Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La ignorancia espiritual

 

Hoy en día existe un gran nivel de gente desinformada y sin conocimiento en muchos temas de actualidad que nuestras sociedades demandan. Pero en especial también, muchas personas están desinformadas e ignorantes con respecto al conocimiento de Dios y el cómo hallar ese conocimiento: ignoran la vida eterna y el juicio personal ante el Creador.

La ignorancia es la falta de conocimiento o comprensión; algunas veces somos ignorantes porque no sabíamos que había una necesidad de aprender algo, otras veces, somos ignorantes porque hemos elegido no aprender algo que necesitamos saber. Las personas ignorantes no son conscientes o no están informadas.

Mi pueblo no tiene conocimiento, por eso ha sido destruido. Y a ti, sacerdote, que rechazaste el conocimiento, yo te rechazo de mi sacerdocio. Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios, yo me olvidaré de tus descendientes. (DHH Os 4:6)

Dios estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el juicio. (NVI Heb 9:27)

Por su ignorancia hacia Dios, la humanidad ha caído en su propia trampa, va camino a la autodestrucción, creyendo sabio su propio entendimiento, ha dejado de buscar a Dios, de reconocerlo como fuente fundamental de vida y sustento de todas las cosas por la Palabra de su boca. Dios se ha revelado claramente por medio de Jesucristo, su intención es que nadie perezca en su propia ignorancia, sino que todos por medio del conocimiento de Cristo, esencialmente por la fe en su muerte y resurrección, sean salvados.

En la ignorancia espiritual de la humanidad vemos que el entendimiento de las personas esta cegado, está cauterizado, no perciben las cosas espirituales, su mente no puede alcanzar la luz de Dios: esa ignorancia los lleva a cometer toda clase de pecados y maldades.

Ahora les pido, de parte del Señor, que ya no vivan como los que no conocen a Dios, pues ellos viven de acuerdo con sus tontas ideas. Son gente ignorante y terca, que no entiende nada, y por eso no disfruta de la vida que Dios da. Han perdido la vergüenza, se han entregado totalmente a los vicios, y hacen toda clase de indecencias. ¡Pero esto no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo! Porque ustedes oyeron el mensaje acerca de él, y saben vivir como él manda, siguiendo la verdad que él enseñó. (BLS Ef 4:17-21)

Teniendo el entendimiento entenebrecido, “Estando entenebrecidos en su entendimiento”; es decir, su inteligencia, o ajenos (Más bien, “enajenados”). Estos dos términos: “enajenados” y “entenebrecidos”, dan a entender que antes de la caída de ellos en la persona de su primer padre Adán) habían sido participantes de la vida y de la luz; pero se habían revelado de la revelación de la vida de Dios, aquella vida por la cual Dios vive en su propio pueblo; así como Él era la vida y la luz en Adán, antes de la irrupción de la muerte y las tinieblas en la naturaleza humana.

Esta ignorancia sobre Dios es la causa de todos los males actuales, porque Dios envió el remedio en su Hijo Jesucristo y juzgará al mundo por medio de Él, cuando revele quiénes lo aceptaron o quiénes lo rechazaron. A esto Dios le llama andar en tinieblas y la mayoría de los seres humanos andan en esas tinieblas que son gobernadas por el diablo y sus demonios.

Estas tinieblas envuelven y llenan las vidas de quienes aman toda clase de maldad, viviendo una vida de oscuridad que los llevará a la condenación y muerte eterna; estas personas están cegados para todo lo bueno, se mueven por los deseos pecaminosos, por las concupiscencias de la carne que los impulsa a pecar, que los impulsa a ir en contra de Dios en todos sus caminos y decisiones, detestan las cosas buenas, detestan a las personas que hacen lo bueno.         

Las personas tienen la opción de vivir en las tinieblas o venir a la luz para vivir por la eternidad. Está escrito en la Biblia que los hombres amaron más las tinieblas, porque las tinieblas son las cosas que atraen al hombre carnal, y le proveen placer por un tiempo, pero después el diablo le pasa la cuenta. De que le sirve al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma.

El diablo complace a las personas tocando su concupiscencia de la carne donde son más débiles para hacer lo malo, pero su final es camino de muerte. Las tinieblas son el camino ancho, el camino fácil, el camino de la diversión, el camino de las bajas pasiones, de lo vicios, el mundo de fantasía, que no es real pero que parece real.

Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes obedecen mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Ellos le contestaron: Nosotros somos descendientes de Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices que seremos libres? Jesús les respondió: Ningún esclavo se queda para siempre con la familia para la cual trabaja. El hijo de la familia sí se queda para siempre, y si él quiere puede dejar en libertad al esclavo. Les aseguro que cualquiera que peca es esclavo del pecado. Por eso, si yo, el Hijo de Dios, les perdono sus pecados, serán libres de verdad. (BLS Jn 8:31-34)

La mayoría de los seres humanos están ajenos de la vida de Dios a causa de la ignorancia que hay en ellos. A menudo equiparamos la ignorancia con alguien que está mentalmente atrasado, pero algunos de los más talentosos del mundo, algunos de las más grandes mentes en la ciencia, son espiritualmente ignorantes.

¡Las personas que no tienen a Cristo no son las únicas que son espiritualmente ignorantes! Desafortunadamente, también es cierto para muchos que dicen ser creyentes en Dios son potencialmente ignorantes ya que de manera voluntaria o involuntaria desconocen los parámetros de la vida de Dios y los requisitos para entrar en ella.

En la época en que vivió el profeta Oseas los sacerdotes y pueblo por igual rechazaban el conocimiento de Dios de manera voluntaria; Ellos olvidaron la ley de Dios y tampoco desearon ni se propusieron retenerla en la mente y transmitir su memoria a la posteridad; por tanto, Dios los olvidará justamente a ellos y sus hijos.

Si deshonramos a Dios con lo que es nuestra honra, tarde o temprano, se convertirá en vergüenza para nosotros. En lugar de advertir al pueblo contra el pecado, los sacerdotes estimularon al pueblo a pecar. Muy malo es complacerse con los pecados del prójimo, porque pueden anular nuestra ventaja. Lo que es ilegalmente obtenido no puede usarse con tranquilidad.

El pueblo y los sacerdotes se endurecieron en pecado mutuamente; por tanto, compartirán justamente el castigo. Los partícipes de pecado deben esperar ser partícipes de la destrucción.

Toda lujuria abrigada en el corazón corroerá en su momento toda su fuerza y vigor. Esa es la razón por la cual muchos profesantes de la fe se tornan tan pesados, tan torpes, tan muertos en la senda de la religión. Toman placer en alguna lujuria secreta que les roba el corazón.

¿Cómo pasamos de las tinieblas a la luz? En este punto es mejor y más vivificante para nuestras vidas como creyentes, ir a la fuente eterna dada por el Padre Celestial y que nos ha dejado en su Palabra: “La Biblia”, para que sea ella misma por medio de la obra del Espíritu Santo obrando en nuestros corazones.

Y conduciéndolos afuera, les dijo: Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Contestaron ellos: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor, con todos los que estaban en su casa. (BTX3 Hch 16:30-32)

Pero ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esto significa la palabra de la fe que predicamos. Si con tu boca confiesas a Jesús como Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación. Porque la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado. Porque no hay diferencia ni de judío ni de griego, porque el mismo Señor de todos es rico para todos los que lo invocan. Porque todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo. (BTX3 Ro 10:8-13)

El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia. (BTX3 Pr 28:13)   

Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. (BLS Ro 6:23)

Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Este es el mensaje que ahora les anunciamos. Si decimos que somos amigos de Dios y, a la vez, vivimos pecando, entonces resultamos ser unos mentirosos que no obedecen a Dios. Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad. Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos confiar siempre en que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad. (BLS 1Jn 1:5-9)

Cuando la luz brilla, todo queda al descubierto y puede verse cómo es en realidad. Por eso alguien ha escrito: "¡Despiértate, tú que duermes! Levántate de entre los muertos, y Cristo te alumbrará". Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos. Aprovechen cada oportunidad que tengan de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy malos. No sean tontos, sino traten de averiguar qué es lo que Dios quiere que hagan. No se emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien, permitan que el Espíritu Santo los llene y los controle. (BLS Ef 5:13-18)

Así podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios; por el gran poder de Dios cobrarán nuevas fuerzas y podrán soportar con paciencia todas las dificultades. Así, con gran alegría, darán gracias a Dios, el Padre. Porque él nos ha preparado para que recibamos, en su reino de luz, la herencia que él ha prometido a su pueblo especial. Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados. (BLS Col 1:10-14)

Cristo existía antes de todas las cosas. Por medio de él, todo se mantiene en orden, y él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza y la iglesia es su cuerpo. Cristo es el principio de todas las cosas. Por eso fue el primero en resucitar, para ocupar el primer lugar en todo. Y en él se encuentra todo el poder divino. Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo en la cruz. Cristo nos hace amigos de Dios Antes, ustedes estaban lejos de Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin pecado y libres de culpa. Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia. Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio romano, y yo colaboro anunciándolo. (BLS Col 1:17-23)

No conocer a Dios es como vivir en la oscuridad, y antes ustedes vivían así, pues no lo conocían. Pero ahora ya lo conocen, han pasado a la luz. Así que vivan como corresponde a quienes conocen a Dios, pues su Espíritu nos hace actuar con bondad, justicia y verdad. Traten de hacer lo que le agrada a Dios. No se hagan cómplices de los que no conocen a Dios, pues sus hechos no aprovechan de nada. Al contrario, háganles ver su error. (BLS Ef 5:8-11)

También tenemos que entender que pasar de las tinieblas a la luz, no siempre es un paso rápido, sino que puede ser un proceso largo, dependiendo de nuestra entrega, dependiendo del trasfondo del cual viene cada uno, pero hay algo que es seguro y es que cada día será más brillante para el que persevera, y un día vera el Sol de Justicia en su vida en la plenitud de Dios.

Cuando usted tiene luz de Jesucristo, al entrar a un lugar oscuro, la misma luz le revelara el pecado, porque la luz aunque sea pequeña, resplandece en medio de la oscuridad y la transforma. Caso contrario un cuarto encendido no puede ser oscurecido, más que tapando o cubriendo toda la luz. Por eso, si tenemos la luz de Jesucristo, tenemos el poder sobre el diablo y su oscuridad, tenemos los recursos necesarios para perseverar en la vida eterna.

Pero nadie puede salvarse así mismo, ni nadie puede cumplir toda la ley de Dios, ni puede conseguir la salvación por obras, ni por religiones, ni por logros humanos, porque la única forma de ser salvo, es a través de creer y recibir a Jesucristo en nuestros corazones, es sólo cuando nacemos de nuevo por el Espíritu Santo de Dios, es cuando decidimos entregar nuestro ser al Creador, el Padre Eterno. No hay otro nombre en que podamos ser salvos, solo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Así que, si somos hijos de Dios, no es posible que él sea como una de esas estatuas de oro, de plata o de piedra. No hay quien pueda imaginarse cómo es Dios, y hacer una estatua o pintura de él. Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo eso, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan y sólo a él lo obedezcan. Porque ya él decidió en qué día juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Él eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y nos demostró que esto es cierto cuando hizo que Jesús resucitara". (BLS Hch 17:29-31)

Porque Dios no envió al Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de Él. Quien cree en Él, no es juzgado; el que no cree, ya ha sido juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios. Y esta es la acusación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus obras eran malas. Porque todo el que practica lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean expuestas. Pero el que practica la verdad viene hacia la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. (BTX3 Jn 3:17-21)

Bendiciones

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