Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Consuelo de Dios°


Mateo 11:28-30. Nueva Traducción Viviente (NTV). Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».

Salmos 121:1-3. Nueva Traducción Viviente (NTV). Levanto la vista hacia las montañas, ¿viene de allí mi ayuda? ¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá.

No hay razón por la cual tengas que perder tu sueño en la madrugada a causa de las preocupaciones, descansa en mi presencia y en mis promesas Salmos 62:5. Traducción en lenguaje actual (TLA). Sólo Dios me da tranquilidad; sólo él me da confianza. Sólo él me da su protección, sólo él puede salvarme; ¡jamás seré derrotado!

Estas palabras de Jesús son dirigidas a quienes desean buscar a Dios y agradarle en toda su manera de vivir, pero que intentan por caminos humanos desesperadamente de encontrar el camino y la solución.

Para un judío ortodoxo la religión terminaba siendo una carga difícil de llevar. Por eso vemos que en el capítulo 23 de Mateo, versículo 4 Jesús se dirige también a escribas y fariseos diciéndoles "Atan cargas insoportables y las colocan a los demás sobre sus hombros", refiriéndose a reglas interminables que era imposible cumplir. Jesús quería únicamente poner sobre la mesa la responsabilidad del hombre de responder a la iniciativa de Dios por convicción propia a través de la obediencia por amor y no por imposición.

La Palabra Yugo era muy usada en el léxico judío, figurando la manera de someterse a algo y además en sus labores agrícolas. Por esto Jesús la utiliza como una invitación de hacia una unidad con El: ¿queremos encontrar descanso para nuestras almas? tenemos que tomar su yugo, tenemos que hacerlo a su manera y esa es entregando el control total de nuestras vidas y de todo nuestro corazón, al que todo lo puede, al Creador, a nuestro Señor Jesucristo, para amarle con todo nuestro ser espíritu, alma y cuerpo.

Cuantas veces nos encontramos ahogados en nuestros problemas, cuantas veces te preguntas al día ¿qué hacer?, ¿Cómo solucionaras ese problema?, y nos olvidamos que solamente tenemos que aceptar esa invitación en la cual no hay ninguna señal de duda que lo solucionará. 

Recuerda que el único que está siempre tratando de que no te acerques es el enemigo de nuestras almas (el diablo), recuerda que ya está derrotado; la invitación es sin importar tu condición, coloca toda tu confianza en el Señor. Isaías 1:18. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Vengan ahora, y razonemos, - dice el Señor-, aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.

Colosenses 3:12. Traducción en lenguaje actual (TLA). Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes.


Los de corazón humilde y que son también mansos no luchan contra Dios, ni se enfrentan, ni contienden con Él. Sin embargo, esta mansedumbre, es ante todo una mansedumbre ante Dios y lo es también ante los hombres, incluso ante hombres malos, en base de estar consciente de que estos, con todos los insultos y malos tratos que puedan recibir, son permitidos y empleados por Dios para la disciplina y purificación de aquellos que son sus elegidos. 

Por ello, se tiene que comprender con claridad que la mansedumbre manifestada por el Señor y recomendada al creyente es resultado de poder. La suposición que se hace comúnmente es que cuando alguien es manso es porque no puede defenderse; pero el Señor era manso porque tenía los infinitos recursos de Dios a su disposición.

Entonces, ser manso es aquella serenidad de espíritu pacífico y humilde, por la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente de la cólera con motivo de las faltas o el enojo de los demás, ser manso es una gracia cristiana que es dada por el Padre Celestial por medio de su Espíritu Santo y debe anhelarse por todos los que quieran ser como Cristo; es un fruto del Espíritu, del amor y de la bondad divina.

En nuestro andar diario con el Señor, muchas veces sentimos que caminamos con una maleta cargada de preocupaciones, temores, problemas, pruebas sobre nuestra espalda y el caminar se hace lento y muy difícil. ¡Es importante el poder echar sobre Él todo eso que nos abruma, dejarlo en sus manos y poder experimentar la paz que sólo Él puede dar!

Filipenses 4:7. Nueva Traducción Viviente (NTV). Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

Seguramente más de una vez habrás sentido que no puedes más con todas las aquellas circunstancias que te rodean y que hay temores profundos del alma que agobian tu vida, que las pruebas que se te han presentado son duras y muy pesadas, pero Dios está al tanto de nuestra situación y su voluntad es por encima de todo lo puede existe, Dios nunca se equivoca, su más grande deseo es que le conozcamos y experimentemos su gran poder y amor sobre nuestras vidas.

Cuando sabemos que podemos descansar en Dios nuestra mente se rehúsa a creer que esto es la solución y es porque se trata de batalla entre mi mente y mi fe. Por un lado mi mente me dice que lo que esté pasando es demasiado difícil de soportar, que a lo mejor ni podré, pero por otro lado se encuentra mi fe, que aunque muchas veces no la queremos usar se encuentra ahí, esa que brilla en medio de la oscuridad y que nos hace creer que todo tiene solución, esa fe que Dios utiliza para sacarnos de la oscuridad y llevarnos a la luz de la vida eterna por medio del evangelio del Señor Jesucristo con la ayuda de su Espíritu Santo.

Y es que la fe que viene de Dios la que jamás nos dejara caer, jamás se rendirá frente a cualquier circunstancia, es la fe en la Palabra de Dios que es eterna, porque la fe y la certeza de lo que se espera en Dios siempre estará ahí, así como la convicción de lo que aún no veo, pero sé que veré porque Cristo habita en mi corazón.

En estos momentos de carga y hasta miedo de tu futuro, Dios se presenta delante de nosotros y nos dice: “Echa sobre mi tu carga”, en pocas palabras y en lenguaje popular: “Yo lo llevare por ti”, y es que Dios es experto en hacer las cosas más difíciles por nosotros si tan solo se lo permitimos. 

Quizá tu carga ha sido tan dura que sientes como las fuerzas se te han terminado, pues tienes mucho tiempo trayéndole encima de ti, pero en este momento el Señor Jesús quita toda carga de tu vida y la toma el y no solo eso, sino que te sustentará por la eternidad.

La Palabra Sustentar significa dar alimento, dar de comer, y es que en esos momentos de flaqueza, en donde la fe tiene una lucha contra la mente humana y en donde lo menos que hay es ganas de alimentarse, Dios se presenta como todo Padre amoroso que al ver a su hijo sin energías se preocupa por alimentarlo y es que así es Dios Padre el Creador de todo lo que existe, así es tu Dios.

En este momento Dios se quiere encontrar contigo, ya no es momento de fijarte en la carga que sido un peso fuerte, es momento de rendirte delante de Él y decirle: “Ya no puedo más”, en ese momento El tomara tu carga y comenzara a alimentarte.

No se que te ha estado quitando la paz últimamente, no se cual sea tu carga que has venido llevando y que te ha robado el gozo del Señor; pero en esta hora Dios me pone en mi corazón decirte que él está contigo, el quiere sustentarte, el no te dejara caído, pues eres especial tesoro para El. Es hora de rendirnos delante del Señor, reconocer que no podemos seguir en nuestras propias fuerzas, depositar nuestra carga a sus pies y permitirle que sustente nuestra vida con un fluir de su Santo Espíritu sobre nosotros.

Si depositamos nuestras cargas al Señor él jamás nos dejara solos, el Señor es fiel y nos enseña el camino a seguir; es tiempo de volvernos a él y esperar en él, él dará la salida a nuestros problemas. A veces, en momentos de aflicción, hemos llegado a creer que no podremos encontrar el consuelo.

Muchas veces también, creemos que somos lo suficientemente capaces de lidiar con todos los problemas y por ese vano orgullo, nos llevamos a hombros pesadas cargas de pena, dolor, culpa, rencor, incomprensión, que nos obligan a andar desalentados, desorientados, cansados, sedientos.

Lo que nos falta en esos momentos, es esta palabra de vida, que fluye como manantial ante nuestros ojos. Es la certeza de David expresada en sus Salmos, que nos recuerda que nuestro Padre Celestial está aquí y ahora, siempre presente en todo momento, ofreciendo su asistencia espiritual, buscando alivianar el peso de nuestro tormento y confortándonos por su palabra, la fuente de vida para nuestra alma sedienta de paz.

Este amor divino solo busca un corazón entregado en fe a la verdad, este sustento espiritual solo se reconoce en la certeza de creer, en la confianza plena de aceptar de corazón, que Dios es nuestro Padre, nuestro Creador, y como tal, Él siempre nos estará extendiendo sus manos de amor. 

Dios conoce a la verdad cada una de nuestras aflicciones y sabe cuándo las fuerzas se apartan de nosotros, pero Él espera que invoquemos su nombre, que seamos humildes en pedir y aceptar la ayuda, porque el orgullo es realmente vanidad y solo nos lleva a creernos capaces de todo, cuando la verdad es que no podemos hacerlo solos, pero de seguro todo será más llevadero en el amor y el poder que él nos otorgue.

Porque también Jesucristo, su Hijo amado rogó en tiempos de aflicción, oró pidiendo confortación en el monte de los Olivos, porque se acercaba el tiempo en el que tenía que ser crucificado por nuestros pecados. Nuestro padre jamás lo abandonó, antes bien, le otorgó fuerzas, lo transfiguró y lo llenó de su Espíritu Santo, y lo condujo a cumplir su sacrifico por nosotros. De la misma forma nosotros podemos rogar a Él cuando nos sentimos débiles, cuando ya nos sentimos caer o incluso cuando nuestras rodillas ya han tocado el suelo, porque teniendo fe, aceptando su amor y clamando por su ayuda espiritual, nuestra alma podrá hallar reposo en nuestro padre amado.

Filipenses 4:6-7. Traducción en lenguaje actual (TLA). No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.

La clave para ello está en  la oración, en la dependencia total de Dios, la cual es capaz de traer la paz de Dios a nuestros corazones y pensamientos; para evitar la ansiedad debemos confiar plenamente en Dios.

Esta afirmación es una declaración de fe que expresa la plena confianza que David tenía en el Señor. Como cristianos tenemos que buscar cada día que nuestra fe se fortalezca a tal punto que nuestra confianza en Dios sea fuerte y no dude en ningún momento que Dios obrara a favor de nuestras vidas. La Biblia declara que apoyarnos en nuestra propia prudencia o en nuestras fortalezas no es seguro, pero los que deciden confiar en Dios y lo reconocen como el Señor de su vida tienen la bendición de ser dirigidos por el mejor camino en esta vida Jesucristo.

Proverbios 3:5-6. Nueva Traducción Viviente (NTV). Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas y él te mostrará cuál camino tomar.
           
De igual forma en la carta a los Romanos Pablo añade: Romanos 10:11. Traducción en lenguaje actual (TLA). La Biblia dice: «Dios no deja en vergüenza a los que confían en él.

Busca a Dios, él no está lejos. Hechos 17:26-27. Nueva Traducción Viviente (NTV). De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una. Su propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está lejos de ninguno de nosotros.

Confianza en Dios. Jeremías 17:7-8. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.

La paz de Dios. Salmos 62:1-2. Nueva Traducción Viviente (NTV). Espero en silencio delante de Dios, porque de él proviene mi victoria. Solo él es mi roca y mi salvación, fortaleza donde jamás seré sacudido.

La fuente de toda bendición. Proverbios 8:34-36. Nueva Traducción Viviente (NTV). ¡Alegres son los que me escuchan y están atentos a mis puertas día tras día y me esperan afuera de mi casa! Pues todo el que me encuentra, halla la vida y recibe el favor del Señor. Pero el que no me encuentra se perjudica a sí mismo. Todos los que me odian aman la muerte.

Ayuda en la tribulación. 2 Corintios 1:3-5. Nueva Traducción Viviente (NTV). Dios ofrece consuelo a todos. Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. Pues, cuanto más sufrimos por Cristo, tanto más Dios nos colmará de su consuelo por medio de Cristo.

Fuerzas renovadas. Isaías 40:27-31. La Biblia de las Américas (LBLA). ¿Por qué dices, Jacob, y afirmas, Israel: Escondido está mi camino del Señor y mi derecho pasa inadvertido a mi Dios? ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable. El da fuerzas al fatigado y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. Aun los mancebos se fatigan y se cansan y los jóvenes tropiezan y vacilan, pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

Todo lo que necesitas. Salmos 34:4-9. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Busqué al Señor, y El me respondió y me libró de todos mis temores. Los que a El miraron, fueron iluminados; sus rostros jamás serán avergonzados. Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo salvó de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa alrededor de los que Le temen, y los rescata. Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia! Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a aquéllos que le temen. Salmos 34:19. Traducción en lenguaje actual (TLA). Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos.

Gran compasión. Isaías 54:8-10. La Biblia de las Américas (LBLA). En un acceso de ira escondí mi rostro de ti por un momento, pero con misericordia eterna tendré compasión de ti —dice el Señor tu Redentor. Porque esto es para mí como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé nunca más inundarían la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé. Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero mi misericordia no se apartará de ti, y el pacto de mi paz no será quebrantado —dice el Señor, que tiene compasión de ti.

El rebaño de Dios. Isaías 40:10-11. Traducción en lenguaje actual (TLA). ¡Viene con todo su poder! Dios es un rey poderoso y trae con él a su pueblo, el pueblo que ha liberado. Viene cuidando a su pueblo, como cuida un pastor a su rebaño: lleva en brazos a los corderos y guía con cuidado a las ovejas que acaban de tener su cría.

El buen Pastor. Juan 10:11-15. La Biblia de las Américas (LBLA). Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. El huye porque sólo trabaja por el pago y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen, de igual manera que el Padre me conoce y yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.

Guíate por el Señor. Jeremías 42:3. La Biblia de las Américas (LBLA). Para que el Señor tu Dios nos indique el camino por donde debemos ir y lo que debemos hacer.

Salmos 55. Nueva Traducción Viviente (NTV). Escucha mi oración, oh Dios; ¡no pases por alto mi grito de auxilio! Por favor, escúchame y respóndeme, porque las dificultades me abruman. Mis enemigos me gritan, me lanzan perversas amenazas a viva voz. Me cargan de problemas y con rabia me persiguen. Mi corazón late en el pecho con fuerza; me asalta el terror de la muerte. El miedo y el temblor me abruman, y no puedo dejar de temblar. Si tan solo tuviera alas como una paloma, ¡me iría volando y descansaría! Volaría muy lejos, a la tranquilidad del desierto. Qué rápido me escaparía lejos de esta furiosa tormenta de odio.

Confúndelos Señor y frustra sus planes, porque veo violencia y conflicto en la ciudad. Día y noche patrullan sus murallas para cuidarla de invasores, pero el verdadero peligro es la maldad que hay dentro de la ciudad. Todo se viene abajo; las amenazas y el engaño abundan por las calles. No es un enemigo el que me hostiga, eso podría soportarlo. No son mis adversarios los que me insultan con tanta arrogancia, de ellos habría podido esconderme.

En cambio, eres tú, mi par, mi compañero y amigo íntimo. ¡Cuánto compañerismo disfrutábamos cuando caminábamos juntos hacia la casa de Dios! Que la muerte aceche a mis enemigos; que la tumba se los trague vivos, porque la maldad habita en ellos. Pero clamaré a Dios y el Señor me rescatará. Mañana, tarde y noche clamo en medio de mi angustia y el Señor oye mi voz. Él me rescata y me mantiene a salvo de la batalla que se libra en mi contra, aunque muchos todavía se me oponen. Dios, quien siempre ha gobernado, me oirá y los humillará. Pues mis enemigos se niegan a cambiar de rumbo; no tienen temor de Dios. En cuanto a mi compañero, él traicionó a sus amigos; no cumplió sus promesas. Sus palabras son tan suaves como la mantequilla, pero en su corazón hay guerra. Sus palabras son tan relajantes como una loción, ¡pero por debajo son dagas! Entrégale tus cargas al Señor y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan. Pero tú, oh Dios, mandarás a los perversos a la fosa de destrucción; los asesinos y los mentirosos morirán jóvenes, pero yo confío en que tú me salves.

Bendiciones

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