Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La voluntad del Padre Celestial para nuestras vidas-


Mateo 7:21-23. Nueva Traducción Viviente (NTV). Verdaderos hijos de Dios. No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.

Marcos 3:31-35. Nueva Traducción Viviente (NTV). La verdadera familia de Dios. Luego la madre y los hermanos de Jesús vinieron a verlo. Se quedaron afuera y le mandaron a decir que saliera para hablar con ellos. Había una multitud sentada alrededor de Jesús, y alguien dijo: «Tu madre y tus hermanos están afuera y te llaman». Jesús respondió: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?». Entonces miró a los que estaban a su alrededor y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos. Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Es de vital importancia para todos aquellos que hemos sido redimidos por nuestro Señor Jesucristo y hechos hijos del Padre Celestial por medio del nuevo nacimiento hecho por el Espíritu Santo, que conozcamos a Dios y su voluntad, pero que podamos entender con claridad su voluntad para nuestras vidas, para nuestras familias y el entornos en dónde nos movemos a diario.

Porque la voluntad del Padre Celestial se hace en todo tiempo en los cielos, que su reino gobierna con poder y autoridad a través de su Hijo Jesucristo y nos hace comprender que su voluntad debe establecerse en la tierra y en nuestras vidas por nuestro propio bien. Ya sabemos que la tierra y nuestras vidas fueron entregadas al diablo con un argumento espiritual y real a causa del pecado que cometieron Adán y Eva en los comienzos de la humanidad trayendo graves consecuencias, muerte, dolor, enfermedad y toda clase de caos contra la humanidad, en otras palabras hizo entrada la maldición y la muerte espiritual.

Por eso desde antes de la fundación del mundo el Padre Celestial, el Señor Jesucristo y el Señor el Espíritu Santo idearon el plan de salvación, ya que en su conocimiento de todo lo que él ha creado y existe, sólo había una manera de redimir a la humanidad que iba a caer, sólo había una manera de restaurar todas las cosas al orden divino y era por nuestro Salvador, el Mesías, por quien hizo todas las cosas. Nos ha provisto redención, salvación, vida eterna, regeneración, restauración y bendición. Más importante es que debemos vivir en dependencia al Espíritu Santo y a la Palabra de Dios, pero no podemos con nuestras buenas intenciones o nuestro conocimiento teológico, o con llevar una vida buena y religiosa, debemos vivir la vida espiritual que agrada a Dios, debemos vivir rendidos y pastoreados por el Señor el Espíritu Santo, esa debe ser nuestra realidad espiritual en todo tiempo.

Romanos 8:14-16. Palabra de Dios para Todos (PDT). Los hijos de Dios se dejan guiar por el Espíritu de Dios. El Espíritu que ustedes han recibido ahora no los convierte en esclavos llenos de temor. Al contrario, el Espíritu que han recibido los hace hijos. Por el Espíritu podemos gritar: «¡Querido padre!»  El Espíritu mismo le habla a nuestro espíritu y le asegura que somos hijos de Dios.    

El Espíritu de Dios solamente guía a los que son hijos de Dios, a aquellos que hemos confiado en nuestro Señor Jesucristo como nuestro Salvador, a quienes le hemos recibido en nuestro corazón, a aquellos que somos templo y morada del Espíritu Santo. Ahora bien, debemos entender que no todos los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios, porque muchos son guiados por las emociones, los sentimientos y sus deseos carnales.

Salmos 32:8. Dios Habla Hoy (DHH). El Señor dice: Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir.

Isaías 30:21. Palabra de Dios para Todos (PDT). Cuando te desvíes a la izquierda o a la derecha, oirás una voz detrás de ti diciéndote: «Por ahí es el camino, sigue por él».

Que importante es que podamos vivir pastoreados y guiados por el Señor el Espíritu Santo en todo tiempo y más que un asunto importante, es realmente que lleguemos a andar como verdaderos hijos de Dios en este mundo hasta que él nos llame a su presencia.

Para vivir realmente como hijos de Dios nos es necesario la presencia y la vida del Señor el Espíritu Santo en nuestras vidas, nos es necesario su obra regeneradora, su guía, su consejo, nos es necesario ser pastoreados, pero para eso debemos entender la obra de la trinidad a favor nuestro.

Cuando creímos en nuestro corazón en el Señor Jesucristo y su resurrección fuimos nacidos de nuevo y nos volvimos nuevas criaturas, por lo tanto por ese nuevo nacimiento fuimos engendrados por el Espíritu Santo y hechos hijos de Dios. Nos es necesario descansar, reposar en Dios, que su presencia nos llene, que su presencia nos de la libertad espiritual que necesitamos.

Jeremías 29:12-14. Reina Valera Contemporánea (RVC). Entonces ustedes me pedirán en oración que los ayude, y yo atenderé sus peticiones. Cuando ustedes me busquen, me hallarán, si me buscan de todo corazón. Ustedes me hallarán, y yo haré que vuelvan de su exilio, pues los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los arrojé. Yo haré que ustedes vuelvan al lugar de donde permití que se los llevaran.

Hay una voluntad general de Dios y que gobierna en los cielos, pero es necesario que experimentemos su voluntad en la tierra, en los tiempos que estamos viviendo, en nuestras vidas, en nuestros asuntos, en todos nuestros caminos, como nuestro Señor Jesucristo nos ha enseñado, es la de presentarnos allí en el lugar secreto.

Mateo 6:6-10. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas. Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre. Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.

Conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas es la clave de la oración, del crecimiento espiritual y de la productividad en nosotros.

Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó que conocer la voluntad de Dios y el vivir en obediencia a ella es lo que realmente necesitamos y nos produce vida. El Padre Celestial es el alfarero, nosotros la arcilla. Dios nos mantiene girando en su rueda de alfarero, dándonos forma y reformándonos, para asemejarnos más a Cristo, y así poder incluirnos en sus planes y propósitos de acuerdo a su voluntad.

Dios está interesado en hacer conocer su pacto o su voluntad a la humanidad, pero este privilegio no lo pueden disfrutar todos, ni siquiera todos los hijos e hijas de Dios, este privilegio está restringido a los que tienen íntima comunión con Dios, es en esto que debemos trabajar, esa es nuestra meta diaria.

Salmos 25:14. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Los secretos del Señor son para los que Le temen, y El les dará a conocer Su pacto.

Si verdaderamente deseamos conocer la voluntad de Dios, debemos estar en íntima comunión con Dios. La comunión íntima con Dios la obtenemos al invertir tiempo en orar, en interceder, en leer, estudiar, meditar y memorizar su palabra, la obtenemos cuando llevamos todo ese conocimiento a una vida práctica en todos nuestros asuntos, eso es realmente comunión.  

Cuando caminamos con Dios en todos nuestros asuntos, o dicho de otra manera cuando manejamos todo de la manera que Dios nos enseña, de la manera correcta, con justicia, misericordia y amor. Es muy necesario que todos los hijos e hijas de Dios conozcamos la voluntad de Dios en todas sus facetas para vivir la vida correcta y experimentar la verdadera vida del reino de Dios. Es necesario tener la motivación correcta y un deseo firme de querer agradar a nuestro Padre Celestial.

Salmos 40:8. Traducción en lenguaje actual (TLA). Dios mío, cumplir tu voluntad es mi más grande alegría; ¡tus enseñanzas las llevo muy dentro de mí!

Salmos 37:4. Dios Habla Hoy (DHH). Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.

Hechos 13:22. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pero Dios quitó a Saúl y lo reemplazó con David, un hombre de quien Dios dijo: “He encontrado en David, hijo de Isaí, a un hombre conforme a mi propio corazón; él hará todo lo que yo quiero que haga”

Debemos participar de lo que está haciendo en medio de nuestros tiempos, debemos sensibilizarnos de modo que podamos entender y discernir la voluntad de Dios. Así como lo hizo Pablo, que se movió en lo que Dios estaba haciendo y se dejó guiar por el Señor el Espíritu Santo, necesitamos de manera urgente entrar en esa voluntad que es buena, agradable y perfecta para nuestras vidas y la humanidad, entendiendo que nuestros pensamientos, deseos y planes por muy buenos que sean no alcanzan a la perfección a los de Dios. Debemos tener la disposición correcta, para que nos sean revelados los planes de Dios para nuestras vidas, es bueno conocer doctrina, memorizar versos bíblicos, asistir a nuestra congregación dónde Dios nos ha colocado, es bueno llevar una vida acorde a sus enseñanzas, pero mejor y más excelente es andar conforme a los planes y propósitos que Dios tiene para nosotros.

Salmos 25:14. La Biblia de las Américas (LBLA). Los secretos del Señor son para los que le temen, y El les dará a conocer su pacto.

Romanos 12:1-2. Dios Habla Hoy (DHH). La vida nueva. Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Isaías 55:8-9. Reina Valera Contemporánea (RVC). El Señor ha dicho: «Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos. Así como los cielos son más altos que la tierra, también mis caminos y mis pensamientos son más altos que los caminos y pensamientos de ustedes.

Jeremías 29:11. Dios Habla Hoy (DHH). Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.

Juan 16:13-15. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará, porque tomará de lo mío y se lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y se lo dará a conocer a ustedes.

Les comparto a continuación algunos pensamientos del pastor Watchman Nee y que me parecen muy validos acerca de este tema: cuando el Señor nos atrae, a algunos los atrae por medio de su intelecto, a otros les conmueve sus emociones y aún a otros por medio de su voluntad. Por lo general, la voluntad es el medio que Dios menos utiliza para atraer a los hombres. Muchos aman las verdades de la Biblia. Desean conocer más de estas verdades y esperan que otros puedan ser edificados con ellas. Pasan horas estudiando la Biblia y son versados en estudios bíblicos. Cuando no pueden interpretar un pasaje, se sienten frustrados. Cuando creen que pueden interpretar un pasaje, se alegran. Tales personas sólo se acercan a la Biblia con su mente. No llevan necesariamente una vida cristiana apropiada. Hay que admitir que es difícil llevar una vida cristiana auténtica sin usar la mente. Pero aquellos que sólo tienen una comprensión intelectual de las doctrinas, no experimentan la vida cristiana que esapropiada, la vida del Espíritu.

Hay otro grupo de personas que no son tan brillantes; no son muy versadas, pero tienen mucho celo. Ríen y lloran con gran facilidad. Tienen sus emociones a flor de piel. Cuando tocan la Biblia, son conmovidas fácilmente. Laboran solamente cuando sienten que algo arde en su interior. En su celo, les predican a todos los que se encuentran y no se detienen ni aunque queden afónicos. A dondequiera que van, llevan consigo un aire de emotividad, pero cuando su celo se desvanece, ni siquiera diez personas lograrían hacerlos mover un solo centímetro. Tales personas tienen un alma fuerte. Pueden avivarse fácilmente, y pueden avivar a muchos cuando sus corazones están ardiendo. Pueden llorar o reír con otros, pero cuando baja la ola de sus emociones, no pueden llevar a nadie al Señor. Tocan a otros con su emotividad. Cuando se encuentran avivados, tienen un buen concepto de sí mismos, pero cuando se enfrían, nada hará que los haga emprender algo.

Damos gracias al Señor, porque nuestro espíritu ha sido renovado y regenerado. Este espíritu es nuestro hombre interior. Todo creyente ha recibido la vida de Dios en su espíritu. El mismo Espíritu que habitó en Pablo también habita en un hermano débil. Si somos del Señor, la nueva creación que tenemos en nuestro espíritu será la misma que en los demás, pues Dios no hace acepción de personas. Sin embargo, cuando el hombre interior expresa la vida del Señor, pueden verse grandes diferencias, las cuales se relacionan con la constitución natural del hombre. La mente, la parte emotiva y la voluntad, son las facultades naturales del hombre, mientras que el Espíritu Santo, quien mora en su interior, y su espíritu regenerado, han venido a ser el hombre nuevo, el hombre interior.

Sin embargo, la persona aún tiene un hombre exterior, el hombre viejo, el hombre natural. El hombre exterior se relaciona con el pecado. Al hombre viejo se le puso fin en la cruz, pero la vida de la vieja creación aún permanece. Puesto que el hombre interior sólo puede expresarse por medio del hombre exterior, las expresiones y manifestaciones son diferentes en distintas personas. La vida interior se ve estorbada por el hombre exterior. Por lo tanto, el hombre exterior debe llegar a su fin. De no ser así, siempre habrá obstáculos que impedirán que el hombre sirva al Señor dentro de la perfecta voluntad.

A fin de que la persona salva y regenerada pueda expresar la vida del Señor, necesita dar dos pasos. El primero es creer, que consiste en recibir la vida nueva, y el segundo, es consagrarse, que consiste en entregar al Señor su hombre exterior para que la vida nueva se exprese. Es como tener una casa rodeada por un terreno. Podemos pensar que la casa es el hombre interior, y que el terreno que la rodea es el hombre exterior. Si la casa pertenece a una persona, y el terreno a otra, habrá problemas. Por consiguiente, tan pronto como un hombre cree, debe consagrar su vida al Señor. La consagración consiste en entregar nuestro hombre exterior al Señor, para que le pertenezca a El, de la misma forma que el hombre interior.

Muchos creyentes no se han definido todavía. Cuando se les pregunta si son salvos, dicen que sí. Pero a pesar de que son salvos, su hombre exterior nunca ha sido tocado. La vida interior que tienen está limitada al no poder expresarse. Por consiguiente, no debemos simplemente creer en el Señor y quedarnos en la etapa de ser salvos y regenerados. También debemos consagrar nuestro hombre exterior al Señor. Si un hombre está dispuesto a consagrar al Señor su mente, su parte afectiva y su voluntad, expresará la vida del Señor.

El problema que vemos hoy, es que aunque muchos se han consagrado, lo hacen a su propio antojo. Se consagran sólo cuando quieren hacerlo, y cuando les conviene, cuando no quieren, no lo hacen. La mayoría de las personas son guiadas por su intelecto y sus emociones, y su interés fundamental es satisfacer su propia carne, sus propios deseos.

Muchos se comunican con el Señor valiéndose de su mente y de sus emociones. Son pocos los que se comunican con El usando su voluntad. Es fácil encontrar creyentes que valoran las doctrinas de la Biblia. No se requiere mucho esfuerzo para escuchar un mensaje que no nos exige pagar ningún precio. Después de escuchar un buen mensaje, regresan contentos a casa, pero no sucede nada más. Otros tienen emociones sensibles. Siempre están activos trabajando para el Señor. Estos son mejores que los que son insensibles, pero son tan inestables como las olas del mar. Quizás ellos preparen un mensaje con mucho celo. Después de compartir el mensaje, es posible que piensen secretamente en su corazón cuán bueno fue su mensaje y cuántos fueron conmovidos.

Quizás estén tan gozosos que no puedan dormir en toda la noche. (Muchas personas no pueden dormir por causa del dolor, pero éstos no pueden dormir por causa del gozo). Estas personas se complacen con las actividades de la carne. Aunque estén sirviendo al Señor exteriormente, en realidad se satisfacen a sí mismas. No han entregado su voluntad plenamente al Señor. Deben consagrar su voluntad incondicionalmente al Señor y ser disciplinadas por El. Antes de ofrecer algún servicio válido al Señor, deben permitirle que guíe su mente y su parte emotiva, a fin de no ser gobernadas por una mente activa ni ser impulsadas por sus emociones.

En Génesis 18, cuando Dios estaba a punto de destruir la ciudad de Sodoma, fue a ver a Abraham, porque no podía ocultarle lo que iba a hacer. Abraham era amigo de Dios. El no era un esclavo de Dios, porque el esclavo no sabe lo que hace su señor; sólo el amigo conoce la mente de un amigo. No había barreras entre Abraham y Dios, y por esto Dios no podía ocultar lo que iba a hacer. Lot era pariente de Abraham; él pudo haber tenido mucho conocimiento espiritual, pero Dios no habló con él; sólo habló con Abraham.

Sería muy extraño si Lot se me acercara y me preguntara: “¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios?” Abraham era apto para conocer la voluntad de Dios, pero Lot no. Sería inútil que Lot supiera cuál era la voluntad de Dios. Lot aún seguiría siendo Lot. ¿Quién es usted? ¿Es usted Abraham o Lot? Muchos prestan atención sólo a los métodos para conocer la voluntad de Dios. Es necesario conocer los métodos, pero debemos ser como Abraham para comprenderlos. Si es alguien como Lot, quien está aprendiendo estos métodos, aunque sean los mejores, de nada servirán, porque es una persona que vive en el mundo. No ha puesto fin a su relación con el mundo ni con la posición que tiene en él.

Necesitamos aplicar la luz de Dios para ver si en nosotros hay pecados, sean grandes o pequeños. ¿Hemos cometido alguna injusticia? ¿Le debemos algo a alguien? ¿Hemos sido negligentes en nuestro comportamiento o hemos sido incorrectos en nuestras palabras, gestos o actitudes? ¿Estamos todavía aferrados a algo? Todos estos pecados, grandes y pequeños, afectan nuestra aptitud para conocer la voluntad de Dios.

En cuanto a conocer la voluntad de Dios, Pablo dijo que no debemos ser insensatos, sino entender cuál es la voluntad del Señor, así que manos a la obra.

Efesios 5:17. Nueva Biblia al Día (NBD). Por tanto, no se insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.

Bendiciones.



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