En los tiempos en
que estamos viviendo, la humanidad como nunca antes adolece de falta de amor
genuino, el cual sólo se puede recibir de parte de Dios cuando rendimos y
entregamos nuestras vidas a nuestro Señor Jesucristo. Sólo en esa realidad
espiritual es que nosotros los hijos de Dios debemos vivir y movernos.
2
Juan 6. Nueva Traducción Viviente (NTV). El amor
consiste en hacer lo que Dios nos ha ordenado, y él nos ha ordenado que nos
amemos unos a otros, tal como ustedes lo oyeron desde el principio.
Mateo
22:36-40. Traducción en lenguaje actual (TLA). Maestro,
¿cuál es el mandamiento más importante de todos? Jesús le respondió: El primer
mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios con todo
lo que piensas y con todo lo que eres.” Y el segundo mandamiento en importancia
es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a
sí mismo. Toda la enseñanza de la Biblia se basa en estos dos mandamientos.
Vemos por todo el
mundo como a través de los noticieros, del internet y en general de todos los
medios de comunicación como la maldad y la crueldad aumentan en todas las
naciones como fue revelado en la Biblia.
Veamos la definición
de amor desde la perspectiva de bíblica: Amor. (heb.,
’ahavah, gr., agape). Amor es la misma naturaleza de
Dios (1 Juan 4:8. Traducción en lenguaje actual
(TLA). El que no ama no conoce a Dios, porque Dios
es amor, 1 Juan 4:16. Nueva Traducción Viviente (NTV). Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto
nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven
en Dios y Dios vive en ellos;) y la virtud cristiana
más importante (1
Corintios 13:13. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Y ahora permanecen la fe, la esperanza, el amor: estos
tres; pero el mayor de ellos es el amor), indispensable en las relaciones del ser humano con Dios y con sus
semejantes.
La Biblia revela
excepcionalmente que Dios, en su esencia y modo de ser, es amor. Dios no
solamente ama, sino es amor. En este atributo supremo todos los otros atributos
se encuentran en armonía. El objeto particular de este amor eterno es su propio
hijo, Jesucristo. Dios ama al mundo en su totalidad, a personas individualmente,
a todos los seres vivientes, a los pecadores, y especialmente a creyentes en
Cristo que han pasado a ser hijos de Dios.
El Espíritu Santo
crea el amor en el creyente (Romanos
5:5. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Y
la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado; Gálatas
5:22. Nueva Traducción Viviente (NTV). En cambio,
la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor,
alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad), haciéndolo la prueba principal del discipulado cristiano (Lucas 14:26. Traducción en lenguaje
actual (TLA). Si alguno de ustedes quiere ser mi
discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su
esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no
pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida; Juan
13:35. Nueva Traducción Viviente (NTV). El amor que
tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos; 1
Juan 3:14. Traducción en lenguaje actual (TLA). El
amor que nos tenemos demuestra que ya no estamos muertos, sino que ahora
vivimos. Pero si ustedes no se aman los unos a los otros, es porque todavía están
bajo el poder de la muerte).
El amor está
vinculado vitalmente a la fe; la fe es básica (Juan
6:29. Traducción en lenguaje actual (TLA). Jesús
respondió: Lo único que Dios quiere es que crean en mí, que soy a quien él
envió; Hebreos 11:6 Nueva Traducción Viviente (NTV). De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que
desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo
buscan con sinceridad), pero una fe que
no se manifiesta a sí misma en amor hacia Dios y hacia los seres humanos, está
muerta y no vale nada (Gálatas
5:6. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Porque
en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino
la fe que obra por amor, Gálatas 5:13. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en
libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza
pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.
Santiago
2:17-26. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH).
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero alguien
dirá: “Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré
mi fe por mis obras.” Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces
bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir
(¿quieres saber), oh hombre vano (necio), que la fe sin obras es estéril? ¿No
fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo
Isaac sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como
resultado de las obras, la fe fue perfeccionada; y se cumplió la Escritura que
dice: “Y Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia,” y fue llamado
amigo de Dios. Ustedes ven que el hombre
es justificado por las obras y no sólo por la fe. Y de la misma manera, ¿no fue
la ramera Rahab también justificada por las obras cuando recibió a los
mensajeros y los envió por otro camino? Porque así como el cuerpo sin el
espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.).
El cristiano debe
amar tanto a sus enemigos como a sus hermanos (Mateo
5:43-48. Nueva Traducción Viviente (NTV). Enseñanza
acerca de amar a los enemigos. Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y
odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te
persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que
está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los
buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si solo
amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos
cobradores de impuestos hacen lo mismo. Si eres amable solo con tus amigos, ¿en
qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo. Pero tú
debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto).
Romanos
12:19-20. Traducción en lenguaje actual (TLA). Queridos
hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a
los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: «A mí me toca vengarme. Yo le daré a
cada cual su merecido.» Y también dice: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de
comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de
vergüenza.»
Sin hipocresía. Romanos 12:9. Nueva Traducción Viviente
(NTV). No finjan amar a los demás; ámenlos de
verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno.
2
Timoteo 3:1-5. Nueva Traducción Viviente (NTV). Peligros
de los últimos días. Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días,
habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por
su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán
desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado. No
amarán ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán
crueles y odiarán lo que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar a Dios.
Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos
obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!
Hoy vivimos en tiempos tormentosos y
llenos de peligros, pues el mundo va de mal en peor. Pero existe un refugio
seguro, un refugio que nos protegerá de cualquier daño permanente. ¿Cuál es?
Fíjese en lo que dice la Biblia: dice al Señor: “Tú eres mi
refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!” Salmo
91:2 (VDHH).
¿Cómo haremos de Dios nuestro refugio? El Creador y Soberano
del universo, puede ser nuestro refugio, pero más que nuestro refugio, es
nuestro Padre y no se avergüenza de llamarnos sus hijos, y tampoco nuestro
Señor Jesucristo se avergüenza de llamarnos hermanos. ¡Qué gran bendición! Él
es mucho más poderoso que cualquier persona o cosa que nos amenace.
Y aunque se nos lastime, Dios puede reparar todo el daño que recibamos,
así que Confiando en él. ¿Cómo haremos de Dios nuestro refugio?
Además, la Biblia nos hace esta invitación: “Manténganse en el
amor de Dios” (Judas 21). Así es, tenemos que permanecer en
el amor de Dios y seguir muy unidos a nuestro Padre celestial. Si así lo
hacemos, podemos estar seguros de que él será nuestro refugio. Pero ¿cómo
conseguiremos tener una relación tan afectuosa con el Creador?
1 Corintios 13 (VLS) Si no tengo amor,
de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los
ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una
campana desafinada! Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios
y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios me
haga mover montañas. Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres
todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los
demás. El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable. El que ama no
es envidioso, ni se cree más que nadie. No es orgulloso. No es grosero ni
egoísta. No se enoja por cualquier cosa. No se pasa la vida recordando lo malo
que otros le han hecho. No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la
verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo
todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo. Sólo el amor vive
para siempre. Llegará el día en que ya nadie hable de parte de Dios, ni se
hable en idiomas extraños, ni sea necesario conocer los planes secretos de
Dios. Las profecías, y todo lo que ahora conocemos, es imperfecto. Cuando
llegue lo que es perfecto, todo lo demás se acabará. Alguna vez fui niño. Y mi
modo de hablar, mi modo de entender las cosas, y mi manera de pensar eran los
de un niño. Pero ahora soy una persona adulta, y todo eso lo he dejado
atrás.
Ahora conocemos a Dios de manera no
muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras.
Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de
manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo como él me
conoce a mí.
Hechos 5:29. Respondiendo Pedro
y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres. ¿Qué
significa amar a Dios? ¿Cómo podemos permanecer en el amor de Dios? ¿Cómo
recompensará Dios a los que permanecen en su amor? ¿Se refugiará usted en Dios
en estos tiempos peligrosos? ¿Dónde podemos hallar un refugio seguro?
Reflexionemos en el amor que Dios nos tiene
y correspondámosle como nos lo ha enseñado. Juan 14:15. Si me amáis,
guardad mis mandamientos. ¿Cuáles son algunas pruebas del amor
que Dios nos tiene? Dios nos
ha demostrado su amor de diversas maneras. Veamos cuáles son, pues repasarlas
nos ayudará a permanecer en el amor de Dios. Sabemos que Dios es el Autor de la
Biblia, en la cual nos dice cómo se llama y qué cualidades tiene. Las
Escrituras explican que él envió a su querido Hijo a la Tierra y que permitió
que sufriera y muriera por nosotros. Juan 3:16. Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. De este modo nos
hizo un regalo muy generoso, gracias al cual tenemos la esperanza de un
magnífico futuro.
Este futuro también depende de algo más
que Dios ha hecho. Dios ha establecido un gobierno celestial, el Reino
mesiánico. Este Reino pronto acabará con todos nuestros sufrimientos y
convertirá la Tierra en un paraíso. ¡Qué maravilla! ¡Por fin seremos felices y
viviremos para siempre en paz! Salmo 37:29. Los justos
heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella. Y ahora, mientras
esperamos ese día, los consejos de Dios nos ayudan a vivir del mejor modo
posible. El Señor también nos ha dado otro regalo: la oración, la cual nos
permite comunicarnos libremente con él. Estas son tan solo unas cuantas pruebas
del amor que Dios siente por nosotros y por el resto de la humanidad.
¿Cómo pudiera usted responder al amor
que Dios le ha mostrado? Ahora, debemos hacernos una
pregunta importante:“¿Cómo responderemos al amor de Dios?”. Probablemente, muchas
personas contesten: “Amando a Dios”. ¿Piensa usted así? Jesús dijo que el mayor
mandamiento es este: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma y con toda tu mente.” Mateo 22:37.
Ahora bien, para amar a Dios con todo el
corazón, alma y mente, ¿basta con tenerle afecto? Para amar a Dios: La
Biblia muestra que amar a Dios significa mucho más que sentir afecto por él.
De hecho, aunque ese sentimiento es muy importante, es tan solo el
comienzo del verdadero amor a Dios. Para entenderlo mejor, veamos la siguiente
comparación: si usted quisiera una manzana, ¿se conformaría con que le dieran
una semilla de esa fruta? Claro que no. Es cierto que la semilla es
esencial para que crezca un manzano, pero lo que usted quiere es el fruto.
Lo mismo ocurre con el afecto que sentimos por Dios: al igual que la
semilla, tiene que desarrollarse y dar fruto. La Biblia enseña: “Esto es lo que el
amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus
mandamientos no son gravosos”, es decir, no son una carga (1 Juan 5:3).
Así, el verdadero amor a Dios debe
producir buenos frutos, debe expresarse con hechos.Mateo 7:16-20. Por sus frutos los
conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así,
todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede
el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol
que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos
los conoceréis.
¿Cómo demostramos que amamos a Dios y
que agradecemos lo que él ha hecho por nosotros? Demostramos que amamos
a Dios cuando obedecemos sus mandamientos y ponemos en práctica sus principios.
Eso no es muy difícil, pues las leyes de Jehová no son
una carga. Al contrario, están pensadas para que seamos felices
y disfrutemos de la vida. Isaías 48:17-18. Así ha dicho
Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te
enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. ¡Oh, si
hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu
justicia como las ondas del mar.
Cuando dejamos que Dios nos guíe,
demostramos que agradecemos mucho todo lo que él ha hecho por nosotros.
Es una pena que tan poca gente tenga esa actitud. Nosotros
no queremos ser desagradecidos, como algunas personas del tiempo de Jesús.
En cierta ocasión, Cristo curó a diez leprosos, pero solo
uno fue a darle las gracias. Lucas 17:12-19. Y al entrar en una
aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de
lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de
nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y
aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo
que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro
en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo
Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo:
Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Seguramente queremos ser como esa
persona, y no como las otras nueve, que no mostraron el menor
agradecimiento.
¿Por qué es importante seguir
adquiriendo conocimiento de Dios? Conocer bien a Dios es un paso
importantísimo para acercarnos más a él. Es un proceso que
nunca debería terminar. Imagínese que se encuentra en el monte, en
una noche muy fría, y que ha encendido una fogata para calentarse. ¿Dejaría que
las llamas se fueran apagando poco a poco? De ningún modo. Seguro que iría añadiendo
leña para que el fuego siguiera ardiendo, ya que de ello depende su propia
vida. Pues bien, tal como la leña alimenta el fuego, el “conocimiento de Dios”
mantiene vivo el amor que sentimos por Dios (Proverbios
2:1-5. Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares
dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu
corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres
tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros,
entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de
Dios. El amor a Dios es como un fuego: hay que alimentarlo para que no se
apague.
¿Qué efecto tuvieron las enseñanzas de
Jesús en sus discípulos? Jesús quería que sus seguidores
mantuvieran muy vivo su amor por el Padre Celestial maravillosa. Después de
resucitar les explicó a dos discípulos suyos algunas profecías de las
Escrituras Hebreas que él había cumplido. ¿Qué efecto tuvo aquello? Más tarde,
los discípulos dijeron: “¿No nos ardía el corazón cuando él
venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las
Escrituras?” Lucas 24:32.
En el caso de la mayor parte de la
humanidad, ¿qué ha pasado con el amor a Dios y a la Biblia? ¿Cómo podemos
impedir que se apague nuestro amor? Cuando usted iba aprendiendo lo que
enseña realmente la Biblia, ¿verdad que también le ardía el corazón, lleno de
alegría, entusiasmo y amor a Dios? Seguro que sí. A muchos les ha pasado
lo mismo. Lo difícil ahora es mantener vivo ese amor y lograr que crezca.
No queremos seguir la tendencia que Jesús predijo que habría en el mundo
de hoy: Mateo 24:12. Y por haberse multiplicado la maldad,
el amor de muchos se enfriará.
¿Cómo puede usted impedir que se enfríe
el amor que siente por Dios y por las verdades de la Biblia? Continúe adquiriendo
conocimiento de Dios Padre, de Jesucristo y del Espíritu Santo. Juan 17:3. Y esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado. ¿Por qué es importante orar para mantener vivo nuestro amor a
Dios? Otra
manera de mantener vivo el amor a Dios es orando con regularidad. 1 Tesalonicenses
5:17. Orad sin cesar.
Adorar a Dios produce gozo. Las relaciones con
nuestros semejantes se estrechan al comunicarnos con ellos con frecuencia y de
forma sincera. De igual modo, nuestra relación con Dios seguirá viva si le
oramos constantemente. Debemos esforzarnos por no hacer oraciones
mecánicas; no queremos repetir siempre lo mismo sin pensar en lo que
decimos. Debemos hablarle a Dios como hablaría un niño con su amado padre.
Claro está, queremos dirigirnos a él con respeto, pero abierta y sinceramente,
desde el corazón. Salmo 62:8. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro
corazón; Dios es nuestro refugio. Así es, para adorar a Dios es muy
importante que tengamos un estudio personal de la Biblia y que le oremos con
franqueza. De este modo será más fácil que permanezcamos en el amor de
Dios.
¿Por qué debemos ver la predicación del
Reino como un privilegio y un tesoro? El estudio de la Biblia y la oración son
formas de adorar a Dios que generalmente realizamos a solas. Hablemos ahora de
algo que realizamos cuando estamos con otras personas: conversar sobre lo que
creemos. ¿Ha hablado usted ya con alguien sobre las enseñanzas de la Biblia?
En ese caso, ha disfrutado de un privilegio maravilloso. Lucas 1:74-75. Que, librados de
nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante
de él, todos nuestros días.
Cuando hablamos de lo que hemos
aprendido acerca de Dios, cumplimos una misión muy importante que han recibido
todos los cristianos verdaderos: predicar las buenas nuevas del Reino de
Dios. Mateo 24:14. Y será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá
el fin; Mateo 28:19-20. Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y
he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
El apóstol Pablo estimaba tanto la labor
de predicar que dijo que era un tesoro. 2 Corintios
4:5-7. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como
Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que
mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.
Hablar de Dios y sus propósitos es el
mejor trabajo que hay. Por un lado, se hace para servir al mejor jefe de todo
lo creado, y por otro, da los mejores beneficios. Cuando predicamos,
ayudamos a las personas sinceras a acercarse a nuestro Padre celestial y a
entrar en el camino que lleva a la vida eterna. ¿Podría otra labor producir más
satisfacción? Además, al dar testimonio de Dios y su Palabra, crecen nuestra
propia fe y nuestro amor a Dios. Y el Señor valora los
esfuerzos que hacemos. Hebreos 6:10. Porque Dios no es
injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado
hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
Como vemos, mantenernos activos en esta
obra nos ayuda a permanecer en el amor de Dios. 1 Corintios
15:58. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en
la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en
vano.
¿Por qué es la predicación una obra
urgente? Es
importante recordar que la predicación del Reino es una obra urgente.
La Biblia dice que prediques la palabra; que instes a tiempo
y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina. 2 Timoteo 4:2. ¿Por
qué es esta obra tan urgente hoy día? Por lo que nos dice la Palabra de Dios: Cercano está el día
grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová;
gritará allí el valiente.Sofonías 1:14. Así es, se aproxima
rápidamente el día en el que Jehová destruirá a todo este sistema de cosas. ¡La gente tiene que
saberlo! Tiene que entender que ahora es el momento de obedecer a Dios
como su Soberano, pues el fin. Habacub 2:3. Aunque la visión
tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque
tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
¿Por qué debemos adorar a Dios
públicamente junto con los cristianos verdaderos? Dios quiere que lo
adoremos públicamente junto con los cristianos verdaderos. Por eso, su Palabra
dice: Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas
obras. No dejemos de reunirnos, como acostumbran algunos, sino animémonos
unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca. Hebreos 10:24-25.
NVI. Cuando
asistimos a las reuniones cristianas con nuestros hermanos en la fe, tenemos
una oportunidad magnífica de alabar y adorar a nuestro querido Dios. También
nos fortalecemos y nos animamos unos a otros.
¿Qué podemos hacer para fortalecer los
lazos de amor en la congregación cristiana? Cuando nos reunimos
con otros siervos de Dios, estrechamos los lazos de amor y amistad en la
congregación. Es importante fijarse en las buenas cualidades de los demás,
tal como Dios se fija en las nuestras. No espere que sus hermanos
espirituales sean perfectos. Recuerde que todos cometemos errores y
que cada uno progresa espiritualmente a un ritmo distinto. Colosenses
3:12-17. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz
de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en
un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en
vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando
con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en
el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Busque la amistad de quienes aman a
Dios con todas sus fuerzas, y verá cómo crece su espiritualidad. Si adora a
Dios con sus hermanos y hermanas espirituales, le será más fácil permanecer en
el amor de Dios. Veamos ahora cómo recompensa el Señor a quienes lo adoran
fielmente y permanecen en su amor.
La recompensa que Jehová da a sus
siervos fieles es la vida, pero ¿qué clase de vida? La mayoría de nosotros
diría que ya estamos vivos, pues al fin y al cabo, respiramos, comemos y
bebemos. En nuestros mejores momentos, incluso puede que digamos: “¡Esto sí
que es vida!”. Sin embargo, la Biblia indica que, en cierto sentido, hoy día
ningún ser humano está realmente vivo. Dios quiere que usted
disfrute de “la vida de verdad”. Y usted, ¿lo logrará? 1 Timoteo
6:19. Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de
la vida eterna.
¿Por qué es esencial permanecer en el
amor de Dios? Cada
uno de nosotros hace bien en preguntarse: “¿Estoy adorando a Dios como él manda
en la Biblia?”. Si nos aseguramos de que día tras día respondemos con un sí,
vamos por buen camino. Podemos tener la seguridad de que Jehová es nuestro
refugio. Él protegerá a su pueblo fiel durante los peligrosos últimos días de
este viejo sistema de cosas. Además, nos introducirá en su glorioso nuevo
mundo, que tan cerca está. Si usted toma buenas decisiones ahora, disfrutará
durante toda la eternidad de “la vida de verdad”, la vida que Dios siempre
quiso que tuviéramos.
El verdadero amor a Dios se demuestra
obedeciendo sus mandamientos y poniendo en práctica sus principios. 1 Juan
5:3. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos.
Para permanecer en el amor de Dios
tenemos que estudiar su Palabra, orar desde lo más profundo de nuestro corazón,
colocarla en práctica en nuestras vidas y en todos nuestros caminos y
decisiones enseñando a los demás quién es Dios y adorarlo en las reuniones
cristianas. Los que permanezcan en el amor de Dios disfrutarán de la vida de
verdad
El principio ético fundamental de
nuestra relación con Dios debe ser el amor a Él. ¡Amarás al Señor tu
Dios!: este
fue el mandamiento del Antiguo Testamento al cual el Señor Jesucristo consideró
como el más importante en sus enseñanzas
A través de ayudar a otras personas, nos
perfeccionamos aprendiendo, bajo la guía de Dios, el Amor, la Sabiduría y el
Poder del Espíritu Santo: tres aspectos principales de la Perfección. Este
proceso marcha con más éxito si le pedimos a él que nos ayude en este servicio
y mostramos sensibilidad a sus consejos e instrucciones.
1 Juan 2:4-11. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Eso nos muestra también que la vida cristiana no es llevar un nombre de cristiano solamente, sino que es un compromiso con Dios. El Señor Jesucristo lo dejó bien claro al anunciar que para poder ser su discípulo, había que amarlo a él sobre todas las cosas. La vida cristiana es un llamado a servir a Dios y las personas, o sea, el amor verdadero es un amor que lo lleva a uno a servir, en otras palabras es un amor demostrado. Bendiciones.
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