Hoy en día existe un gran nivel de gente desinformada y sin conocimiento en muchos temas de actualidad que nuestras sociedades demandan. Pero en especial también, muchas personas están desinformadas e ignorantes con respecto al conocimiento de Dios y el cómo hallar ese conocimiento: ignoran la vida eterna y el juicio personal ante el Creador.
La
ignorancia es la falta de conocimiento o comprensión; algunas veces somos
ignorantes porque no sabíamos que había una necesidad de aprender algo, otras
veces, somos ignorantes porque hemos elegido no aprender algo que necesitamos
saber. Las personas ignorantes no son conscientes o no están informadas.
Mi
pueblo no tiene conocimiento, por eso ha sido destruido. Y a ti, sacerdote, que
rechazaste el conocimiento, yo te rechazo de mi sacerdocio. Puesto que tú
olvidas las enseñanzas de tu Dios, yo me olvidaré de tus descendientes. (DHH Os 4:6)
Dios
estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el
juicio. (NVI Heb 9:27)
Por
su ignorancia hacia Dios, la humanidad ha caído en su propia trampa, va camino
a la autodestrucción, creyendo sabio su propio entendimiento, ha dejado de
buscar a Dios, de reconocerlo como fuente fundamental de vida y sustento de
todas las cosas por la Palabra de su boca. Dios se ha revelado claramente
por medio de Jesucristo, su intención es que nadie perezca en su propia
ignorancia, sino que todos por medio del conocimiento de Cristo, esencialmente
por la fe en su muerte y resurrección, sean salvados.
En
la ignorancia espiritual de la humanidad vemos que el entendimiento de las
personas esta cegado, está cauterizado, no perciben las cosas espirituales, su
mente no puede alcanzar la luz de Dios: esa ignorancia los lleva a cometer toda
clase de pecados y maldades.
Ahora
les pido, de parte del Señor, que ya no vivan como los que no conocen a Dios,
pues ellos viven de acuerdo con sus tontas ideas. Son gente ignorante y
terca, que no entiende nada, y por eso no disfruta de la vida que Dios da. Han perdido la vergüenza, se han entregado
totalmente a los vicios, y hacen toda clase de indecencias. ¡Pero esto no es lo
que ustedes aprendieron acerca de Cristo! Porque ustedes oyeron el mensaje
acerca de él, y saben vivir como él manda, siguiendo la verdad que él enseñó. (BLS Ef 4:17-21)
Teniendo
el entendimiento entenebrecido, “Estando entenebrecidos en su entendimiento”; es decir, su inteligencia, o ajenos (Más bien, “enajenados”). Estos
dos términos: “enajenados” y
“entenebrecidos”, dan a entender que antes de la caída
de ellos en la persona de su primer padre Adán) habían sido participantes de la
vida y de la luz; pero se habían revelado de la revelación de la vida de Dios,
aquella vida por la cual Dios vive en su propio pueblo; así como Él era la vida
y la luz en Adán, antes de la irrupción de la muerte y las tinieblas en la
naturaleza humana.
Esta
ignorancia sobre Dios es la causa de todos los males actuales, porque Dios
envió el remedio en su Hijo Jesucristo y juzgará al mundo por medio de Él,
cuando revele quiénes lo aceptaron o quiénes lo rechazaron. A esto Dios le
llama andar en tinieblas y la mayoría de los seres humanos andan en esas
tinieblas que son gobernadas por el diablo y sus demonios.
Estas
tinieblas envuelven y llenan las vidas de quienes aman toda clase de maldad, viviendo
una vida de oscuridad que los llevará a la condenación y muerte eterna; estas
personas están cegados para todo lo bueno, se mueven por los deseos
pecaminosos, por las concupiscencias de la carne que los impulsa a pecar, que
los impulsa a ir en contra de Dios en todos sus caminos y decisiones, detestan
las cosas buenas, detestan a las personas que hacen lo bueno.
Las
personas tienen la opción de vivir en las tinieblas o venir a la luz para vivir
por la eternidad. Está escrito en la Biblia que los hombres amaron más las
tinieblas, porque las tinieblas son las cosas que atraen al hombre carnal, y le
proveen placer por un tiempo, pero después el diablo le pasa la cuenta. De que
le sirve al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma.
El
diablo complace a las personas tocando su concupiscencia de la carne donde son
más débiles para hacer lo malo, pero su final es camino de muerte. Las
tinieblas son el camino ancho, el camino fácil, el camino de la diversión, el
camino de las bajas pasiones, de lo vicios, el mundo de fantasía, que no es
real pero que parece real.
Jesús
les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes obedecen mis
enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres. Ellos le contestaron: Nosotros somos descendientes de
Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices que seremos
libres? Jesús les respondió: Ningún esclavo se queda para siempre con la
familia para la cual trabaja. El hijo de la familia sí se queda para siempre, y
si él quiere puede dejar en libertad al esclavo. Les aseguro que cualquiera que
peca es esclavo del pecado. Por eso, si yo, el Hijo de Dios, les perdono sus
pecados, serán libres de verdad. (BLS Jn 8:31-34)
La
mayoría de los seres humanos están ajenos de la vida de Dios a causa de la
ignorancia que hay en ellos. A menudo equiparamos la ignorancia con alguien que
está mentalmente atrasado, pero algunos de los más talentosos del mundo,
algunos de las más grandes mentes en la ciencia, son espiritualmente
ignorantes.
¡Las
personas que no tienen a Cristo no son las únicas que son espiritualmente
ignorantes! Desafortunadamente, también es cierto para muchos que dicen ser creyentes
en Dios son potencialmente ignorantes ya que de manera voluntaria o
involuntaria desconocen los parámetros de la vida de Dios y los requisitos para
entrar en ella.
En
la época en que vivió el profeta Oseas los sacerdotes y pueblo por igual
rechazaban el conocimiento de Dios de manera voluntaria; Ellos olvidaron la ley
de Dios y tampoco desearon ni se propusieron retenerla en la mente y transmitir
su memoria a la posteridad; por tanto, Dios los olvidará justamente a ellos y
sus hijos.
Si
deshonramos a Dios con lo que es nuestra honra, tarde o temprano, se convertirá
en vergüenza para nosotros. En lugar de advertir al pueblo contra el pecado, los sacerdotes estimularon al pueblo a
pecar. Muy malo es
complacerse con los pecados del prójimo, porque pueden anular nuestra ventaja.
Lo que es ilegalmente obtenido no puede usarse con tranquilidad.
El
pueblo y los sacerdotes se endurecieron en pecado mutuamente; por tanto,
compartirán justamente el castigo. Los partícipes de pecado deben esperar ser
partícipes de la destrucción.
Toda
lujuria abrigada en el corazón corroerá en su momento toda su fuerza y vigor.
Esa es la razón por la cual muchos profesantes de la fe se tornan tan pesados,
tan torpes, tan muertos en la senda de la religión. Toman placer en alguna
lujuria secreta que les roba el corazón.
¿Cómo pasamos de las tinieblas a la luz? En este punto es mejor y más vivificante para nuestras vidas como
creyentes, ir a la fuente eterna dada por el Padre Celestial y que nos ha
dejado en su Palabra: “La Biblia”, para que sea ella misma por medio de la obra
del Espíritu Santo obrando en nuestros corazones.
Y
conduciéndolos afuera, les dijo: Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
Contestaron ellos: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa. Y le
hablaron la palabra del Señor, con todos los que estaban en su casa. (BTX3 Hch 16:30-32)
Pero
¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esto
significa la palabra de la fe que predicamos. Si con tu boca confiesas a Jesús
como Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos,
serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se
confiesa para salvación. Porque la Escritura dice: Todo el que cree en Él no
será avergonzado. Porque no hay diferencia ni de judío ni de griego, porque el
mismo Señor de todos es rico para todos los que lo invocan. Porque todo el que
invoque el nombre del Señor, será salvo. (BTX3 Ro 10:8-13)
El
que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y se aparta,
alcanzará misericordia. (BTX3 Pr 28:13)
Quien
sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la
vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. (BLS Ro 6:23)
Jesucristo
nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Este es el
mensaje que ahora les anunciamos. Si decimos que somos amigos de Dios y, a la
vez, vivimos pecando, entonces resultamos ser unos mentirosos que no obedecen a
Dios. Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos
unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre
de su Hijo Jesús. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos y no decimos la verdad. Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado,
podemos confiar siempre en que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará
de toda maldad. (BLS 1Jn
1:5-9)
Cuando
la luz brilla, todo queda al descubierto y puede verse cómo es en realidad. Por
eso alguien ha escrito: "¡Despiértate, tú que duermes! Levántate de entre
los muertos, y Cristo te alumbrará". Tengan cuidado de cómo se comportan.
Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos. Aprovechen cada
oportunidad que tengan de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy
malos. No sean tontos, sino traten de averiguar qué es lo que Dios quiere que
hagan. No se emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien,
permitan que el Espíritu Santo los llene y los controle. (BLS Ef 5:13-18)
Así
podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con
ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios; por
el gran poder de Dios cobrarán nuevas fuerzas y podrán soportar con paciencia
todas las dificultades. Así, con gran alegría, darán gracias a Dios, el Padre.
Porque él nos ha preparado para que recibamos, en su reino de luz, la herencia
que él ha prometido a su pueblo especial. Dios nos rescató de la oscuridad en
que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, quien por su muerte nos
salvó y perdonó nuestros pecados. (BLS Col 1:10-14)
Cristo
existía antes de todas las cosas. Por medio de él, todo se mantiene en orden, y
él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza y la iglesia es su
cuerpo. Cristo es el principio de todas las cosas. Por eso fue el primero en
resucitar, para ocupar el primer lugar en todo. Y en él se encuentra todo el
poder divino. Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a
estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo
en la cruz. Cristo nos hace amigos de Dios Antes, ustedes estaban lejos de Dios
y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios
los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo
hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin
pecado y libres de culpa. Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en
Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia.
Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio romano, y yo colaboro
anunciándolo. (BLS Col
1:17-23)
No
conocer a Dios es como vivir en la oscuridad, y antes ustedes vivían así, pues
no lo conocían. Pero ahora ya lo conocen, han pasado a la luz. Así que vivan
como corresponde a quienes conocen a Dios, pues su Espíritu nos hace actuar con
bondad, justicia y verdad. Traten de hacer lo que le agrada a Dios. No se hagan
cómplices de los que no conocen a Dios, pues sus hechos no aprovechan de nada.
Al contrario, háganles ver su error. (BLS Ef 5:8-11)
También
tenemos que entender que pasar de las tinieblas a la luz, no siempre es un paso
rápido, sino que puede ser un proceso largo, dependiendo de nuestra entrega, dependiendo
del trasfondo del cual viene cada uno, pero hay algo que es seguro y es que
cada día será más brillante para el que persevera, y un día vera el Sol de
Justicia en su vida en la plenitud de Dios.
Cuando
usted tiene luz de Jesucristo, al entrar a un lugar oscuro, la misma luz le
revelara el pecado, porque la luz aunque sea pequeña, resplandece en medio de
la oscuridad y la transforma. Caso contrario un cuarto encendido no puede ser
oscurecido, más que tapando o cubriendo toda la luz. Por eso, si tenemos la luz de
Jesucristo, tenemos el poder sobre el diablo y su oscuridad, tenemos los
recursos necesarios para perseverar en la vida eterna.
Pero
nadie puede salvarse así mismo, ni nadie puede cumplir toda la ley de Dios, ni
puede conseguir la salvación por obras, ni por religiones, ni por logros
humanos, porque la única forma de ser salvo, es a través de creer y recibir a Jesucristo
en nuestros corazones, es sólo cuando nacemos de nuevo por el Espíritu Santo de
Dios, es cuando decidimos entregar nuestro ser al Creador, el Padre Eterno. No
hay otro nombre en que podamos ser salvos, solo en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo.
Así
que, si somos hijos de Dios, no es posible que él sea como una de esas estatuas
de oro, de plata o de piedra. No hay quien pueda imaginarse cómo es Dios, y
hacer una estatua o pintura de él. Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que
hacían todo eso, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que
todos los que habitan este mundo se arrepientan y sólo a él lo obedezcan.
Porque ya él decidió en qué día juzgará a todo el mundo, y será justo con
todos. Él eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y nos demostró que esto
es cierto cuando hizo que Jesús resucitara". (BLS Hch 17:29-31)
Porque
Dios no envió al Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por medio de Él. Quien cree en Él, no es juzgado; el que no cree, ya ha
sido juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios. Y
esta es la acusación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, pues sus obras eran malas. Porque todo el que practica lo
malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean
expuestas. Pero el que practica la verdad viene hacia la luz, para que sea
manifiesto que sus obras son hechas en Dios. (BTX3 Jn 3:17-21)
Bendiciones
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