Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

El pecado nos hace daño°


La palabra pecado es mencionada en la Biblia aproximadamente 590 veces desde el libro del Génesis capítulo 4:7. RVR1960. Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el PECADO está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él; hasta el libro del Apocalipsis 18:5. RVR1960. Porque sus PECADOS han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

El pecado hace referencia a quebrantar la ley de Dios revelada en su Palabra. Se usa también como una expresión que se emplea para describir el efecto del pecado de Adán sobre toda su descendencia. La traducción literal es errar en el blanco. El origen del pecado se encuentra en la rebelión de Satanás en contra de Dios, en como su corazón se enorgulleció, en otras palabras el diablo es el padre del pecado como nos lo enseña el Señor Jesucristo.

En Ezequiel 28:11-19, vemos que fue Lucifer quien introdujo el pecado en el universo: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. (v. 17)”. No había pecado antes que Lucifer pecara y se convirtiera en Satanás.  Su pecado, el primero en el universo, fue cuando el eligió su voluntad por encima de la voluntad de Dios, deseando ser igual a Dios. 

Es por eso que para cada uno de cristianos en todas las naciones de la tierra es muy importante darle la relevancia del caso en nuestras vidas porque sus consecuencias se viven en esta tierra y son para toda la eternidad. Que mejor que estudiemos los textos de la Biblia acerca de este asunto y que sea Dios el Espíritu Santo enseñándonos, redarguyéndonos y ayudándonos para apartarnos de toda clase de pecado que nos puede separar de la presencia de Dios, que se alcanza cuando aceptamos al Señor Jesucristo como Señor y Salvador y le entregamos todo nuestro ser.

Así como hay pecado en la raza humana, debe haber habido un principio del pecado. Si no hubiese un principio para el pecado, el hombre hubiese sido creado en pecado, y entonces, Dios sería el creador del pecado; pero no lo es.  El pecado entró en la raza humana a través del engaño y la desobediencia, motivados por la incredulidad o la duda.  “Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión.” (1 Timoteo 2:14 RVA1960). 

Juan 8:43-45. Dios Habla Hoy (DHH). ¿Por qué no pueden entender ustedes mi mensaje? Pues simplemente porque no pueden escuchar mi palabra. El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira. Pero como yo digo la verdad, ustedes no me creen.

El pecado de naturaleza es la pre-disposición del ser humano y su inclinación a hacer cosas que se oponen a Dios y a su voluntad.  El   hombre y la mujer sin Dios están controlados por el diablo quien es dueño de su naturaleza, su mente y su corazón; su mente está en oscuridad y su corazón tiene tendencia a hacer lo malo (a cometer pecado). En 2 Corintios 4:4. RVR1960 dice: "en los cuales el dios de este siglo [el diablo] cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo".  En Efesios 4:18. RVR1960 dice: "teniendo el entendimiento oscurecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón". El ser humano nace predispuesto a pecar, esa es su naturaleza. Dios refiriéndose a la actitud del hombre en Génesis 8:21 dice: "porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud"; en el Salmo 51:5, el salmista dice: "He aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre".  El pecado está ligado al ser humano desde su niñez, en Proverbios 22:6. RVR1960 dice: "La necedad está ligada en el corazón del muchacho".

Romanos 5:12-21. Traducción en lenguaje actual (TLA). El primer pecado en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado, apareció la muerte en el mundo. Y como todos hemos pecado, todos tenemos que morir.  Antes de que Dios diera la ley, todo el mundo pecaba. Pero cuando no hay ley, no se puede acusar a nadie de desobedecerla. Sin embargo, los que vivieron desde Adán hasta Moisés tuvieron que morir, porque pecaron, aun cuando su pecado no fue la desobediencia a un mandato específico de Dios, como en el caso de Adán.

En algunas cosas, Adán se parece a Cristo. Sin embargo, no hay comparación entre el pecado de Adán y el regalo que Dios nos ha dado. Por culpa de Adán, muchos murieron; pero por medio de Jesucristo Dios nos ha dado un regalo mucho más importante, y para el bien de todos. El pecado de Adán no puede compararse con el regalo de Dios. El pecado de Adán hizo que Dios lo declarara culpable. Pero gracias al regalo de Dios, ahora él declara inocentes a los pecadores, aunque no lo merezcan. Si por el pecado de Adán, la muerte reina en el mundo, con mayor razón, por medio de Jesucristo, nosotros reinaremos en la nueva vida, pues Dios nos ama y nos ha aceptado, sin pedirnos nada a cambio.

Por el pecado de Adán, Dios declaró que todos merecemos morir; pero gracias a Jesucristo, que murió por nosotros, Dios nos declara inocentes y nos da la vida eterna. O sea, que la desobediencia de uno solo hizo que muchos desobedecieran, pero por la obediencia de Jesús, Dios declaró inocentes a muchos.

La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó. Y si el pecado reinó sobre la muerte, el amor de Dios reinó sobre la vida. Por eso Dios nos ha declarado inocentes, y nos ha dado vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo.

El pecado nos puede llevar al lago de fuego y azufre que arde por la eternidad. Cada uno de nosotros elegimos nuestro destino eterno: el cielo o el infierno. Dios ya ha realizado su gran obra de salvación a través de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario. Juan 3:16-21. Dios Habla Hoy (DHH). Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. "El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, y a ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, y a han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.

La Biblia nos muestra que tenemos al menos una cosa en común con cada hombre, mujer y niño que haya vivido alguna vez: Romanos 3:23. RVR1960. Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.

El pecado comienza en la mente. Lo que pensamos eventualmente se convierte en lo que hacemos. Proverbios 23:7a. RVR1960. Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Pero lo que sale de la boca, del corazón [mente] sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios [Sexto Mandamiento], los adulterios [Séptimo Mandamiento], las fornicaciones, los hurtos [Octavo Mandamiento], los falsos testimonios [Noveno Mandamiento], las blasfemias [Tercer Mandamiento]. Estas son las cosas que contaminan al hombre” Mateo 15:18-20. RVR1960.

Santiago 1:14-15 muestra que cuando los hombres tienen malos pensamientos, ellos eventualmente producirán malas acciones. “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte [la paga del pecado]”.

Pecar — quebrantar la ley espiritual de Dios — nos corta de Dios. “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro para no oír” Isaías 59:2. RVR1960. Y en libro de Jeremías 5:25 está escrito: “Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien”

Cuando permitimos que el pecado tome fuerza en nuestras vidas, nos lleva a la destrucción y es algo que, sencillamente, no podemos permitir. Dios desea que rompamos definitivamente con aquello que nos destruye. Él no ha hecho saber que necesitamos de su ayuda para ser transformados y Dios desea ayudarnos en este proceso.

Veamos diez cosas que son el pecado (Les invito a leer y estudiar cada una de la citas bíblicas para profundizar más sobre el tema):

1. Pecado es perder la marca, errar al blanco. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23.  Romanos 5:12. Pecado significa “no acertar con la divina puntería”

2. Pecado es Trasgresión. “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” 1 Juan 3:4La transgresión de la Ley puede ser casual o intencional.  Aun así, en ambos casos es pecado. Había pecado antes de la Ley, pero no era transgresiónNúmeros 4:15; Josué 7:11, 15; Isaías 24:5; Daniel 9:11; Oséas 6:7; Oséas 8:1.

3. Pecado es la distorsión de lo que es recto. “Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.” (2 Samuel 24:17). Romanos 1:18; 6:13; 2 Tesalonicenses 2:12; 2 Pedro 2:15; 1 Juan 5:17.

4. Pecado es rebelión contra Dios. “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí” (Isaías 1:2). 2 Tesalonicenses 2:4,8.

5. Pecado es una deuda.  “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12).  Lucas 11:4. Las palabras “debéis” (Juan 13:14) y “debemos” (2 Tesalonicenses 2:13) provienen todas de una misma raíz en el griego que denota deuda.

6. Pecado es desobediencia.  Pecado es una falta en responder a Dios. “En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Efesios 5:6; Juan 3:36.

7. Pecado es una desviación ante los requerimientos de Dios. Esto significa una caída; cada ofensa contra Dios es una caída.  Pecado es siempre una caída que hiere. “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial” (Mateo 6:14).  Gálatas 6:1; Romanos 5:15-20.

8. Pecado es incredulidad. “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” (1 Juan 5:10).

9. Pecado es impiedad. “Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.” (Romanos 4:5).  “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.” (Romanos 5:6). 1 Timoteo 1:9; 1 Pedro 4:18; 2 Pedro 2:5, 7; Judas 4,15.

10. Pecado es iniquidad.  Esto significa un proceder equivocado ante el orden moral del universo. “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gálatas 5:19-21). Colosenses 3:5-9; Marcos 7:19, 20.

Dios ha provisto un remedio de modo que el hombre no necesite sufrir la condenación eterna por sus pecados. Él envió a Su Hijo Jesucristo a este mundo para proveer una vía de escape para el hombre.

El Señor Jesucristo nació de la virgen María, quien concibió por el Espíritu Santo, este nacimiento virginal fue absolutamente necesario a fin de que Él naciera sin pecado y de este modo no heredar la naturaleza pecaminosa de Adán. Él es el único hombre sin pecado que ha existido. En la cruz sufrió voluntariamente la paga del pecado y satisfizo todas las demandas santas de Dios. Desde que la pena por el pecado ha sido pagada, Dios puede dar vida eterna a todo pecador que se confiesa como tal y recibe al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador. 2 Corintios 5:21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Cuando una persona confía en Cristo, esa persona es salva de la pena y del poder del pecado. Esto no significa que no cometerá más pecado, sino que quiere decir que todos sus pecados, pasados, presentes y futuros han sido perdonados y que nunca más será juzgado por ellos. Recordemos que todos nuestros pecados eran futuros cuando Cristo murió.

En Cristo, cada persona tiene el poder para vivir en victoria sobre el pecado en vez de vivir para los placeres, poder del pecado y Satanás. Por esto es que Cristo Jesús murió en la cruz. “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia” 1 Pedro 2:24.

Algunos dicen que las palabras “por siempre” y  “eterno” significan “una larga vida, una edad”,  en otras palabras, dicen que los pecadores culpables sufrirán el fuego del infierno solamente por un tiempo; y después de ser purificados, disfrutaran vida eterna con el resto de los santos de Dios.  Pero a esto decimos, “si el infierno y la condenación no son por siempre y eternos, entonces tampoco hay tal cosa como vida eterna, ni eterna salvación.”  Es que la misma palabra “eterna,” o “para siempre,” es usada para referirse a Dios, “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” Hebreos 9:14. “Pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe” Romanos 16:26.


La decisión de nuestro destino eterno está en nosotros mismos. Dios ya ha provisto el perdón de pecados y la salvación. Bendiciones.

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