Es tiempo de
sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y
la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que
empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina
Valera: TEOLOGÍA
SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.
Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque
a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mí.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las
doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e
infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres
de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la
plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original
y su caída en pecado.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las
doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación,
propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración,
conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con
Cristo. Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus
miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas. Incluye
el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas
todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida
de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.
Clase 42. Los Gentiles En
La Historia y Las Profecías por Lewis Sperry Chafer
A. Los gentiles en el programa de Dios.
En la historia y en la
profecía de las Escrituras se pueden observar tres grandes divisiones de la
Humanidad, la que se expresa en forma sencilla en 1 Corintios 10:32. No
seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios. como
el propósito de Dios acerca de judíos, gentiles e iglesias de Dios. A esto
puede añadirse el ministerio de Dios a los ángeles y por medio de ellos, lo
cual usualmente no se considera como un elemento importante en la historia
humana o en la profecía.
En contraste con el
propósito de Dios para Israel como medio primario de revelación divina y como
trato especial y canal por medio del cual Cristo vendría, y su propósito para
la iglesia de revelar en forma suprema su gracia, el propósito de Dios para los
gentiles parece estar relacionado con la demostración de su soberanía y su
omnipotencia.
B. Primeras profecías acerca de los gentiles.
En un sentido la profecía
comenzó en el huerto de Edén, puesto que los gentiles participaron en cierto
sentido del propósito de Dios en la salvación. En los comienzos de Génesis se
profetizó acerca del diluvio en tiempos de Noé que arrasó a la raza humana,
salvo Noé y su familia. Del mismo modo, la historia registra el juicio de Dios
sobre los gentiles en el tiempo de la torre de Babel.
Gn. 11:1-9. Tenía entonces toda la tierra
una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de
oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí. Y
se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les
sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y
dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al
cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda
la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los
hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos
tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora
de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su
lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció
Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra.
Sin embargo, al comenzar Génesis 12 se divide la raza humana en dos clases cuando Dios
comienza a introducir la simiente prometida que vendría de Abraham, Isaac y
Jacob. Todos los demás quedaron en su posición de gentiles. Los tratos de Dios
con los gentiles en relación a Israel están básicamente registrados en las Escrituras.
Gn. 12:1-5. Pero Jehová había
dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a
la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y
a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de
la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram
de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a
Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían
ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a
tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
La primera gran potencia
gentil fue Egipto, y, en Egipto, Israel creció a partir de una pequeña familia
hasta llegar a ser una gran nación, como se relata en los primeros cinco libros
del Antiguo Testamento. A su debido tiempo Israel llegó a ser una gran nación
bajo David y Salomón; sin embargo, las diez tribus fueron llevadas en
cautiverio por la segunda gran potencia gentil, Asiria, en 721 a.C. El juicio
de Dios infligido a Israel por los asirios fue fielmente profetizado durante
los años que precedieron al suceso y así tan fielmente fue cumplido.
El importante papel de
los gentiles en relación con Israel, sin embargo, comienza con el imperio
babilónico, el tercero en la gran serie de imperios, pero el primero de cuatro
imperios que son tema de la profecía de Daniel.
C. El tiempo de los gentiles.
A Daniel el profeta le
fueron dados dos de los tres principales programas de Dios, esto es, el
programa de Dios para Israel y el programa de Dios para los gentiles. En una
serie de revelaciones divinas que comenzaron con el sueño de Nabucodonosor en Daniel 2 y
que siguen en revelaciones dadas después a Daniel, Dios reveló que cuatro
grandes imperios, empezando con Babilonia, dominarían sobre Israel como
característica del periodo de los gentiles. Esto se ye en la gran imagen de
Daniel 2: la cabeza, de oro, representaba a Babilonia; la parte superior del
cuerpo, de plata, representaba al imperio de medas y persas; la parte baja del
cuerpo, de bronce, representaba el imperio griego, y las piernas y pies, de
hierro, al imperio romano. Esta verdad es reforzada en Daniel 7, donde
las cuatro bestias representan los mismos cuatro imperios.
Dn. 7:1-28. En
el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de
su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo
principal del asunto. Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí
que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias
grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.
La primera era como león, y tenía alas de águila.
Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del
suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado
corazón de hombre. Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual
se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas
entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. Después
de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave
en sus espaldas; tenía tembién esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado
dominio. Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la
cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos
dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus
pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía
diez cuernos.
Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí
que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados
tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de
hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. Estuve mirando hasta que fueron
puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la
nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las
ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante
de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante
de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Yo entonces miraba a causa del sonido de las
grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y
su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. Habían
también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada
la vida hasta cierto tiempo. Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con
las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano
de días, y le hicieron acercarse delante de él.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos,
naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca
pasará, y su reino uno que no será destruido. Se me turbó el espíritu a mí,
Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. Me
acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto.
Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas.
Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que
se levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los santos del Altísimo,
y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. Entonces tuve
deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de
todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas
de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; asimismo
acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había
salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y
boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros.
Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los
santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a
los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. Dijo
así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente
de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará.
Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y
tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres
reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del
Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán
entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio
para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y
la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos
del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y
obedecerán. Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis
pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi
corazón.
Daniel alcanzó a ver el
segundo imperio (medo-persa), que conquistó Babilonia el año 539 a.C., como se
encuentra relatado en Daniel 5. Doscientos años después el imperio griego,
dirigido por Alejandro el Grande, conquistó los restos del imperio medo-persa.
Luego, en el segundo siglo antes de Cristo, empecé a crecer el poder del
imperio romano hasta llegar a ser el imperio más grande e influyente de todos
los tiempos. Dn. 5:1-31.
Jesús se refiere al
período de los cuatro imperios que comienza con Babilonia como el ‘Tiempo de
los gentiles” Lc. 21:24. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a
todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los
tiempos de los gentiles se cumplan,
tiempo que se caracteriza por estar Jerusalén bajo el dominio gentil. Aunque
durante breves periodos el control gentil de Jerusalén se ha visto disminuido,
no habrá una liberación final de Jerusalén del dominio gentil hasta la segunda
venida de Cristo.
La mayor parte del
período de los gentiles se ha cumplido, como se comprueba por el levantamiento
y calda de Babilonia, Media y Persia, Grecia y Roma. Sin embargo, la última
etapa del imperio romano, simbolizada por los pies de la imagen de Daniel 2 y
por la bestia de diez cuernos de Daniel 7, no ha tenido cumplimiento literal. La cuarta
bestia, según las Escrituras, será destruida por la venida del Hijo del Hombre
del cielo, como se presenta en Daniel 7 o en Daniel 2 en la piedra que hirió y destruyó la imagen de
Nabucodonosor.
Sobre la base de estas
profecías, varios intérpretes creen en una resurrección del imperio romano que
ocurrirá cuando la iglesia arrebatada sea llevada al cielo, pero antes de la
segunda venida de Cristo a establecer el reino. Esta situación ocurrirá en lo
que la Escritura llama «el tiempo del fin» (Dn. 11:35. También
algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos,
hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo) y será un factor dominante en la historia del mundo y en
la profecía en su relación con el período que desemboca en la segunda venida.
Siguiendo a la
consumación del tiempo de los gentiles en la segunda venida de Cristo a la
tierra, los gentiles que se salven en la tierra durante el reino milenial
gozarán también de la bendición especial de Dios, como veremos en un estudio
posterior sobre el reino milenial.
El bosquejo bíblico de la
profecía acerca del tiempo de los gentiles tornado como un todo es el bosquejo
de la historia del mundo, lo cual explica muchos sucesos pasados y da un cierto
matiz al futuro. Las condiciones mundiales de hoy están en línea con todo lo
que la Biblia ha profetizado y parecen indicar un acercamiento acelerado hacia
la consumación del tiempo del fin que precederá al arrebatamiento de la iglesia
e incluirá sucesos relacionados con el tiempo del fin y la segunda venida de
Cristo para establecer su reino milenial.
La dispensación actual no
parece avanzar hacia el cumplimiento de la profecía sobre los gentiles, y
parece que no estaba en la perspectiva del programa de los gentiles presentado
en el Antiguo Testamento. Es como si la previsión profética hubiera sido
suspendida en el día de Pentecostés, para ser reiniciada en el día del
arrebatamiento. Sin embargo, las tendencias en el desarrollo del mundo actual
parecen estar trazando las líneas para la preparación del escenario que vera el
fin de la dispensación, con la implicación de que la edad actual se acerca a su
fin y está por reiniciarse el cumplimiento de la profecía acerca de los
gentiles.
En consecuencia, el
estudio de la profecía acerca de los gentiles es un aspecto importante del total
del programa profético y proporciona muchas luces para comprender lo que Dios
está haciendo actualmente y qué propósitos quiere cumplir Dios en el futuro.
PREGUNTAS
1. Explicar cómo los
gentiles son una de las tres divisiones importantes de la Humanidad en el
presente.
2. Hacer un resumen de la
historia de los gentiles antes de Abraham.
3. ¿Cuáles fueron los dos
primeros imperios y cómo se relaciona cada uno con la historia de Israel?
4. ¿Cuáles fueron los dos
grandes programas revelados por Dios a Daniel?
5. Nombrar cuatro
imperios revelados a Daniel como bosquejo de la historia mundial gentil.
6. ¿Qué son los tiempos
de los gentiles y cOmo los describe Cristo en Lucas 21:24?
7. Según Daniel, ¿cuándo
terminará el tiempo de los gentiles?
8. ¿Qué se promete a los
gentiles después de la segunda venida de Cristo a la tierra?
9. ¿Cómo se relaciona la
era actual con el tiempo de los gentiles?
10. ¿Podemos esperar un
cumplimiento futuro de la última etapa del tiempo de los gentiles?
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