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Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.
Juan 5:39. Escudriñad las
Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las
doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e
infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres
de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la
plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original
y su caída en pecado.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las
doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención,
reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación,
regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del
creyente con Cristo. Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la
iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y
ordenanzas. Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente
las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación,
la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el
estado eterno.
SRV Clase 39. La Iglesia: Su
Organización y Ordenanzas por Lewis Sperry Chafer
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A. Gobierno de la iglesia.
La iglesia, como cuerpo de Cristo, comprende a
todos los cristianos que se han unido a Cristo como cabeza del cuerpo por medio
del bautismo del Espíritu. La iglesia como un organismo ha sido ordenada sobre
la base del mismo principio del cuerpo humano, porque cada parte se relaciona
con las demás partes y todo el cuerpo se relaciona con la cabeza que dirige el
cuerpo. El cuerpo de Cristo no necesita esencialmente de una organización,
puesto que su relación es espiritual y sobrenatural.
Sin embargo, en la iglesia local, tanto en los
tiempos bíblicos como ahora, es necesario tener cierta organización en la
práctica. En la historia de la iglesia se encuentran tres formas de gobierno de
la iglesia, cada una de las cuales tiene sus raíces en los tiempos apostólicos.
1. La forma episcopal de
gobierno reconoce un obispo, o dirigente eclesiástico, como quiera que se le
denomine, que, en virtud de su oficio, tiene poder de dirigir la iglesia local.
Esto ha dado origen a la compleja organización de la Iglesia Católica Romana, o
a los sistemas más sencillos de la Iglesia Episcopal y de la Iglesia Metodista,
en las que se designan obispos para supervisar las actividades de las iglesias
en una determinada área.
2. Una forma representativa de
gobierno que reconoce la autoridad de representantes debidamente designados par
las iglesias locales, normalmente agrupadas geográficamente, como es el caso de
las iglesias reformadas y presbiterianas. Los representantes de un grupo de
iglesias locales (presbiterio) a veces quedan bajo la jurisdicción de un cuerpo
mayor o sínodo, el que a su vez puede quedar bajo la autoridad de un cuerpo
mayor denominado asamblea general. Aunque varían las reglas y la extensión del
poder, la idea es que la autoridad constituida de la iglesia la ejercen
representantes debidamente elegidos.
3. La forma congregación al de
gobierno es aquella que pone la autoridad en la congregación local, y los
asuntos importantes son decididos por las congregaciones sin considerar la
autoridad de otras iglesias u oficiales. Esta forma de gobierno se ve en las
iglesias congregacionales, las iglesias de los discípulos y en las iglesias
bautistas. Aunque las iglesias locales pueden estar sometidas en algún grado a
cuerpos mayores, comités u oficiales, el concepto de una iglesia congregacional
es que la iglesia local determina sus propios asuntos, elige y ordena sus
ministros y dirige el uso de sus ingresos.
En cierta medida se ven las tres formas de gobierno
en la iglesia primitiva. Algunas de las iglesias primitivas reconocen que los
apóstoles tienen la autoridad primaria. Sin embargo, esto parece haber acabado
junto con la primera generación de cristianos. En el concilio de Jerusalén se
ilustra el gobierno representativo, donde los apóstoles y ancianos reunidos
fueron considerados como una autoridad en cuestiones doctrinales surgidas en
las iglesias. Hch. 15:1-35.
Sin embargo, estrictamente hablando, ellos no
habían sido elegidos ni eran representantes de la iglesia en el sentido
moderno. A medida que las iglesias maduraron y ya no necesitaron la supervisión
apostólica, parece que el gobierno fue pasando a las iglesias locales mismas.
Esta parece ser la situación en el caso de las siete iglesias de Asia
mencionadas en Apocalipsis 2- 3, las cuales no estaban
sujetas a autoridad humana aunque permanecían bajo la autoridad de Cristo
mismo. Es dudoso si las Escrituras autorizan un gobierno extenso complejo como
el que a veces se ve en la iglesia moderna, y parecería necesario volver a la
sencillez bíblica.
B. El orden de la iglesia.
El concepto de orden eclesiástico se relaciona con
quiénes tienen la autoridad en la iglesia local y proporcionan el liderazgo
para ella. En el Nuevo Testamento la iglesia local incluía a las personas
designadas como obispos y ancianos y que eran los líderes responsables de la
iglesia local. Es probable que los obispos y ancianos fueran las mismas
personas aunque los títulos eran algo diferentes en significado.
El concepto de anciano en el Nuevo Testamento
derivó probablemente de los ancianos que ejercían la autoridad sobre Israel y
señalaba a una persona madura en juicio y digna de una posición de autoridad. Mt. 16:21. Mt. 26:47,57. Hch. 4:5,23.
De aquí que un anciano fuera una persona que tenía
cualidades personales que lo calificaban para el liderazgo, mientras el término
«obispo» o «sobreveedor» describía el oficio o función de la persona. El obispo
era siempre anciano, pero un anciano no siempre era obispo bajo ciertas
circunstancias, esto es, podía tener las cualidades sin ejercer el oficio.
Parece que normalmente las palabras habían sido usadas en un sentido idéntico
en la iglesia primitiva. Tito 1:5,7. 1 Ti. 3:4-5. 1 Ti. 5:17. Tito 1:9. Jn.
21:16. Hch. 20:28. He. 13:17. 1 P. 5:2.
Aunque eran designados por los apóstoles, parece
que a medida que las iglesias maduraban la iglesia misma era la que hacía las
designaciones, y la designación era un reconocimiento de sus cualidades
espirituales que los calificaban para los puestos de liderazgo. Hch. 14:23. Hch. 20:28. Tito 1:5. 1 P. 5:2.
Además de los ancianos y obispos, otros eran
designados diáconos. En la iglesia primitiva se preocupaban en el cuidado de
los necesitados y en ministrar a las necesidades físicas, aunque también podían
tener dones espirituales. Hch. 6:1-6. 1 Ti. 3:8-13. Hch. 6:6. Hch. 13:3. 2
Ti. 1:6. 1 Ti. 4:14. Hch. 6:5 Hch. 21:8. En la iglesia de hoy algunas
iglesias tienden a reconocer un solo pastor como el anciano y a los demás
oficiales que le asisten en las tareas espirituales como diáconos. Sin embargo,
esto parece no estar basado en una práctica bíblica.
C. Ordenanzas de la iglesia.
La mayor parte de las iglesias protestantes
reconocen solamente dos ordenanzas: el bautismo y la cena del Señor. Las
excepciones las constituyen ciertos cuerpos eclesiásticos que, entre las
ordenanzas, incluyen el lavamiento de los pies, en la forma que Cristo lavó los
pies a los discípulos. Jn. 13:1-20.
La Iglesia Católica Romana agrega un cierto número
de ordenanzas. Solamente el bautismo y la cena del Señor son universalmente
reconocidos.
1. La ordenanza del
bautismo con agua se ha visto sujeta a incontables controversias durante la
historia de la iglesia y ha traído como resultado importantes divisiones en la
iglesia organizada. En general, las discusiones han caído sobre dos puntos
importantes:
a) si el bautismo con
agua es solamente un ritual o realmente otorga algún beneficio espiritual al
receptor;
b) la cuestión del
modo, si el bautismo es por inmersión o si puede administrarse válidamente por
efusión, refiriéndose al bautismo por rociamiento o por efusión de agua sobre
el bautizado.
Los que sostienen que el bautismo con agua es un
ritual, creen que representa una verdad espiritual, pero que en sí mismo no
otorga ninguna gracia sobrenatural a la persona bautizada. El concepto de que
el bautismo es un ritual es la mejor interpretación. Quienes sostienen que el
bautismo con agua confiere alguna gracia especial varían ampliamente en la
medida que el bautismo beneficia a la persona bautizada.
Algunos creen en la regeneración bautismal, esto
es, que el agua aplicada en el bautismo afecta el nuevo nacimiento del
creyente; otros sostienen que solamente provee una gracia o inclinación hacia
la fe y obediencia del evangelio. Quienes se oponen a la idea del bautismo como
sólo un ritual se refieren al bautismo como un bautismo real inseparablemente
relacionado con el bautismo del Espíritu y el nuevo nacimiento del creyente.
El segundo problema surge en conexión con el modo
del bautismo. Aquí la controversia gira en torno a la cuestión de si la palabra
«bautizar» se usa en sentido primario o secundario. El significado primario de
bautizar es «sumergir» o «meter en» algo, agua por ejemplo. La palabra griega
que significa «zambullir» no se usa para dar la idea de bautismo con agua.
Consecuentemente algunos argumentan que el bautismo se usa en el sentido
secundario de iniciación según el cual uno pasa de una relación antigua a una
nueva relación.
Cristo se refirió a su muerte como un bautismo. Mt. 20:22-23. 1 Co. 10:2. En esto se basa el argumento que dice que la inmersión
física en agua no es necesaria en el bautismo bíblico.
En la historia de la iglesia surgió la práctica del
derramamiento de agua sobre la persona bautizada en cumplimiento del símbolo
del derramamiento del Espíritu en la salvación, o la aplicación de agua en
cantidad menor, bautismo que se llama por aspersión. La historia de esta
doctrina se ha caracterizado por discusiones sin fin. En algunos casos, como el
ejemplo del bautismo de Cristo, las implicaciones parecen señalar que fue
bautizado por inmersión. En otros casos, como en el bautismo del carcelero de
Filipos, se sostiene que es muy improbable que el carcelero y su casa pudieran
haber sido sumergidos en la oscuridad de la mañana antes del amanecer, y el
bautismo normalmente tendría que haber sido por rociamiento mientras aún
estaban en la casa.
Hch. 16:33. Como el bautismo
por inmersión es reconocido por todos como un bautismo ritual, la tendencia ha
sido seguir este modo en muchas iglesias evangélicas en vez de entrar en la
controversia de si la efusión es el modo legítimo de bautismo. Sin duda, se ha
dado excesiva importancia al modo de bautismo, ya qué la cuestión más
importante es si el individuo ha nacido de nuevo y ha sido bautizado por el
Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo. En los diccionarios bíblicos se pueden
encontrar argumentos en pro y en contra de las diversas definiciones del modo y
el significado del bautismo.
Otro problema que surge en torno al bautismo como
un ritual es la cuestión del bautismo infantil en oposición al bautismo de
creyentes. Hay relativamente poca evidencia bíblica para el bautismo infantil.
Sus adherentes normalmente consideran el bautismo infantil como la expresión
contemporánea de la separación de un hijo para Dios, acto que en Israel era
representado por la circuncisión.
Aun cuando hubo bautismo de familias completas,
como en Hechos 16, que incluían presumiblemente
algunos niños, no hay un caso claro de bautismo infantil en la Biblia.
Consecuentemente, la mayoría de los evangélicos prefieren un servicio de
dedicación, dejando el bautismo con agua para el momento en que haya un
reconocimiento de una fe verdadera en Cristo de parte de personas que tienen
edad suficiente para hacer esa decisión con discernimiento.
La práctica del bautismo infantil sólo puede ser
una expresión de la confianza y esperanza de los padres de que su hijo
finalmente llegará a la salvación. En todo caso, el bautismo de adultos debiera
seguir a la evidencia de una fe verdadera en Cristo. Aunque el modo de!
bautismo no está necesariamente unido a la cuestión del bautismo infantil, los
infantes, generalmente hablando, son bautizados por afusión y no por inmersión,
y quienes aceptan la inmersión como el único modo de bautismo, generalmente
aceptan únicamente el bautismo de personas que han puesto su fe en Cristo.
Sea cual fuere el modo del bautismo, el significado
final es que el creyente es separado de lo que era sin Cristo para ser lo que
es en Cristo, participando en los beneficios de la muerte y resurrección de
Cristo. La iglesia primitiva observó el rito del bautismo en forma constante, y
prácticamente todas las ramas de la iglesia practican el bautismo en alguna
forma en el día de hoy.
2. La ordenanza de la cena del
Señor fue instituida la noche antes de la crucifixión de Cristo como una
representación simbólica de la participación del creyente en los beneficios de
su muerte. Como tal, ha sucedido a la Pascua que los judíos han celebrado
permanentemente desde su salida de Egipto. Según la exposición dada al ordenar
a sus discípulos que comieran el pan, Jesús les dijo que el pan representaba su
cuerpo que sería sacrificado por ellos. 1 Co. 11:23-29. Debían observar
este ritual durante su ausencia en memoria de Cristo. Cristo declaró que la
copa de vino era el nuevo pacto en su sangre; al beber de la copa recordarían a
Cristo especialmente en su muerte. Debía observar esta, celebración hasta su
regreso.
La historia de la iglesia ha visto interminables
controversias en torno a la cena del Señor. En general se han destacado tres
puntos de vista principales. La Iglesia CatólicaRomana ha sostenido la doctrina
de la «transubstanciación», esto es, el pan y el vino se transforman en el
cuerpo y la sangre de Cristo y la persona que participa en ellos está
participando literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, aunque sus
sentidos puedan reconocer que los elementos siguen siendo pan y vino. Un
segundo punto de vista es sustentado por los luteranos y se le llama
«consubstanciación», aunque la palabra no es aceptada por los luteranos. Este
punto de vista sostiene que, aunque, el pan sigue siendo pan y. el vino sigue
siendo vino, en ambos elementos está, la presencia del cuerpo de Cristo, y de
este modo uno participa del cuerpo de Cristo al observar la cena del Señor.
Un tercer punto de vista sustentado por Zuinglio es
llamado punto de vista conmemorativo y sostiene que la observancia de la cena
del Señor es una «conmemoración» de su muerte sin que ocurra ningún cambio
sobrenatural en los elementos. Calvino sostuvo una variante de esto según la
cual Cristo estaba espiritualmente en los elementos.
Las Escrituras parecen apoyar el punto de vista
conmemorativo, y los elementos que contendrían o simbolizarían la presencia de
Cristo serían más bien un reconocimiento de su ausencia. En armonía con esto,
la cena del Señor debe ser celebrada hasta que El venga.
Una observancia adecuada de la cena del Señor debe
tener en cuenta las cuidadosas instrucciones del apóstol Pablo. 1 Co. 11:27-29 La cena del Señor debe observarse con la debida
reverencia y después de un auto examen. El que participa de la cena de una
manera descuidada o indigna acarrea condenación sobre sí.
Muchos cristianos han considerado, con mucha
justicia, que la cena del Señor es un momento sagrado de conmemoración de la
muerte de Cristo y de todo lo que ello significa para el cristiano individual.
Como Pablo lo dice, es un tiempo de examen interior, un momento de confesión de
pecados y de restauración. Además, es un recordatorio de los maravillosos
beneficios que han alcanzado a cada creyente por medio de la muerte de Cristo.
Así como la cena del Señor señala hacia el hecho
histórico de la primera venida de Cristo y su muerte en la cruz, debe también
señalar hacia su segunda venida cuando la observancia de la cena del Señor
cesará. Aun cuando no se da una indicación clara de la frecuencia de la
observancia, parece probable que los cristianos primitivos la practicaban con
frecuencia, quizás una frecuencia de una vez a la semana cuando se reunían el
primer día para celebrar la resurrección de Cristo. En todo caso, la
observancia de la cena del Señor no debiera ser distante en el tiempo, sino en
obediencia respetuosa y adecuada a su mandamiento de hacerlo hasta que El
venga.
PREGUNTAS
1. Hacer un contraste entre los conceptos de la
iglesia como un organismo y la iglesia como una organización.
2. ¿Cuáles son las tres formas de gobierno de la
iglesia que se encuentran en la historia eclesiástica?
3. ¿Cuáles son las características esenciales de la
forma episcopal de gobierno?
4. ¿Cuáles son las características de la forma
representativa de gobierno, y cómo se ve en algunas denominaciones del
presente?
5. ¿Cuáles son las características de la forma de
gobierno congregacional, y cómo está representado en las iglesias de hoy?
6. ¿En qué sentido se encuentra el gobierno
episcopal en la iglesia primitiva?
7. ¿Cómo se ilustra el gobierno representativo en
la Iglesia primitiva?
8. ¿En qué forma se reconoce el gobierno
congregacional en la iglesia primitiva?
9. Según las Escrituras, ¿qué son los obispos y
ancianos, y qué distinción hay entre ellos?
10. ¿Cuáles eran las responsabilidades de un obispo
11. ¿Cuál era el oficio de un diácono, y qué
responsabilidades se les daban?
12. ¿Cuáles son las principales ordenanzas de la
iglesia?
13. ¿Qué adiciones a las acostumbradas dos
ordenanzas hay en la actualidad?
14. ¿Qué se quiere decir cuando se afirma que el
bautismo es considerado un ritual?
15. ¿Cuál es el sentido del bautismo cuando se
sostiene que tiene beneficios espirituales reales?
16. ¿Cuáles son los diferentes puntos de vista
acerca del modo del bautismo?
17. ¿En qué forma se relaciona el modo con los
significados primario y secundario de la palabra «bautizar»?
18. ¿Qué ilustraciones se encuentran en el Nuevo
Testamento del bautismo en sentido secundario?
19. ¿Qué ejemplo se cita en apoyo de la inmersión?
20. ¿Qué ejemplo se cita en apoyo de la afusión, ya
sea el rociamiento o la aspersión?
21. ¿Qué tanta importancia tiene el modo de!
bautismo?
22. ¿Por qué sostienen algunos el bautismo
infantil?
23. ¿Por qué se oponen algunos al bautismo infantil
como enseñanza bíblica?
24. Si se practica el bautismo infantil, ¿cuál es
la limitación en su significado?
25. ¿Cuál es el significado final del bautismo sin
consideración del modo?
26. ¿Cuándo fue instituida la cena del Señor?
27. ¿Qué instrucciones dio Cristo a sus discípulos
acerca del significado del pan y el vino?
28. ¿Cuáles son los tres puntos de vista
principales acerca de la cena del Señor?
29. ¿Qué se entiende por doctrina de la
transubstanciación, y quién sostiene ese punto de vista?
30. ¿Qué punto de vista sostiene la iglesia
luterana generalmente?
31. ¿Cuál es el punto de vista conmemorativo de
Zuinglio, y qué variante sostuvo Calvino?
32. ¿Qué punto de vista acerca de la cena del Señor
parece tener más apoyo bíblico?
33. ¿Qué preparación es necesaria para participar
en la cena del Señor?
34. Describir el doble significado de la cena del
Señor con referencia a la historia y la profecía.
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