Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Dios de oportunidades°



Romanos 12:1-2. La vida nueva (DHH) Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Perder la batalla no significa perder la guerra, no importa cuántas veces te hayas equivocado o lo que te hayan hecho. Dios siempre nos da nuevas oportunidades sin importar lo que piensen los demás, nuevas son cada mañana sus misericordias y al que quiere le da vida. Él te puede hacer de nuevo, te puede restaurar al propósito eterno en Jesucristo para tu vida. Podemos ver esto en la vida de Sansón que vamos a estar estudiando más adelante. Dios puede restaurarte y darte una nueva oportunidad, puede darte vida si sientes que estas como esos huesos secos, como habla la profecía de Ezequiel.

Ezequiel 37:1-14. Los huesos secos (DHH) El Señor puso su mano sobre mí, y me hizo salir lleno de su poder, y me colocó en un valle que estaba lleno de huesos. El Señor me hizo recorrerlo en todas direcciones; los huesos cubrían el valle, eran muchísimos y estaban completamente secos. Entonces me dijo: ¿Crees tú que estos huesos pueden volver a tener vida? Yo le respondí: Señor, sólo tú lo sabes. Entonces el Señor me dijo: Habla en mi nombre a estos huesos. Diles: Huesos secos, escuchen este mensaje del Señor. El Señor les dice: Voy a hacer entrar en ustedes aliento de vida, para que revivan.

No hay más fortaleza que la del Espíritu de Dios. No fundes tus fuerzas en los demás, sólo en el SEÑOR. Aprende a bastarte a ti mismo y serás el vencedor y no el vencido. Arráncale triunfos a la vida y no derrotas; todo infortunio ha de darte una lección para el porvenir; cada nuevo día que se te da es un regalo para crecer, amar y compartir. Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco y los días se convierten en años…. Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad; tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada hay uno de partida; detrás de cada logro hay otro desafío; mientras estés vivo, siéntete vivo; si extrañas lo que alguna vez hiciste, vuelve a hacerlo; no vivas de fotos amarillas…. Sigue aunque todos esperen que abandones, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, pero nunca te detengas.

Hoy quiero que reflexionemos en estos tiempos si en verdad queremos y estamos haciendo la voluntad de Dios para nuestras vidas, ¿será que deseamos de una manera honesta y sincera agradar a Dios?  ¿Podemos decir como el salmista lo siguiente? Salmo 40:8. (DHH) A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! Salmos 40:8. (RVR1960) El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. También creo que es momento de confrontarnos con la Palabra de Dios y ver cuáles son nuestros verdaderos deseos del corazón. Es bueno ver cuáles son las intenciones reales en cada paso que damos en esta tierra.

El asistir a determinada iglesia, el tener un ministerio o ser parte de él, el pertenecer a algún grupo religioso, el hacer buenas obras dentro de la sociedad en dónde te mueves, el llevar un vida moralmente buena para ti y para el círculo social en el que vives, el desarrollar tu proyecto de vida personal y familiar; todo esto es muchas veces necesario de hacer y alcanzar, pero si hemos creído en el Dios Padre que nos creó, que nos perdonó a través del sacrifico de su Hijo Jesucristo y que en estos tiempos nos ayuda a través de su Espíritu Santo y la Palabra de Dios, es nuestro deber como creyentes, como discípulos, como adoradores en espíritu y en verdad el de escudriñar e indagar cual es la manera correcta en la que la Biblia declara que podemos agradar a Dios. Esta es una búsqueda personal, no depende de en qué lugar te congregas, de quien es tu pastor, de cuál es tu denominación, de en qué instituto bíblico estudiaste, de cuales credenciales tienes o te han dado en determinada ordenación ministerial que has recibido en alguna iglesia.

Como hijos o hijas de Dios que hemos sido redimidos o redimidas tenemos un llamamiento a buscar a Dios en el lugar secreto para rendirte totalmente ante el Creador, disponer nuestro corazón para ser vaciados de todo lo que no le agrada al Señor y aquello que nos puede dañar espiritualmente, de aquello que puede enviarnos al infierno, de aquello que se opone a que tengamos una íntima comunión con el Dios verdadero, de toda contaminación de la carne, de toda inmundicia y pecado, de nuestras emociones malsanas, de pensamientos que no agradan a Dios y que en algún momento hayamos permitido entrar a nuestras vidas.

Creo sinceramente que si lees la Biblia, que si asistes a alguna iglesia, que si estás leyendo este mensaje es porque tú en verdad  quieres buscar agradar a Dios. Estamos en el mundo el cual está gobernado por el príncipe de mentira, el diablo, que utiliza todo lo posible para insensibilizar la humanidad para que no crean en Jesucristo y el evangelio de salvación. Utiliza las circunstancias que nos rodean, personas allegadas, nuestros propios familiares y amigos para lastimarnos y alejarnos de nuestro Salvador. Es necesario que despertemos a este letargo espiritual en el cual estemos viviendo en estos tiempos sea la razón que sea por la cual hayamos llegado a este estado. Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo (Efesios 5: 14 VRV60).

El Señor te está llamando y te exhorta a conocerte a ti mismo y tu verdadero estado y condición. ¿Qué tienes, dormilón? levántate y clama a tu Dios. Levántate y clama a tu Dios…. quizá El tendrá compasión de ti y no perecerás. Una gran tempestad se levanta en tu derredor y te estás sumergiendo en las profundidades de la perdición, en el océano de los juicios divinos. Si quieres escapar de ellos, "júzgate a ti mismo, hazte un examen y cambia, para que el Señor no te juzgue. ¡Despiértate, despiértate! Levántate ahora mismo. Anímate y tómate del Señor, el Señor de justicia y amor." "Sacúdete del polvo". Despiértate y no descanses hasta que veas la misericordia y el perfecto amor de Dios sobre tu vida. Juan 6:37. (RVR1960) Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

Miremos a continuación un ejemplo de una fábula y comparémosla con nuestras situaciones actuales. Se trata esta de una conocidísima fábula para mostrar nuestra dificultad de adaptación a los cambios incrementales; aquellos que no son súbitos. Incluso se dice muchas veces que está basada en probados experimentos.

Si echamos una rana en una olla con agua hirviendo, esta salta inmediatamente hacia fuera y consigue escapar. En cambio si ponemos una olla con agua fría y echamos una rana esta se queda tan tranquila. Y si a continuación empezamos a calentar el agua poco a poco, la rana no reacciona sino que se va acomodando a la temperatura hasta que pierde el sentido y, finalmente, morir cocinada.

La fábula está bien para transmitir un par de enseñanzas. Primero, nuestra capacidad para observar una situación problemática gana mucho si somos capaces de tomar distancia y observarla “desde fuera”. Y segundo, existen proceso lentos y graduales que amenazan nuestra supervivencia (satisfacción, felicidad, conformismo, temores, luchas, etc…) y que no somos capaces de identificar a tiempo.

La fábula es una metáfora, sencilla y gráfica, de algo que realmente nos ocurre a los seres humanos, tanto como individuos como en equipos y organizaciones: tendemos a acomodarnos en lo conocido, en la zona cómoda o de confort, y llegamos a negar incluso que permanecer ahí limita nuestras posibilidades, nuestra felicidad o realización o incluso nuestra supervivencia. Y digo más, ello se produce tanto ante cambios incrementales del entorno o nuestras condiciones, como también en el caso de cambios súbitos. Los ejemplos pueden ser infinitos.

¿Por qué nos ocurre esto, realmente? Pues porque la mayoría de los humanos funcionan bajo el paradigma “Problema-Reactivo”. Y lo utilizamos para protegernos del peligro y de las amenazas. Se trata de un paradigma que tiende a alejarnos de lo que no deseamos (problemas, obstáculos, amenazas…). Lo que queremos es volver “a la normalidad”, a que las cosas sean como antes del problema o amenaza. Es una cosmovisión guiada por el miedo, a que nos ocurra algo o a que nos deje de ocurrir, donde la ansiedad juega un papel central. Solemos tomar acciones (o no tomar) que lleven a reducir nuestro nivel de ansiedad, aunque ello no resuelva realmente el problema o no nos conduzca al futuro que deseamos.

¿Cuál es la alternativa? Pues cuestionar ese paradigma, esa cosmovisión y adentrarse un proceso difícil y largo (toda la vida) de transformación personal para poder funcionar bajo el paradigma “Resultado-Creativo”. En esta cosmovisión la energía para actuar (o no) no viene del miedo o de la reducción de la ansiedad, sino del amor, del deseo de querer conseguir algo que nos haga sentir plenitud. Desde ahí es posible conseguir resultados extraordinarios. Este paradigma o cosmovisión es la base en el desarrollo del liderazgo y, en general, la base para conseguir vidas plenas y satisfactorias, guiadas por un propósito y por una visión de lo que realmente anhelamos.

Veamos los siguientes dos textos y permitamos al Espíritu Santo que nos redarguya y convenza sobre este asunto que estamos tratando.

Lucas 12:41-48. El siervo infiel (RVR1960) Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

Perder la batalla no significa perder la guerra, no importa cuántas veces te hayas equivocado o lo que te hayan hecho. Dios siempre nos da nuevas oportunidades sin importar lo que piensen los demás, nuevas son cada mañana sus misericordias y al que quiere le da vida. Él te puede hacer de nuevo, te puede restaurar al propósito eterno en Jesucristo para tu vida. Podemos ver esto en la vida de Sansón que vamos a estar estudiando.

Jeremías 29:11-14. (RVR1960) Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

Es la historia de un joven que no supo tomar las mejores decisiones de la vida, pero también en esta historia bíblica ver el poder y la misericordia de Dios para aquellos que se han equivocado, de aquellos que han sido desechados por sus familiares, amigos, o por sus empleadores, o aquellos que han sido tenidos en poco y menospreciados en el ministerio, aquellos que han sido juzgados por que no han logrado bienes materiales o profesionales. Creyó que colocar su  preferencia personal sobre la voluntad de Dios sería una buena cosa y, en consecuencia, fue derrotado muchas veces.

Sabemos que el Espíritu Santo se movía sobre Sansón mucho antes de que el comenzara su ministerio a Israel. Mas sin embargo, ¿cómo se manifestaba el Espíritu sobre Sansón? Pedro nos dice: sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21). Mientras el Espíritu Santo se movía sobre Sansón, es seguro que el Espíritu le confirmaba la palabra que le había sido enseñada durante su niñez. El constante remover del Espíritu le recordaba a Sansón que el secreto de su poder estaba en su dependencia total en el Señor. Solo a través del Espíritu Santo se podía mantener separado y mantener sus ojos en su llamado.

Dios nunca envía a un hombre a hacer una obra de poder sin antes enseñarle la forma en que el Espíritu obraría sobre él. Así que Sansón sabía muy bien que él tenía que mantenerse bajo la cubierta del Espíritu de verdad manteniéndose consagrado y absteniéndose del mal para así poder ministrar en el poder del Espíritu.

Pero a pesar de su fuerza física, Sansón tenía una gran debilidad. No podía hacer diferencia entre sus preferencias personales y la voluntad de Dios. Él nunca conversaba con Dios a respecto de sus preferencias. Nunca le preguntaba a Dios qué era lo que Él esperaba. Mas sin embargo, sabemos que en la vida de Sansón existía una lujuria desenfrenada una pasión abrumante por mujeres extrañas. Primero, tuvo una relación prohibida con una mujer de los filisteos, luego con una ramera en Gaza y finalmente con Dalila, la prostituta. Dicho en forma sencilla, Sansón tenía una terrible adicción al sexo.

Por supuesto que el Espíritu Santo estaba al tanto de la lujuria de Sansón. Y mientras el Espíritu se movía sobre Sansón, él le hacía saber la verdad que Pablo expresa en el Nuevo Testamento: mas si por el Espíritu haces morir las obras de la carne, viviréis. (Romanos 8:13)El Espíritu de Dios siempre habla a las personas agobiadas por el pecado, instándoles: ¡Confía en mí! Te mostraré el camino a la victoria. Sansón tenía acceso a todo el poder del Espíritu Santo para llevar una vida santa. Pero él ignoró la voz del Espíritu. (Jueces 14:1-2).

Esto también puede significar un gran peligro en nuestra vida. Vemos las cosas, oímos las cosas, nos gustan, nos atraen, y creemos que la voluntad de Dios debe ser subordinada a nuestro gusto personal. Así sucedió con Sansón. Un día él se enamoró de una linda mujer que él no sabía que la encantadora Dalila, esa linda mujer, estaba siendo sobornada por los filisteos para descubrir cuál era el secreto de su gran fuerza. Jueces 16:5. De la misma manera, Satanás ha usado algunos “géneros de música”, algunas “películas atractivas”, algunas “mujeres sensuales”, algunos “hombres atractivos”, algunas “revistas llamativas”, para debilitar tus valores morales, familiares y espirituales. Debemos tener cuidado con lo que vemos, con lo que oímos, con lo que leemos, con lo que creemos y con lo que hacemos.

Si ya nos hemos equivocado, recapacitemos, limpiémonos de toda contaminación y de las malas decisiones, pidámosle a Dios que nos de la fuerza para andar por sus caminos. Es necesario apartarnos de todo lo que nos pueda separar de Dios, aún si son algunos familiares o amigos que no están de acuerdo con nuestra forma de creer en Dios; hay trabajos que no convienen y si no salimos por nuestros propios medios o esfuerzos Dios obrará como lo hizo con el pueblo de Israel en los tiempos de Moisés, nos sacará por fuerza y a través de las circunstancias porque somos sus hijos, porque hemos creído en Jesucristo y en la Palabra de Dios. Si no podemos comprender esto lo haremos más adelante, el Señor nos mostrará la razón de nuestro rescate. Dios puede y quiere restaurarnos. Mira la manera como la hace Dios en el siguiente texto y aprópiate de las promesas de Dios, hazlas parte de tu vida en esta hora.

Zacarías 3:1-8. Visión del cambio de ropas de Josué (DHH) Luego el Señor me mostró en una visión a Josué, el sumo sacerdote, que estaba de pie en presencia del ángel del Señor. Al lado derecho de Josué estaba el ángel acusador, que se disponía a acusarlo. Entonces el ángel del Señor le dijo al ángel acusador: ¡Que el Señor te reprenda! ¡Que el Señor, que ama a Jerusalén, te reprenda! Pues este hombre es como un carbón encendido sacado de entre las brasas. Josué, vestido con ropas muy sucias, permanecía de pie en presencia del ángel del Señor. Entonces el ángel ordenó a sus ayudantes que le quitaran a Josué aquellas ropas sucias. Luego le dijo: Mira, esto significa que te he quitado tus pecados. ¡Ahora voy a hacer que te vistan de fiesta! En seguida ordenó a sus ayudantes que pusieran a Josué un turbante limpio en la cabeza. Ellos se lo pusieron, y después le vistieron con ropas de fiesta. Mientras tanto, el ángel permanecía de pie.

Luego el ángel del Señor le dijo a Josué: Esto dice el Señor todopoderoso: “Anda por mis caminos y cumple todos los deberes que te he encomendado. Si lo haces así, quedarás encargado de mi templo. Cuidarás de él y de sus atrios, y yo te daré un puesto entre estos ángeles que están a mi servicio. Escucha bien, Josué, tú que eres el sumo sacerdote, y que escuchen también tus compañeros de la junta sacerdotal, pues todos ustedes son como una señal profética: Voy a traer a mi siervo, el Retoño.

Dios es tan poderoso que siempre tiene un plan alternativo para procurar que entres en su voluntad. Efectivamente, no era la voluntad de Dios que Sansón quedara ciego y esclavo de los filisteos; pero él hizo caso a Dalila.

Mateo 22:34-40. El mandamiento más importante (DHH) Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había hecho callar a los saduceos, y uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa, le preguntó: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Éste es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.

Dios se congratula con el arrepentimiento y la obediencia de sus hijos y se entristece y se enoja cuando hay pecado sin arrepentimiento. El caso de Sansón es digno de analizarse para saber cómo Dios siempre actúa buscando el bien más alto. No olvidemos que Dios es amor y que el amor es la base de todo. Sansón sabía y ahora tenía que reconocer que el origen de su fuerza era Dios, solamente Dios, podría darle la victoria sobre los filisteos, por eso oró para que Dios le diera una vez más fuerzas (Jueces 16:28). 

Ahora Sansón quería darle la gloria a Dios y vencer a sus pecados. Dios le responde dándole fuerza sobrenatural para que saliera vencedor y matara así a los filisteos, muchos más de los que había matado durante toda su vida. (Jueces 16:30). Sus últimos momentos fueron de más gloria que ninguno otro en su vida y no pudo verlo. ¿Es necesario estar ciegos y en los últimos minutos de tu vida para obedecer a Dios? Creo que nuestra mejor decisión es servirle a Dios con todo ser el resto de tiempo que nos quede de existencia en esta tierra.

Jueces 16:30. Dios conoce por lo que has atravesado, lo que has vivido durante toda tu vida, el conoce tus aflicciones, tus enfermedades, tus necesidades, tus equivocaciones, tus frustraciones, tus éxitos y logros, conoce tus luchas y las persecuciones que has sufrido. Dios te ama, búscalo de todo corazón, no importa lo que los demás crean de ti, importa lo que puede hacer Dios en ti y por ti en estos tiempos, importa lo que la Palabra de Dios tiene para tu vida, importa lo que puedes llegar a ser en las manos del Señor, importa que Dios no ha cambiado y que tiene misericordia, refúgiate en el Dios de Salvación. Hebreos 13:8. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Bendiciones.



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