Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Muchos tratan de usar a Dios para su propio beneficio, pero eso es antinatural y está condenado al fracaso. Fuiste creado para Dios, no al contrario; la vida consiste en permitir que Él te use para sus propósitos y no que tú lo uses a Él para los tuyos. Tener Éxito y cumplir el propósito de tu vida son dos temas muy distintos. Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo y aun así no saber la razón para la cual Dios te creo.
Salmo 139. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
Si dijere: ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz. Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. Porque blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
Una persona sin propósito en su vida tiene las siguientes características: Aparentemente se ve “feliz” pero interiormente puede que este destruido: La mayoría de personas sin un propósito fijo en su vida, tratan de reflejar éxito y felicidad, pero la verdad es que la mayor parte de estas personas interiormente se sienten solas, puesto que pueden tener mucho éxito pero como dijimos al inicio no tener un sentido por el cual fueron creador.
Algunos de ellos son personas con un carácter fuerte: Esta clase de personas al no encontrar un sentido real a su vida o un sentido divino de su existencia, optan por ver todo desde una perspectiva perfeccionista en lo humano. Y al no sentirse satisfechos descargan su enojo con las personas que las rodean. Son inconstantes en lo que hacen: El hecho de no encontrar un sentido a su vida los hace andar probando por cualquier medio lo que puede llenar ese vació de propósito en su vida.
¿CÓMO ENCONTRAR EL PROPÓSITO DE MI VIDA?
Encuentras tu propósito e identidad al tener una relación con Jesucristo. Esto significa dejar a un lado la “relación personal” inconstante que hemos estado llevando. Para poder entender el propósito de mi vida, necesito realmente encontrarme con Jesús y no solo encontrarme con El sino también tener una comunión o relación real día a día con El, en la cual me haga amigo de Dios y así poder entender desde otra perspectiva cuál es su propósito para mi vida.
Recuerda Dios pensó en ti mucho más antes que tú en El. Lo que designo para ti fue mucho más antes que fueras concebido. Lo planifico desde antes que existieras, ¡Y sin tu participación! Puedes escoger tu carrera, tu cónyuge, tus pasatiempos y muchas otras cosas en tu vida, pero no te toca a ti escoger tu propio designio. El propósito de tu vida es un designio divino, uno que Dios planeo par a la eternidad.
Recuerda que “No eres un accidente”: Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron; Dios lo hizo. A él no lo sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando. Mucho antes que fueras concebido por tus papas fuiste diseñado en la mente de Dios. Él pensó en ti primero.
No es a causa del destino, ni de la casualidad, ni de la suerte, ni tampoco es una coincidencia que vivas, tienes vida porque Dios quiso crearte. Salmos 138:8. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.
Aún más impresionante es el hecho de que Dios decidió como nacieras y quienes serían tus padres. Dada igual si tus padres eran buenos, malos o indiferentes. El sabía que esas dos personas poseían la hechura genética exacta y necesaria para mandar a hacerte a ti a la medida, y tal como Él pensaba
Partiendo de lo antes mencionado, podemos decir que Dios tiene un propósito para tu vida fuiste creador para llevar a cabo una comisión, la cual puedes ir descubriendo día a día, conforme a la relación personal que tengas con Dios. Dependiendo de la clase de comunión que tengas con Dios así será también la interpretación que le des a las situaciones que se te presentan en tu vida.
Si tú has entendido el propósito de tu vida, podrás tener una vida victoriosa, llena de gozo y paz, puesto que sabrás que DIOS TIENE TODO BAJO CONTROL y eso te permitirá crecer en El y desarrollarte para bendición de los demás y para llevar a cabo el propósito por el cual fuiste llamado.
Sin Dios, la vida no tiene propósito y sin propósito la vida no tiene sentido, no tiene significado ni esperanza. La tragedia más grande que le puede pasar a un viviente no es morir, sino vivir sin propósito. El propósito nos debe mover hacia adelante, hacia el futuro.
Conocer tu propósito, simplifica tu vida. Tu propósito se convertirá en el patrón que te servirá para evaluar que cosas son verdaderamente necesarias y cuáles no. Cuando no tenemos propósito definido, se nos vuelve más difícil saber qué decisiones tomar, como administrar nuestro tiempo y como invertir nuestros recursos. La gente sin propósito vive tomando decisiones basadas en las circunstancias, en las presiones del día y en el estado de ánimo del momento.
Conocer tu propósito enfoca tu vida. El enfoque nos ayuda a convertirnos en personas efectivas. Los hombres y mujeres que han hecho gran diferencia en la historia han sido personas como usted, y como él y como yo, la diferencia es que enfocaron su vida. Los estudios bíblicos y predicas cristianas nos enseñan que Pablo, propagó el evangelio casi en todo el imperio romano, Ester, se enfocó en la liberación de su pueblo y lo logró, Noé, no desistió de la tarea que Dios le encomendó y construyo el arca donde se salvó el y su familia, Edison, quien tuvo que gastar 50 mil dólares en prototipos para llegar a inventar el foco, y al final lo logró, Alexander Graham Bell, inventor del teléfono, etc. Ellos no mantuvieron su enfoque un mes, ni un año, mantuvieron el enfoque durante toda su vida.
Conocer tu propósito estimula tu vida. El propósito produce entusiasmo. ¿Por qué se desanima la gente? Por falta de propósito. Si tu vida no tiene propósito no estarás motivado, eso significa que tendrás que depender de la motivación de otras personas. Vivir con propósito nos llevara a un estilo de vida más sencillo y a un plan de actividades más saludable y más productivo
Conocer tu propósito te prepara para la eternidad. Juan 17:16. Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo. Muchas personas se dan a la tarea de construir en la tierra un legado duradero como si fueran de este mundo. Debemos saber que todos los logros personales son superados en cualquier momento. Las marcas se rompen, la reputación se desvanece y los homenajes se olvidan de un momento a otro.
Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible... todo comenzó en él y para los propósitos de él. Colosenses 1:16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por su voluntad y para su propósito. La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Eso ocurre porque solemos empezar por el punto de partida errado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egoístas como: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué debo hacer con mi vida?, ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida. La Biblia dice: «En su mano está la vida de todo ser viviente».
Contrario a lo que te dictan muchos libros conocidos, películas y seminarios, no encontrarás el sentido de tu vida buscando en tu interior. Es muy probable que ya lo hayas intentado. No te creaste a ti mismo, por lo tanto no hay manera de que puedas decirte para qué fuiste creado. Si yo te entregara un invento que nunca has visto, no sabrías para qué sirve ni tampoco el ingenio te lo podría decir. Sólo el inventor, o el manual de instrucciones, podrían revelarte el propósito de dicho invento.
Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan sólo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino. Cualquier otra ruta termina en un callejón sin salida.
Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo, y aun así no saber la razón para la cual Dios te creó. Por eso necesitas más que un asesoramiento de autoayuda. La Biblia dice: «La autoayuda no es eficaz en todo. El sacrificio es el camino, mi camino, para encontrarte a ti mismo, a tu verdadero yo».
Podemos considerar lo que Dios reveló en su Palabra con respecto a la vida. La manera más fácil de entender el propósito de un invento es preguntarle al inventor. Lo mismo ocurre cuando quieres saber la razón de tu vida: pregúntale a Dios. Dios no nos dejó en medio de la oscuridad para andar a ciegas. Él reveló claramente en su Palabra sus propósitos para nuestras vidas. La Biblia es nuestro manual de instrucciones el cual explica por qué estamos vivos, en qué consiste la vida, qué evitar y qué esperar del futuro.
Enseña lo que ningún libro filosófico o de autoayuda. Afirma que: La sabiduría de Dios... Proviene de lo profundo de su propósito... No es un mensaje novedoso, es lo que Dios determinó para nuestra gloria desde la eternidad. Dios no es tan sólo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito de tu vida. Necesitas fundamentar tu existencia en las verdades eternas y no en la psicología de moda, la motivación del éxito o en testimonios emotivos. La Biblia afirma: «Es en Cristo que sabemos quiénes somos y para qué vivimos. Mucho antes que oyéramos de Cristo, él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabaja en todo y para todos».
Este versículo muestra tres revelaciones para tus propósitos:
1. Encuentras tu propósito e identidad al tener una relación con Jesucristo. Si aún no tienes esta última, más adelante te explicaré cómo iniciarla.
2. Dios pensó en ti mucho antes que tú en él. Lo que designó para ti precede al momento en que fuiste concebido. Lo planificó desde antes de que existieras, ¡y sin tu participación! Puedes elegir tu carrera, tu cónyuge, tus pasatiempos y muchos otros componentes de tu vida, pero no te toca escoger tu propio designio.
3. El propósito de tu vida es parte de un designio cósmico mucho más vasto, uno que Dios planeó para la eternidad.
Vive con propósito. Proverbios 19:21. Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen. Hechos 13:36 (NVI). David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió. Vivir con propósito es la única manera de vivir de verdad.
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