Quiero que leamos la enseñanza y que
empecemos reflexionando si estamos llamados a servir a Dios como líderes
cristianos en estos últimos tiempos. Si es un sí, entonces trabajemos en
nuestro interior para permitirle al Señor que forme en nosotros el carácter de
Cristo, que nos llene de su Espíritu Santo, que nos llene de su perfecto amor y
que nos dé un corazón sensible a su voz y enseñable a su Palabra, un corazón
conforme al suyo.
Había una vez un grupo de ranas que
corrían hacia la cima de una enorme montaña con muchísimos obstáculos y
peligros en el camino. La montaña era tan alta y los impedimentos tan numerosos
que muchas de las ranitas comenzaron a desanimarse en el camino y dejaron de
correr, y gritaban a las otras: ¡NO PODRAN LLEGAR A LA CIMA!, ¡ES
IMPOSIBLE QUE LLEGUEN!, ¡NUNCA LO LOGRARAN! y MUCHISIMAS RAZONES PESIMISTAS, logrando que se
desanimaran prácticamente todas las ranas quedando solo una al final que siguió
corriendo sin escuchar a las otras. Al final la rana que permaneció corriendo
llegó a su objetivo. Tiempo después las otras ranas le preguntaron como hizo
para lograr llegar a la cima. Ella no respondía nada, y se acercó su padre y
dijo: “no les escucha, es sorda”.
No escuches a las personas que intentan
desanimarte, sigue tu camino, confía en Dios, y cree en las habilidades que él
ha puesto en ti, y no te desanimes, perseverando cumpliremos el plan de Dios
para nuestra vida...
Entonces Jesús, llamándolos, dijo:
Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que
son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos. Mateo 20:24-25.
Líder no es mandar, es saber servir y
dirigir a los demás con propósito y amor. Muchas personas tienen poder, pero
pocos tienen poder para llegar a las personas; esos son los verdaderos líderes.
La facultad de dirigir es una de las más preciosas y más necesarias de las
capacidades humanas: es un arte que es necesario aprender. No es tarea fácil
dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo. El liderazgo
cristiano es el ejercicio de los dones espirituales bajo el llamado de Dios
para servir a cierto grupo de personas a fin de alcanzar los objetivos que Dios
les ha dado a ellos a fin de glorificar a Cristo cumpliendo la gran comisión en
sus vidas y ministerios.
El liderazgo cristiano proviene de la
influencia y la identificación que se
tiene con Cristo. Él es la
fuente, la motivación que nos impele a imitarlo en lo que él hacía. El
liderazgo eficaz es seguir a un líder en función de la misión a cumplir. Un
líder también es el que se acerca a las normas que más se identifican con
el grupo en función de cumplir los planes y propósitos de Dios para la iglesia,
las almas y la humanidad.
El liderazgo cristiano consiste en la
habilidad de ganar consenso y compromiso para los objetivos
comunes, los que se alcanzan mediante contribución y la satisfacción de toda la
iglesia, más allá de los requisitos de la organización. La Biblia nos
muestra líderes en potencia en el Antiguo y Nuevo Testamento, en donde la
palabra Líder no aparece y en cambio si las funciones de aquellos que tienen
autoridad en el pueblo de Dios, como Reyes, Jueces, Profetas, Sacerdotes,
Pastores, Maestros Etc.
Los requisitos de Dios para estos
hombres en la Biblia siempre fueron en contra de las aspiraciones personales.
Todos sin excepción, debían buscar las aspiraciones de Dios obedeciéndolas en
primer lugar y mostrando la autoridad delegada, representativa y humilde como
condición primordial. Lamentablemente en la historia de la Biblia muchos
ejemplos nos dan cuenta que esto no fue así de muchos que ocuparon
cargos de liderazgo. Parece que fuera enmarcado en la historia bíblica,
pero hoy en día muchos líderes actúan como aquellos que dieron muy mal
testimonio.
¿No debería ser el cargo que busque al
hombre, en vez de ser el hombre quien busque el cargo? ¿No es peligroso
dar un cargo a un hombre ambicioso? Por esta ambición muchos líderes,
cualquiera que sea el puesto que ocupen, entran en pecado. La ambición personal
respaldada por el “Poder” que ostentan, son una mezcla muy peligrosa que
hace que el líder ocupe un puesto de liderazgo sin llegar a tener la actitud
correcta hacia los demás.
No tomando en cuenta las palabras de Jeremías 45:5. ¿Y tú buscas para ti grandezas? No
las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho
Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares a donde
fueres. Jeremías 23:1-2. !Ay de los pastores que destruyen y
dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. Por tanto, así ha dicho Jehová
Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis
mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo
la maldad de vuestras obras, dice Jehová. Palabras firmes que dan cuenta de la
importancia que tiene el comportamiento de aquellos que son líderes del rebaño
de Dios. El fracaso y el éxito están a la puerta. Depende el liderazgo
que tengas para obtener cualquiera de los dos.
El liderazgo convoca. Jesús
permanentemente convocaba para ser seguido. A Pedro y a su hermano Andrés les
dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Mateo 4:19. A una persona que quería enterrar a su
padre, le dijo: “Sígueme, deja que los muertos
entierren a sus muertos”. Mateo 8:22. A Mateo le dijo: “Sígueme”. Mateo 9:9. A un joven religioso le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven y
sígueme”. Mateo 19:21. A Felipe le dijo: “Sígueme” Juan 1:43. Hoy los líderes
deben estar haciendo lo mismo: Llamar a personas a seguirlos para cumplir
los planes y propósitos. Un líder es una persona carismática que tiene la
habilidad de inspirar a la gente para que lo siga.
El liderazgo cristiano es un asunto de
servicio, pero reconoce que el servicio es
un asunto del corazón y si no se transforma el corazón no se
puede aspirar al servicio. El liderazgo es una oportunidad de
servir; no de lucirse, ni de estar por encima de los demás. Jesús dijo en Mateo 20:26-28. Más entre vosotros no será así, sino
que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos.
La función de un líder es servir a los
demás haciendo elevar las aspiraciones de las personas y liberar sus energías
para que traten de realizarlas. Pienso en el uso de la palabra
‘liderazgo’, a la cual nuestro Señor, sin duda, se refirió cuando dijo: El que
quiera ser el mayor entre vosotros, será el servidor de todos. Liderazgo en el
sentido de rendir el máximo servicio, de la más grande abnegación de fatigarse,
y absorberse en el trabajo más grande del mundo: el de edificar el reino de
nuestro Señor Jesucristo.
El liderazgo es importante porque Dios
hace todo por medio de líderes a los cuales Él encarga la
tarea que han de realizar. Nada se hizo en la vida, sin alguien que tomó la
autoridad delegada por Dios y llevó a un grupo a realizar lo que se propuso. El
liderazgo es importante por varias razones: Es una responsabilidad
delegada para guiar a un grupo con un objetivo prefijado. Es una
oportunidad dada a quien está llamado a liderar. Es el instrumento que
Dios usará para llegar a cumplir su voluntad. Es la oportunidad del
cristiano para comprobar su grado de crecimiento. Es quien tomará el desafío
de llevar adelante el guiar a otros en representación de Dios.
Hoy más que nunca las palabras y los
modelos de Jesús están tomando vigencia, no solo para la vida personal sino
también para el avance da familias y naciones. Las naciones están reclamando
una nueva clase de líderes que hagan verdadera diferencia ENTENDAMOS LO QUE ES LIDERAZGO.
El liderazgo cristiano es influencia. Muchos confunden liderazgo
con posición, con título o con poder Los sociólogos afirman que aún la persona
más tímida influirá a lo largo de su vida en al menos 10.000 personas. El
liderazgo cristiano es una fuerza de transformación. Hoy se está entendiendo
como no había pasado en mucho tiempo, el llamado de Dios a su gente para
provocar transformación en su nombre Hablamos de una transformación que se da a
partir de la transformación hecha por Dios en individuos, pero que se proyecta
a comunidades enteras y a naciones.
Y yendo, predicad, diciendo: El reino
de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No os
proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el
camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es
digno de su alimento. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos
quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. Y al entrar en la
casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas
si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Y si alguno no os
recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y
sacudid el polvo de vuestros pies. Mateo 10:7-14.
Un líder es persistente y perseverante,
lo que les permite ir más lejos que otros porque su fuerza radica en el
Espíritu Santo, en Jesucristo y la Palabra de Dios y no en su propia fuerza. Debemos ser líderes como Jesús,
imitarlo, seguirlo. Debemos hacer las cosas que expresen amor como principio de
liderazgo, porque requieren sabiduría, paciencia, valor, sacrificio, y trabajo
arduo. El mejor modelo a seguir de liderazgo de todos los tiempos es nuestro
Salvador.
El liderazgo de servicio honra a Dios y
sus mandamientos, y pone en acción el amor de Jesús.
Cuando a Jesús le preguntaron cuál era
el mandamiento más grande, respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 21:37-39. ¿lo que usted dice que cree hace
diferencia notable en su forma de vivir? Liderazgo de servicio es una expresión
concreta del compromiso diario de vivir La Palabra de Dios y la voluntad de
Dios y, por lo tanto, avanzar en el reino de Dios.
El liderazgo de servicio pone en acción
el amor de Jesús. Al considerar lo que significa guiar
como Jesús, hemos tratado de echar luz sobre algunos de los secretos del
liderazgo de servicio a través de observar a Aquel que vivió una vida perfecta:
Cristo Jesús.
En su preparación y en la efectividad y
compromiso de su liderazgo hemos buscado sabiduría y perspectiva. Hemos sacado
lecciones clave sobre cómo balancear resultados y personas en el cumplimiento
de nuestras misiones individuales como discípulos modernos de Jesús. La verdad
que domina el concepto de guiar como Jesús, es que solo podrá hacerse en la
medida en que se camine más y más cerca de Él en una relación rendida de
confianza y amor.
Es en y a través de esta puerta estrecha
que todo el que quiera guiar como Jesús debe pasar, creyendo en su amor
perdurable y aceptando el llamado para seguirlo.
Como hemos dicho, guiar como Jesús es,
en esencia, aprender a amar como Jesús. Cuando Jesús restauró a Pedro al papel
de liderazgo que habría de desempeñar entre sus seguidores, solo tuvo para él
una pregunta calificadora: "¿En verdad me amas?" El tema de la
instrucción de Jesús era: "Apacienta mis corderos...
Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas". Juan 21:15-17.
La nuestra es una relación de amor con
nuestro Padre celestial. Está basada en su amor incondicional hacia nosotros
según lo expresó a través de su Hijo. Es una relación en la cual somos llamados
a amarnos unos a otros: a nuestro prójimo, a nuestros enemigos. Guiar como
Jesús es siempre tratar de hacerlo motivado por el amor cuando aprovechamos
nuestra influencia sobre los pensamientos, el comportamiento y el desarrollo de
los demás.
Esto pudiera parecer un modelo
impracticable e imposible de adoptar en vidas vividas en constante movimiento y
con decisiones interminable de valores tomadas día a día. ¡Pero eso es,
exactamente, a lo que hemos sido llamados a hacer! Incluso si derrotamos a los
demonios del orgullo y del temor buscando servir en lugar de que nos sirvan,
todavía enfrentamos la pregunta: ¿Cuál es la cosa de más grande que puedo hacer
en este momento de mi liderazgo, mientras trato de guiar como Jesús?
Hacer las cosas que expresen amor como
principio de liderazgo requiere sabiduría, paciencia, valor, sacrificio y
trabajo arduo. Pero si no podemos describirlo en términos conductuales, tampoco
podremos medir nuestros éxitos y nuestros fracasos en forma significativa.
Al nivel de la conducta, las cosas que
expresan amor varían ampliamente del hacer y hablar, al abstenerse de actuar y
guardar silencio. En cuanto a intenciones se trata, el amor deberá ser una
constante siempre presente. Jesús nos dejó un vasto tesoro de ejemplos de lo
que significa actuar motivado por el amor, como guía. Piense en lo siguiente:
Jesús sanó con un simple toque. Consoló con solo una palabra. Alimentó al
hambriento. Consoló al equivocado y al derrotado. Se acongojó con los
afligidos. Calmó al aterrorizado. Confrontó la falsedad y habló la verdad.
Escuchó con compasión y discernimiento. Dedicó tiempo al débil y al
desamparado. Fue a la cruz por todos nosotros.
En su Comentario a la Epístola a los
Gálatas, Jerónimo, el historiador de la iglesia del siglo I, escribió lo
siguiente acerca del apóstol Juan: "Cuando se quedó en Éfeso hasta una
ancianidad extrema, y solo podía ir a la iglesia cuando sus discípulos lo
llevaban en brazos, y era incapaz de articular muchas palabras, acostumbraba
decir en sus varias reuniones nada más que esto: “Hijitos, ámense unos a otros”. A la larga, los
discípulos y padres que lo escuchaban se cansaron de oír siempre las mismas
palabras por lo que le dijeron: “Maestro, ¿por qué no para de decirnos siempre
lo mismo?” “Es el mandato del Señor”, fue su réplica, “y si solo hacen eso,
será suficiente”.
El liderazgo de servicio muestra a
Jesús a otros. Cuando Pedro habló a la siguiente
generación de dirigentes de la iglesia, insistió, diciendo: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella,
no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey". 1 Pedro 5:2-3. No hay un plan B
dado por Jesús a sus primeros discípulos ni a los modernos del día presente, en
cuanto a cómo tenían que guiar y servir los unos a los otros. Él se sometió a
la voluntad de su Padre para llevar a cabo completamente su única función como
el cordero sacrificial por los pecados del mundo, y para ser el modelo perfecto
para ser reproducido en las vidas de sus seguidores como un testimonio al mundo
entero.
En la medida que vivimos diariamente en
relación con los demás, cada decisión que hagamos para servir o para que nos
sirvan adquiere una importancia adicional si nos mantenemos sensibles y
conscientes de quién nos observa y a quién decimos que representamos. Vamos en
el nombre de Jesús. El liderazgo cristiano de servicio es muy peculiar porque
al contrario del liderazgo secular, el liderazgo cristiano es un llamado. Una
selección. Dios nos llama, nos separa y nos impone una carga que demanda
abnegación de parte de aquel que lo recibe y acepta.
El llamado a la predicación y al
liderazgo cristiano es recibido por una selección amorosa de nuestro Dios para
que llevemos este mensaje. Tal parece que a veces se nos olvida que nosotros
llevamos en las venas, en el corazón y incrustada en el alma la tarea de
comunicar con excelencia el mensaje de Dios. En otras palabras, nosotros, los
que hemos sido escogidos por Dios somos la voz de Dios en la tierra y para
nuestras iglesias.
El liderazgo cristiano de servicio es un
medio para promover a los liderados. El liderazgo es responsable por el
desarrollo de los otros. Líder cristiano es entonces alguien que entiende su
vida como una oportunidad de servir a otros como expresión de su servicio a
Dios. El líder verdadero es alguien quien, a partir de una conexión viva con
Dios, ejerce una influencia Divina y provoca transformación.
Dijo entonces a sus discípulos:
Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos." Mateo 9:37.
Isaías 61. Buenas nuevas de salvación
para Sion. El Espíritu de Jehová el Señor está
sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los
cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos
los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar
de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del
espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová,
para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los
asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de
muchas generaciones. Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños
serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados
sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las
riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.
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