Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La gloria de Dios°



Jeremías 33:3. Reina-Valera 1960. Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jeremías 9:23-24. La Biblia de las Américas.  Así dice el Señor: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues yo soy el Señor que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco —declara el Señor.

Jeremías 29:11-14. La Biblia de las Américas. “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros” —declara el Señor— “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. “Me dejaré hallar de vosotros” —declara el Señor— “y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé” —declara el Señor— “y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro.”

La Biblia muestra claramente que es posible que un verdadero discípulo de Jesucristo vea y entienda la gloria de Dios. Ciertamente, nuestro Señor revela su gloria a todo aquel que la pide y busca diligentemente. Yo creo que la revelación de la gloria de Dios viene para equipar al pueblo de Dios, a su iglesia, la que fue redimida por la sangre de Cristo, la que el Señor conoce, a la iglesia a la que ha comisionado para hacer la obra del ministerio que es la predicación del evangelio, la edificación del cuerpo de Cristo para hacer la obra del ministerio que es la salvación de almas, porque muchos se dicen ser cristianos pero realmente no viven vidas de santidad, amor y obediencia a Dios de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia.

Mateo 7:21-23 (RVR1960). No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Juan 14:15 (LBLA). Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.

Pablo declara que esa revelación es "...para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados." (Hechos 20:32).

Contrario a la creencia de algunos cristianos, la gloria de Dios no es una manifestación física. Tampoco es un aura sobrenatural o luz angelical. Sencillamente, la gloria de Dios es una revelación de su naturaleza y atributos!

El Señor mismo define Su gloria de esta manera en las escrituras. Por lo tanto, cuando oramos, "Señor, muéstrame tu gloria," en realidad estamos orando lo siguiente, "Padre, revélame quien eres." Y si el Señor nos da una revelación de su gloria, es una revelación de cómo Él quiere ser conocido por nosotros.

La experiencia de Moisés con la gloria de Dios demuestra esta verdad. El Señor envió a Moisés a libertar a Israel sin haberle dado una plena revelación de quien era el Dios de Israel. El Señor solo le dijo, "Ve, y diles que YO SOY te envió." Pero El no di explicación de quien era "YO SOY."

Yo creo que por eso Moisés clamo, "...Te ruego que me muestres tu gloria." (Éxodo. 33:18). Moisés tena hambre y sed insaciable por conocer quién era el YO SOY por conocer su naturaleza y carácter. Y el Señor contesta la oración de Moisés. Primero, Él le dijo a Moisés que se escondiera en la grieta de una roca. Sin embargo, mientras Moisés esperaba que apareciera la gloria de Dios, el no vio truenos, ni relámpagos, ni temblor de tierra. Mas bien, la gloria de Dios se manifestó en una revelación sencilla: Éxodo 34:6-7. (LBLA) Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad; el que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.

Ahora bien, Dios solo revela su poder y gloria con un propósito. Así que, cuál fue su propósito? Con toda certeza no fue para darle a Moisés un momento de éxtasis. Y no era para darle un legado, algo que contarle a sus hijos y nietos. Dios permitió que Moisés viera Su gloria para que el fuera cambiado por ella! Y lo mismo se aplica a nosotros hoy. Dios nos revela Su gloria para que, al verla, seamos cambiados en Su propia imagen!

Hoy, Jesucristo es la imagen de quien Dios es. Cuando nuestro Señor se hizo carne, fue una revelación plena de la misericordia, gracia, bondad y deseo de perdonar del Padre celestial. Dios envolvió toda su naturaleza y carácter en Jesús. Y cualquier revelación de Su gloria es para cambiarnos a la imagen de Cristo y poder hacer la obra del ministerio que es el alcanzar las almas para la salvación por medio de la predicación de evangelio y la unción del Espíritu Santo!

El apóstol Pablo entendió muy bien el propósito y efecto de ver la gloria de Dios. El la apreciaba para cambiar a las personas, para revolucionar la vida de todo seguidor de Cristo. "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor." (2 Corintios 3:18).

Pablo nos dice, "Una vez que recibas esta revelación de la gloria de Dios el Espíritu Santo abrirá tus ojos para que aprecies más de estos aspectos de naturaleza y carácter de Dios. Tendrás una revelación de Dios en aumento, en la forma en que él quiere ser conocido por ti!" Entonces Pablo dice en un tono mucho más fuerte: "Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento; Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y culés las riquezas de la gloria de su herencia en los santos," (Efesios 1:17-18).

Dios nos quiere decir, "Moisés entendió mi gloria, y ahora quiero que tú la entiendas. Quiero abrir tus ojos por mi Espíritu para mostrarte quién soy. No soy tan solo un Dios de ira y juicio. Mi naturaleza es amor!" Efesios 3:17-19 (LBLA). De manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Pablo nos dice, "Permite que esta revelación de la gloria de Dios sea tan real para ti que seas arraigado y cimentado en él. Sigue buscándole, estudiándole, clamándole, y apropiándolo en tu vida hasta que la visión de la gloria de Cristo resplandezca en ti! Mientras permanezcas en la palabra, buscando la revelación de Su gloria, serás cambiado. Y seguirás cambiando de gloria a gloria!"

Cuando Moisés vio esta revelación de la gloria de Dios que él es bueno, amante, lleno de gracia y perdonador rápidamente cayó de rodillas y adoró. Éxodo 34:8. (LBLA) Y Moisés se apresuró a inclinarse a tierra y adoró.

La revelación de la naturaleza de Dios abrumó a este hombre. El vio cuán misericordioso, y paciente Dios es con sus hijos, incluso con un pueblo terco e idólatra que le había ofendido. Moisés está tan movido por esta revelación que salió de la grieta de la roca, se tiró a tierra y adoró!

Es importante notar que esta es la primera vez que se menciona a Moisés adorando. Antes de esta revelación de la gloria de Dios, lo encontramos orando e intercediendo, gimiendo y rogándole a Dios por Israel, hablando con él cara a cara.

Yo creo que este verso dice mucho a la iglesia hoy. Dice que un cristiano puede orar diligentemente sin adorar. Ciertamente, es posible ser una persona que ora mucho y un intercesor y no ser un adorador de Dios. Puedes pedir por tus hijos inconversos, orar por la necesidad de la iglesia, ser santo y humilde y nunca adorarle verdaderamente!

La adoración es una expresión de gratitud. Reconoce como debimos ser destruidos por nuestros pecados, mereciendo la ira de Dios por nuestras fallas y culpas pero al contrario, Dios se acercó a nosotros con una gran revelación, "Aún te amo!"

Moisés podía adorar aunque él no tenía muchas esperanzas para Israel. Él sabía que el pueblo estaba expuesto a descarriarse que ellos escondían ídolos traídos de Egipto. Aunque Moisés haba convencido a Dios que los perdonara después de su idolatra al becerro dorado, ahora él pensara, "Cómo podré mantener a este pueblo unido? Por cuánto tiempo soportar Dios su lujuria y murmuración? Hasta cundo permanecer Su paciencia?"

Parecerá como si la petición de Moisés a favor de Israel fuera ms compasiva que el sentir de Dios por Su pueblo. Pero la realidad es que Dios no tena intención de destruir a Su pueblo. Ya él tena sus promesas en mente para ellos. Esta era una "prueba de misericordia" para Moisés.

Esta fue la revelación! Y esto di paz al corazón de Moisés. Ciertamente, mientras adoraba, comenzó apropiarse de la gloria que Dios le revelaba: "La misericordia de Dios nos guía! Él es paciente y nos perdona.

Inmediatamente, Moisés comenzó a orar, Éxodo 34:9 (LBLA) Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia ante tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros, aunque el pueblo sea de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por posesión tuya. Este pasaje comprueba que la revelación de la misericordia de Dios es parte integral de la adoración! La revelación de la gloria de Dios debe ser la fuente de toda adoración.

Dios revela su gloria en Cristo para que la apropiemos! Es nuestro derecho, y el propósito es que lo demandemos. Cuando Pablo dice, "No desecho la gracia de Dios..." (Gálatas 2:21), él quiere decir, "No anular la oferta de misericordia de Dios rechazándola!" Aquellos que realmente adoran a Dios demandan la bendición de sus promesas. Ellos ven la gloria de su amor en Cristo y ellos toman esa gloria, para sanar y establecer sus almas!

"Y vean los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volva Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El." (Éxodo 34:35). El semblante de una persona es la expresión de lo que hay en su corazón. Y el rostro de Moisés simplemente reflejaba la gloria de Dios en su alma!

Puedes pasar todo el tiempo que quieras en la presencia de Dios. Pero es un asunto completamente diferente cuando su gloria es revelada. Pablo testificó, "...Dios me haba apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Cuando él tuvo a bien revelarme a su Hijo para que yo lo predicara..." (Gálatas 1:15-16).

La revelación de la gloria de Dios es ciertamente maravillosa. Sin embargo, muchos han convertido esa revelación en una licencia para pecar. Judas describe a estas personas de la siguiente forma "...cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo..." (Judas 4).

Según Pablo, tales personas pecan "para que la gracia abunde." En esencia están diciendo, "Si a Dios le agrada expresarse a través de la misericordia y el perdón, entonces le voy a dar toda oportunidad. Voy a pecar y que l me siga amando, para que la gracia fluya. Que testimonio al mundo ser este. Ser objeto de todo ese amor descendiendo del cielo!"

Por otro lado, los pecadores más endurecidos pueden reconocer cuando has "estado con Jesús." ¿Cómo lo saben? "Eres diferente. Te conduces con humildad. Y nada acerca de ti está escondido. No tienes cosas escondidas, en tus ojos no hay secretos. No pareces llevar resentimientos o amarguras. Si fuera así, yo lo supiera. Tu vida es un libro abierto!" Para aquellos que se han apropiado de la gloria de Dios son cambiados todos los das. Su semblante es cada vez más como el de Jesús!

Hoy en día, tenemos algo mucho más glorioso que Moisés. En realidad, tocamos y palpamos la gloria de Dios. "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida;" (1 Juan 1:1). Juan estaba diciendo, "Dios nos reveló la plenitud de su gloria en Cristo. Vimos su gloria en una persona. Y hablamos con él. Hasta le tocamos!"

Hoy no solamente vemos la plenitud de la gloria de Dios pero ahora habita en nosotros! Su gloria brilla en nuestros corazones: "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo." (2 Corintios 4:6)

Pablo está diciendo, "Jesucristo, Dios hecho carne, representa todo lo que Dios es. Y como sabemos que Dios es bondad, amor, misericordia, gracia, y paciencia, también podemos estar seguros que esta es la naturaleza de Cristo. Como Jesús vive en nuestros corazones, sabemos que la gloria de Dios no está en el espacio. No la plenitud de su gloria está en nosotros, a través de la presencia de Cristo!" "Porque la gracia de Dios que trae salvación a todos los hombres, se manifestó." (Tito 2:11). ¿Quién es esta gracia? Es Jesucristo lleno de misericordia, bondad y amor!

"Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y puramente," (verso 12). Pablo nos dice, "Esta gracia que habita en él es la revelación de la bondad de Cristo. Y si tu permaneces en él, su revelación te guiar a una vida santa! Te enseñará misericordia, gracia, ternura, y perdón!"

Una vez que recibimos esta revelación de la gloria de Dios, no podemos continuar en nuestra manera de tratar a los demás. Eso debe cambiar! Pablo amonesta, "Si el Señor te ha mostrado cuán tierno, bondadoso y amante él es contigo, entonces debes mostrar este mismo carácter de Dios a los demás." "Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en Cristo." (Efesios 4:31-32).

Dios nos está diciendo a través de Pablo, "Has visto mi gloria, y conoces mi naturaleza y carácter que soy misericordioso, paciente, y listo para perdonar. Ahora, quiero que le expreses a otros quién yo soy!" Aunque Moisés tuvo una revelación de la gloria de Dios, el di una mala representación al pueblo. Él se impacientó con Israel por su desobediencia y golpe la roca con ira, como quien dice, "Grupo de tercos rebeldes!"

Encontramos otra ilustración en una de las parábolas de Jesús. l habla de un siervo a quien su amo le perdón una gran deuda. El amo le mostró increíble bondad, gracia y perdón. Tan pronto el siervo fue perdonado, se encontró con un hombre que tena una pequeña deuda con él y comenzó a ahorcar a su deudor hasta que este pagase. El mismo que haba experimentado gran amor y perdón no mostró misericordia!

Esto se suma en el mandamiento de Pablo, "Sed misericordioso con los demás, como yo he sido misericordioso contigo." La palabra "misericordia" sale del griego. El significado completo de la palabra es, "tomar la tristeza de otro, con la intensión de ofrecerle consuelo y alivio." Ser misericordioso significa tomar el dolor de otro!

Esto es exactamente lo que nuestro Señor hace por nosotros. ¿Cuantas veces Jesús ha tomado tu tristeza y sufrimiento, dándote a cambio, consuelo, descanso y perdón? ¿Cuantas veces, cuando no lo merecías, él ha enjugado tus lágrimas y te ha hablado con una voz bondadosa? Él lo ha hecho una y otra vez!
La palabra "compasión" significa "ser afectado, tocado por la tristeza de otros y tomar la determinación de hacer algo por el asunto." Esto no significa que te vas acercar a alguien en pecado, y le vas a decir, "Tengo una palabra del cielo para ti, hermano. Tienes pecado en tu vida!"

Si has tenido una revelación de la gloria del Señor, sabes lo que significa probar su amor, misericordia y perdón. Y eres cambiado por esa gloria. Ahora el Señor nos dice: toma esa gloria y brilla en el mundo a tu alrededor. Es tiempo para actuar en amor, como el Señor ha hecho continuamente por ti y por mí. Bendiciones.

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