Pero Jesús los reunió y les dijo: —Como muy bien
saben ustedes, los que gobiernan las naciones las someten a su dominio, y los
poderosos las rigen despóticamente. Pero entre ustedes no debe ser así. Antes
bien, si alguno quiere ser grande, que se ponga al servicio de los demás; y si
alguno quiere ser principal, que se haga servidor de todos. De la misma manera
que el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su
vida en pago de la libertad de todos. (BLPH Mt 20:25-28)
Empecemos viendo el contexto que el
mundo en general le ha dado al liderazgo y es una connotación de dominio y
sometimiento autoritario sobre los demás; eso se ve en todas las naciones, en
los gobernantes de las naciones, en el entorno de la política, en el entorno laboral,
en el entorno de los deportes, en el entorno familiar y así sucesivamente. Pero
es más notorio en el lado de la oscuridad, el lado de las tinieblas de la
humanidad, en los políticos y gobernantes corruptos, en los gobernantes
déspotas, autoritarios, que se convierten en dictadores y asesinos, en
genocidas, en las bandas criminales, en los grupos de narcotráfico y en general
en la gente malvada quienes se convierten en seres crueles y oscuros todo por
la obsesión del poder y del dinero.
A muchas personas les gusta tener poder
y dominio sobre los demás, sometiendo y manipulando a quienes puedan con tal de
obtener dinero, de obtener poder, de saber que pueden dominar a muchas personas
a su antojo, de saber que ya por la maldad de su corazón hasta asesinan aún a
su propia familia si es necesario. Todo esto va acompañado de que ese poder los
lleva a desbordarse, a desenfrenarse en cuanto a lo que se llama en la Biblia
como la concupiscencia de la carne, pasiones desordenadas, sexo lujurioso,
consumo de diferentes clases de drogas psicoactivas, de sectas oscuras, de
alcoholismo, pasando los límites de los valores morales, de los valores
familiares, de los valores éticos, pasando del valor de la vida humana.
Esto es normal dentro de la vida
cotidiana del ser humano en todas las naciones de la tierra, pero para esto
apareció el Hijo de Dios nuestro Señor Jesucristo, para deshacer todas las
obras del diablo en medio de la humanidad y explicando el verdadero sentido de
las Sagradas Escrituras que es lo que conocemos como la Biblia hoy en día. El
ser humano ha llegado al punto en estos últimos años de llamar a lo malo bueno
y a lo bueno malo, mostrando el resultado de la corrupción y decadencia de la
humanidad en general en unos tiempos de cumplimientos proféticos en donde la
ciencia y la tecnología han tenido avances enormes como lo declara el profeta
Daniel en su libro.
Ese deseo malvado, egoísta, prepotente
de poder, de obtener dinero y posesiones que el mundo ofrece hace que se nuble
la razón, hace que la luz de los corazones sea tinieblas y es tan notorio que
por sus frutos de maldad podemos verlos en todo momento, basta ver como se
relacionan con los demás, basta ver lo que hablan, lo que hacen y en el trato a
sus semejantes e inclusive en el trato que le dan a los animales y a su
entorno.
En este 2023 vemos a través de los
avances tecnológicos y de la internet a través de las diferentes plataformas y
redes sociales como en todos los países de la tierra ese reino de maldad se
esparce cuando las personas llenas de oscuridad ejercen poder y autoridad:
Guerras, rumores de guerras, genocidios, homicidios, narcotráfico, corrupción
en todos los niveles de vida, injusticias, manipulación, esclavitud laboral,
esclavitud sexual, explotación para la prostitución, trafico de órganos, en
fin, la crueldad desbocada.
Por dinero, por placer, por poder, se
hacen cosas perversas y que ya como humanidad en general hemos perdido toda
sensibilidad y empatía; pero como decía al comienzo que nuestro Señor
Jesucristo vino a salvar lo que se había perdido, el vino a deshacer todas las
obras del diablo, el vino a dar vida y vida en abundancia, el entregó su vida
en rescate de aquellos que son escogidos, de aquellos que hacen un alto en el
camino y entregan el su corazón a Dios.
Sal y luz hemos sido llamados por Dios y
tenemos una gran responsabilidad de ser canales de para que el Espíritu Santo
fluya a través de las vidas redimidas por el Cristo Eterno. Por eso tenemos la
instrucción de parte del Padre Celestial que nos dice: Por tanto, hermanos míos, les ruego por la
misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y
agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya
según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad
de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. Por
el encargo que Dios en su bondad me ha dado, digo a todos ustedes que ninguno
piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, cada uno piense de sí
con moderación, según los dones que Dios le haya dado junto con la fe. (DHH Ro 12:1-3)
Ahora bien, en lo que describo a grandes
rasgos es el liderazgo de la humanidad en la actualidad, es lo que vemos todos
los días, la gente piensa que, dominando, que tratando mal a los demás son
buenos líderes, pero en realidad están siguiendo la corriente del mundo. En el ámbito
laboral encontramos a dueños de empresa, jefes de área, gerentes, supervisores
y demás personas con personal a cargo quienes ejercen un dominio mal sano sobre
los demás, que manipulan, que se aprovechan de las necesidades de los demás,
que buscan sólo lo suyo pasando por encima de los demás, todos estos formados por
la escuela del mundo.
Pero para los hijos de Dios no está
permitido obrar de esa manera; como hijos e hijas de Dios, como pueblo de Dios
estamos llamado a hacer las cosas a la manera de Dios con un liderazgo de servicio,
un liderazgo de servicio, un liderazgo transformacional, un liderazgo empático,
u liderazgo lleno del amor de Dios y amor al prójimo. Sin embargo, este concepto
no es muy popular en el mundo y en gran parte de las iglesias cristianas,
porque muchos dicen militar en el camino de Dios pero siguen amoldados a las
costumbres y formas del mundo, e inclusive muchas personas que se dicen ser cristianas
meten a las congregaciones modelos de marketing, modelos de empresa para liderar.
La base de todo ya está construida y
nadie puede construir otra porque esa base es Jesucristo. Algunos construyen
sobre esa base con oro, plata, piedras preciosas, madera, cañas o paja. Pero en
ese día, el trabajo de cada uno se dará a conocer como realmente es. Ese día
habrá fuego para poner a prueba su trabajo y para demostrar la calidad de lo
que cada cual ha hecho. Si lo que alguien construyó resiste el fuego, ese
constructor recibirá su recompensa. Si su construcción se quema, sufrirá
pérdidas; él se salvará, pero como alguien que escapa de un fuego. Ustedes
deberían saber que son el templo de Dios y el Espíritu de Dios vive en ustedes.
Aquel que destruya el templo de Dios, será destruido por Dios. El templo de
Dios es santo, por eso ustedes también son santos. No se engañen a ustedes
mismos. Si alguno se cree sabio según la sabiduría de este mundo, primero
hágase ignorante para ser verdaderamente sabio. Porque la sabiduría de este
mundo es una tontería para Dios. Así está escrito: «Dios atrapa a los sabios en
la propia ingeniosidad de ellos». (PDT 1Co 3:11-19)
Sin embargo, la revelación de Dios nos
ha dicho que todas nuestras obras serán probadas en el tribunal de Cristo y que
serán probadas por fuego, quedando en pie solamente lo que se hizo de acuerdo
con la voluntad de Dios y aquellas obras que se hicieron sin los lineamientos
de su voluntad serán quemadas y no serán contadas.
Líder no es mandar, es saber servir y dirigir a los demás con
propósito y amor. Muchas personas tienen poder, pero pocos tienen poder para
llegar a las personas; esos son los verdaderos líderes. La facultad de dirigir
es una de las más preciosas y necesarias de las capacidades humanas: es un arte
que es necesario aprender. No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en
cambio, es muy sencillo. El liderazgo cristiano es el ejercicio de los dones
espirituales bajo el llamado de Dios para servir a cierto grupo de personas a
fin de alcanzar los objetivos que Dios les ha dado a ellos a fin de glorificar
a Cristo cumpliendo la gran comisión en sus vidas y ministerios.
El liderazgo
cristiano proviene de la influencia y la identificación que se
tiene con Cristo. Él es la fuente, la motivación que nos impele a imitarlo
en lo que él hacía. El liderazgo eficaz es seguir a un líder en función de la
misión a cumplir. Un líder también es el que se acerca a las normas que más se
identifican con el grupo en función de cumplir los planes y propósitos de Dios
para la iglesia, las almas y la humanidad.
El liderazgo
cristiano consiste en la habilidad de ganar consenso y compromiso para
los objetivos comunes, los que se alcanzan mediante contribución y la
satisfacción de toda la iglesia, más allá de los requisitos de la organización. La
Biblia nos muestra líderes en potencia en el Antiguo y Nuevo Testamento, en
donde la palabra Líder no aparece y en cambio si las funciones de aquellos que
tienen autoridad en el pueblo de Dios, como Reyes, Jueces, Profetas,
Sacerdotes, Pastores, Maestros Etc.
Los requisitos de
Dios para estos hombres en la Biblia siempre fueron en contra de las
aspiraciones personales. Todos sin excepción, debían buscar las aspiraciones de
Dios obedeciéndolas en primer lugar y mostrando la autoridad delegada,
representativa y humilde como condición primordial.
El liderazgo
cristiano es un asunto de servicio, pero reconoce que el servicio es un asunto del
corazón y si no se transforma el corazón no se puede aspirar al servicio.
El liderazgo es una oportunidad de servir; no de lucirse, ni de estar por
encima de los demás. Jesús dijo en Mateo 20:26-28. Más entre vosotros no será
así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo
del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos.
La función de un
líder es servir a los demás haciendo elevar las aspiraciones de las personas y
potenciar sus vidas.
El liderazgo es
importante porque Dios hace todo por medio de líderes a los cuales Él
encarga la tarea que han de realizar. Nada se hizo en la vida, sin alguien que
tomó la autoridad delegada por Dios y llevó a un grupo a realizar lo que se
propuso. El liderazgo es importante por varias razones: Es una responsabilidad
delegada para guiar a un grupo con un objetivo prefijado. Es una oportunidad
dada a quien está llamado a liderar. Es el instrumento que Dios usará para
llegar a cumplir su voluntad. Es la oportunidad del cristiano para comprobar su
grado de crecimiento. Es quien tomará el desafío de llevar adelante el
guiar a otros en representación de Dios.
Hoy más que nunca
las palabras y los modelos de Jesús están tomando vigencia, no solo para la
vida personal sino también para el avance da familias y naciones. Las naciones
están reclamando una nueva clase de líderes que hagan verdadera diferencia ENTENDAMOS LO QUE ES
LIDERAZGO.
El liderazgo de
servicio honra a Dios y sus mandamientos, y pone en acción el amor de Jesús.
Cuando a Jesús le
preguntaron cuál era el mandamiento más grande, respondió: “Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”. Mateo
21:37-39. ¿lo
que usted dice que cree hace diferencia notable en su forma de vivir? Liderazgo
de servicio es una expresión concreta del compromiso diario de vivir la Palabra
de Dios y la voluntad de Dios y por lo tanto, avanzar en el reino de Dios.
Como hemos dicho,
guiar como Jesús es, en esencia, aprender a amar como Jesús. Cuando Jesús
restauró a Pedro al papel de liderazgo que habría de desempeñar entre sus
seguidores, solo tuvo para él una pregunta calificadora: "¿En verdad me
amas?" El tema de la instrucción de Jesús era: "Apacienta mis
corderos... Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas". Juan 21:15-17.
Bendiciones.
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