Efesios 5:27.
A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha.
Apocalipsis 19:6-9.
Y oí como la voz de una gran multitud, como el
estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía:
¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los
santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la
cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de
Dios.
Jesús
vino al mundo primeramente para salvar a la humanidad de sus pecados. Sabiendo
bien la tendencia humana de convivir, Jesús también vino con el propósito de
estructurar el reino de Dios aquí en la tierra. A este reino, que está
compuesto por todos los creyentes en el mundo, llamamos la iglesia. Es un
cuerpo que tiene la misma misión y el mismo corazón. Más importante aún, este
cuerpo tiene una sola cabeza, la cual es Jesucristo mismo. Así que, los que son
parte de la iglesia, son también parte de Cristo.
Hechos 2:38-47. Pedro les
dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están
lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Y con otras muchas palabras
testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en
el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y
muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Todos los que habían creído estaban juntos,
y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada
día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y
sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y
el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Los
apóstoles entendieron esto y mientras viajaban por el mundo fundando iglesias
nuevas, se preocupaban de mantener un sentido de familia entre los hermanos y
entre las congregaciones.
La verdadera iglesia de Jesucristo está
conformada por hombres y mujeres de todas las naciones de la tierra, está
conformada por aquellos que han sido salvos y redimidos por el Dios vivo y
verdadero de la Biblia, basado en el sacrificio del Señor Jesucristo en la
cruz. La incorporación en el cuerpo de Cristo no es por pertenecer a una
denominación, ni por el bautismo o por el compromiso. La salvación no se recibe
por un ritual o una ceremonia o por el nacimiento natural; se recibe sólo por
fe.
Mateo 16:13-19.
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo,
preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo
del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías,
o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque
no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo
también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y
las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves
del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los
cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Romanos 5:1. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 2:8. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios.
Mucha gente en la actualidad entiende la
iglesia como un edificio. Esta no es la definición bíblica de la iglesia. La
palabra iglesia viene de la palabra griega “Ekklesia” que significa “una asamblea” o
“una convocatoria.” La raíz del significado de la palabra “iglesia” no
es un edificio, sino la gente. A esta fundación inédita los primeros cristianos
de lengua griega le dieron el nombre de ekklesia, que aun marcando cierta
continuidad entre Israel y el pueblo cristiano, era muy apropiada para cargarse
de un contenido nuevo.
Es irónico que cuando le preguntas a la
gente a cuál iglesia asisten, usualmente ellos dicen, Bautista, Metodista, Asambleas
de Dios, Cuadrangular, Filadelfia, Pentecostalu otra denominación. Muchas veces
ellos se refieren a una denominación o un edificio. Romanos 16:5 dice,
“Saludad también a la iglesia de su casa....” Pablo se refiere a la iglesia “en su casa,” - no a un edificio que alberga la iglesia, sino al cuerpo de
creyentes.
1 Corintios 6:20. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
La iglesia es
el cuerpo de Cristo. Efesios 1:22-23 dice,
“Y sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquel
que todo lo llena en todo.”
El Cuerpo de Cristo
está formado por todos los creyentes desde el tiempo de Pentecostés (Hechos 2) hasta
el Arrebatamiento de la Iglesia. El Cuerpo de Cristo comprende dos aspectos:
Primero: La iglesia universal es la
iglesia formada por todos los que tienen una relación personal con Jesucristo. 1 Corintios 12:13-14 dice,
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a
beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino
muchos.” Aquí vemos que cualquiera
que ha depositado su fe en Jesús es parte del Cuerpo de Cristo. La iglesia de
Dios verdadera no es ningún edificio de iglesia o denominación. La iglesia
universal de Dios la forman todos aquellos que han recibido la salvación a
través de la fe en Jesucristo.
Segundo: La iglesia local está
descrita en Gálatas 1:1-2, “Pablo,
apóstol... y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:” Aquí vemos que en la provincia de Galacia había muchas
iglesias - lo que llamamos hoy en día una iglesia local -. Una iglesia Bautista, Luterana,
Metodista, etc., no es la iglesia, como en la iglesia universal – sino más bien
es una iglesia local.
La iglesia universal la forman los que han confiado en Cristo para salvación. Estos miembros de la iglesia universal deben buscar compañerismo y edificación en una iglesia local.
Juan 3:16-17. Para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 1 Corintios 12:13-14. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a
beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino
muchos.
Ser
cristiano, y por siguiente ser parte de la iglesia cristiana, no está
pre-determinado por la cultura o el país de una persona. Aceptar a Jesús como
Señor y Salvador deber ser una decisión personal, que se haga con conciencia y
con una convicción sincera. La oportunidad, como explica el Nuevo Testamento, está
disponible para todos. Por esta razón hay cristianos en todas partes del mundo.
La
Biblia nos enseña que la iglesia tiene un propósito y una misión especial prevaleciendo
el amor de unos por los otros. Hay
miembros de la iglesia universal (el Cuerpo de Cristo) en las iglesias locales. La
iglesia es el Pueblo de Dios aquí en la tierra.
1 Pedro 2:9-18. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro
tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo
no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir
entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar
vuestras buenas obras.
Por causa del
Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a
los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza
de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien,
hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no
como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como
siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al
rey. Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a
los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
La iglesia existe para adorar y glorificar a Dios, y
proclamar el evangelio de Jesús. Congregaciones
locales se reúnen cada semana, típicamente los domingos, para participar de un
servicio de adoración, donde juntos leen la Biblia, oran, cantan y alaban.
Estas reuniones también sirven como oportunidad para compartir la historia de
Jesús con otros, con el fin de que ellos también tomen una decisión de fe, y
lleguen a ser parte del Pueblo de Dios. La labor de evangelizar es un deber de
cada cristiano, de acuerdo a la gran comisión de Jesús a sus discípulos. La
misión es proclamar el evangelio en todas las naciones extendiendo el reino de
los cielos por toda la tierra a fin de ganar almas para Dios.
Mateo 28:18-20. Y Jesús se
acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Marcos 16:14-20. Finalmente
se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó
su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le
habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido
arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo,
predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con
las señales que la seguían. Amén.
La iglesia también es el lugar y el ambiente adecuado
donde una persona puede madurar espiritualmente y encontrar apoyo de otros.
En Juan 17 leemos que la
unidad de los creyentes fue uno de los propósitos de Jesús aquí en la tierra.
En el libro de Hechos leemos como los primeros creyentes, bajo el liderazgo de los
doce apóstoles durante el Imperio Romano, fue creciendo en Jerusalén, y después
en otros países, a partir del evento durante la fiesta de Pentecostés. Los primeros cristianos, algunos quienes
fueron testigos de Jesús, vivieron durante el siglo primero.
Aunque
el evangelio crecía fuertemente, no fue sin falta de persecución y mucho dolor.
Los primeros cristianos sufrieron en gran manera en defensa de la verdad, pero
gracias a su obediencia al llamado de Dios, y la cobertura del Espíritu Santo,
la iglesia permanece hasta el día de hoy. (Hebreos
11)
Efesios 4:11-16. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de
quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.
La iglesia
primitiva empezó a reunirse los domingos para recordar que Jesús resucito ese
día. Un culto o servicio típico en una iglesia cristiana incluye lecturas
bíblicas, oraciones y un sermón. Algunas congregaciones ofrecen un estudio
bíblico antes o después del servicio. Otros lo ofrecen durante la semana.
Algunos programas de la iglesia se enfocan solo en la oración, o la
evangelización, grupos especiales para niños, jóvenes y varios ministerios
dirigidos a miembros de la comunidad.
Cada
iglesia tiene una personalidad de acuerdo a sus miembros y su tradición.
Mientras unos son un poco más reservados en su adoración, otros se sienten más
cómodos brincando y saltando. Sea cual sea la personalidad de la congregación,
el propósito debe ser alabar a Dios y edificar a la comunidad.
La
iglesia es un lugar para recibir palabras de Dios. En la iglesia puedes contar
con la instrucción de líderes que han dedicado su vida a Dios a través del
ministerio. Ellos están para enseñar y aconsejar a su congregación. A veces
tenemos preguntas difíciles sobre la fe, o nos encontramos en situaciones donde
la solución no es obvia. En la iglesia encontraras a personas dispuestas a orar
contigo y ayudarte a entender la Biblia. Dios usa a los líderes de la iglesia
para guiarte.
Los
cristianos se llaman "hermanos" porque así los son como hijos de
Dios. Si lees los primeros capítulos de Hechos, veras que los hermanos de la
iglesia primitiva se preocupaban mucho los unos por los otros. Como miembros de
una familia, ellos sacrificaban sus bienes y posesiones para asegurarse de que
nadie estuviese en necesidad. En la iglesia encontraras amistades que te darán
sin esperar nada de vuelta. Estas son personas que están motivadas por el amor
de Dios y solo quieren lo mejor para ti. Puedes sentir el amor de Dios en los
gestos de los hermanos.
¿Pero, me dices que no hay conflictos? Claro que los hay. Como nadie es perfecto, y la iglesia
está compuesta de personas imperfectas, siempre habrá conflictos. La diferencia
está en que, gracias a la salvación por medio de Jesucristo, este grupo de
personas imperfectas son al mismo tiempo un grupo de santos. Muchos de los
hermanos en la iglesia quieren mejorar y madurar, sabiendo que Jesús está
continuamente obrando en las áreas débiles de sus vidas. Encontraras que muchos
te ofrecerán su apoyo cuando estés pasando por tus propios conflictos. Lo más hermoso de la iglesia cristiana es la diversidad.
No importa el país, ni la cultura, ni el gusto. En la casa de Dios hay lugar
para todos.
Bendiciones.
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