1 Juan 5:7. La Nueva Biblia de los Hispanos. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el
Padre, el Verbo (Jesucristo), y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres
son los que dan testimonio en la tierra.
Vamos
a profundizar en los ríos de nuestro Creador para llenarnos de su Espíritu Santo y de su Perfecto
Amor: Dios quiere que escudriñemos su
Palabra para conocer más al Espíritu Santo y lo que él hace a favor nuestro. La
palabra pneumatología se deriva de la palabra griega, pneuma, que significa
"espíritu," "viento," "aliento." Por tanto,
pneumatología es la doctrina del Espíritu Santo. La doctrina del Espíritu Santo
es una doctrina bíblica. La Biblia es la única fuente de donde nosotros podemos
obtener cualquier información con respecto a Él.
El Espíritu Santo es una persona de la deidad tanto como el Padre y como el Hijo (Jesucristo), el cual tiene características de mente y de conocimiento Romanos 8:27. Mas el que
escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme
a la voluntad de Dios intercede por los santos. 1 Corintios 2:10-11. Pero
Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas
del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios; de amor Romanos 15:30. Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y
por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios; y posee voluntad 1 Corintios 12:11. Pero todas estas cosas
las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere.
La Biblia habla del Espíritu Santo; Dios ejerce su obra en la tierra por intermedio de Él. La manera en que se relación e interactúan las tres personas de la Deidad está más allá del entendimiento humano. Nos revela lo que podemos comprender mientras estamos en esta tierra como peregrinos y extranjeros cumpliendo los propósitos del Padre en nuestras vidas.
Hechos 5:29. Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
El testimonio del Espíritu. 1 Juan 5:6-12. Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Juan 16:1-15. La obra del Espíritu Santo. Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
Pero ahora
voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes,
porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero
yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Nuestro estudio de esta semana lo vamos a dividir en dos partes. A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, téngase en cuenta que Cristo es el centro de la Biblia, el tema principal de las Sagradas Escrituras en su totalidad. Si nosotros fuéramos a colocar algún otro en su lugar, el resultado sería una verdadera confusión. El Espíritu Santo no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no vino un hablar de sí mismo, sino de Cristo. El individuo que habla continuamente acerca del Espíritu y omite al Hijo demuestra que realmente no tiene el Espíritu Santo morando en él.
1. La naturaleza del
Espíritu Santo.
2. La obra del Espíritu
Santo.
1. La naturaleza del Espíritu Santo. Hechos 5:3-4. (Es Dios mismo) Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Hebreos 9:14. ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? (Es eterno) siempre ha existido, siempre existirá, es el Espíritu Eterno; es Omnipresente, está en todas partes al mismo tiempo Salmo 139:7-10. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
Es Omnisciente, todo lo sabe, todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios 1 Corintios 2:10. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Es Omnipotente, es Todo Poderoso, Isaías 11:2. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová; el profeta se refiere a Él como el Espíritu de Poder.
En el nombre SANTO su mismo nombre da testimonio de su santidad Isaías 6:1-8. En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Hechos 28:25-28. Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: de oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
La Verdad, en Juan 14:17. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. El Señor Jesucristo le llama el Espíritu de Verdad y Juan dio testimonio en 1 Juan 5:6. Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.
Tiene existencia propia, Romanos 8:2. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte, en este versículo se le llama el Espíritu de Vida; también se le llama el Espíritu del Dios Vivo 2 Corintios 3:3. Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. Y el glorioso Espíritu de Dios 1 Pedro 4:14. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
Él actúa como una persona, Juan 14:26. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho; da testimonio, Juan 15:26. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Él nos guía, Juan 16:13. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Testifica, Hechos 5:32. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
Hace milagros, Hechos 8:38-39. Y mandó parar el carro; y
descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron
del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y
siguió gozoso su camino.
Habla, da órdenes, escoge, envía, Hechos 13:2-4. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Ellos, entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron guiados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.
Prohíbe, Hechos 16:6. Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia.
Intercede Romanos 8:26. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Escudriña, 1 Corintios 2:10. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Mantiene comunión, 2 Corintios 13:14. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
Se lo trata como a una persona y puede ser contristado, Efesios 4:30. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Hay personas que se rebelan y enojan en contra de Él, Isaías 63:10. Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
Se le puede afrentar, Hebreos 10:29. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Algunos le mienten, Hechos 5:3. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Y aún le blasfeman Marcos 3:29. Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
Otras referencias bíblicas que hablan de Él son:
Génesis 1:2, 1 Corintios 3:16, el Espíritu de Dios; Jueces 3:10, Isaías 11:2, el Espíritu de Jehová; Tu Espíritu, Salmo 139:7; Tu buen Espíritu, Nehemías 9:20; Santo Espíritu, Salmo 51:11; El Espíritu de Jehová el Señor, Isaías 61:1; el Espíritu de vuestro Padre, Mateo 10:20; El Espíritu del señor, Lucas 4:18; El Espíritu de Aquel, Romanos 8:11; El Espíritu de nuestro Dios 1 Corintios 6:11; El Espíritu de Dios 2 Corintios 3:3; El Espíritu Santo de Dios, Efesios 4:30; El espíritu de Jesús, Hechos 16:7; El Espíritu de Cristo Romanos 8:9; El Espíritu de Jesucristo, Filipenses 1:19.
2. La obra del Espíritu Santo. Junto con el Padre y con el Hijo, tuvo parte en la creación, Génesis 1:1-2. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Salmo 33:6. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Por medio del Espíritu Santo, Dios inspiró a los hombres a que escribieran el A.T. y el N.T. 1 Pedro 1:21. Y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. 1 Timoteo 3:16. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
El Señor Jesucristo prometió a sus seguidores que el Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho, Juan 14:26. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho; se relaciona con toda la humanidad, Juan 16:7-11. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado; redarguye al mundo de pecado, de justicia, Hechos 2:33. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís; de juicio porque Satanás ya ha sido juzgado. La vida justa y la muerte expiatoria de Cristo constituyen el juicio de Satanás.
En resumen la venida del Espíritu Santo es una prueba convincente del pecado de incredulidad en Cristo, de la justicia de Cristo y del juicio de Satanás ya cumplido.
El Espíritu Santo está edificando a la iglesia como el cuerpo de Cristo 1 Corintios 12:13. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu; habita en la iglesia, Efesios 2:21-22. En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. 2 Corintios 6:16. En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Redarguye a la iglesia por el bien de ella misma, no solo redarguye a los pecadores, sino que además lo hace con los creyentes cuando estos no andan y viven conforme a la Palabra de Dios y nos advierte cuando nos debilitamos espiritualmente. El Espíritu Santo otorga poder a la iglesia, Hechos 13:2-4. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre, Hechos 20:28. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
En ningún otro lado es más prominente la obra del Espíritu Santo que en la vida del creyente; regenera y renueva, Juan 3:5. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Romanos 8:10-11. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Libra del pecado y de la muerte, Romanos 8:1-2. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Mora en el creyente 1 Corintios 3:16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?, Romanos 8:11. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Santifica produciendo fruto en la vida del creyente, 2 Tesalonicenses 2:13. Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, Gálatas 5:22-23. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Fortalece al hombre interior, Efesios 3:16. Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; asiste en la oración, la alabanza, la acción de gracias y la adoración, Romanos 8:26. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, Efesios 5:18-20. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Filipenses 3:3. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Ilumina las Escrituras, 1 Corintios 2:12. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
Llena y bautiza capacitando al creyente con poder para servir, Hechos 1:8. Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 2:1-4. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 11:16. Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo, Hechos 13:52. Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo, Hechos 19:6. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban, 1 Corintios 2:4. Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 1 Tesalonicenses 1:5. Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.
Y si realmente hemos nacido de nuevo, entonces él nos dirige, Romanos 8:14. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Salmo 34:14. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
El Espíritu Santo es nuestra ayuda y nuestro apoyo, junto con su Palabra, mientras andemos en esta tierra, por el camino de Dios teniendo como nuestra gran meta cumplir los propósitos de Padre para nuestras vidas y llegar a estar en su presencia por la eternidad. Bendiciones.
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