Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Prepárate para venir al encuentro de tu Dios°


Amos 4:12b. Prepárate para venir al encuentro de tu Dios.

Todos en algún momento nos preparamos para alguna ocasión o evento en especial, pero es necesario que podamos entender que más necesario es prepararnos para el día en que Dios, nuestro Creador, nos llame a rendir cuentas a cada uno de nosotros.

Animo, se fuerte y no desmayes en buscar agradar a Dios en todos tus caminos y en todos tus pensamientos, persevera, sin importar lo que se te presente en tu caminar por esta tierra, sin importar lo que los demás piensen de ti; lo mejor está por venir, no descuides tu salvación, ni tu relación con Dios tu Creador; el Señor también tiene el poder de sostenerte y ayudarte en el tiempo de la prueba y de la dificultad, sólo Dios es lo que importa, porque él tiene planes de bienestar para nosotros los que nos atrevamos a creer en su Presencia y su Palabra Eterna, Dios no ha cambiado, él es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.

Hebreos 9:27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.

¿Te estás preparando para algo en especial, una meta, una etapa que cambiará tu vida en lo sentimental, en lo emocional, en lo intelectual, en lo laboral, en lo espiritual? ¿Vas a formar un hogar, vas a ser padre o madre, vas a hacer una carrera profesional, quieres entrar a alguna competencia deportiva, quieres conseguir dinero? ¿Te estás preparando para el día que partas de esta tierra, cuando mueras crees saber el destino de tu alma? ¿Es el cielo o el infierno tu morada final? ¿Qué estás haciendo para cuando Dios te llame a juicio? ¿Te estás preparando para ese día?

Zacarías 4:6. Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Realmente no podemos prepararnos para Dios por nosotros mismos, es necesario reconocer en nuestras vidas que sin la presencia y la ayuda del Señor el Espíritu Santo nada podemos conseguir, solo vidas cargadas de religión y buenas intenciones, que al fin y al cabo no tienen repercusión en lo eterno. Es con la ayuda divina del Espíritu Santo y la vida divina que nos imparte en nuestros corazones, en nuestra alma y en nuestro espíritu que podemos ser dignos de poder estar en su presencia por la eternidad, si lo que realmente queremos es amar a Dios sobre todas las cosas.

Juan 14:15-16. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

En libro de Amos dice que la gente estaba tan metida en pecado que Dios decidió traer juicio. Tanto era el pecado del pueblo de Dios que ya no querían escuchar a los profetas.

Israel se enfrentaría al juicio de Dios a manos de los asirios, es decir, un juicio final que sería terrible. Este pasaje hace recordar que un día todo el pueblo de Dios será juzgado por sus obras. Es una cosa increíble cuando vemos que alrededor del planeta, la gente preparándose para todo menos para lo más importante. Desde que nacemos nuestros padres quieren prepararnos para algo en el futuro. Una cosa increíble es que la gente se prepara para un trabajo, las vacaciones, el retiro, y se olvidan de lo más importante.

En los días del profeta Amós Dios juzgó a Israel de varias maneras. Dios detuvo la lluvia. Él los juzgó por el hambre. Envió pestilencias. Destrozó sus campos y jardines con viento solano y moho. Él los juzgó por la espada. Y destruyó algunos de ellos como lo hizo con Sodoma y Gomorra. Pero ellos no se arrepintieron ante Dios. Continuaron rebelándose contra Él. Por fin Dios dijo que no enviaría más profetas como Sus mensajeros. En vez de enviar profetas, Dios dijo que Él Mismo vendría a juzgarlos.

La manera de Dios de tratar con hombres rebeldes y con las naciones es, al principio, persuadirlos tiernamente, con palabras suaves y amables. Repite esto muchas veces. Pero después de un tiempo Dios comienza a amenazarlos. Él les dice: “¿Por qué moriréis? ¿Por qué traerán la ruina sobre sí mismos?” Si estas palabras no tienen ningún efecto en ellos comienza a enviar juicios más duros. Ellos serán algo suave al principio. Pero poco a poco los juicios se harán cada vez más difícil de soportar. Al final, Dios les juzga a ellos con los golpes de un Amo cruel. Dios comienza a enviar profetas para advertirles – y termina luchando contra ellos con toda Su majestad y poder.

Amos 4. Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová. Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor.

Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.

Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.

Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.

En estos tiempos la cosa empeora, las personas no quieren buscar agradar a Dios, no quieren escuchar las verdades del evangelio. Prefieren escuchar telenovelas, chistes sucios, chismes de la vecina. Otros no vienen a Cristo por miedo al que dirá el familiar. O porque simplemente quieren seguir gozando los placeres del mundo.

Muchas personas hoy en día se preparan para enfrentar la vida de acuerdo a sus medios, otros lo hacen en una universidad, otros buscan fama, fortuna, reconocimiento, algunos llegan hasta el punto de vender los valores morales, la ética y la honestidad con el fin de lograr sus metas y objetivos pero sin tener en cuenta a Dios, nuestro creador. Veamos lo que el Señor tiene que decirnos al respecto.

Isaías 30:8-13. Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre. Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.

Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente.

En nuestro diario caminar se nos presentan muchos retos, luchas, obstáculos, tentaciones, situaciones que tenemos que enfrentar y aprender de ellas a hacer lo bueno, pero debemos entender que nuestra gran meta, nuestro propósito verdadero como seres humanos es volver nuestro corazón al Creador y Salvador de nuestras almas, rendir nuestro corazón y nuestra voluntad a la Palabra de Dios; nuestra conciencia nos muestra lo que debemos pensar y hacer, es el Espíritu Santo quien nos guía a través de la Palabra de Dios y tiene el gran deseo de pastorearnos. Debemos hacer lo posible por entender los tiempos en que vivimos y hacer realmente lo que conviene frente a cada situación; vivir para Dios es lo más excelente que podemos obtener en nuestra existencia, no hay nada que se compare a esa situación.

Sin embargo, son muchas las personas que no quieren saber del verdadero Dios y desprecian la Palabra de Dios, sólo les interesa vivir de acuerdo a los criterios que imperan en el mundo y a sus deseos carnales y pecaminosos.

1 Juan 2. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.

Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

Debemos aprender de lo que está escrito en la Biblia sobre el pueblo de Israel y no tardar en arrepentirnos y mejorar nuestra forma de pensar y vivir antes de que sea demasiado tarde.

Mateo 16:26. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

2 Timoteo 3. También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

¿Será que tenemos con un corazón dispuesto como lo tuvo Josué y confesar y vivir de acuerdo a lo siguiente? 

Josué 24:14-18. Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos. Y Jehová arrojó de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios.

¿Cuál será tu decisión a partir de este momento? ¿Quieres prepararte para encontrarte con Dios? ¿En dónde quieres pasar la eternidad? ¿Es Jesucristo tu Señor y Salvador?

Lucas 12:5. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

Juan 3:36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. 

1 Juan 5:12.  El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 

Juan 14:15.  Si me amáis, guardad mis mandamientos.  

Miqueas 6:8-9.  Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. 

Bendiciones.

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