Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

SRV Clase 47. Las Resurrecciones°

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Es tiempo de sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina Valera: TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.

Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

Clase 47. Las Resurrecciones por Lewis Sperry Chafer

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La interpretación profética ha sido víctima de mucha confusión debido a la teoría sin apoyo bíblico de que los hombres serán todos resucitados al mismo tiempo. Este programa profético simplista ignora los detalles dados en los pasajes proféticos acerca de las diversas resurrecciones. En vez de una sola resurrección general, las Escrituras presentan siete resurrecciones, algunas de las cuales se encuentran en el pasado, otras separadas por largos períodos tales como las resurrecciones que preceden y siguen al reinado de Cristo de mil años. Las Escrituras enseñan claramente que todos serán resucitados a su tiempo y en su lugar y que la existencia humana sigue para siempre. El estudio de las resurrecciones proporciona un importante bosquejo del programa profético relacionado con esta verdad central de la fe y esperanza cristiana.

A. La resurrección de Jesucristo.

En el orden de las resurrecciones la primera es la de Jesucristo, anunciada en la profecía del Antiguo Testamento, presentada históricamente en los cuatro evangelios, y tratada teológicamente en el Nuevo Testamento a partir del libro de los Hechos. Sal. 16:9-10. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.

Indudablemente la doctrina de la resurrección de Cristo es una doctrina de importancia central sobre la que descansa toda la fe y esperanza del cristiano, como expone extensamente Pablo en 1 Corintios 15:1-58.

En consideración de los hechos que apoyan la conclusión de que hay más de una resurrección, es importante notar que todos deben estar de acuerdo en que la resurrección de Cristo es un acontecimiento distinto y que ya ha ocurrido.

B. La resurrección de los santos en Jerusalén.

En el tiempo de la resurrección de Cristo ocurrió una resurrección que fue como una prenda, según Mateo 27:52-53. Este pasaje afirma que «en el tiempo de la muerte y resurrección de Cristo se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos».

En ningún lugar se da explicación alguna acerca de este suceso fuera de lo común. Aunque los sepulcros fueron abiertos en el momento de la muerte de Cristo, parece que los santos mismos no salieron de los sepulcros hasta que Cristo resucitó, porque la Escritura deja en claro que Cristo es la primicia, el primer resucitado de entre los muertos en un cuerpo resucitado que no volverá a ser destruido. En contraste con otras personas resucitadas, como en el caso de Lázaro, que indudablemente volvió a morir y volvió a ser sepultado, Cristo resucitó para no volver jamás a un sepulcro.

El significado probable de la resurrección de santos en el tiempo de la resurrección de Cristo, número relativamente pequeño de individuos, puede hallarse en el cumplimiento de lo tipificado en una ofrenda levítica. La tercera de las fiestas de Jehová incluye una ceremonia en que, al comienzo de la cosecha, los israelitas debían llevar un puñado de grano no trillado para mecerlo delante de Jehová y ofrecer los sacrificios adecuados en reconocimiento de sus esperanzas puestas en la cosecha venidera. Lv. 23:9-14.

La resurrección de santos en Jerusalén en el tiempo de la resurrección de Cristo constituyó las primicias y demostró que Cristo no estaba solo en su resurrección, sino que era el precursor de la gran cosecha venidera, de la cual estos santos eran una muestra.

Aunque algunos han interpretado las referencias de Lucas como sólo una restauración a la vida como la ocurrida en el caso de Lázaro, el hecho de que haya ocurrido en el tiempo de la resurrección de Cristo indicaría una resurrección permanente, e indudablemente estos santos fueron llevados vivos al cielo después que hubieron cumplido su misión. En cualquier caso, es otra resurrección histórica que confirma el concepto de que todas las resurrecciones no pueden reunirse en un solo gran acontecimiento futuro.

C. La resurrección de la Iglesia.

Como se dijo en los estudios de la venida de Cristo por sus santos, y la doctrina del arrebatamiento, los muertos en Cristo serán resucitados en el tiempo de la venida de Cristo por los suyos y, junto con los cristianos vivos que serán transformados, se encontrarán con el Señor en el aire y subirán al cielo. Según 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:51-58, tanto los santos resucitados como los trasladados recibirán cuerpos de resurrección similares al cuerpo resucitado de Cristo. 1 Co. 15:51-58.

1Ts. 4:13-18. 13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.


1 Jn. 3:2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

La resurrección de la iglesia es la primera resurrección en gran escala y es precursora de las demás.

D. La resurrección de los santos del antiguo testamento.

Aunque el. Antiguo Testamento constantemente supone la doctrina de la resurrección, como se afirma en Job 19:25-26, por ejemplo, no es esta doctrina un tema de profecías extensas. Sin embargo, las referencias que se encuentran parecen poner la resurrección de los santos del Antiguo Testamento en el tiempo de la segunda venida de Cristo a la tierra y no en el de su venida por sus santos en el arrebatamiento. Daniel 12 describe la Gran Tribulación en el versículo 1 y la resurrección en el versículo 2 como un suceso inmediatamente posterior y que constituye un clímax en relación con ella; en este caso, sería claro que los santos del Antiguo Testamento no son resucitados en el arrebatamiento, sino en el tiempo del establecimiento del reino.

Dn. 12:1-2. En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

La misma implicación se encuentra en el pasaje de Job, donde la resurrección está conectada con el tiempo en que el Redentor está en pie sobre la tierra.
En forma similar, la doctrina de la resurrección presentada en Isaías 26:19-21 relaciona el despertar de los cuerpos muertos con el momento en que Cristo juzgue al mundo.

Is. 26:19-21. Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.  Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

También es significativo que la frase particular de «los muertos en Cristo» sea usada para describir a los que son resucitados en el arrebatamiento.

1 Ts. 4:16. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

La expresión «en Cristo» describe la posición actual de los creyentes en Cristo debido al bautismo del Espíritu, que ocurrió por primera vez en Hechos 2 y que no aparece en relación con los santos del Antiguo Testamento. Aunque habrá intérpretes de las Escrituras que discrepen de esta posición, e incluirán la resurrección de los santos del Antiguo Testamento con el arrebatamiento, el peso de la evidencia parece relacionarla con la segunda venida de Cristo a la tierra. En cualquier caso, todos los santos del Antiguo Testamento y los de la iglesia serán resucitados antes del milenio.

E. La resurrección de los santos de la tribulación.

Se hace mención especial de los que murieron como mártires de la tribulación, diciendo que serán resucitados en conexión con la segunda venida de Cristo para establecer el reino. En Apocalipsis 20:4 Juan escribe que vio «las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años». Esta afirmación es explícita en el sentido de que los mártires de la tribulación serán resucitados cuando Cristo venga a establecer su reino. Apocalipsis 20:5 declara: «Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección». Surge, naturalmente, la pregunta de cómo puede ser ésta la primera resurrección de los santos del Antiguo Testamento.

La respuesta es que la expresión «primera resurrección» se refiere a todas las resurrecciones de los justos aun cuando se encuentren ampliamente separadas por el tiempo. Todas ellas son primeras, esto es, antes que la resurrección final de los impíos. Consecuentemente, la expresión «primera resurrección» se aplica a todas las resurrecciones de los santos sin consideración de cuándo ocurrían, incluyendo la resurrección Cristo mismo.

F. La resurrección de los santos del milenio.

Ningún pasaje de las Escrituras predice la resurrección de los santos del milenio, y algunos han sacado la conclusión que los santos que entren en el milenio no morirán. Por supuesto, las Escrituras guardan silencio acerca de un arrebatamiento de los santos vivos al final del milenio. Estos dos apartados de la profecía no caen dentro de la esfera de preocupación inmediata de los santos que viven en la actualidad, y la verdad acerca de ella podrá ser revelada después de la venida de Cristo para establecer su reino.

Sin embargo, cabe suponer que algunos santos que sobrevivirán a la tribulación ya serán de edad avanzada, y en cualquier caso es dudoso si alguien sobrevivirá durante todo el reinado de mil años. Ni Adán ni los cristianos primitivos lograron vivir mil años. En consecuencia, se puede suponer que aun los salvados morirán en el milenio aun cuando la vida de ellos será muy larga.

Según Isaías 65:20, «no habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito». Esta afirmación, por otra parte, indica que la vida será prolongada mucho, esto es, que a la edad de 100 años una persona será todavía joven. En el milenio, los creyentes que sean viejos cumplirán sus años, con lo que se quiere decir que alcanzarán una edad muy avanzada. En contraste, la persona que muera de 100 años será porque es pecador, y la muerte le vendrá como un juicio.

Subsiste la evidencia de que en el milenio habrá santos que morirán y que serán resucitados al final del reinado milenial. Sin embargo, esta doctrina no está fundada sobre un pasaje específico de las Escrituras, pero es probablemente la mejor explicación. Al mismo tiempo que sean resucitados los santos del milenio serán arrebatados los santos que estén vivos, esto es, serán llevados de la tierra sin morir, del mismo modo que la iglesia cuando fue arrebatada. Esto será en preparación para la destrucción de la tierra y los cielos que ahora son.

G. La resurrección de los impíos.

La resurrección final está relacionada solamente con los impíos. En conexión con el juicio del gran trono blanco, todos los muertos que no hayan resucitado antes serán resucitados y comparecerán ante Dios para ser juzgados.

Ap. 20:11-15. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Esta es la resurrección final antes de la creación de los nuevos cielos y la nueva tierra. Los detalles de este juicio serán considerados en un capítulo posterior.

Resumiendo, las Escrituras claramente enseñan que todos los hombres resucitarán. Como lo resume Daniel: «Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua» (Dn. 12:2). Aunque los hombres mueren, todos resucitarán, pero las resurrecciones no serán las mismas. La resurrección de vida es una gloriosa resurrección en que los cuerpos de los creyentes serán conformados al cuerpo de resurrección de Cristo.
Sin embargo, la resurrección de condenación es un espectáculo terrible. Los hombres recibirán cuerpos que les durarán para siempre, pero cuerpos que son pecaminosos y sujetos al dolor y el sufrimiento. Como el diablo y sus ángeles, existirán para siempre en el lago de fuego. Este hecho conmovedor ha hecho que los hombres lleven el evangelio hasta los fines de la tierra a fin de que la mayor cantidad posible de personas pueda ser arrebatada del fuego y sea liberada de la ira de Dios que ciertamente vendrá sobre los impíos.

Jud. 23. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

Sin embargo, para el justo la doctrina de la resurrección es la base de nuestra esperanza, y aunque la última generación de la iglesia será arrebatada sin morir, para la gran mayoría del mundo la resurrección de la tumba ha sido el método divino para transformar un cuerpo que era para la tierra en un cuerpo adecuado para su gloriosa presencia.

PREGUNTAS

1. ¿Resucitarán de entre los muertos todos los que mueran?

2. ¿Quién es la primera persona en ser resucitada de entre los muertos?

3. Explicar la resurrección mencionada en Mateo 27:52-53.

4. Describir la resurrección de la iglesia.

5. ¿Qué evidencia apoya la conclusión de que los santos del Antiguo Testamento resucitarán en el tiempo de la venida de Cristo a la tierra?

6. ¿Qué revela la Escritura acerca de la resurrección de los santos de la tribulación?

7. ¿Morirán los santos en el milenio?

8. ¿Qué les ocurrirá a los santos que estén vivos al final del reino milenial?

9. Describir la resurrección de los impíos.

10. Hacer un contraste entre los cuerpos de resurrección de los salvados y de los perdidos.


11. ¿Por qué la doctrina del castigo eterno constituye un motivo que impele a predicar el evangelio a toda criatura?

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