Por
la pastora Joyce Meyer.
Juan 15:1-17. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano
que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará,
para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he
hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará;
y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En
esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis
discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced
en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como
yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas
cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea
cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he
amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque
el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. No me elegisteis
vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis
y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros.
¿Está disfrutando el viaje de su vida? Piense en ello. La verdad es
que Dios quiere que usted disfrute de su vida todos los días. ¿Sabía usted eso?
Si no, o tal vez simplemente no está seguro de que Dios apruebe que la gente
disfrute de la vida, échele un vistazo a Juan 10:10. Dice: “El ladrón no viene sino para hurtar,
matar y destruir. He venido para que puedan tener y disfrutar de la vida y que
la tengan en abundancia (hasta el final, hasta que se desborde)” Ésta es una escritura absolutamente increíble ya que nos
dice claramente que Dios no sólo quiere que estemos con vida, pero Él quiere
que disfrutemos que estamos vivos. Él quiere que vivamos con alegría. Mi pasión
como una maestra de la Palabra de Dios es ayudar a la gente a aprender a vivir
la vida que Jesús murió para darnos. Por eso hemos titulado nuestro programa
“Disfrutando La Vida Diaria.” Y he aprendido a través de mi propia experiencia
que si usted no tiene alegría, no importa lo que tenga, lo que haga o cuán
estupenda puedan ser sus circunstancias… eso no significa mucho.
Entonces, ¿cómo obtener el gozo del Señor? Jesús nos dice en Juan 15
que si vamos a permanecer en Él, vamos a experimentar
la voluntad de Dios para nuestras vidas, y todo lo que Jesús tiene será
nuestro. Lo que Permanecer en Él significa es seguir a Jesús como la persona
más importante en su vida, viviendo y permaneciendo permanentemente en Él, y
haciendo que todo en la vida giré en torno a Él. Ahí es cuando damos el fruto
de una vida santa. Y es entonces cuando la verdadera alegría de Dios se libera
en nosotros. Es fácil ver que cuando nos enfocamos en Jesús, esto tiene muchos
beneficios. Por otro lado, cuando estamos prestándole atención a Él, no nos
enfocamos en los problemas del mundo y vamos a ser capaces de vivir con la paz y la alegría de Dios. Otro de los
beneficios de vivir de ésta manera es que nos impide estar continuamente
estresados, viviendo en un modo de supervivencia y simplemente tratando de cómo
pasar el día.
Hay mucha gente que tiene la mentalidad de que van a ser muy
felices y disfrutarán de la vida cuando… cuando se vayan de vacaciones, cuando
los niños ya sean mayores, cuando lleguen a una escala más alta en la escalera
del éxito en el trabajo, cuando se casen… la lista podría continuar una y otra
vez. Me identifico con esto, porque hubo un momento en que a pesar de que
realmente amaba estar en el ministerio, yo no estaba disfrutando de las
responsabilidades diarias y las actividades que éstas implicaban cuando era
necesario. Tuve que aprender a vivir el momento y disfrutar lo que Dios estaba
haciendo en mí y por mí ahora, no cuando la conferencia había terminado, o
cuando podía irme de vacaciones.
Realmente quiero que usted entienda esto: Dios quiere que usted
disfrute de su vida ahora, no cuando. Estoy tan agradecida de que tenemos el
Espíritu Santo, que vive en cada creyente en Jesucristo. Él es el Ayudador que
nos da la fuerza sobrenatural y la unción de vivir ésta ordinaria, día-a-día
vida con la alegría sobrenatural de Dios. Nehemías 8:10 dice que el gozo del
Señor es nuestra fuerza. Y necesitamos de ésa fuerza todos los días
Es muy importante entender lo que es la alegría. No se trata de
entretenerse a usted mismo todo el tiempo, salirse con la suya todo el tiempo o
estar riéndose todo el tiempo. ¡La alegría puede ser una felicidad extrema o un
placer tranquilo y todo lo demás! Yo soy una persona más seria por naturaleza,
por lo que la definición de “alegría tranquila” es por lo general mi estado de
alegría. Sin embargo, a veces una buena carcajada es justo lo que usted
necesita. La Biblia dice en Proverbios 17:22 que “un corazón feliz es una buena
medicina y una mente alegre obras de sanación….” Resulta interesante, que hayan
realizado estudios que demuestran que la risa tiene algunos beneficios muy
emocionantes:
• La risa provoca la liberación de endorfinas, una sustancia química en el cuerpo que alivia el dolor y crea una sensación de bienestar.
• Es capaz de elevar su nivel de energía, aliviar la tensión y cambiar por completo su actitud.
• Aumenta anticuerpos y fortalece el sistema inmunológico.
• Y una buena carcajada causa que inhalemos más oxígeno, esto estimula el corazón y la circulación sanguínea. ¡Es equivalente a un ejercicio aeróbico interno!
No nos debe de extrañar que el diablo quiera robarnos nuestra
alegría y que nos desanime, deprima y oprima. Recuerde que el ladrón no viene
sino para hurtar, matar y destruir. Pero no tenemos que ceder ante él, y perder
nuestra alegría. Hoy mismo tome la decisión de disfrutar su vida. Si es
demasiado serio para todo, ¡alégrese! Aprenda a reírse de sí mismo y de las
cosas que normalmente le frustran. Recuerde que Dios siempre lo amará. Él lo
sabe todo sobre usted y lo ama de todas maneras. Todos tenemos cosas acerca de
nosotros mismos y en nuestras vidas que tienen que cambiar, pero en realidad
sólo cambiarán cuando permanezcamos en Cristo, viviendo con la alegría del
Señor.
Hoy a medida que avanza su día, haga de éste su objetivo:
¡Regocíjese en el Señor! A medida que el gozo del Señor le de la fuerza que
necesita, usted será capaz de hacerle frente a cualquier problema que tenga que
tratar, y disfrutará de su vida, ¡mientras que lo está haciendo!
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