SRV Clase 49.
El Reino Milenial.
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Es tiempo de
sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y
la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que
empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina
Valera: TEOLOGÍA
SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.
Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras; porque
a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mí.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las
doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e
infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres
de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la
plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original
y su caída en pecado.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2. Es el estudio de las
doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución, redención,
reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación,
regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del
creyente con Cristo. Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la
iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y
ordenanzas. Incluye el estudio de las profecías de la Biblia:
principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia,
la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios
finales y el estado eterno.
SRV Clase 49.
El Reino Milenial por Lewis Sperry Chafer.
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A. El Concepto del Reino de Dios
En las Escrituras, la
expresión «reino de Dios» en
general se refiere a la esfera del gobierno de Dios en el universo. Puesto que
Dios ha sido siempre soberano y omnipotente, hay un sentido en que el reino de
Dios es eterno. Nabucodonosor, rey de Babilonia que fuera humillado por Dios,
dio testimonio de esto cuando dijo: «Bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué
al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las
edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace
según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra y
no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?» (Dn. 4:34-35).
Sin embargo, el gobierno
universal de Dios fue desafiado en la eternidad pasada por Satanás y los seres
angélicos que se unieron a él en su rebelión contra Dios. Aunque Dios demostró
su soberanía juzgando a los rebeldes, la entrada del pecado en el mundo
introdujo el programa divino para demostrar la soberanía de Dios en la historia
humana. Esto comprende el concepto de un reino teocrático, esto es, un reino en
que Dios es el gobernador supremo, aun cuando obra por medio de sus criaturas.
Cuando Adán fue creado, se le dio dominio sobre toda la tierra.
Gn. 1:26-28. 26 Entonces dijo Dios: Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y
en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo
Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.
Sin embargo, en
desobediencia a Dios, Adán y Eva comieron del fruto prohibido. En su caída en
pecado Adán perdió el derecho de gobierno, y de allí en adelante la soberanía
de Dios que había sido entregada al hombre fue delegada en ciertas personas
escogidas a quienes Dios entregó el gobierno. Consecuentemente, se ha permitido
que algunos hombres reinen a través de la historia. Por ejemplo, Daniel le
recordó esto a Belsasar al referirse al hecho de que Dios había castigado a
Nabucodonosor «hasta que
reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y
que pone sobre él al que le place» (Dn. 5:21).
En el Antiguo Testamento,
una demostración importante del gobierno teocrático fue el reino de Israel bajo
los reyes Saúl, David y Salomón. Los gobernadores gentiles también pudieron
tener una esfera de gobierno político, en el propósito soberano de Dios. Este
concepto general de gobierno bajo permisión y dirección divina es mencionado en
Romanos 13:1,
donde Pablo escribe: «Sométase toda persona a las autoridades
superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por
Dios han sido establecidas.»
En adición a la soberanía
de Dios manifestada en los gobiernos políticos y en sus gobernadores, las
Escrituras dan testimonio del gobierno espiritual, en el que Dios gobierna los
corazones de los hombres. Esto ha sido así desde el comienzo de la raza humana,
y el reino espiritual incluye a todos los que se sujetan voluntariamente a
Dios, sean hombres o ángeles. Pablo se refería a este concepto espiritual de
reino en Romanos 14:17 al decir: «Porque
el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el
Espíritu Santo.»
En el Evangelio de Mateo
se hace una distinción entre el uso de las expresiones «reino de Dios» y «reino de los cielos».
Muchos intérpretes consideran estas expresiones como sinónimas, puesto que
Mateo frecuentemente usa la expresión «reino de los cielos» en
versículos similares a los que en otros evangelios se usa «reino de Dios».
Aunque las expresiones mismas son muy similares, el uso parece indicar que «reino de los cielos» es
una expresión más amplia que «reino de Dios», e
incluye la esfera de la profesión de fe, como en la parábola del trigo y la
cizaña, donde el reino de los cielos aparentemente incluye la cizaña, y en la
parábola de la red, donde el reino de los cielos parece incluir peces buenos y
malos.
Mt. 13:24-30. 24 Les refirió
otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su
enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y
dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los
siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla
en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 El les dijo: Un enemigo ha hecho
esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con
ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al
tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla
en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Mt.
13:36-43. Mt. 13:47-50.
No obstante, hay una
distinción más importante que radica en el contraste entre el reino en la era
actual y el reino en el milenio. El reino en la era actual es un misterio, esto
es, sus características principales son revelaciones que no fueron dadas en el
Antiguo Testamento (cf. Mt. 13);
pero el reino en su forma milenial será cumplido después de la segunda venida
de Cristo y no es un misterio. Esto también comprende la distinción entre reino
invisible —el gobierno de Dios en los corazones de los creyentes en la era
presente— y el reino visible y glorioso de Dios que todos veremos en la tierra
después de su segunda venida. Esta distinción es completamente importante y
esencial para distinguir entre la era actual como esfera de gobierno divino y
el que existirá en el reino milenial.
Existen tres
interpretaciones importantes en relación al concepto de reino milenial. El
punto de vista premilenial interpreta las Escrituras diciendo que la segunda
venida de Cristo será primera, y luego vendrá un reinado de Cristo de mil años
sobre la tierra antes de que el estado eterno de un nuevo cielo y una nueva
tierra sea establecido. Se llama premilenial, porque pone la venida de Cristo
antes del reino milenial. El segundo punto de vista es el amilenialismo, que
niega que haya un reino milenial literal sobre la tierra. Generalmente
hablando, este punto de vista sostiene que Cristo vendrá en su segunda venida e
inmediatamente dará paso a los nuevos cielos y a la nueva tierra sin que haya
un reinado de mil años. Este punto de vista interpreta muchos- pasajes del
Antiguo y el Nuevo Testamentos que se refieren al reino milenial como
predicciones que se están cumpliendo en forma no literal, ya sea en la
experiencia actual de la iglesia sobre la tierra o la experiencia de la iglesia
en el cielo.
Un tercer punto de vista
es el postmilenialismo. Esta interpretación cree que en la edad actual se verá
el triunfo del evangelio en el mundo y así se introducirá una edad de oro
cuando hasta cierto punto se cumplirán la justicia y la paz profetizadas para
el reino milenial. Es llamado postmilenialismo porque considera que la segunda
venida de Cristo será el clímax de la edad de oro, y pondrá fin al milenio. El
postmilenialismo conservador representa un reinado supremo de Cristo sobre los
corazones de los hombres por un período literal de mil años. El postmilenialismo
más liberal es similar a los puntos de vista de la evolución y considera un
avance gradual en el progreso del mundo que culmina en una edad dorada. Debido
a todas las tendencias de la historia del siglo XX, ha habido poca base para
creer que la causa de Dios será prosperada en el mundo por medios humanos, y la
mayoría de los intérpretes de la actualidad son amilenialistas o
premilenialistas.
Aunque se han presentado
muchos argumentos en Pro y en contra del concepto de un milenio literal, la
solución está determinada por el punto hasta el cual las profecías de las
Escrituras se interpretan literalmente. En esta discusión se supondrá que la
profecía debe ser interpretada literalmente en el mismo sentido que cualquier
otro tema de la revelación divina. Consecuentemente, muchas predicciones del
Antiguo Testamento, así como el capítulo clásico de Apocalipsis 20 en el Nuevo Testamento, se interpretan literalmente como
que quieren decir lo que dicen: que habrá un reinado literal de Cristo sobre la
tierra después de su segunda venida y antes que sean creados los nuevos cielos
y la nueva tierra. El libro de Walvoord The Millennial Kingdom (El reino
milenial) presenta argumentos detallados acerca de los diversos puntos de vista
sobre el milenio, y es una discusión detallada de esta cuestión.
B. El Reino Milenial, un Reinado de Dios sobre la Tierra.
En contraste con el punto
de vista amilenial, que considera el reino de Dios primariamente como un
reinado espiritual en los corazones de los hombres, muchos pasajes apoyan la
conclusión de que el reino es un reino literal sobre la tierra, en el cual
Cristo será realmente el gobernador político supremo y el líder espiritual y
objeto de culto. Este concepto se presenta en forma amplia en el Antiguo
Testamento y en el Nuevo.
En el Salmo 2,
donde se anuncia la rebelión de la nación contra Dios, se le da la siguiente
orden al Hijo de Dios: «Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y
como posesión tuya los confines de la tierra» (y. 8). Este no es un gobierno espiritual, sino un gobierno
político real, como se ve en el versículo siguiente: «Los quebrantarás con vara
de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás» (y. 9). Evidentemente esto
no puede referirse a la iglesia o a un reinado espiritual en el cielo, sino más
bien representa a un monarca absoluto que abatirá a los inicuos y los pondrá
bajo sujeción
Otro pasaje importante
que enfatiza el carácter terrenal del reino es Isaías 11,
donde Jesús, como descendiente de David, es presentado como que trae un justo
juicio sobre la tierra y castiga a los impíos. Isaías 11:4 afirma:
«Juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y
herirá la tierra con la espada de su boca, y con el espíritu de sus labios
matará al impío.» En este pasaje se
menciona frecuentemente la tierra (como en Is. 11:9. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la
tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.), y
se describen los tratos de Dios con las naciones a fin de recoger a Israel de
entre todas las naciones.
Una cantidad casi
innumerable de otros versículos afirman o implican que el reino será sobre la
tierra.
Is. 42:4. Jer. 23:3-6. Dn. 2:35-45. Zac. 14:1-9. La descripción en estos pasajes del reinado de Cristo
sobre la tierra en el reino milenial evidentemente no describe la edad presente
ni describe el cielo. Cualquier cumplimiento razonable requeriría de un reinado
literal sobre la tierra a continuación de la segunda venida de Cristo.
C. Cristo como Rey de Reyes en el Milenio.
Muchos pasajes del
Antiguo y del Nuevo Testamentos combinan su testimonio de que Cristo será
gobernador supremo sobre la tierra. Cristo, como hijo de David, se sentará
sobre el trono de David. 2 S. 7:16. Sal. 89:20-37. Is. 11:1-16. Jer. 33:19-21. Lc. 1:32-33.
Como Rey fue rechazado.
Mr. 15:12-13. Lc. 19:14. Cuando fue crucificado murió como Rey de los judíos. Mt.
27:37. Ap. 19:16. Literalmente centenares de
versículos en el Antiguo Testamento declaran o implican, por lo menos, que
Cristo reinará sobre la tierra. Algunos de los textos más importantes son
especialmente claros. Is. 2:1-4. Is. 9:6-7. Is. 11:1-10. Is. 16:5. Is.
24:23. Is. 32:1. Is. 40:1-11. Is. 42:1-4. Is. 52:7-15. Is. 55:4. Dn. 2:44. Dn.
7:27. Mi. 4:1-8. Mi. 5:2-5. Zac. 9:9. Zac. 14:16-17.
Una de las
características del reino milenial es que David será resucitado y reinará como
príncipe bajo el mando de Cristo. Jer. 30:9. Jer. 33:15-17. Ez. 34:23-24. Ez. 37:24-25. Os. 3:5. Ciertamente
esta situación no se ve en la iglesia presente y exige que ocurran la venida de
Cristo y la resurrección de los santos del Antiguo Testamento antes que pueda
cumplirse la profecía.
D. Características Principales del Gobierno del Milenio.
Como lo dejan ver los
pasajes que hablan acerca del reino futuro, hay por lo menos tres aspectos
importantes en el gobierno de Cristo durante su reinado milenial.
1. Muchos pasajes
testifican que el gobierno de Cristo será sobre toda la tierra, más allá de los
límites de cualquier otro reino terrenal anterior y del reino de David mismo.
Al establecer el gobierno mundial, Dios cumplió su propósito de que el hombre
debía gobernar sobre la tierra. Aunque Adán fue descalificado, Cristo, como el
segundo Adán, puede cumplir esta meta. Sal. 2:6-9. Según Daniel 7:14, al
Hijo del Hombre «le
fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará y su reino
uno que no será destruido». El mismo pensamiento se
menciona en Daniel 2:44; 4:34; 7:27. Dn.
2:44. Dn. 4:34. Dn. 7:27. La universalidad
del gobierno de Cristo sobre la tierra también se menciona en Salmo
72:8; Miqueas 4:1-2; Zacarías 9:10. Sal. 72:8. Mi. 4:1-2. Zac. 9:10.
2. El gobierno de Cristo
será de autoridad y poder absolutos. Cristo regirá «con vara de hierro» Sal. 2:9. Ap. 19:15. Todos
los que se oponen serán castigados con la destrucción. Sal. 2:9. Sal. 72:9-11. Is. 11:4. Un gobierno tan absoluto no es la característica del
gobierno de Cristo sobre su iglesia o sobre el mundo en la actual dispensación
y sólo podría cumplirse si Cristo tiene un reinado literal sobre la tierra
después de su segunda venida.
3. El gobierno de Cristo
en el milenio será de justicia y paz. Esto se desprende de pasajes clásicos
como Isaías 11 y Salmo 72. Estas
características poco usuales del reino sólo son posibles gracias a los juicios
introductorios de Israel y los gentiles (discutidos en el capítulo anterior) y
por el hecho de que Satanás está encadenado y ha sido dejado fuera de acción.
La única fuente de mal en el mundo será la naturaleza pecaminosa de los hombres
que están todavía en su carne humana. La separación del trigo de la cizaña y la
separación de los peces buenos de los malos son preparativos necesarios para el
reinado de Cristo.
Mt. 13: 24-30. Mt. 13:47-50. El milenio
comenzará con todos los adultos convertidos como verdaderos creyentes en
Cristo. Los hijos que nazcan durante el milenio serán sujetos al reinado justo
de Cristo y serán castigados hasta el punto de la muerte física si se rebelan
contra su Rey. El pecado abierto será castigado y nadie podrá rebelarse contra
el Rey en el reino milenial. Is. 65:17-20. Zac. 14:16-19.
Durante el período del
reino milenial Israel gozará de un lugar de privilegio y de bendición especial.
En contraste con la edad actual de la iglesia, en que judíos y gentiles están
en un mismo plano y tienen los mismos privilegios, el pueblo de Israel en el
milenio heredará la tierra prometida y será objeto del favor especial de Dios.
Será el tiempo de la reunión de Israel, su restablecimiento como nación y la
renovación del reino davídico. Al fin Israel poseerá la tierra permanentemente
y en forma completa.
Muchos pasajes tratan de
este asunto. En el milenio los israelitas serán reunidos y restaurados a su
antigua tierra. Jer. 30:3. Jer.
31:8-9. Ez. 39:25-29. Am. 9:11-15. Habiendo sido conducidos
de regreso a su tierra, Israel estará formado por los súbditos del reino
davídico revivido. Is. 9:6-7. Is.
33:17,22. Is. 44:6. Jer. 23:5. Dn. 4:3. Dn. 7:14,22,27. Mi. 4:2-3,7. Los
reinos divididos de Israel y Judá volverán a unirse nuevamente. Jer. 3:18. Jer. 33:14. Ez. 20:40. Ez. 37:15-22. Ez.
39:25. Os. 1:11. Is. 54:1-17. Is. 62:2-5. Os. 2:14-23. Is. 14:1-2. Is. 49:22-23.
Is. 60:14-17. Is. 61:6-7.
Muchos pasajes también
hablan del hecho de que Israel revivirá espiritualmente. Is. 2:3. Is. 44:22-24. Is. 45:17. Jer. 23:3-6. Jer.
50:20. Ez. 36:25-26. Zac. 13:9. Mal. 3:2-3. Muchos otros pasajes dan información adicional acerca del
estado bienaventurado de Israel, su avivamiento espiritual y su goce de la
comunión con su Dios. Aunque los gentiles no tendrán título en la tierra
prometida, también tendrán bendiciones abundantes, como se puede deducir de
varios pasajes del Antiguo Testamento. Is. 2:2-4. Is. 19:24-25. Is.
49:6,22. Is. 60:1-3. Is. 62:2. Is. 66:18-19. Jer. 3:17. Jer. 16:19. La gloria del reino para Israel y para los gentiles
sobrepasará en mucho cualquier cosa que el mundo haya experimentado antes.
F. Bendiciones Espirituales en el Milenio.
Aunque el milenio se
describe correctamente como el gobierno político de Cristo sobre la tierra, las
características del reino proveerán un contexto para una vida espiritual
abundante en tal grado que ninguna dispensación anterior había podido lograrlo.
Por cierto, esto se debe al hecho de que Satanás está encadenado, el pecado es
juzgado de inmediato y se logra el conocimiento universal del Señor. Según Isaías 11:9: «La
tierra será llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mar.»
Se dan muchas promesas de
bendiciones espirituales interiores que provienen del nuevo pacto. Jeremías 31:33. 34
declara: «Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo
seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a
su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más
pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad
de ellos, y no me acordaré más de su pecado.»
Será un período de justicia. Las condiciones espirituales también harán posible
un gozo y una bendición no acostumbrados para el pueblo de Dios. Sal. 72:7. Is. 2:4. Is. 12:3-4. Is. 61:3,7.
Aunque no hay evidencias
de que el Espíritu de Dios vaya a bautizar creyentes en una nueva unidad
espiritual como ocurre en la iglesia actual, habrá, sin embargo, el poder y
presencia interior en los creyentes durante el milenio. Is. 32:15. Is. 44:3. Ez. 39:29. Jl. 2:28-29. Debido
a la situación especial, indudablemente habrá una mayor bendición espiritual en
todo el mundo durante el milenio que en cualquier otra dispensación anterior.
Como un centro para la
adoración, se describe un templo milenial en Ezequiel 40-46. En
este templo se ofrecen sacrificios que difieren algo de los sacrificios
mosaicos. Los intérpretes han diferido en cuanto a si deben ser tomados
literalmente o deben recibir otro tipo de explicación. No hay razones sólidas
para no aceptar el templo y el sistema sacrificial como una profecía literal.
Aunque la muerte de
Cristo ha puesto fin a la ley mosaica y al sistema de sacrificios, los
mencionados por Ezequiel parecen tener un carácter conmemorativo, mirando hacia
atrás, hacia la cruz, así como los sacrificios del Antiguo Testamento miraban
hacia adelante al sacrificio de la cruz.
En el milenio, con su
extraordinaria bendición espiritual, lo terrible del pecado y la necesidad del
sacrificio de Cristo serán más difíciles de comprender que en las
dispensaciones anteriores. En consecuencia, parece que el sistema de
sacrificios se introduce como un recordatorio de la necesidad que hubo del
sacrificio de Cristo, único que puede quitar el pecado. Si los sacrificios del
Antiguo Testamento eran un anuncio adecuado de la muerte de Cristo, un medio
similar podría emplearse en el milenio como un modo de conmemorarlo.
En todo caso, hay claras
evidencias de que el milenio será un tiempo de bendiciones espirituales mayores
que lo acostumbrado, período en que la tierra estará caracterizada por la
justicia, el gozo y la paz.
La abundancia de las
bendiciones espirituales traerá importantes progresos sociales y económicos que
superarán a todo lo conocido en dispensaciones previas. El hecho de que todos
tendrán justicia y que los mansos serán protegidos asegurará la equidad en
asuntos económicos y sociales. Probablemente la mayoría de las personas
conocerán al Señor. La tierra misma se verá liberada de la maldición que hay
sobre su productividad, y habrá lluvias abundantes. En general, habrá
prosperidad, salud y bendiciones físicas y espirituales como nunca antes el
mundo había conocido.
Is. 35:1-2. Is. 30:23. Is. 35:7. La situación milenial también incluirá importantes
cambios en la tierra, algunos de ellos producidos por las grandes catástrofes
de la Gran Tribulación y otros relacionados con la segunda venida de Cristo.
Donde ahora está el Monte de los Olivos en Jerusalén, se extenderá un gran
valle de este a oeste.
Zac. 14:4. Otro rasgo especial del período es que
Jerusalén será exaltada por sobre el territorio que la rodea.
Zac. 14:10.Como un todo, la tierra prometida será una vez más
el jardín del mundo, el centro del reino de Dios en la tierra y el lugar de
bendiciones especiales. En muchos respectos, el reino milenial será una edad de
oro, el clímax de la historia de la tierra y el cumplimiento del propósito de
Dios de establecer a su Hijo como el supremo gobernador del universo.
PREGUNTAS
1. En general, ¿cuál es
el significado del reino de Dios?
2. ¿En qué sentido es el
reino de Dios eterno y universal?
3. ¿En qué forma la
entrada del pecado sirvió para introducir el concepto de reino teocrático?
4. ¿En qué sentido la
caída de Adán dio como resultado el que Dios entregara a ciertos hombres el
derecho de reinar?
5. ¿En qué sentido fue el
reino de Israel una demostración especial del principio teocrático?
6. ¿En qué sentido es el
reino de Dios en el corazón dif e— rente de su reino teocrático?
7. ¿Qué distinciones han
hecho algunos entre las expresiones «reino de los cielos» y «reino de Dios»?
8. ¿Qué distinciones
importantes debieran hacerse entre la forma presente del reino y la forma
futura del reino en el milenio?
9. ¿Qué se quiere decir
por interpretación premilenial de las Escrituras?
10. ¿Qué se quiere decir
por interpretación amilenial de las Escrituras?
11. ¿Qué se quiere decir
por interpretación postmilenial de las Escrituras?
12. ¿Cuál es el principio
de interpretación comprometido en estos diversos puntos de vista?
13. ¿Cuál es la
contribución del Salmo 2 a la idea de un reino literal sobre la tierra?
14. ¿Qué se revela en
Isaías 11 acerca del reino terrenal?
15. ¿Por qué es
irrazonable hacer que la palabra «tierra» represente al cielo en estos pasajes?
16. ¿Qué revela el
Antiguo Testamento acerca de Cristo como el supremo gobernador sobre la tierra
como Hijo de David?
17. ¿Qué pasaje apoya el
concepto de que David será resucitado y gobernará como príncipe bajo el mandato
de Cristo en el reino milenial, y por qué exige esto un reino futuro sobre la
tierra?
18. Comprobar por las
Escrituras que Cristo reinará sobre toda la tierra, sobrepasando en mucho los
límites del reino davídico del Antiguo Testamento.
19. ¿Qué evidencia se
puede presentar para demostrar que el gobierno de Cristo será de poder y
autoridad absolutos?
20. ¿Qué evidencia se
encuentra en las Escrituras de que el reino sobre la tierra será de justicia y
paz?
21. ¿En qué forma
preparan el camino para un reinado justo los juicios sobre Israel, los gentiles
y Satanás que se realizan al principio del milenio?
22. ¿Qué lugar especial
se da a Israel en el reino milenial, y cuáles serán las características de las
bendiciones conferidas?
23. ¿Qué bendiciones
especiales serán dadas a los gentiles en el reino milenial?
24. ¿Qué evidencia hay de
bendiciones espirituales poco usuales para todos en el reino milenial?
25. ¿Qué ministerio del
Espíritu se hallará en el milenio?
26. ¿Qué se enseña acerca
de un templo milenial y un sistema de sacrificios en el milenio?
27. En vista del hecho de
que Cristo murió en la cruz, ¿cómo pueden explicarse esos sacrificios?
28. ¿Qué avances sociales
y económicos de importancia se verán en el milenio?
29. ¿En qué sentido
cambiará la productividad de la tierra en el milenio?
30. ¿Qué cambios
topográficos de importancia ocurrirán en la tierra en el milenio?
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