Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La Senda Antigua es Jesucristo: caminando con Dios



Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conducen a la perdición; por eso muchísimas personas los prefieren. En cambio, estrecha es la puerta y angosto el camino que conducen a la vida, y muy pocas personas los hallan. (NBD Mt 7:13-14)

El Camino Antiguo es: Jesucristo. ¿Por qué abandonamos la senda de Dios? "Todos hemos experimentado, en algún momento de nuestras vidas, la sensación de estar perdidos. Como si una brújula interna nos señalara en diferentes direcciones. En un mundo lleno de ruido y distracciones, encontrar el verdadero camino puede parecer una tarea imposible."

El SEÑOR les dio el mejor consejo: Pregunten dónde está el buen camino, las instrucciones justas en las que antes se orientaban, y vuelvan a vivir conforme a ellas. ¡Ya verán lo bien que se sentirán por ello! Pero responden: «¡No, estamos bien así!» (NBD Jr 6:16)

Así dijo el Señor: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos." Jer 6:16 RV60

Contexto histórico y bíblico

Jeremías vivió en una época en que el pueblo de Israel había abandonado a Dios. A pesar de las advertencias, persistían en su rebeldía y en seguir caminos de idolatría, injusticia y pecado. Hoy, aunque vivimos en una época diferente, enfrentamos la misma tentación de abandonar los caminos de Dios para seguir nuestros propios deseos. 

¿Por qué, a pesar de saber que los caminos de Dios son buenos, insistimos en buscar otros caminos que solo nos llevan al vacío y al cansancio espiritual?

Hay una invitación de Dios en todo tiempo y en toda época para los seres humanos: "Paraos en los caminos, y mirad".

Dios nos llama a detenernos, a reflexionar sobre la dirección de nuestra vida, sobre como manejamos todos nuestros asuntos, sobre como tratamos a los demás, sobre como llevamos nuestras relaciones personales. Muchos viven en piloto automático, siguiendo las tendencias pecaminosas del mundo, las pasiones desenfrenadas, siguiendo la avaricia de sus corazones o las presiones sociales. 

¿Estás viviendo de manera intencional y con propósito eterno, o simplemente sigues la corriente de los malos deseos de tu corazón y corriente pecaminosa del mundo? 

Veamos la siguiente ilustración: Imagina a alguien perdido en un bosque. Lo primero que debe hacer es detenerse, mirar a su alrededor y buscar el camino correcto. Así es nuestra vida sin Dios: estamos perdidos, pero Él nos llama a detenernos y a buscar su dirección.

¿Quién y qué es la “La senda antigua”?: Dios nos nos llama a hacer un alto en el camino de nuestras vidas, "Preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino"

Las "sendas antiguas" representan los principios eternos de Dios: amor, justicia, humildad, obediencia y fe, y nos fue revelado que Jesucristo el Hijo de Dios es el camino, la verdad y la vida y que es el único camino al Padre Celestial.

Hoy, millones de personas en todas las naciones y pueblos rechazan estos valores, considerándolos anticuados o irrelevantes. Prefieren crear sus propias reglas, pero ¿Qué resultados estamos viendo? La sociedad actual promete felicidad a través del éxito, el placer descontrolado el materialismo, el amor al dinero y a la fama, pero estas cosas no satisfacen el alma, con el tiempo los lleva a la perdición y la condenación eterna. Solo el camino de Dios ofrece un descanso verdadero. 

La respuesta a Dios por parte del ser humano en todas las épocas siempre ha sido: "Mas dijeron: No andaremos".

A pesar de la bondad de Dios, el pueblo de Israel rechazó su invitación. Hoy, muchos hacen lo mismo: prefieren seguir sus propios caminos, aun sabiendo que llevan a la destrucción. ¿Estás diciéndole "no" a Dios en algún área de tu vida? Es como rechazar un salvavidas en medio de un mar tormentoso. El orgullo y la terquedad nos impiden aceptar la ayuda de Dios.

Recordemos que cuando hablamos del "camino del hombre" se refiere a la manera en que una persona vive su vida, sus decisiones y acciones en cuanto a todo su diario vivir. En la Biblia, hay varios versículos que hablan sobre el camino que deben seguir las personas.

Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no confíes en tu propia inteligencia. Busca la voluntad del SEÑOR en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos. No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al SEÑOR y huye del mal, (NBD Pr 3:5-7)

Dichosos todos aquellos que no siguen el consejo de los malvados, ni se detienen en la senda de los pecadores, ni cultivan la amistad de los blasfemos, sino que se deleitan en la ley del SEÑOR, la meditan día y noche. (NBD Sal 1:1-2)

En estos versículos sugieren que el camino del hombre debe ser guiado por la confianza en Dios y la meditación en Su palabra. Lo más importante para quienes creemos en Dios, el Creador de todo lo que existe en los cielos y en la tierra, en donde fuimos sembrados, es poder entender lo que es caminar con Dios.

Para eso recordemos la primera verdad espiritual que para caminar con Dios es necesario ponernos de acuerdo con su voluntad revelada en su Palabra Eterna, con sus mandamientos que gobiernan los cielos; también es muy importante saber por qué camino se debe transitar para llegar al Padre.  

Amós 3:3 nos plantea una pregunta interesante, ¿podemos caminar juntos si no estamos de acuerdo? Podemos encontrar varias interpretaciones de este verso en la Biblia, y es importante entenderlo para aplicarlo en nuestra vida.

Como cristianos debemos aprender a caminar con Dios, pero, ¿Qué significa caminar con Dios? En el pasaje de Génesis 5:21-24 aparece dos veces la palabra caminar y esta proviene del hebreo jalák (הָלַךְ) y se refiere a alguien que transita o se guía por una senda que conduce hacia un objetivo determinado. En este sentido uno puede entender este versículo como alguien que no solo camina con Dios, sino también en pos de Dios.

No es lo mismo caminar con alguien y caminar siguiendo a alguien. El autor a los Hebreos nos enseña de manera más detallada lo que significa el camina con Dios: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”, (Hebreos 11:5). El caminar con Dios significa tener un testimonio tal que agrada completamente a Dios. Como nacidos de nuevo e hijos de Dios debemos tener un caminar direccionado por su Espíritu Santo, cuya meta principal es la patria celestial, buscando en todo tiempo agradarle y completamente apartados de la inmundicia de este mundo.

En primer lugar, debemos comprender que la unidad no puede existir sin armonía. Dios desea que su pueblo camine en unidad y armonía, obedeciendo sus mandamientos y siguiendo su voluntad. En Juan 17:21 Jesús ora por la unidad de sus seguidores, pidiendo “que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti”. Esta unidad no puede existir si no estamos de acuerdo y dispuestos a caminar en armonía.

Miqueas 6:8 nos da una idea del deseo de Dios para nosotros: "Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios".

El Caminar con Dios es el plan y el propósito eterno para todos sus hijos En la Biblia se describen a varias personas diciendo que "caminaban con Dios", empezando por Enoc en Génesis 5:24. También se describe a Noé como "varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé" (Génesis 6:9). Estas personas se distinguen no sólo por haber caminado con Dios, sino por lo que Dios hace con sus vidas. Caminar con Dios no es una actividad reservada a unos pocos elegidos. Dios desea que todos Sus hijos caminen con Él. Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto. Gn 17:1

El camino de Dios es andar en amor verdadero, no por emociones carnales, no por deseos egoístas, no por las pasiones desordenadas. No se puede amar verdaderamente a Dios sin amar a los demás……… el amor a Dios y el amor al prójimo están intrínsecamente conectados, ese es el camino al cual la humanidad ha sido llamada, ese amor perfecto que gobierna los cielos y toda la creación de Dios y que ha sido derramado por la sangre y el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, ese amor desbordante de Dios que fue dado como regalo para rescatar a quienes quieran pasar la eternidad en su reino alcanzando la salvación.

El amor no hace mal a otros, por eso el amor cumple con las exigencias de la ley de Dios. (NTV Ro 13:10)

Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos. (NTV Jn 13:34-35)

Caminar con Dios es así. Cuando entramos en una relación íntima con Dios por medio de la fe en Su Hijo (Hebreos 10:22), Él se convierte en el mayor deseo de nuestro corazón. Conocerlo, escuchar Su voz, compartir nuestros sentimientos con Él, y buscar complacerlo, se convierte en nuestro objetivo principal. Él se convierte en todo para nosotros. Estar con Él no es una actividad reservada para el domingo por la mañana. Vivimos para estar en comunión con Él. A. W. Tozer afirma que la meta de todo cristiano debe ser "vivir en un estado de adoración ininterrumpida". Esto sólo es posible cuando caminamos con Dios.

la Biblia nos enseña que los caminos del hombre pueden ser engañosos y están sujetos a la voluntad de Dios. Es importante buscar Su guía y sabiduría para tomar decisiones correctas. Hoy es el día para detenerte, mirar tu vida y preguntarte: ¿Estoy siguiendo el camino de Dios o mis propios caminos? El Señor Jesucristo te invita a volver a Él, a encontrar descanso y propósito en Su presencia. 

Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el SEÑOR. Son planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza. En aquellos días cuando oren, yo escucharé. Me hallarán cuando me busquen, si con toda sinceridad me buscan.»Sí, dice el SEÑOR, me hallarán y yo pondré fin a su esclavitud y restauraré su fortuna y los reuniré de entre las naciones a donde los esparcí y los traeré de regreso a su casa y a su patria. (NBD Jr 29:11-14)

La Biblia presenta diversas perspectivas sobre los "caminos del hombre". Aquí te resumo algunas ideas clave:

Subjetividad vs. Realidad:

Proverbios 21:2: Los caminos del hombre a menudo parecen rectos a sus propios ojos, pero Dios conoce la verdad de nuestros corazones.

Proverbios 16:2: Dios pesa los espíritus, mientras que el hombre puede engañarse a sí mismo sobre sus intenciones.

Voluntad de Dios:

Salmos 37:23: Dios guía los pasos del hombre y lo pone en el camino que a Él le agrada.

Proverbios 16:9: Los planes del hombre son como caminos, pero la decisión final está en las manos de Dios.

Consecuencias de los caminos:

Proverbios 14:12: Hay caminos que parecen correctos pero llevan a la muerte.

Proverbios 16:25: El camino del hombre sabio es apartarse del mal.

Los conceptos bíblicos sobre los "caminos del hombre" tienen una aplicación muy práctica en nuestra vida diaria. Aquí te presento algunas perspectivas:

Tomar decisiones conscientes: Antes de tomar una decisión importante, debemos reflexionar si nuestros motivos son puros y si estamos buscando la guía de Dios. A veces, lo que parece correcto a nuestros ojos puede "NO" ser lo mejor a largo plazo.

Reconocer nuestra propia ceguera: Todos tenemos sesgos y limitaciones. Debemos ser humildes y reconocer que no siempre vemos la realidad con claridad. Pedir la perspectiva de otros y buscar la sabiduría de Dios nos ayuda a evitar errores.

Confiar en el plan de Dios: Aunque no siempre entendemos sus caminos, podemos confiar en que Dios tiene un propósito para nuestras vidas. Encomendar nuestros planes a Él nos da paz y seguridad.

Buscar la sabiduría: La Biblia nos exhorta a buscar la sabiduría, que es un regalo de Dios. Al estudiar las Escrituras y aplicar sus principios, podemos tomar mejores decisiones y vivir una vida más plena.

Aceptar las consecuencias: Nuestras acciones tienen consecuencias, tanto a corto como a largo plazo. Debemos ser responsables de nuestras elecciones y estar dispuestos a enfrentar las consecuencias de nuestros errores.

¿Estamos siendo honestos y transparentes en nuestras relaciones? ¿Estamos buscando el bien del otro o solo nuestro propio beneficio? ¿Estamos haciendo nuestro trabajo con diligencia y buscando la excelencia? ¿Estamos utilizando nuestros talentos para servir a los demás? ¿Estamos administrando nuestros recursos de manera responsable? ¿Estamos evitando la codicia y la avaricia?

En resumen, los conceptos bíblicos sobre los caminos del hombre nos invitan a vivir una vida intencional, buscando siempre agradar a Dios y hacer lo correcto. Al aplicar estos principios en nuestra vida diaria, podemos experimentar una mayor paz, satisfacción y propósito.

Toma la decisión de caminar en las sendas antiguas, de buscar a Dios cada día y a seguir a Jesucristo, quien es el único que puede dar descanso a tu alma. Recuerda lo que dice el Señor: "Paraos en los caminos, y mirad..." Hoy es el momento de elegir el buen camino.

Te dejo una recomendaciones prácticas para tu diario vivir, si es que estás dispuesto o dispuesta a caminar por La Senda Antigua”.

Dedica tiempo cada día a conversar con Dios. Pídele sabiduría para discernir cuál es su voluntad en cada situación.

Lee diariamente un pasaje de la Biblia y medita en su significado para tu vida.

Toma decisiones conscientes e identifica qué es lo más importante para ti y toma decisiones alineadas con esos valores.

Considera las consecuencias a largo plazo: No te dejes llevar por impulsos. Piensa en cómo tus decisiones afectarán tu vida y la de los demás en el futuro.

Cultiva relaciones saludables, sé honesto y transparente, construye relaciones basadas en la confianza y la autenticidad.

Perdona a los demás: Libera el resentimiento y busca la reconciliación.

Encuentra formas de ayudar a los que te rodean.

Desarrolla una vida espiritual: Conéctate con otros creyentes y participa en actividades que te ayuden a crecer espiritualmente.

Practica la gratitud en todo momento y agradece a Dios por las bendiciones que tienes y lo que el ha preparado para tu vida y vive con propósito, encuentra tu lugar en el mundo y utiliza tus talentos para servir a los demás. Bendiciones.

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