a determinados valores, como el dinero, la fama, las ambiciones personales, valores que eventualmente se transforman en verdaderos “dioses” que son entronizados en el corazón de los adoradores, que en la teoría se dicen monoteístas, pero en la práctica son auténticos politeístas.

Hoy se levantan ídolos de los actores, de los artistas, de los cantantes, de todas las estrellas de la farándula mundial, de los deportistas, de personas que han logrado posiciones económicas, sociales y religiosas en este mundo, estamos viviendo en la actualidad en un mundo saturado por una idolatría moderna que afecta todos los sentidos físicos de las personas. 

Hay otra clase de idolatría que es el narcisismo también, idolatría al yo, un amor de si mismos exagerado y distorsionado, las personas hacen un culto a su cuerpo, a su intelecto, a su ego, a sus logros; realmente vivimos tiempos peligrosos de cumplimiento de la Palabra de Dios.

Mateo 6:24. La Biblia de las Américas (LBLA). Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

1 Corintios 10:14. La Biblia de las Américas (LBLA). Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

1 Pedro 4:3. RVR1960. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

Nuestro Señor Jesucristo nos ha dejado la siguiente advertencia y el camino del arrepentimiento. Llenemos nuestra mente y nuestro corazón con conceptos claros y correctos acerca de nuestro Señor Jesucristo y la salvación en él por medio de la Palabra de Dios, con la ayuda y la guía de nuestro Señor el Espíritu Santo. Él es la imagen del Dios invisible, expresamente la imagen misma de su sustancia. Él es el verdadero antídoto contra la idolatría cuando realmente lo conocemos, cuando realmente le amamos y lo servimos con un corazón sincero. 

Edifiquémonos sobre el fundamento profundo de su obra consumada en la cruz. Determinemos decididamente de una vez por todas que Cristo Jesús ha realizado todo lo necesario para presentarnos sin mancha ante el trono de Dios.

Aceptemos que la fe sencilla como la de un niño es lo único que se requiere para gozar de todos los beneficios de la obra de Cristo. No dudemos que, teniendo fe, somos completamente justificados a los ojos de Dios.

Sobre todo, permanezcamos en comunión continua con el Señor el Espíritu Santo, permanezcamos en él diariamente, en su Palabra, confiemos en él diariamente, apoyémonos en él diariamente, vivamos para él diariamente, tomemos de su plenitud diariamente. 

Demos el lugar que le corresponde en nuestros corazones, al Padre Celestial, al Señor Jesucristo y al Señor el Espíritu Santo, para que el coloque el correcto orden de prioridades en todos nuestros asuntos y de esa manera poder vivir la vida correcta que agrada a Dios. Bendiciones.

Conociendo a Dios en lo íntimo-


Juan 17:1-3. Dios Habla Hoy (DHH). Después de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: Padre, la hora ha llegado: glorifica a tu Hijo, para que también él te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo autoridad sobre todo hombre, para dar vida eterna a todos los que le diste. Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.

Ha sido siempre el anhelo de nuestro Padre Celestial que la humanidad se acerque a Él, le busque y le conozca. Ha sido el hombre quien a través de la historia ha tenido una actitud de alejarse de él, que para nada sorprende, pues fue iniciada en el Jardín del Edén desde el momento mismo de la caída.
Jeremías 9:23-24. Nueva Traducción Viviente (NTV). Esto dice el Señor: No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su poder, o el rico, de sus riquezas. Pero los que desean jactarse que lo hagan solamente en esto: en conocerme verdaderamente y entender que yo soy el Señor quien demuestra amor inagotable, y trae justicia y rectitud a la tierra, y que me deleito en estas cosas. ¡Yo, el Señor, he hablado!

Conocer a Dios es tener un íntimo conocimiento práctico de su intervención en nuestro diario vivir, en medio de cada situación y en medio de cada circunstancia que enfrentamos; para aquellos a quienes Dios nos buscó y alcanzó en su amor y misericordia, hay una gran necesidad de que podamos llegar a conocer al Padre Celestial en todos sus aspectos, deseamos verlo obrando en todos nuestros asuntos, deseamos tener una comunión constante. En el tema de estudio de hoy vamos a profundizar en esto para poder llegar a conocerlo aún más de lo que lo hayamos hecho hasta ahora: ese es nuestro objetivo

Pero dentro de nuestro ser hay un vacío existencial que anhelamos que sea llenado de la manera correcta, pero ahí es dónde viene el dilema del ser humano, que sólo puede ser llenado por nuestro Señor Jesucristo y el Señor el Espíritu Santo. Ese vacío en la humanidad apareció cuando nuestros primeros padres Adán y Eva decidieron entrar en la desobediencia haciendo caso de la tentación que les presentó el diablo en el jardín del Edén; fue entonces cuando Dios se apartó de la raza humana por la entrada del pecado y la llegada de la maldición, pero esto fue también el inicio para nuestra redención por nuestro Salvador, el Mesías, nuestro hermano mayor y Señor Jesucristo.

Mateo 11:27. Traducción en lenguaje actual (TLA). A los que estaban allí les dijo: Mi Padre me ha dado todo, y es el único que me conoce, porque soy su Hijo. Nadie conoce a mi Padre tan bien como yo. Por eso quiero hablarles a otros acerca de mi Padre, para que ellos también puedan conocerlo.

Juan 14:8-10. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Pero conocer a Dios no es lo mismo que conocer acerca de Dios; conocer acerca de Dios es saber teología, tener religión, es tener un conocimiento general de la Biblia, es tener conceptos e ideas adquiridas o preconcebidas desde nuestro punto de vista humano, es tener cómo hábitos ciertos ritos religiosos, es creer que siendo parte de una congregación o determinado grupo religioso, ya lo conocemos, todo lo anterior es muy necesario y es parte de estar en comunión y de alcanzar un estilo de vida que nos acerque más a él; todo lo anterior es muy importante, pero para conocerlo debemos tomar algunas acciones y actitudes sencillas y que son ley espiritual.

Primero veamos que nuestro Padre Celestial es Espíritu y debemos buscarlo en espíritu y verdad, porque los únicos beneficiados somos nosotros al hacerlo, es la manera de poder tener esa comunión que anhelamos y necesitamos. Dios nunca va a dejar de ser Dios, el es el Creador de todo lo que existe, y el camino de nuestra salvación y de nuestra redención está marcado para darnos vida eterna y la correcta forma de conducirnos en esta tierra con nuestros semejantes y con nosotros mismos, es la manera correcta de llevar una estrecha relación con el Padre Celestial.

Juan 4:22-24. Traducción en lenguaje actual (TLA). Ustedes los samaritanos no saben a quién adoran. Pero nosotros los judíos sí sabemos a quién adoramos. Porque el salvador saldrá de los judíos. Dios es espíritu, y los que lo adoran, para que lo adoren como se debe, tienen que ser guiados por el Espíritu. Se acerca el tiempo en que los que adoran a Dios el Padre lo harán como se debe, guiados por el Espíritu, porque así es como el Padre quiere ser adorado. ¡Y ese tiempo ya ha llegado!

Juan 5:25. Traducción en lenguaje actual (TLA). Una cosa es cierta: ahora es cuando los que viven alejados de Dios me oirán a mí, que soy su Hijo. Si me obedecen, tendrán la vida eterna.

A continuación, veamos lo que los diccionarios nos pueden decir.

Concordancia Strong H3045 yada (יָדַע), saber, entender, comprender, conocer.  En esencia, yada significa, saber por observación y reflexión, y saber por experiencia. Un ejemplo de la primera acepción sería Génesis 8:11, donde Noé «comprendió» que las aguas habían disminuido después de ver la hoja de olivo en el pico de la paloma; lo «supo» después de observar y reflexionar sobre lo que había visto. En efecto, no vio ni experimentó personalmente que las aguas habían menguado.

Concordancia Strong G601 ἀποκαλύπτω apokalúpto, quitar la cubierta. Revelar, descubrir, manifestar, revelar, venidero.

Concordancia Strong G1921 ἐπιγινώσκω epiginósko, conocer, reconocer. Por implicación familiarizarse por completo con, reconocer, bien conocido, comprender, conocer, entender, informarse, reconocer, saber.

Es así como en el caso del Faraón este niega conocer a Jehová y rehúsa reconocer su autoridad sobre él. Éxodo 5:2. Traducción en lenguaje actual (TLA). Pero el rey contestó: ¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que ustedes se vayan!

Veamos varios conceptos: «conocer» a Dios es lo mismo que temer y este temor es reverente, es un reconocimiento de quien es realmente Dios, es un reconocimiento a su santidad, a su amor, a su poder.

1 Reyes 8:43. La Biblia de las Américas. (LBLA). Escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre para que te teman, como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.

También «conocer» a Dios es lo mismo que servirle. 1 Crónicas 28:9 Dios Habla Hoy (DHH). Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo corazón y con buena disposición, porque el Señor examina todas las conciencias y distingue cualquier intención y pensamiento. Así que, si tú lo buscas, él permitirá que lo encuentres; pero si te apartas de él, te rechazará de una vez para siempre.

Y asimismo confiar se toma también como «conocer» a Dios. Isaías 43:10 Dios Habla Hoy (DHH). El Señor afirma: Ustedes son mis testigos, mis siervos, que yo elegí para que me conozcan y confíen en mí y entiendan quién soy. Antes de mí no ha existido ningún dios, ni habrá ninguno después de mí.

En contraste con este «saber» que es fruto de la reflexión, encontramos el «saber» que viene de la experiencia con los cinco sentidos, de examinar y demostrar, de reflexionar y considerar (saber de primera mano). Por tanto, yada se usa como un paralelismo sinónimo de «oír» (Éxodo 3:7)«percibir» (Génesis 18:21), y (Job 28:7). José informó a sus hermanos que uno de ellos tendría que permanecer en Egipto para que él pudiera «saber» si ellos eran o no hombres honrados (Génesis 42:33).

En el huerto de Edén, a Adán y Eva se les prohibió comer del árbol cuyo fruto les daría la experiencia del mal y, por ende, el conocimiento del bien y del mal. Por lo general, el corazón juega un papel importante en «saber» (comprender). Debido a que experimentaron la presencia sustentadora de Dios durante su peregrinaje en el desierto, los israelitas «comprendieron» en sus corazones que Dios les estaba disciplinando y cuidando como un padre vela por un hijo (Deuteronomio 8:5). Un corazón desviado puede estorbar esta comprensión (Salmo 95:10).

Dios se revela por la ley y la promesa. Dios no se dio a conocer por su nombre a Abraham, Isaac y Jacob, se les reveló mostrándoles que era el Dios del pacto. El pacto no se cumplió sino hasta el tiempo de Moisés. La declaración en Éxodo 6:3 sugiere que desde ahora él se revelaría por «su nombre»; los guiaría hasta poseer la tierra. Dios se da a conocer mediante hechos de revelación, por ejemplo, ejecutando juicio contra los impíos (Salmo 9:16) y liberando a su pueblo (Isaías 66:14). También se revela a través de la palabra hablada, por ejemplo, los mandamientos que dio a través de Moisés (Ezequiel 20:11) por las promesas como las que dio a David (2 Samuel 7:21)

Salmos 40:8. La Biblia de las Américas (LBLA). Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío, tu ley está dentro de mi corazón.

Salmos 37:4. Dios Habla Hoy (DHH). Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.

Para conocerlo debemos amarlo con sinceridad de corazón y mucha ternura, porque para aquellos que conocen al Señor desde la perspectiva divina no serán estériles y estarán llamados a dar fruto en todas las cosas en todo tiempo. Esa es la característica principal de los que conocen a Dios conforme a los deseos de su corazón, siempre estarán incubando algo nuevo con lo que puedan dar gloria al Padre Celestial.

Pero es muy importante para nosotros que no nos dejemos llevar por las emociones, la experiencia emocional no es conocer a Dios. Las emociones humanas juegan papeles muy importantes en la vida, estas nos fueron dadas como una parte esencial de nuestro ser. Esto es natural, y a menudo completamente sano, pero algunas personas se dejan llevar por las emociones y hacen cosas que no deberían hacer, para conocer a Dios; pero para conocerlo lo debemos hacer partiendo desde nuestro espíritu, con experiencias realmente espirituales. Las emociones pueden ser confusas, inciertas y aun peligrosas en ciertos momentos de nuestra vida.
Al respecto, el profeta Jeremías dice: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9. RVR1960). "El que confía en su propio corazón es necio…" (Proverbios 28:26). Está claro que confiar en los sentimientos o dicho de otra manera, el dejarse gobernar por ellos, pueden llevar a muchos a cometer grandes equivocaciones, las cuales nos pueden alejar del verdadero conocimiento de Dios.
Como hijos o hijas de Dios, estamos llamados a controlar nuestras emociones, bajo la dirección del Espíritu Santo, de manera que la Palabra Dios sea la fuente y el medio para conocer la verdad y no uno mismo. La Biblia revela esta verdad: "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jeremías 10:23 RVR1960).
Así que, a fin de conocer realmente a Dios, primero debemos entregar nuestra vida a Dios y recibir en nuestro corazón a nuestro Señor Jesucristo. Nada es más importante que entender esta verdad cuando se trata de conocer a Dios. Pero eso es apenas nuestros pasos iniciales en nuestra vida eterna, debemos tener ese tiempo de intimidad con Dios, pero aún más importante que tengamos un corazón con el deseo de buscarlo, de agradarlo, de amarlo, con un corazón que de reconocimiento de su amor, de su grandeza y de su poder.
Salmos 51:17. Traducción en lenguaje actual (TLA). Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.

Juan 14:6. Dios Habla Hoy (DHH). Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

Juan 1:12-13. Dios Habla Hoy (DHH). Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.

Juan 14:15. Traducción en lenguaje actual (TLA). Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos.

Una de las cosas que nuestro Señor Jesucristo nos vino a mostrar y a revelarnos es que a través de y del Señor el Espíritu Santo, podemos tener una relación de hijos con nuestro Creador, el Padre Celestial. La posibilidad de tener una relación así con Dios era inaccesible dentro del marco del Antiguo Testamento, esta fue una verdad revolucionaria cuando nos fue revelada por nuestro Señor Jesucristo.

Mateo 6:9. Traducción en lenguaje actual (TLA). Ustedes deben orar así: Padre nuestro que estás en el cielo: que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios.

Sin embargo, ésa fue exactamente la razón por la que Jesucristo vino a la tierra, para morir en la cruz por nuestros pecados y revelar al Padre celestial, para que usted y yo pudiéramos conocerlo más íntimamente. “Padre”, que aparece 245 veces en el Nuevo Testamento, fue la palabra favorita de Jesús para referirse a Dios; la mencionó catorce veces sólo en el Sermón del monte, y también utilizó este nombre para comenzar a orar (Mateo 5-7). El propósito de Dios es revelar que Dios no es solamente una fuerza trascendente en algún lugar del universo, sino más bien un Padre Celestial amoroso y personal que está profundamente interesado en los detalles de nuestra vida.

Cuando nos presentan a alguien por su nombre, así lo identificamos y empezamos a conocerlo en todas sus facetas haciendo en nosotros una imagen mental de quien realmente es, por lo que ha dejado ver de su vida, de sus decisiones y sus acciones. Muchas personas, no piensan que Dios sea un padre tan cercano, especialmente si se hallan viviendo en desobediencia. Pero la Escritura se refiere una y otra vez a Él como “Padre”. Las cartas de Pablo, por ejemplo, comienzan de esa manera, y el apóstol describe a los creyentes como una casa o una familia de Dios, los llama hijos de Dios y coherederos con Su Hijo Jesucristo (Romanos 8:17).

El nombre de Jesucristo nos fue dado para que veamos toda la autoridad del Padre Celestial delegada a nuestro Señor en los cielos y en todo lo que fue creado. Esto lo vemos en Filipenses 2:9-11 RVR1960. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Ahora veamos las maneras en que el Padre Celestial quiere que le conozcamos a través de su hijo Jesucristo.

1 Juan 3:8. Palabra de Dios para Todos (PDT). El que sigue pecando es del diablo, pues el diablo siempre ha pecado, por eso el Hijo de Dios vino para destruir las obras que hace el diablo.

Juan 10:10. Dios Habla Hoy (DHH). El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Lucas 4:16-21. Dios Habla Hoy (DHH). Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor. Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.

Nuestro Padre Celestial desea que le conozcamos con la ayuda de nuestro Señor el Espíritu Santo, como aquel que nos creó, como aquel que quiso rescatarnos de la condenación eterna en el lago de fuego por su perfecto amor, como aquel que nos ha adoptado por medio de su Hijo Jesucristo, el quiere que lo conozcamos como el que puede sanarnos, como el que puede librarnos de toda clase de esclavitud y tormento, como el que puede liberarnos de nuestros pecados y de toda mala manera de vivir, como aquel que nos puede dar el verdadero valor a nuestras vidas, como aquel que puede restaurarnos, como aquel que puede regenerarnos en todo el sentido de la palabra, como aquel que nos puede dar gozo y alegría verdaderos, como aquel Dios de misericordia que se deleita en amar, en perdonar, en protegernos, en pelear por nosotros, en hacer justicia, en bendecir, en instruir, en guiar, en pastorear, en hacernos útiles en sus manos, en darnos propósitos y en mostrarnos que nos hace parte de sus planes.

Juan 16:13-15. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Mateo 7:7-12 Dios Habla Hoy (DHH). Pedir, buscar y llamar a la puerta. Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan! Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas.

Él es quien está interesado en que todos nuestros asuntos estén de la mejor manera, el Padre Celestial quiere darnos lo mejor a nosotros sus hijos e hijas, pidamos en todo tiempo el poder estar en su presencia con un corazón conforme al de él, que podamos permitir que nuestro ayudador el Señor el Espíritu Santo nos pastoree hacia ese propósito. 

Recordemos a continuación las promesas que tenemos a este respecto en el siguiente texto bíblico y que con la ayuda divina podamos experimentar su presencia y conocerle como ese Padre amoroso y fiel que desea darnos lo mejor, que desea que nosotros y nuestras familias tengamos bienestar y disfrutemos de un futuro lleno de esperanza, que podamos ver su favor y su mano poderosa por todos nuestros asuntos.

Romanos 8:24-39. Dios Habla Hoy (DHH). Con esa esperanza hemos sido salvados. Sólo que esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues, ¿quién espera lo que ya está viendo? Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo sufriendo con firmeza. De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo.

La obra salvadora de Dios

Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito. A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio parte en su gloria.

¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos.  ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? Como dice la Escritura:

Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.

Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!

Bendiciones.