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Es tiempo de
sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y
la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que
empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina
Valera: TEOLOGÍA
SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.
Juan 5:39. Escudriñad las
Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las
doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e
infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres
de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la
plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original
y su caída en pecado.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA
2. Es el
estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución,
redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección,
predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la
unión mística del creyente con Cristo. Incluye el estudio de las
doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto,
organización y ordenanzas. Incluye el estudio de las profecías de la
Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la
iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial,
los juicios finales y el estado eterno.
Clase 1. La Biblia: Palabra
de Dios por Lewis Sperry Chafer
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Incluso para un lector ocasional de
la Biblia, pronto se pone de manifiesto que está leyendo un libro fuera de lo
usual. Aunque cubre miles de años de la historia humana y está escrita por más
de cuarenta escritores humanos, la Biblia no es una simple colección de
escritos, sino todo un Libro que posee una fascinante continuidad. Se le llama
«La Biblia», de la palabra griega biblos, que significa «Libro». Su
extraordinaria característica es debida al hecho de que es ciertamente la
Palabra de Dios, aunque haya sido escrita por autores humanos.
Se ofrecen dos líneas de evidencia
que apoyan la conclusión de que la Biblia es la Palabra de Dios:
1) la evidencia interna; los hechos hallados en la propia Biblia y la propia
afirmación de la Biblia concerniente a su origen divino.
2) la evidencia externa; la naturaleza de los hechos dados en la Escritura, que
apoyan su carácter sobrenatural.
A. EVIDENCIA INTERNA.
En cientos de pasajes, la Biblia
declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios. Deuteronomio 6:4-9. Deuteronomio
6:17-18. Josué 1:8. Josué 8:32-35.2 Samuel 22:31. Salmo 1:2. Salmo 12:6. Salmo
19:7-11. Salmo 93:5. Salmo 119:9,11,18. Salmo 119:89-93. Salmo 119:97-100. Salmo
119:104-105,130. Proverbios 30:5-6. Isaías 55:10-11. Jeremías 15:16. Jeremías
23:29. Daniel 10:21. Mateo 5:17-19. Mateo 22:29. Marcos 13:31. Lucas 16:17. Juan
2:22. Juan 5:24. Juan 10:35. Hechos 17:11. Romanos 10:17. 1 Corintios 2:13. Colosenses
3:16. 1 Tesalonicenses 2:13. 2 Timoteo 2:15. 2 Timoteo 3:15-17. 1 Pedro
1:23-25. 2 Pedro 3:15-16. Apocalipsis 1:2. Apocalipsis 22:18.
Las Escrituras declaran, de muchas
formas diversas, que la Biblia es la Palabra de Dios y que su afirmación es
clara e inteligible para cualquiera. La afirmación constante de los escritores
del Antiguo Testamento, los del Nuevo y del propio Jesucristo, es que la Biblia
es la inspirada Palabra de Dios. Por ejemplo, el Salmo 19:7-11 declara que la Biblia
es ciertamente la Palabra del Señor, y nombra seis perfecciones, con sus seis
correspondientes transformaciones de carácter humano, que la Palabra cumple. Jesucristo
declaró que la Ley tiene que ser cumplida Mateo 5:17-18.
En Hebreos 1:1-2. Dios, habiendo hablado
muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo. No solamente se afirma que Dios habló en el Antiguo Testamento a los
profetas con palabra de Dios, sino que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo. La
Biblia sólo puede ser rechazada si se rechazan sus constantes afirmaciones de
ser la Palabra de Dios.
B. EVIDENCIA EXTERNA.
La Biblia no sólo afirma y reclama
para sí el ser la Palabra de Dios, sino que apoya estas afirmaciones por
abundantes evidencias que han convencido con frecuencia incluso a los lectores
más escépticos.
1. La continuidad de la Biblia. Uno de los más sorprendentes y extraordinarios hechos
respecto a las Escrituras es que, aunque fueron escritas por más de cuarenta
autores que vivieron a lo largo de un período de más de 1,600 años, la Biblia
es, no obstante, un Libro y no una simple colección de 66 libros. Sus autores
proceden de los más diversos lugares y situaciones de la vida; hay reyes,
campesinos, filósofos, hombres de Estado, pescadores, médicos, eruditos, poetas
y agricultores. Vivieron en diferentes culturas, en diferentes experiencias
existenciales, y con frecuencia fueron completamente distintos en carácter. La
Biblia tiene una continuidad que puede ser observada desde el Génesis hasta el
Apocalipsis.
La continuidad de la Biblia puede ser
constatada en su secuencia histórica que comienza con la creación del mundo
presente hasta la de los nuevos cielos y la nueva tierra. El Antiguo Testamento
revela temas doctrinales tales como la naturaleza del propio Dios, la doctrina
del pecado, la de la salvación y el programa y propósito de Dios para el mundo
como un todo, para Israel y para la Iglesia.
La doctrina está progresivamente
presentada desde sus principios en forma de introducción, hasta su más completo
desarrollo. El tipo está seguido por el antitipo, la profecía por su
cumplimiento. Uno de los temas continuados de la Biblia es la anticipación,
presentación, realización y exaltación de la persona más perfecta de la tierra
y los cielos, nuestro Señor Jesucristo. El relato de tan fascinante Libro, con
su continuidad de desarrollo, exige un milagro mucho mayor que la inspiración
en sí misma. De acuerdo con esto, los creyentes de la Escritura, si bien
reconocen la factura humana de varios de sus libros, su continuidad y su guía
se deben a la inspiración del Espíritu Santo.
2. La extensión de la revelación bíblica. En su manifestación de la Verdad, la Biblia
es inextinguible. Al igual que un telescopio, se adentra en el universo desde
las infinitas alturas y profundidades de los cielos, hasta la tremenda hondura
del infierno y capta las obras de Dios desde el principio hasta el fin. Como un
microscopio, revela los más diminutos detalles del plan y el propósito de Dios
y la perfectísima obra de la creación. Al igual que un estereoscopio, sitúa a
todos los seres y objetos, tanto si están en los cielos como en la tierra, en
correcta relación, los unos con los otros.
Aunque muchos de los libros de la
Biblia fueron escritos en los comienzos del conocimiento humano, en una época
en que sus autores ignoraban por completo los modernos descubrimientos, lo que
ellos escribieron, sin embargo, no ha sido nunca contradicho por posteriores
descubrimientos, y los antiguos escritos de la Escritura se hallan sorprendentemente
adaptados a modernas situaciones.
En el amplísimo contexto de su
revelación, la verdad bíblica alcanza horizontes insospechados que van más allá
del descubrimiento humano, alcanzando, como de hecho lo hace, desde la
eternidad del pasado, a la eternidad del futuro, revelando hechos que sólo Dios
puede conocer. No existe otro libro en todo el mundo que haya intentado
siquiera presentar la Verdad de un modo comprensible como lo hace la Biblia.
3. La influencia y publicación de la Biblia. Ningún otro libro ha sido jamás publicado
en tantas lenguas e idiomas, por y para tan diferentes pueblos y culturas, como
la propia Biblia. Sus páginas están entre las primeras que fueron impresas
cuando se inventaron las prensas de la moderna imprenta. Millones de copias de
la Escritura han sido publicadas en todas las principales lenguas del mundo, y
no hay una sola lengua escrita que no tenga, al menos, una porción impresa de
la Biblia. Aunque los escépticos, como el francés Voltaire, infiel y herético,
han predicho con frecuencia que la Biblia quedaría relegada al olvido en el
paso de una generación, e incluso autores del siglo XX han pronosticado que la
Biblia pronto sería un libro olvidado, lo cierto es que la Biblia continúa
publicándose en número creciente y en mayor número de lenguas que antes.
Otras religiones han sobrepasado a la
Cristiandad en número de seguidores, pero no han sido capaces de ofrecer
ninguna revelación escrita comparable a la Escritura. En nuestra época moderna,
la influencia de la Biblia continúa su ritmo de difusión incesante. Para los no
salvos es la «espada del Espíritu» Efesios 6:17. Y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; Y para los
salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha. Y para
los salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha Juan
17:17. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad.
2 Corintios 3:17-18. Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor Efesios 5:25-26. Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra. La Biblia continúa siendo la única base divina para la ley
y la moralidad.
4. El contenido de la Biblia. El carácter sobrenatural de la Biblia se aprecia en el
hecho de que trata tan libremente con lo desconocido y, desde luego,
incognoscible, como con lo que es conocido. Describe la eternidad en el pasado,
incluyendo la creación antes de que el hombre existiese. Se revelan la
naturaleza y las obras de Dios. En las profecías bíblicas se manifiesta la
totalidad del programa divino para el mundo, para Israel y para la iglesia,
culminando en esta última, que es eterna. En cada materia presentada y
descrita, sus declaraciones son decisivas, concretas y están al margen del
tiempo. Su naturaleza comprensiva ha hecho a sus lectores sabios en la verdad
que se relata tanto en el tiempo como en la eternidad.
5. La Biblia como literatura. Considerada como obra literaria, la Biblia es también
algo supremo. No solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en
detalle, la más bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las
especulaciones de la filosofía y cuanto se relaciona con la verdad bíblica. La
variedad de la producción de sus autores está contrastada por la multiplicidad
de sus materias. Ningún otro libro de literatura tiene tantos lectores
apasionados de todas las edades y de todos los grados de inteligencia y
erudición.
6. La autoridad sin prejuicios de la Biblia. El carácter humano de los autores de la
Biblia, carece de prejuicios en favor del hombre. La Biblia registra y señala,
sin vacilar, el pecado y la debilidad de los mejores hombres, y advierte
gráficamente a aquellos que confían en sus propias virtudes de su condenación
final. Aunque escrito por humanos, es un mensaje de Dios hacia el hombre, más
bien que un mensaje del hombre para el hombre. Aunque algunas veces habla de
cosas terrenales y de experiencias humanas, también describe con claridad y
autoridad cosas tanto de los cielos como de la tierra, visibles o invisibles;
revelando hechos acerca de Dios, de los ángeles, los hombres, del tiempo y de
la eternidad; de la vida y la muerte, del pecado y la salvación, del cielo y
del infierno. Semejante libro no podría haber sido escrito por el hombre -si
hubiese tenido que elegir hacerlo, y aun de haber podido, nunca habría querido
hacerlo- al margen de la divina dirección. Por tanto, la Biblia, aunque escrita
por hombres, es un mensaje que procede de Dios, con la certeza, la seguridad y
la paz que sólo Dios puede proporcionar.
7. El carácter supremo de la Biblia. Por encima de todo lo dicho anteriormente, la Biblia es
un libro sobrenatural que revela la persona y la gloria de Dios manifestada en
Su Hijo. Tal persona, Jesucristo, jamás pudo haber sido la invención de un
hombre mortal, ya que Sus perfecciones nunca podrían haber sido comprendidas ni
por los hombres más sabios y santos de esta tierra. El supremo carácter de la
Biblia está apoyado por su revelación del carácter supremo en la persona de
Jesucristo.
Como consecuencia de la combinación
de las cualidades sobrenaturales y procedentes del hombre que entran en la
composición de la Biblia, puede observarse una similitud entre la Biblia como
la Palabra escrita y el Señor Jesucristo como el Verbo viviente. Ambas son
sobrenaturales en origen, presentando una mezcla inescrutable y perfecta de lo
que es divino y de lo que es humano. Ambas también ejercen un poder de
transformación sobre aquellos que creen, e igualmente permitido por Dios como
algo negativo y rechazado por los que no creen. Las perfecciones divinas,
impolutas y en toda su grandeza que no sufre la menor disminución, están
inmersas en ambos aspectos. Las revelaciones que muestra son igualmente tan
simples como la capacidad mental de un niño, y tan complejas como los infinitos
tesoros de la divina sabiduría y el divino conocimiento, sostenidas por el Dios
que las ha revelado.
2 Samuel 22:31. En cuanto a Dios, perfecto
es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en
él esperan. Salmo 1:2. Sino que en la ley de
Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Salmo
12:6. Las palabras de Jehová son palabras limpias,
como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
Salmo
19:7-11. 7La ley de Jehová es perfecta, que
convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
8Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de
Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9El temor de Jehová es limpio, que
permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que
miel, y que la que destila del panal. 11Tu siervo es además amonestado con
ellos; En guardarlos hay grande
galardón.
Salmo 93:5. Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre. Salmo
119:9,11,18. 9¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra. 11En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar
contra ti. 18 Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. Salmo
119:89-93. 89Para siempre, oh Jehová, permanece tu
palabra en los cielos. 90De generación en generación es tu fidelidad; Tú
afirmaste la tierra, y subsiste. 91Por tu ordenación subsisten todas las cosas
hasta hoy, pues todas ellas te sirven. 92Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
ya en mi aflicción hubiera perecido. 93Nunca jamás me olvidaré de tus
mandamientos, porque con ellos me has vivificado.
Salmo 119:97-100. 97¡Oh, cuánto amo yo tu
ley! Todo el día es ella mi meditación. 98Me has hecho más sabio que mis
enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. 99Más que todos
mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación. 100Más
que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos. Salmo
119:104-105,130. 104De tus mandamientos he
adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
105Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. 130La exposición
de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Proverbios 30:5-6. 5Toda palabra de Dios es
limpia; El es escudo a los que en él esperan. 6No añadas a sus palabras, para
que no te reprenda, y seas hallado mentiroso. Isaías 55:10-11. 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y
producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi
palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo
quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Jeremías 15:16. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra
me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre
mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. Jeremías 23:29. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como
martillo que quebranta la piedra? Daniel 10:21. Pero yo te declararé lo que
está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino
Miguel vuestro príncipe.
Mateo 5:17-19 17 No penséis que he venido
para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra,
ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19
De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños,
y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos;
mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino
de los cielos. Mt. 22:29. Entonces
respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de
Dios.
Mr. 13:31. El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán. Lc. 16:17. La
ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es
anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Jn. 2:22. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus
discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la
palabra que Jesús había dicho. Juan 5:24. De
cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
PREGUNTAS
1. ¿Qué significa la palabra
«Biblia»?
2. ¿En qué consisten las dos líneas
generales de evidencia de que la Biblia es la Palabra de Dios?
3. Mencionar cinco pasajes del
Antiguo Testamento y otros cinco del Nuevo en que la Biblia declare o asuma por
sí misma el ser la Palabra de Dios.
4. Mencionar seis perfecciones, con
sus seis correspondientes transformaciones, del carácter humano que la Palabra
cumpla de acuerdo con el Salmo 19:7-11.
5. ¿Por qué es la continuidad de la
Biblia una evidencia de su inspiración?
6. ¿Cuáles son algunas de las
evidencias de la continuidad de la Biblia?
7. ¿En qué difiere la Biblia de otros
libros respecto a la expresión de su revelación de la verdad?
8. ¿De qué forma tiene relación la
extensiva publicación de la Biblia con su poder transformador?
9. Describir y relatar el carácter
sobrenatural de la Biblia con relación a su contenido.
10. Evaluar la Biblia en su carácter
literario.
11. ¿Cómo puede ser relacionada la
cualidad humana de su confección con la autoridad exenta de prejuicios de la
Biblia?
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