Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Dios es nuestra fortaleza y nuestro refugio°

Nuestro caminar en esta vida como cristianos no es fácil. Todos en algún momento hemos sufrido algún tipo de discriminación persecución por el simple hecho de ser cristianos (por la familia, vecinos, jefes o compañeros de trabajo, etc.), también muchos serán objeto de mentiras y difamaciones. En algunos casos esta discriminación puede ir más allá, hasta llegar a ser humillados, y en algunos casos como perseguidos y asesinados. “¡Jehová de los ejércitos está con nosotros!  ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!” (Salmo 46:7) "Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón.  Dios es juez justo…" (Salmos 7:10, 11 a)

¿Estamos realmente dispuestos a seguir y servir al Señor Jesucristo y su Palabra viviendo una vida que agrade a Dios aún por encima de nuestros propios deseos? ¿Estamos dispuestos a enfrentar todas las circunstancias que se nos presenten? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio por seguir a nuestro Señor? Más aún, ¿con qué actitud nos enfrentaremos a este tipo de discriminaciones? ¿Con una actitud rebelde? ¿Echándole la culpa a Dios? ¿O con una actitud como la que tuvo Esteban, mientras le apedreaban? 

Hechos 7:60. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

Debemos ser fuertes cuando pasemos momentos de tribulación, con problemas a los que no veamos salida, cuando el seguir a Cristo nos suponga ser discriminado o humillado por los que nos rodean, y debemos pensar que el Señor está de nuestro lado. Que pase lo que pase, nada escapa de su voluntad. Y así, podremos estar tranquilos, y con una buena actitud, dando gracias a Dios en todo momento, y proclamando el mensaje de salvación de Dios para el mundo, aunque éste nos oprima.

Como dice el versículo de la portada, “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza.” Salmos 46:1-3.

Que el Señor nos guarde y nos bendiga, y nos ayude a superar los momentos difíciles, sin dejar de seguirle y servirle con todo nuestro corazón.

Juan 15:18-27. El mundo os odia. Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me odia a mí, también a mi Padre odia. Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto, y me han odiado a mí y a mi Padre. Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: Sin causa me odian.

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.    

Ser discípulo genuino es muy diferente a creer en Dios o ir a una iglesia determinada o incluso leer la biblia, o hacer buenas obras: es vivir para Dios como lo señala el siguiente texto. Salmos 40:8. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón. En medio de estas tormentas que muchos podamos experimentar en nuestras vidas el Señor ha prometido que estará en medio de nosotros y con nosotros. Dios es el único que conoce nuestras circunstancias, luchas, pruebas y persecuciones.

Lo más importante es que dispongamos nuestro corazón de manera sencilla y honesta delante del Señor porque él ha dicho que al corazón contrito y humillado no lo despreciará. No importa que no tengas la suficiente fuerza de voluntad para dejar tus pecados que cometas o los que haya en tu mente, si eres sincero como David podrás obtener su fortaleza para sacarte de ese lodo cenagoso de la desesperación. A todas las cosas le podremos hacer frente por medio de Jesucristo.

Lucas 14:25-33. Lo que cuesta seguir a Cristo. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les decía: Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que, después que haya puesto el cimiento, no pueda acabarla y todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Salmos 46. El Señor está con nosotros. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia. Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar, aunque ruja el mar y se agiten sus olas, aunque tiemblen los montes a causa de su furia. Un río alegra con sus brazos la ciudad de Dios, la más santa de las ciudades del Altísimo. Dios está en medio de ella, y la sostendrá; Dios la ayudará al comenzar el día. Las naciones rugen, los reinos tiemblan, la tierra se deshace cuando él deja oír su voz.

¡El Señor todopoderoso está con nosotros! ¡El Dios de Jacob es nuestro refugio! Vengan a ver las cosas sorprendentes que el Señor ha hecho en la tierra: ha puesto fin a las guerras hasta el último rincón del mundo; ha roto los arcos, ha hecho pedazos las lanzas, ¡ha prendido fuego a los carros de guerra! ¡Ríndanse! ¡Reconozcan que yo soy Dios! ¡Yo estoy por encima de las naciones! ¡Yo estoy por encima de toda la tierra! ¡El Señor todopoderoso está con nosotros! ¡El Dios de Jacob es nuestro refugio!

Muchas veces nos sentimos atribulados o desanimados por diferentes circunstancias que no podemos controlar. Pues déjame decirte que hay un consolador entre todos nosotros y es Cristo Jesús que murió en la cruz y él es nuestro guía, amparo y fortaleza él es nuestra salvación y nuestro gozo, no tendremos miedo porque Jehová nuestro Dios estará con nosotros día a día Dios no los desampara a sus hijos, él está con nosotros en la tormenta y en la calma deja que Dios sea nuestra fortaleza y veras  que en tiempo de la tormenta él será la calma.

Ahora, cuando estás pasando por este momento lleno de dolor, con tu mundo hecho pedazos… El Señor guiará tus pasos. Muchas veces yo me siento igual que tú, y mi corazón anhela algo real. El Señor viene a mí y me ayuda a seguir, en paz en medio de la tormenta… puedes tener fe y esperanza cuando no puedas seguir….cuando sientas que todo está perdido, que no puedes seguir así, y quieres tirar todo, ya no puedes más, yo te entiendo, y el Señor también, Él quiere ayudarte, su presencia es real.

Muchas personas darían mucho por tener un poco de paz en sus vidas, en algún momento. Pero no la tienen, porque no buscan a Dios. Dios está presente con su pueblo para liberarlo de los peligros y de sus enemigos. Hoy cada creyente puede confiar en el Señor, quien puede librarlo en medio del sufrimiento y la preocupación. 

Es probable que no encontremos respuesta satisfactoria al por qué de tanto sufrimiento. Pero sí hallaremos atención a nuestro clamor en procura de fortaleza cuando las tribulaciones golpean a nuestra puerta. El Señor no nos deja solos. Viene en nuestra ayuda. Está con nosotros en todo momento, incluso en esa situación por la que estás atravesando ahora ¿Qué te aflige ahora?  ¿Cuál es tu sufrimiento Vuelve tu mirada al Señor, deja tus pesares en sus manos y descansa en Él. Busca a Dios en todo momento, adóralo y obedécelo.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. (Salmo 51: 6-12)

El gozo del Señor es el resultado de volverse a Dios (Salmo 51: 6-12). He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente.

Después de haber pecado terriblemente con Betsabé, y haber cometido asesinato; David, después de ser convencido de pecado por Natán, eleva al Señor esa plegaria que hemos leído. David entendió que el gozo verdadero sólo podía venir por estar en paz con Dios. Solamente cuando volvió al Señor de todo corazón, y fue perdonado, pudo experimentar el gozo de la salvación.

El gozo del Señor es nuestra fortaleza. Dios no sólo quiere que estemos en paz con Él, sino que además, experimentemos el gozo que el Espíritu Santo produce por su presencia en el nosotros, como creyentes. Ese gozo del Señor es nuestra verdadera fortaleza. El gozo verdadero, es la misma presencia del Espíritu Santo en el espíritu y en el corazón del creyente. Leemos en Nehemías 8:10. El gozo del Señor es vuestra fortaleza. En eso consiste el reino de Dios en nuestras vidas.  Leemos en Romanos 14: 17. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Veamos algunas escrituras más:

Salmo 118: 14. Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación. Isaías 12:2,3,6. Mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion, porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. Filipenses 4:4. Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Hechos 13:52. Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

El gozo es parte del fruto del Espíritu Santo. Gálatas 5:22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia. El gozo del señor es el resultado de la obra del Espíritu Santo en nosotros. No nos dejemos amedrentar. El gozo del Señor ha de ser manifiesto. El cristiano, ante la presencia del Señor, no puede quedarse impávido, ni se debe dejar amedrentar por los demás que no entienden ese gozo, porque no conocen a Dios. Siempre habrá oposición por parte del enemigo mientras estemos en la obra de Dios en mayor o menor grado. Esto no nos ha de sorprender. Dice la Palabra: 1 Corintios 15: 58. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Estar firmes es un paso de fe, porque significa estar confiando en el Señor a pesar de las circunstancias adversas. El gozo del señor nos ayuda a ello; el gozo del señor es práctico. Nunca olvidemos que: ¡el gozo del señor es nuestra fortaleza!

El gozo va de la mano con la fortaleza. Gozo y fortaleza de Dios, son dos conceptos que van de la mano; no pueden alejarse el uno del otro. Dios quiere que estemos gozosos y fortalecidos en El. Esto no ha de confundirse con la alegría del alma, siendo ésta una sensación o emoción pasajera y motivada por las circunstancias. El gozo del Señor no es una emoción que viene y va, es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Esto hace que podamos tener la fortaleza del Señor en nuestras vidas, aun en las circunstancias más difíciles. No se puede tener el verdadero gozo del Espíritu sin experimentar su fortaleza. Es nuestra fortaleza para resistir los ataques del diablo, y resistir las tentaciones y no sucumbir en este mundo.

El gozo del Señor nos levanta y nos hace ver las cosas desde las alturas: Pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40: 31. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. Habacuc 3: 19. El Salmo 18:31-33, dice lo mismo: Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas.

¡EL GOZO DEL SEÑOR NOS LEVANTA Y NOS HACE VER LAS COSAS DESDE LAS ALTURAS, Y NOS HACE ANDAR LIGEROS! Desde las alturas del Espíritu, es como se obtiene la perspectiva correcta de las cosas. Vivir en el gozo del Señor es un asunto de fe. Todo en el Señor es un asunto de fe. Todos los dones y todas las gracias que provienen de lo Alto, se reciben a través de un mismo conducto, la fe. Dice Santiago 1:17. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 

Todo lo bueno de Dios lo recibimos por la fe. Así como en su día recibimos la salvación por la fe, así recibimos el gozo.  Vivir en el gozo del Señor es la buena dádiva que recibimos de nuestro Padre celestial también; asimismo es un asunto de fe. Ante las dificultades de la vida, por la fe aprendemos a vivir con gozo, siendo éste nuestra fortaleza y victoria. Por lo tanto: EL TENER GOZO ES UNA ELECCIÓN, Y SE OBTIENE POR LA FE EN LAS PROMESAS QUE DIOS NOS HA HECHO EN SU PALABRA, Y QUE TIENEN CUMPLIMIENTO INMEDIATO. 

Vivir en el gozo del Señor es un asunto de fe, de alabanza y de gratitud. Una vida de alabanza y de adoración es clave para experimentar el gozo del Señor y su consiguiente fortaleza. Dice la Palabra: Efesios 5:18-20. Sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 

Cuando vivimos agradecidos al Señor, como dice la Palabra, “por todo”, estamos admitiendo y reconociendo el hecho de que nuestro Invisible Dios está en acción, a pesar de que a veces no pueda parecerlo. Cuando vivimos en total agradecimiento, la paz de Dios inunda nuestros corazones por su Espíritu, y de ellos brotan alabanzas y adoración a Dios. Cuando uno lleva una vida así, el enemigo pierde agarre, y necesariamente deberá abandonar una y otra vez. 

Recordémoslo una vez más: ¡EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA! El gozo del Señor no está sujeto a las circunstancias; hace que las circunstancias se sujeten a él. El gozo del Señor es nuestra elección. El gozo del Señor ha de ser manifiesto en las vidas de los hijos de Dios. El gozo del Señor es característica del creyente que está en victoria. DIOS quiere que estemos gozosos y fortalecidos en EL.

Que Hoy podamos hacer nuestra, estas Palabras: Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con TODO, YO ME ALEGRARÉ en Jehová, y ME GOZARÉ EN EL DIOS de MI SALVACIÓN. Habacuc 3:17-18

Padre nuestro que estás en los cielos en esta hora dejo en ti todo mi ser, mi corazón, mis pensamientos, mis anhelos, mis deseos, mis pruebas, mis preocupaciones, mis circunstancias, mis necesidades y crisis; encárgate de ellas, porque yo seguiré confiando en ti, en medio de los obstáculos y situaciones que se me presenten en lo que me queda de existencia en esta tierra, hasta que llames a tu presencia, en el nombre de Jesucristo. Bendiciones.



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