Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Dios es mi fortaleza°


Filipenses 4:13 (BLS).  Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.

Muchos de nosotros hemos experimentado distintas pruebas y dificultades en nuestra vidas; muertes en la familia, enfermedades, problemas económicos, problemas en la sociedad que vivimos y un sin fin de situaciones que NOS PRUEBAN A CADA MOMENTO DE NUESTRA EXISTENCIA. Hacen que nuestra esperanza y nuestra fe sean puestas en juego para ver si podemos o NO ganar la batalla.


Cuando las pruebas vienen, los cristianos nos preguntamos ¿POR QUE YO? Y buscamos justificarnos a nosotros mismos diciendo: Soy un fiel servidor del Cristo y aun así me pasan estas cosas!  Y si hay algo que debemos entender es que los justos, los que hemos sido lavados por la sangre de Jesucristo para salvación, no somos inmunes a las pruebas. Como cristianos tenemos que entender la verdadera perspectiva del porqué de la prueba: LAS PRUEBAS SON BENDICIONES DISFRAZADAS. Job 1:6-22. Todos los cristianos debemos aprender a perseverar en nuestro andar como seguidores de Cristo cuando lleguen tiempos difíciles.

Salmo 46:1-3. Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto no temeremos aunque la tierra sufra cambios. Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares. Aunque bramen y se agiten sus aguas. Aunque tiemblen los montes con creciente enojo. Hechos 14:22. Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: ES NECESARIO QUE A TRAVÉS DE MUCHAS TRIBULACIONES ENTREMOS EN EL REINO DE DIOS.

Jeremías 16:19. Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.

Veamos lo que significa un amparo o un refugio: es lo que se encuentra dentro de una fortaleza. Una fortaleza antigua nos recuerda las ciudades amuralladas, o aún los castillos de antes, que estaban protegidos por murallas gruesas que difícilmente se podían penetrar.  Ese lugar es nuestro SEÑOR que en su fidelidad, nunca desampara a los suyos, sin importarle raza o nacionalidad. El creyente nunca está solo, puede ser que esté pasando por tentaciones y pruebas, pero dentro de la Fortaleza que es nuestro SEÑOR, encuentra el amparo y la protección necesaria. ¡Cuánto necesitamos a Dios todo el tiempo y en todo lugar! Es por eso que al poner la confianza en el SEÑOR, es como entrar en un Castillo Fuerte, bajo la Protección del Todo Poderoso.

Apocalipsis 2:10. No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros á la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 1 Pedro 1:6-7. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

1 Pedro 1:5-7. Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Cristo NO nos prometió que el caminar en EL seria “Color de Rosa”. Tampoco nos dijo que no habría espinas en nuestra vereda. En cambio SI nos prometió que estaría con nosotros hasta el final de los tiempos. Por eso nos recalcó que perseveráramos hasta el fin. Juan 16:33. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Manteniéndonos en Cristo también nosotros seremos vencedores. Nuestro objetivo es reflexionar sobre nuestro futuro, el futuro de la Iglesia y tomar la decisión de perseverar en medio de tiempos difíciles. La Palabra de Dios nos advierte que vendrán pruebas “ y Tribulaciones” pero al perseverar obtendremos “ El Triunfo” sobre estas. Siempre teniendo presente que la Iglesia de Cristo ha de prevalecer ante toda situación que vivamos.

¿Cuántos de ustedes ahora mismo, están pasando por tribulaciones? ¿Cuántos cristianos se están ahogando en un mar de problemas, de vicisitudes, de tiempos de sufrimiento? Hermanos y hermanas no se aflijan de corazón, porque aunque estés sufriendo en un mar de fuego, vas a ser rescatado en alabanza, gloria y honra para la gloria de Dios. ¿En el medio de la tormenta, que vas a hacer? ¿En medio de la tribulación, que vamos a hacer? Hay dos opciones, o te tiras al piso a llorar por lo que te está pasando, o te colocas en pie y comienzas a poner tu confianza en Dios. O te tiras al piso, para caer en una depresión, o alzas los ojos y miras a hacia delante puestos los ojos en Jesucristo. 

Hebreos 12:2. Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. El Señor por el otro lado, desea que usemos estos tiempos de pruebas y tribulaciones: para desarrollar nuestra fe en él. 2 Corintios 4:17-18. Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un sobremanera alto y eterno peso de gloria; No mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

Lo que nos sucede no es tan importante como la forma en que respondemos a los eventos que suceden en nuestras vidas. Es al responder en la forma correcta que somos capaces de progresar hacia nuestros sueños. Dios nos da a cada uno un sueño por que luchar. Pero Pablo nos recuerda que no prestemos atención a las cosas que vemos porque son temporarias; están sujetas al cambio. Más bien deberíamos fijar nuestros ojos en el resultado final, en el sueño que Dios nos ha dado. Esta fue la actitud de José.

En Génesis 37 leemos sobre José y sus hermanos. José, el hijo más joven de Isaac tuvo un sueño que un día su familia se inclinaría ante él. Los hermanos de José estaban celosos de él y no pensaban mucho en sus sueños. Conspiraron en contra de José y el terminó como esclavo en Egipto. Luego fue falsamente acusado por la esposa de su patrón y fue enviado a la cárcel. Oh, Las cosas no iban bien para José. Pero, esto es como se veían las cosas en lo natural. Pero José no permitió que sus problemas dictaran su actitud. Sino que el permaneció fiel a Dios y no se olvidó del sueño que Dios le había dado porque José entendió que lo que nos sucede no es tan importante sino como respondemos a los eventos que suceden en nuestras vidas. El mantuvo sus ojos en lo todavía no se veía. 

Veamos lo que sucedió: esos obstáculos y contratiempos no eran suficientes para retener el sueño que Dios deseaba realizar a través de José. Un día era solo un prisionero, fue llamado a interpretar el sueño para el Rey de Egipto y en un instante fue elevado a posición de Primer Ministro.

Vamos a aplicar esto a nuestras vidas: ¿Las tribulaciones, luchas y pruebas, desafíos y dificultades previenen a tu sueño de ser una realidad? Tal vez te has dado por vencido a tu sueño, tal vez estas sin esperanza o fortaleza para seguir el sueño que Dios ha plantado en tu corazón pero la Biblia nos dice que: “Mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán,” Isaías 40:31. Si estamos haciendo nuestra parte, esto es siendo pacientes y permaneciendo fieles a la visión que Dios nos ha dado, entonces el Señor continuara obrando, a menudo detrás de la escena. Y podemos ver ahora el resultado final que el Señor realizo en la vida de José. Fue la paciencia y fidelidad que demostró José que ayudo a traerlo al lugar donde Dios realizaría sus sueños.

El Apóstol Santiago nos dice en Santiago 1:2-3. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando estéis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 

Para vencer cualquier prueba, o tribulación debemos caminar por fe, no por vista. No vamos por lo que vemos, escuchamos o sentimos, sino por los principios de la palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo. Cuando comenzamos a regocijarnos en el medio de una prueba, desatamos fuerzas espirituales invisibles que nos ayudan. ¿Recuerdan la historia del rey Josafat en 2 Crónicas 20? Un gran ejército estaba en camino a Jerusalén. Entonces Josafat junto a la gente para orar por liberación. Y el Señor le respondió y les dijo que la batalla no era de ellos sino suya. Luego, la próxima mañana Josafat, el ejército y la gente marcho para ver la liberación de Dios. Y pusieron hombres delante del ejército para cantar.

2 Crónicas 20:22. Y cuando comenzaron a entonar cánticos de alabanza, puso Jehová contra los hijos de Ammón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. 

El enemigo fue derrotado cuando ellos se regocijaron y cantaron alabanzas a Dios. El pueblo del reino de Judá no lo sabia, pero estaban utilizando fuerzas espirituales como Apocalipsis 12:11. Y ellos le han vencido por… la palabra de su testimonio….Jesús nos dijo en Juan 6:63, “El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.” ¿Cómo podemos aprender a caminar de acuerdo al Espíritu de Dios? Al caminar de acuerdo a la palabra de Dios. Al continuar caminando de acuerdo a la palabra de Dios, nuestros pensamientos se alinearan con los pensamientos de Dios y nuestros caminos se alinearan con los caminos de Dios,  cuando aprendamos que podemos poner nuestra carne en sujeción al Espíritu de Dios, entonces seremos libres de los impedimentos que tratan de desanimarnos de seguir la voluntad de Dios y estaremos listos para recibir la sabiduría que necesitamos para vencer las pruebas o tribulaciones

En una prueba o tribulación a menudo oramos por liberación, pero no reconoceremos que Dios espera que juguemos un rol en nuestra liberación, que aprendamos a responder correctamente y que nos volvamos más fuertes. Si Dios nos liberara instantáneamente de cada prueba o tribulación nunca creceríamos. Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a toda su carne. Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Proverbios 4:20-23.

Es necesario que nosotros guardemos nuestros corazones, de mantener fuera cosas como la duda, aflicción, pánico, ansiedad, depresión y temor. ¿Cómo guardamos nuestros corazones? Pedro nos dice que echemos todas nuestras preocupaciones en Dios: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” 1 Pedro 5:7. Transferimos la responsabilidad de nuestra ansiedad a Dios y se lo  dejamos a Él. Pablo nos dice que guardemos nuestros corazones utilizando la paz de Dios: “Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús,” Filipenses 4:6-7. 

Entonces es a través de la oración que transferimos nuestras preocupaciones a Dios y le agradecemos por la respuesta. Desarrolla la actitud correcta que te llevara hasta el final de la prueba o tribulación.

Persevera: necesitamos reconocer que nunca nos tenemos que dar por vencidos; debemos siempre perseverar. El Apóstol Santiago nos dice: Mas a vosotros los que oís, digo: Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso. Santiago: 5:10-11.

Mateo 7:24-29. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña; Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó: porque estaba fundada sobre la peña. Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé á un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, é hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó, y fué grande su ruina. Y fué que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina; Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Usualmente vemos que las conversiones verdaderas no vienen fácilmente. Satanás siempre está allí, poniendo falsas ideas en la mente, tentándote a dejar de esforzarte, tentándote a dejar la iglesia, diciéndote que tu caso no tiene esperanza, o que la conversión no es necesaria porque no eres “tan malo”, y otras falsas ideas y tentaciones. Entonces vienen la presión, angustia y aflicción que la mayoría de personas retrocede “por la corrupción y la incredulidad” de sus corazones.

“El que confía en su propio corazón es necio”. Proverbios 28:26. "Estad quietos y sabed que yo soy Dios. Exaltado seré entre las naciones. Exaltado seré en la tierra". Salmo 46:10. 

Romanos 8:35-39. "¿Quién nos separará del amor de Cristo? Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre; o desnudez, o peligro, espada? Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. Pero todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amo. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es Cristo Jesús Señor Nuestro".

Debes recordar siempre que Dios puede ayudarte de muchas formas y Él puede manifestar su poder y soberanía para darte la victoria mediante una intervención directa en tu vida. EL tiene muchas formas de ayudarte a vencer en medio de tus luchas para cambiar porque el es mayor que cualquier situación difícil que enfrentas. Vamos a su Palabra para fortalecernos en sus promesas.

Isaías 43:1-5.  Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.

2 Samuel 22:40. Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea. 1 Crónicas 29:12. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. 1 Samuel 2:4. Los débiles se ciñeron de poder. 2 Samuel 22:33.  Dios es el que me ciñe de fuerza. Salmo 29:11. El Señor dará poder a su pueblo; El Señor bendecirá a su pueblo con paz. Salmo 18:2.  Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré. Salmo 68:35. El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios. Salmo 68:35. Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios. Salmo 84:5,7. Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas…Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion. Jeremías 16:19. Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.

Daniel 2:23. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. Efesios 6:10. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Éxodo 15:2.  Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 2 Samuel 22:2. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 2 Samuel 22:3.  Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 

Salmo 22:19. Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Salmo 27:1. Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Salmo 28:7. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré. Salmo 28:8. Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido. Salmo 31:2. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Salmo 59:17. Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. Salmo 71:3. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

Salmo 92:15. Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia. Isaías 12:2. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Isaías 26:4. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. Salmo 18:1. Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Salmo 18:2.  Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

Dios sabe que nosotros nos cansamos. Él sabe que nosotros muchas veces perdemos el ánimo y la fuerza para seguir luchando en esta vida por todo lo que es bueno, oportuno y constructivo, y que es necesario para nuestra salvación y santificación. Los ojos de Dios recorren toda la tierra, para fortalecer a los que tienen corazón entero para con El. 2 Crónicas 16:9. Cuando ya no nos queda nada de fuerzas, nuevamente pongamos nuestra esperanza en Jesucristo, quien es Nuestra Fortaleza y nuestro Héroe en la guerra. Porque "los jóvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan, mientras que a los que esperan en Dios, Él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse." Isaías 40:30.

En la historia de la Iglesia ha habido tiempos difíciles pero aun así la Iglesia sigue enfrentando las pruebas y soportando tribulaciones o dificultades glorificando y alabando a Dios. Nunca debemos dejar que nuestro ánimo caiga y que nada nos apacigüe en nuestro andar como cristianos. Que nuestra labor como Iglesia y Cuerpo de Cristo es llevar siempre el mensaje de salvación a otros con ánimo, regocijo y llenos de esperanza. Lo cual es la base y fundamento de nuestra fe que todo lo que pasemos en esta tierra no tiene peso con el valor incalculable de heredar la gloria de Dios por la eternidad.

Dios es fuerte, ningún poder puede hacerle frente a él. Por lo tanto, encomienda todo a la poderosa mano de poder y fuerza de Dios. Él hará un camino. Sobre todo, cree en su Palabra. Cuando consideramos que las crisis están llegando a su punto más alto; cuando los problemas parecen insolubles; cuando llegamos al límite de nuestra resistencia, es allí cuando Dios se glorifica. Pero en especial se glorifica cuando nuestra esperanza está volcada a Él. Aunque ejércitos acampen contra nosotros, tenemos asegurada la victoria.

Cuando hay crisis que golpean nuestra existencia es necesario orar a Dios, creer que Él es el Dios que hace posible lo que para el hombre es imposible y tener claridad que las circunstancias adversas pueden ser modificadas por el Creador para darnos la victoria. Él nos llamó a ser vencedores y en esa condición permite que todo salga conforme a Su voluntad. ¿En quién has depositado tu confianza en los momentos de mayor dificultad?

Recuerda que nunca estamos solos, puede ser que estés pasando por tribulaciones, dificultades, tentaciones y pruebas, pero dentro de la fortaleza que es nuestro Señor, encontraras el amparo y la protección que necesitas. ¡Nosotros necesitamos a Dios en todo tiempo y en todo lugar! es por eso que al poner la confianza en el Señor, es como entrar en un castillo fuerte, bajo la protección del todo poderoso. Bendiciones.

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