“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos.” Salmo 139:23.
Ezequiel
11:19. Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro
de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un
corazón de carne. Ezequiel
18:31. Echad de vosotros todas
vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un
espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis,
casa de Israel? Ezequiel 36:26. Os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Hacemos todo lo que podemos para mantener nuestra
apariencia exterior atractiva, pero lo que está en nuestro corazón es mucho más
importante. Lo que seamos por dentro (lo que otros no pueden ver) importa más a
Dios. ¿Cómo es usted por
dentro? Cuando las personas se convierten a Dios cambian y en su interior son
diferentes. El continuará ayudándoles a que cambien si se lo piden. Dios quiere
que procuremos pensamientos y motivaciones sanas, no sólo buena alimentación y
ejercicios.
Veamos
a continuación las definiciones que encontramos en la Biblia Plenitud para que
entendamos aún más desde la perspectiva de la Palabra de Dios.
Corazón, leb,; Strong # 3820: Corazón, intelecto, conciencia, mente, lo más
íntimo de la persona, sus sentimientos, sus pensamientos más profundos, el yo.
Como sucede en la mayoría de los idiomas occidentales, el concepto hebreo de “corazón”
se refiere tanto al órgano físico (2
Reyes 9:24) como a los anhelos de la persona (Salmo 37:4). Quizá
el uso más noble de leb se encuentre en Deuteronomio 6:5, dónde se manda a
Israel a amar a Jehová con todo el corazón (Jesús hizo énfasis en este
postulado (Marcos 12:29-30). En Jeremías
17:9 se asevera que el corazón humano puede ser la
cosa más engañosa del mundo, pero el versículo 10 muestra que nuestro Protector
todavía puede escudriñar lo que se esconde en los corazones.
Corazón, kardia: Strong # 2588: Raíz de la palabra que significa “estremecerse” o “palpitar”. El órgano
físico del cuerpo, el centro de la vida física, el asiento de la vida personal
(física y espiritual), el centro de la personalidad, el asiento de toda la
actividad mental y moral, que contiene elementos racionales y emocionales,
Constituye el asiento de los sentimientos, deseo, gozo, dolor y amor. También
del pensamiento, del entendimiento y de la voluntad. El corazón humano es la
morada del Señor y del Espíritu Santo. El Señor Omnisciente ve hasta lo más íntimo
del ser, donde se toman todas las decisiones concernientes a Él.
Debemos
juzgarnos a nosotros mismos a través de la Palabra de Dios si es que realmente
amamos al Señor no solo de palabras sino con rectitud de corazón y amor hacia
él, y juzgar nuestros propios actos, pero sin hacer de nuestra palabra una ley
para nadie. No debemos juzgar duramente a nuestros hermanos sin tener base. No
debemos hacer lo peor de la gente. Aquí hay una reprensión justa para todos los
que pelean con sus hermanos por faltas pequeñas, mientras ellos se permiten las
grandes.
Algunos
pecados son como motas, mientras otros son como vigas; algunos son como un
mosquito, y otros son como un camello. No es que haya pecado pequeño; si es
como mota o una astilla, está en el ojo; si es un mosquito está en la garganta;
ambos son dolorosos y peligrosos, y no podemos estar bien ni cómodos hasta que
salgan. Extraño es que un hombre pueda estar en un estado pecaminoso y
miserable, y no darse cuenta de eso, como un hombre que tiene una viga en su
ojo y no la toma en cuenta; pero el dios de este mundo les ciega el
entendimiento. Aquí hay una buena regla para los que juzgan: primero refórmate
a ti mismo.
En
estos tiempos en los que estamos viviendo podemos ver como es el cumplimiento
de la Palabra de Dios en la que se nos hace advertencias de los eventos y del carácter
de las personas en los postreros días antes del regreso del Señor Jesucristo.
La decisión por Cristo es personal, ¿Dónde deseas pasar la eternidad? ¿A quién
quieres adorar, amar y servir?
Juan 14:15. Si
me amáis, guardad mis mandamientos. Dios nos muestra algunas verdades en los siguientes textos
bíblicos. Mateo 7:13-14. La puerta estrecha. Entrad
por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es
la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan. La puerta a la vida eterna es
"estrecha". Esto no significa que sea difícil ser cristiano.
Significa que hay muchas maneras de vivir la vida, pero un solo camino para
vivir eternamente con Dios. Creer en Jesús es el único camino al cielo, porque
solo El murió por nuestros pecados y nos hizo justos delante de Dios. Vivir a
su manera puede no ser fácil, pero es bueno y correcto.
Mateo
7:15-19. Por sus frutos los conoceréis. Guardaos de los
falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro
son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el
árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el
árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y
echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
Hay
muchos falsos profetas que pretenden ser guías cristianos, pero cuyo propósito
real es egoísta y destructivo. Debemos probar a los que dicen ser profetas por
sus frutos, esto es, por su estilo de vida, carácter, enseñanzas e influencia.
Los falsos profetas aparecían con frecuencia en el tiempo del Antiguo
Testamento. Profetizaban solo lo que el rey y la gente querían oír, y afirmaban
que era el mensaje de Dios. Los falsos maestros eran tan comunes como lo son
hoy. Jesús dice que hay que cuidarse de las personas cuyas palabras suenan a
religión, pero que en verdad están motivadas por dinero, prestigio y poder.
Usted puede identificarlos porque en sus enseñanzas disminuyen a Cristo y se
glorifican a sí mismos. Debiéramos evaluar las palabras de un maestro
examinando su vida. Así como el árbol se conoce por la clase de frutos que da,
un buen maestro mostrará buena conducta y un carácter moral alto al intentar
vivir las verdades de las Escrituras.
Esto
no significa que debemos expulsar a los maestros de Escuela Dominical, pastores
y demás que no hayan llegado a la perfección. Todos estamos expuestos al pecado
y debemos mostrar la misma misericordia que nosotros mismos necesitamos. Jesús
está hablando de los maestros que deliberadamente enseñan doctrinas falsas.
Debemos examinar la motivación de los maestros, la dirección que están
siguiendo y los resultados que están esperando obtener.
Mateo
7:21-23. Nunca os
conocí. No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
Algunos
aficionados al deporte pueden "hablar" bien de lo que es un buen
juego pero eso no quiere decir que pueden jugar bien. Y no todo aquel que habla
del cielo pertenece al Reino de Dios. Jesús está más interesado en nuestro
andar que en nuestro hablar. El quiere que hagamos lo correcto, no que solo nos
expresemos con corrección. Su casa (símbolo de su vida, 7.24) resistirá las tormentas de la vida si hace lo que es
correcto. Lo que usted hace no puede separarse de lo que cree.
Jesús
desenmascaró a las personas que aparentaban ser religiosas pero no tenían una
relación personal con El. En el Día del Juicio, solo nuestra relación con
Cristo, nuestra aceptación de Él, como Señor y Salvador y nuestra obediencia a Él,
será tomada en cuenta. Muchas personas piensan que si son "buenas" y
aparentan religiosidad serán premiadas con la vida eterna. La fe en Cristo es lo que se
tendrá en cuenta en el juicio.
Falso
profetas no solamente significa falsos predicadores que proclaman un evangelio
falso, sino ante todo falsos profesantes de la fe en Cristo. Su naturaleza
interna no ha cambiado; simplemente visten el disfraz externo de ovejas. Llaman
a Cristo «Señor» y hasta hacen obras religiosas, ¡pero nunca han sido salvos!
¿Cómo detectamos a estos falsos creyentes? «Por sus frutos los conoceréis» (v. 16).
¿Qué fruto busca Cristo? Busca: (1) el fruto del Espíritu, o el carácter
cristiano según se describe en las Bienaventuranzas y en Gálatas 5.22–23; (2) el fruto de los labios, el testimonio y alabanza a Dios (Hebreos 13.15); (3) vida santa (Ro
6.22); (4) buenas obras (Col 1.10); (5) almas perdidas ganadas para Cristo (Ro 1.13). Los cristianos profesantes
pueden estar involucrados en actividades religiosas y pretender ser salvos,
pero si genuinamente han nacido de nuevo, revelarán estos frutos en su vida
diaria.
Nótese
que estos «engañadores» ¡se sorprenderán en el juicio! ¡Es posible mentirnos
nosotros mismos! Satanás ciega la mente (2 Co 4.3–4) y engaña a la gente a que piense que somos salvos. Cuando
Cristo retorne, millones de cristianos profesantes se sorprenderán al descubrir
¡que nunca fueron realmente salvos!
Mateo
7:24-28. Los dos cimientos. Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa
sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un
hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y
cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se
admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas. La
prueba de la constancia u obediencia.
Los
dos constructores representan dos hombres en esta vida. Ambos usaron el mismo
material y los mismos planes, y el mundo no podía establecer la diferencia
entre las dos casas. Pero cuando viene la tempestad, el tiempo de la prueba, la
casa que no está cimentada en la roca se derrumba y cae. El verdadero cristiano
está cimentado sobre la Roca, Cristo Jesús (1 Corintios 3.11). La
justicia no se basa en una iglesia, credo o «vida buena», sino en Jesucristo
que murió por el creyente. Un hijo de Dios se prueba mediante su perseverancia
a través de las tormentas que lo someten a prueba. Un cristiano verdadero se
prueba cuando obedece a Cristo. Uno que no es un simple oidor de la Palabra,
sino también un hacedor (Santiago 1.22–25).
Recorra
la Biblia y note cómo los falsos creyentes siempre caen en el tiempo de la
prueba. La multitud mixta de Israel quiso regresar a Egipto cuando las cosas se
pusieron difíciles en su viaje. Muchos de los que se llamaban cristianos en
Roma abandonaron a Pablo en su tiempo de necesidad (2 Timoteo 4.9–18). Sin embargo, note cómo los cristianos
verdaderos permanecen firmes sin importar cuál sea la prueba. Abraham, Moisés,
Josué, David, Isaías, Jeremías, Daniel, Pedro, Pablo y muchos otros demostraron
la realidad de su fe al permanecer firmes a través de la tormenta. ¡Estaban
edificados sobre la Roca!
Edificar
"sobre la roca" es ser un discípulo atento que responde a su maestro,
en vez de ser superficial e hipócrita. Practicar la obediencia se convierte en
fundamento sólido para resistir las tormentas de la vida. Como una casa de
naipes, la vida del necio se tambaleará. Muchas personas no buscan
deliberadamente un fundamento falso o inferior sobre el cual edificar sus
vidas, sino que simplemente no piensan en cuál es el propósito de sus vidas.
Muchas personas enfrentan la amenaza de la destrucción, no por terquedad sino
por falta de reflexión.
Parte de
nuestra responsabilidad como creyentes es ayudar a otros para que se detengan y
piensen en el rumbo que están siguiendo sus vidas y tengan en cuenta las
consecuencias de NO prestar
atención al mensaje de Cristo.
Mateo
15:1-20. Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos
de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los
ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les
dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra
tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que
maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís:
Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello
con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre.
Así habéis invalidado el mandamiento
de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías,
cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Y
llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la
boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Entonces acercándose sus discípulos,
le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al
ciego, ambos caerán en el hoyo. Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta
parábola.
Jesús dijo: ¿También vosotros sois
aún sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al
vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón
sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos,
los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos
testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero
el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
¡Incluso
los discípulos se asombraron! Pedro dijo que su enseñanza sencilla era «una
parábola». ¡Qué duro es para los hombres romper con las tradiciones de los
hombres y creer en la sencilla verdad de Dios! La santidad, explica Cristo, es asunto de lo que
sale del corazón. La gente a menudo culpa al diablo por
los pecados mencionados aquí, pero Cristo culpa a la maldad del corazón humano.
Esta es la razón de el porque la gente debe nacer
de nuevo y recibir un nuevo corazón.
Nótese
el contraste entre la verdad de Dios y las tradiciones humanas: Tradiciones humanas: Formas
externas que traen esclavitud, Reglas frívolas, la letra de la ley, Leyes
hechas por los hombres que las exaltan, Produce «piedad religiosa»,
muerte. La verdad de Dios: Fe interna que trae libertad, Principios
básicos, el espíritu de la ley, Palabras inspiradas por Dios que humillan a los
hombres, Produce verdadera santidad, vida. Debemos acordarnos
constantemente de que la verdadera religión procede del corazón. Creemos con el
corazón (Romanos 10.9–10); amamos de corazón (Mateo
22.37); cantamos
con el corazón (Colosenses 3.16); obedecemos de corazón (Romanos
6.17); damos
de corazón (2 Corintios 9.7); y oramos de corazón (Salmo
51.10, 17).
Y
por último guardémonos de aquellas personas que pueden causarnos gran mal
como lo dice en 2 Timoteo 3.
Carácter de
los hombres en los postreros días. También debes
saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá
hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque
de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas
cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre
están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
Y de la manera que Janes y Jambres
resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos
de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque
su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero
tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor,
paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en
Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha
librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo
Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de
mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has
aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la
niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para
la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra.
La
frase «en los postreros días» hace referencia a un período que en realidad
empezó con la vida y ministerio de Cristo sobre la tierra (Hebreos 1:1-2). Sin embargo, el NT indica
que la expresión «los postreros días» se refiere particularmente al estado de
la Iglesia antes de la venida de Cristo. Estos serán «tiempos peligrosos», o
sea, «difíciles, arduos para enfrentar». Esta es la misma palabra que se usa
en Mateo 8:28 para describir
al endemoniado gadareno. Debido a que la gente creerá «doctrinas de
demonios» (1 Timoteo 4.1ss), este mundo llegará a ser un «cementerio
demoníaco» así como Gadara.
¡Ya
estamos en esos días! «Hombres amadores de sí mismos» será la característica de
los postreros días. Este amor de uno mismo conducirá a una actitud de avaricia
y a un espíritu jactancioso. «Vanagloriosos» en realidad significa
«fanfarrones». El afecto verdadero casi desaparecerá; y en su lugar prevalecerá
el afecto contra naturaleza. «Crueles» significa «salvajes» y ciertamente que
hoy es evidente una conducta salvaje. «Impetuosos» significa «imprudentes» o
«desenfrenados»; y por cierto que vivimos en una edad de desenfreno, sea que se
trate de la velocidad de los medios de transporte, el desperdicio del dinero o
del desprecio a la vida humana.
Los
versículos 5–8 indican que habrá
abundancia de religión en los últimos días, pero que todo será mera imitación,
una forma de piedad carente del poder transformador de Dios. El apartarse de la
fe que Pablo predijo en 2 Tesalonicenses 2 ya está con nosotros hoy, ¡y sin embargo hay abundancia de
religión! La Biblia continúa siendo el libro de mayor venta, sin embargo, la
tasa de crimen sigue en aumento y los problemas se multiplican.
Los
verdaderos cristianos son la minoría. Estos falsos maestros de los días de
Pablo hacían presa especialmente de las mujeres cargadas de pecado y
arrastradas por sus pasiones, mujeres que estaban «siempre aprendiendo», pero
que nunca llegaban en realidad a conocer la verdad. Pablo comparó a los
maestros apóstatas con los encantadores egipcios Janes y Jambres, quienes se
opusieron a Moisés al imitar lo que él hizo (Éxodo 7:11ss).
Satanás
es un imitador y su evangelio e iglesia de imitación se esparcirá en los
postreros días. Así como Moisés venció a estos imitadores por el poder de Dios
que vino en gran juicio, la Iglesia a la larga vencerá a estos engañadores de
los últimos días. «A estos evita», advierte Pablo (v. 5). Timoteo no debía enredarse con los engañadores que niegan a
Cristo, incluso cuando esto signifique que nos cataloguen de
«extravagantes». Bendiciones.
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