Dios pelea nuestras batallas°

Estamos viviendo tiempos muy difíciles, donde el temor está consumiendo a personas, familias, naciones, iglesias. Vemos como la maldad se ha multiplicado y como hemos dejado de confiar más en Dios y nos apoyamos en nuestra sabiduría humana. Mateo 24:12. RV1960. Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Todos hemos pasado por momentos en la vida, en los cuales nos hemos sentido amedrentados. En esos momentos sentimos que desfallecemos o que todo se nos vino abajo. Cada momento de esos vienen acompañados de varios sucesos que hacen que nuestras fuerzas tambaleen. A lo mejor a ninguno de nosotros le ha ocurrido como a Job que en cuestión de minutos u horas perdió todo lo que tenía, pero si hemos experimentado como situaciones difíciles vienen una tras otra en nuestra vida.

Como humanos que somos es normal sentirse con miedo, quizá con duda, o hasta desanimados cuando estos momentos llegan. A lo mejor usted puede estar pasando por un momento en el que no encuentras como hacer frente a semejante problema o situación difícil que se le ha puesto enfrente. El evangelio es para disfrutarlo, pero ninguno de nosotros está exento de pasar por situaciones que hacen desfallecer el ánimo espiritual. 

Definitivamente cada situación de esas son una guerra que el enemigo mantiene con nuestra vida, ya que al ser liberados por Jesús de la esclavitud del pecado, el enemigo pondrá miles de situaciones para hacernos retroceder o para hacernos desfallecer en nuestro intento de lograr la gloria eterna.

Romanos 12:17-21. RV1960. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Éxodo 14:14. RV1960. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Éxodo 14:25. RV1960. Y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.

Deuteronomio 1:30. RV1960. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos.

Deuteronomio 3:22. RV1960. No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.

Deuteronomio 20:4. RV1960. Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.

2 Crónicas 32:7-8. Dios Habla Hoy (DHH). ¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni se desanimen ante el rey de Asiria y todo el numeroso ejército que lo acompaña, porque nosotros tenemos más que él. 8 Él cuenta con la fuerza de los hombres, pero con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos a luchar nuestras batallas. Al oír las palabras del rey Ezequías, el pueblo se sintió animado.

Jeremías 1:19. RV1960. Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.

Jeremías 15:20. RV1960. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.

Apocalipsis 19:11. RV1960. Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

Éxodo 14:13-14. RV1960. Y Moisés dijo al pueblo: No temáis;  estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros;  porque los egipcios que hoy habéis visto,  nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros,  y vosotros estaréis tranquilos.

En la Biblia encontramos una historia muy conocida, pero que nunca está de más recordarla y extraer sus enseñanzas, ya que tenemos a favor nuestro al Señor de los ejércitos.

Se trata de la historia de David frente a Goliat, el gigante que medía casi 3 metros de altura. Este gigante del ejercito filisteo se presentaba frente a los israelitas para desafiarlos a pelear contra él, quien le ganara ganaba la guerra. Pero sucede que todos los israelitas tenían miedo y dice la Biblia que estaban consternados. El gigante los desafiaba de mañana y de tarde. Esto se repitió durante 40 días.

Pero David, al llevarles alimento a sus hermanos que estaban en el ejército Israelí escuchó al filisteo. Y decidió enfrentarse con él. En el momento del enfrentamiento, luego de que Goliat lo menospreciara, David le responde: 1 Samuel 17:45-47. RV1960. Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR TODOPODEROSO, EL DIOS DE LOS EJÉRCITOS DE ISRAEL, a los que has desafiado. Hoy mismo el SEÑOR te entregará en mis manos; y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo echaré los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras del campo, y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel. Todos los que están aquí reconocerán que el SEÑOR salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del SEÑOR, y él los entregará a ustedes en nuestras manos.

Este discurso de David es realmente impactante. Es hora de vivir conforme al Dios que tenemos. Si David se hubiera concentrado en la altura de Goliat, sus músculos y armadura no lo hubiera enfrentado y el pueblo de Israel seguiría temblando de miedo. Hoy quiero confirmar que NUESTRO DIOS ES ¡GRANDE! Si estamos con él, ya tenemos la victoria. Conozcamos a nuestro Dios, levantémonos hoy en el nombre de Jesús, el Señor Todopoderoso. Levantémonos conscientes de que tenemos a nuestro lado al Dios que nos creó y nos salvó, porque él es más grande que nuestras circunstancias y todos los problemas juntos.

1 Juan 3:8b. RV1960. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

Santiago 4:7-9. RV1960. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. 

Efesios 6.12. RV1960. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.

2 Crónicas 20:15. RV1960. Y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.

Pero aun en medio de esas batallas espirituales y que tratan de desestabilizar nuestro ánimo debemos recordar que “La guerra no es nuestra, esa guerra es de Dios”. Dios mismo nos dice en esta hora: “no es nuestra la guerra”, como diciendo: “¿Por qué te abates?, ¿Por qué te desanimas?, ¿Por qué te turbas?, ¿Por qué te afliges? Hermano y hermana, esa situación que de pronto estamos pasando será un testimonio más del PODER de DIOS manifestado en nuestra vida, posiblemente en este momento pareciera que TODO está cuesta arriba, que no hay solución humana para tu situación y quizá sea cierto, puesto que humano pueda ser que no halla, pero si hay una que es DIVINA y esta es guiada por nuestro Dios.

Es necesario saber que Dios tiene el control. Ahora veamos otro pasaje dónde podemos ver la manifestación del poder y la protección de Dios a favor de su pueblo.

Más son los que están con nosotros. 2 Reyes 6:16-17. RV1960. Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de ello Eliseo.

Durante la guerra entre Siria e Israel, el rey de Siria mandó todo un ejército contra el profeta Eliseo, fue en esos instantes que su criado vio la ciudad completa rodeada por un gran ejército que venía sólo por el profeta, el criado estaba "temblando" de miedo, no sabía qué hacer, sus circunstancias y el enemigo en pleno lo tenía rodeado, sus alternativas naturales serían escapar o rendirse, ¿qué hacer?, pero el profeta veía otra cosa, él no tenía temor, estaba confiado, él estaba sin mayor preocupación, había una gran diferencia.

Muchas veces somos como miopes espirituales, porque solo vemos muy cerca de nosotros y por eso nos asustamos por cualquier cosa que nos pasa.  Pero qué diferencia es cuando uno logra alcanzarla distancia y ver que Dios está de nuestro lado y por eso podemos salir vencedores completamente de cualquier cosa.

Es necesario mirar a través de Cristo. ¿Cómo estamos viendo nuestras circunstancias?; ¿Qué estamos haciendo frente al ataque del enemigo?; ¿Tenemos la visión de Eliseo o de su criado?; ¿Qué estamos mirando? A veces creemos que estamos solos ante las tormentas de la vida. ¿Tiene problemas con su familia, con sus compañeros de trabajo o con sus vecinos. Qué es lo que le preocupa hoy?.  Dios está aquí y si miramos a través de los ojos de Cristo, debemos saber que él tiene el control de todas las cosas en sus manos. 

¿Deseamos seguir como estamos y que nos atrapen los problemas y nos puedan hacer daño? Esa es lo que el diablo quiere, desea vernos destruidos, pero ánimo, no estamos solos. Jesús dice: He aquí yo estoy contigo.  Recordemos que si miramos a través de Cristo permitiendo que él sea nuestro Señor y Salvador en un sentido total, seguro que obtendremos la victoria que Jesucristo ganó al resucitar de la muerte en aquella cruz.

Debemos saber y recordar en todo tiempo que la batalla está ganada: El Señor quiere que sepamos que aunque tengamos todo un ejército rodeándonos, queriendo destruirnos y acabar con nosotros , Él tiene un ejército mayor acampando alrededor nuestro, los que están a nuestro lado son más que el diablo y sus demonios, Él nos protege de una manera especial, no temamos lo que quieran hacernos, no temamos a las circunstancias que se nos presenten, pues mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo, él tiene todo un ejército de gente de a caballo y carros de fuego rodeándonos para protegernos, sólo porque somos sus hijos y nos ama, no temamos, confiemos en el Señor. 

Recordemos Isaías 54:17 que nos habla de que ninguna arma forjada contra ti prosperará, está es tu herencia como siervo de Jehová.

No temamos al enemigo, sólo avancemos en el camino de Dios y sus planes y propósitos para cada una de nuestras vidas. La batalla está ganada y nada nos detendrá.  El tiempo puede ser difícil y oscuro, pero Cristo quiere tendernos la mano ahora más que nunca.  No estamos solos. Él no dice: No te dejaré ni te desampararé, de manera que podemos decir confiadamente el Señor es mi ayudador, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

Él nos dice en esta hora: “esa guerra es mía”, en pocas palabras: “Yo luchare por ustedes”, que bueno es saber que tenemos a un Dios Protector, el Creador de todo lo que existe, el Creador de nuestras almas, alguien que nos conoce mejor que nosotros mismos y que en esos momentos de inestabilidad humana viene a nuestra vida a darnos paz. Dios no nos dejará porque Él ha prometido que estará nosotros hasta el fin del mundo.

Posiblemente estemos rodeados por el enemigo, posiblemente todo parece perdido, pero en medio de todo ese panorama gris, Dios sale al rescate, para dar paz a nuestra alma turbada y amedrentada.

Romanos 8:28-39. RV1960. Más que vencedores. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nuestra única esperanza de victoria se fundamenta en el constante acercamiento al trono de la gracia por medio de Cristo, a fin de recibir el poder y la gracia de Dios que nos ayude en los momentos de necesidad.

Salmo 102:17. RV1960. Atenderá a la oración de los desamparados, y no desdeñará sus ruegos”.

Salmo 108:12-13. RV1960. Bríndanos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda humana. Con Dios obtendremos la victoria; ¡él pisoteará a nuestros enemigos!

Confiar es sinónimo de fe y obediencia, para Dios. Nuestro Padre Celestial se deleita en sus hijos, cuando ellos disponen el corazón para honrarlo en toda circunstancia, en cualquier momento, por oscuro que este sea, porque El ve y sabe qué hay en cada corazón.

Dejemos que Dios siga peleando por nuestras vidas, por nuestros hijos, por nuestras familias, por nuestro hogar, por nuestro ministerio, por nuestras finanzas y aprendamos a vivir día a día, confiando en sus promesas que encontramos en la Biblia y que nos son reveladas por el Espíritu Santo. 

Bendiciones.