Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La Mente de Cristo en nosotros-




Romanos 12:1-2. Nueva Biblia al Día (NBD). Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

El deseo de nuestro corazón es que todo lo que emprendamos siempre salga de la mejor manera, que obtengamos los resultados que esperamos y aún mucho más; pero esto radica en que nuestras decisiones sean acertadas. Muchos hemos escuchado y leído que el ser humano no utiliza toda la capacidad mental y se hace evidente por las diferencias notorias dentro de las sociedades de cada uno de los países de la tierra; diferencias intelectuales, diferencias morales, diferencias de credo, diferencias políticas, diferencias económicas, que dan lugar a culturas, religiones, políticas, estratos sociales, marcados por la forma en que piensan los individuos que la conforman, también dan origen grupos económicos de diversos tipos que obedecen a intereses particulares.

Hay otros factores que hacen que la condición de la humanidad, de nuestra sociedad, la  de nuestra familia y la de nuestro ser, estén como la vemos hoy en día, pero hay un solo factor que puede hacer un cambio real y es que tengamos la mente de Cristo, eso hace la diferencia. 

Veamos nuevamente nuestro versículo con el que comenzamos este sermón pero de otra versión para enriquecernos aún más.

Romanos 12:1-2. Dios Habla Hoy (DHH). La vida nueva. Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Fuimos creados para crecer, fuimos creados para multiplicarnos en todas las cosas, fuimos creados para alcanzar metas, fuimos creados para soñar, fuimos creados para crear, fuimos creados para desarrollar, fuimos creados para ser felices, fuimos creados para disfrutar la vida, fuimos creados para compartir todas las cosas buenas con lo demás, fuimos creados con el propósito de glorificar a Aquel quien nos creó, nuestro Padre Celestial. Sin embargo, para muchos este panorama es lejano, para otros es desconocido y para otros es imposible, aunque hay un gran número que ha entendido algunas de las leyes de Dios a este respecto; también hay otro número de personas que las han entendido, pero viven sin tener en cuenta a Dios en todos sus caminos y asuntos.

1 Corintios 2:14-16. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen (se examinan) espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que Lo instruya? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.

El ideal para cada ser humano es el llegar a utilizar toda su capacidad mental para su propio bienestar y el de los demás, esa es la voluntad de Dios. Fuimos creados a imagen de Dios para darle la gloria sólo a él, y lo conseguimos cuando actuamos y vivimos desde su perspectiva, desde sus deseos, planes y propósitos, pero para eso hay que pensar como el piensa, él nos ha puesto en la tierra para que la administremos, para que la disfrutemos y para que velemos por el bienestar de la humanidad. 

Reflexionando en lo anterior podemos ver que como seres humanos, nos desviamos de los verdaderos propósitos para los que fuimos creados.

Isaías 55:8-9. Reina Valera Contemporánea (RVC). El Señor ha dicho: Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos. Así como los cielos son más altos que la tierra, también mis caminos y mis pensamientos son más altos que los caminos y pensamientos de ustedes.

No vemos que se refleje la voluntad de Dios en todos los lugares, ni en todas las personas y no porque Dios no haga algo al respecto, o que se haya equivocado con nosotros, o que se haya olvidado, el asunto es que como seres humanos y haciendo uso de nuestro libre albedrío tomamos muchas veces nuestras decisiones apoyadas en los deseos egoístas de nuestros corazones, en lo deseos por las cosas que el mundo ofrece, lo que despierta la codicia, y esa codicia lleva a otro mal que es el amor al dinero: la avaricia. 1 Timoteo 6:10. Nueva Traducción Viviente (NTV). Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.

Nuestro Señor Jesucristo apareció en medio nuestro, en medio de nuestras situaciones, en medio de nuestros hogar, para deshacer todas las obras del diablo, para dar vida, para sanar, para restaurar, para bendecir. Pero hay situaciones en la que el obra en nosotros, otras en los que obra por medio de nosotros, y otras en las que el Padre Celestial actúa directamente a través del nuestro Señor el Espíritu Santo.

Muchos podemos estar llevando nuestras vidas y tomando decisiones en nuestros propios deseos que a la larga no son convenientes para nadie. Es por eso que nos es muy necesario que volvamos y andemos por la senda antigua, la cual es nuestro Señor Jesucristo. La Biblia, la Palabra de Dios, las Escrituras, nos han sido dadas para pensar, actuar y vivir de acuerdo a los pensamientos de Dios, es nuestro manual de vida que nos es interpretado por nuestro Señor el Espíritu Santo, es él quien nos da la capacidad de entendimiento espiritual, para pensar de la manera correcta y la sabiduría necesaria para actuar y obrar.

La naturaleza carnal de la mente de los hombres y las mujeres está inclinada a hacia todo pensamiento contrario a hacer lo que agrada a Dios y lo que realmente le conviene.

Génesis 6:5-6. La Biblia de las Américas (LBLA). Y el Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal. Y le pesó al Señor haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón.

Profundicemos más sobre el tema, la mente de Cristo, para que el Señor el Espíritu Santo nos de más entendimiento acerca de esta gran verdad y sobre todo que podamos vivir en ella todo el tiempo. Empecemos con la definición de los diccionarios.

Drae (Del lat. mens, mentis). Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad. Psicología: Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo.

Diccionario bíblico Mundo Hispano. Una palabra del hebreo “lebh”, corazón, “nephesh”, alma; y del griego “Nous” y “dianoia”, la primera denota la facultad de estar consciente reflexivamente, de pensamiento moral y de saber, mientras que la otra significa meditación, reflexión.

Diccionario expositivo Vine del Nuevo Testamento. Nous (νου̂ς, G3563), mente. Denota, hablando en general, el asiento de la consciencia reflexiva, comprendiendo las facultades de la percepción y comprensión, y las de sentimiento, juicio y determinación. Su utilización en el NT puede analizarse de la siguiente manera; denota la facultad de conocimiento, el asiento del entendimiento, sentido, ánimo, sentido, alma

Dianoia (διάνοια, G1271), un pensar total, o sobre, meditación, reflexión. Significa la facultad del conocimiento, entendimiento, de reflexión moral

Fronema (φρόνημα, G5427), denota lo que uno tiene en la mente, el pensamiento; el contenido del proceso expresado en froneo , tener en mente, pensar; o un objeto del pensamiento.

Nefros (νεφρός, G3510), riñón. términos tales como nefritis, etc. Se usa, por lo general en forma plural, metafóricamente de la voluntad y de los afectos.

Diccionario Perspicacia. Facultad del cerebro que permite reunir información, razonar y extraer conclusiones. El término “mente” traduce varias palabras griegas afines que expresan cualidades de la mente, tales como juicio, percepción, inteligencia, raciocinio, pensamiento, intención, recuerdo, estado mental, opinión, inclinación y actitud. A veces, donde algunas versiones traducen “mente”, otras emplean los términos descriptivos o específicos ya mencionados. En las Escrituras Hebreas algunas versiones traducen por “mente” las palabras hebreas que propiamente significan “corazón”, “alma” y “espíritu”.

La inclinación natural de la mente del hombre imperfecto tiende al pensar incorrecto. La Biblia denomina esta inclinación “mente carnal” o “disposición de ánimo carnal” A los hijos de Dios se les recuerda que antes eran enemigos de Dios porque ocupaban sus mentes en malas obras. Colosenses 1:21. Nueva Traducción Viviente (NTV). Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones.

La mente del hombre “físico” (literalmente, “animal [de índole de alma]”), distinto del hombre “espiritual”, tiende hacia lo material. La fuerza que impulsa su mente es el resultado en parte de la herencia y en parte de lo que se le ha enseñado y lo que ha experimentado. Cuando se le presenta una cuestión, esta fuerza presiona o impulsa su mente en una dirección materialista o carnal.

Por lo tanto, a los cristianos o los hijos de Dios se les dice que “deben ser hechos nuevos en la fuerza [espíritu] que impulsa su mente”. (Efesios 4:22-24. Reina Valera Contemporánea (RVC). En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad).

Esta fuerza impulsora puede transformarse con un estudio de la Palabra de verdad de Dios y mediante la actuación de Su Espíritu, de manera que la actitud mental dominante de la persona se incline en la dirección correcta. Entonces, ante una determinada cuestión, esta fuerza inclinará a la mente al debido proceder espiritual.

1 Corintios 2:13-15. Reina Valera Contemporánea (RVC). De lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas espirituales con términos espirituales. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie.

Tal persona adquiere “la mente de Cristo”, cuya inclinación mental siempre fue espiritual. 1 Corintios 2:15-16. Reina Valera Contemporánea (RVC). En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién podrá instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. Romanos 15:5. Reina Valera Contemporánea (RVC). Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús.

El simple conocimiento o facultad intelectual no es suficiente para que alguien disfrute del favor divino. Estas cosas por sí mismas no rehacen la mente para que alguien haga la voluntad de Dios.

Romanos 12:2. Reina Valera Contemporánea (RVC). Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.

1 Corintios 1:19. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los inteligentes.

Se requiere la ayuda del Espíritu de Dios para conseguir entendimiento

Proverbios 4:5-7. Reina Valera Contemporánea (RVC). Adquiere sabiduría e inteligencia, y nunca te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. Ama a la sabiduría. Nunca la dejes, y ella te cuidará y te protegerá. En primer lugar, adquiere sabiduría; sobre todas las cosas, adquiere inteligencia.

1 Corintios 2:11. Reina Valera Contemporánea (RVC). Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Efesios 1:7-9. Reina Valera Contemporánea (RVC). En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia, la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento, y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo.

La “ley de la mente”. El apóstol Pablo llama ley de la mente a la que controla el funcionamiento de esta mente renovada en armonía con la “ley de Dios”, en la que se deleita la nueva mente. Pero la “ley del pecado”, que actúa en la carne caída, lucha contra la ley de la mente, de manera que hay un conflicto constante en los hijos e hijas de Dios.

¿Puede salir victorioso? Sí, “¡gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!”. La bondad inmerecida de Dios concede el perdón por los pecados de la carne sobre la base del sacrificio de rescate de Cristo y además proporciona la ayuda del Espíritu Santo. La situación del cristiano es diferente de la de aquellos que no lo son, como lo resume Pablo: “Así pues, con mi mente yo mismo soy esclavo a la ley de Dios, pero con mi carne a la ley del pecado”. (Romanos 7:21-25; Gál 5:16-17)

¿Cómo puede la mente salir victoriosa de esta batalla? El apóstol Pablo lo aclara aún más con las siguientes palabras: “Los que están en conformidad con la carne fijan la mente en las cosas de la carne; pero los que están en conformidad con el espíritu, en las cosas del espíritu. Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu significa vida y paz; porque el tener la mente puesta en la carne significa enemistad con Dios, porque esta no está sujeta [la carne caída, imperfecta] a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar [...]. Por eso, si el espíritu del que levantó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales mediante Su espíritu que reside en ustedes”. (Romanos 8:5-11.)

La “intención” del Espíritu. En Romanos 8:26-27, Pablo explica que quizás en algunas ocasiones los hijos e hijas de Dios no sepan exactamente qué pedir en oración como necesitan hacerlo. Pero Dios sabe que desean que se cumpla Su voluntad, y sabe también lo que sus hijos necesitan. En el pasado Dios hizo que se registraran en su Palabra muchas oraciones inspiradas que expresaban su voluntad o su interés en ellos. De modo que Él acepta estas oraciones inspiradas como si fueran lo que su pueblo debiera desear y pedir en oración, y las contesta.

Dios conoce a los de corazón recto y también conoce el significado de las cosas que hizo que su Espíritu Santo hablara mediante los escritores de la Biblia. Sabe cuál es “la intención [mente, pensamiento] del Espíritu” cuando el Espíritu “aboga” o intercede de este modo por ellos.

Amar con la mente. El Padre Celestial predijo que haría un nuevo pacto bajo el cual el Espíritu Santo obraría para escribir sus leyes en la mente y corazón de su pueblo. (Hebreos 8:10; 10:16.) De esta manera pueden cumplir aquello de lo que depende toda la Ley y los profetas, a saber, “amar a Jehová su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con toda su mente, y a su prójimo como a sí mismo”. (Mateo 22:37-40; Lucas 10:27-28.) Se debe amar a Dios con todo el corazón (los deseos, sentimientos y emociones de la personalidad interior), con toda el alma (la vida y todo el ser) y con toda la mente (las facultades intelectuales).

Esta última frase significa que los hijos de Dios no solo deben amar con sentimientos, emociones y fuerza, sino que también deben emplear su mente de forma concienzuda para adquirir conocimiento de Dios y Cristo (Juan 17:3), conseguir entendimiento (Marcos 12:33; Efesios 3:18), servir a Dios y sus propósitos, y participar en declarar las buenas nuevas. Se les aconseja que “mantengan la mente fija en las cosas de arriba” (Colosenses 3:2), que “fortifiquen su mente para actividad” y “mantengan completamente su juicio”. (1 Pedro 1:13) El apóstol Pedro vio la importancia de despertar sus facultades de raciocinio claro para tener presentes las cosas aprendidas. (2 Pedro 3:1-2) Asimismo, deben tener muy presente la presencia del día de Jehová. (2 Pedro 3:11-12).

Cuando habló de los dones milagrosos del Espíritu Santo que actuaron en la congregación cristiana primitiva, Pablo destacó la necesidad de utilizar la mente. Dijo que en el caso de que orase en una lengua que no pudiera traducir, su mente sería infructífera. Además, si cantara alabanzas así, ¿cómo ayudaría al oyente que no entendiese la lengua? Por consiguiente, dijo que prefería hablar cinco palabras con su mente, con el fin de instruir a otros, que diez mil en una lengua desconocida; después estimuló a sus hermanos para que llegaran a estar plenamente desarrollados en facultades de entendimiento. (1 Corintios 14:13-20).

A los hijos de Dios se les manda que estén “unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar”. (1 Corintios 1:10; Filipenses 2:2; 1 Pedro 3:8) Por supuesto, esto significa unidad en lo relacionado con los intereses de la adoración pura, las cosas importantes, no en gustos personales o en asuntos de menor importancia, que se resolverán en el momento en que se adquiera la madurez. (Romanos 14:2-6,17) Tienen que ser “de la misma mente en el Señor” (Filipenses 2:2); no deben disputar, sino continuar “pensando de acuerdo”. (2 Corintios 13:11).

Los cristianos o hijos de Dios, tienen que esforzarse por conocer mejor a Dios en todo aquello en lo que Él se ha pronunciado. (Romanos 11:33, 34; 16:25, 26.) También deben tener la actitud mental de obediencia y humildad de Jesucristo; de este modo tendrán “la mente de Cristo”. (1 Co 2:15-16) Pedro aconseja: “Puesto que Cristo sufrió en la carne, ustedes también ármense de la misma disposición mental”. (1 Pedro 4:1)

Una mente embotada o corrupta. En el monte Sinaí, los israelitas tenían sus facultades mentales embotadas debido a que no habían vuelto sus corazones completamente a Dios; y lo mismo ocurrió con aquellos que se mantuvieron bajo la Ley después de que Dios la abolió por medio de Jesús. (2 Corintios 3:13-14) No reconocieron que Jesús era aquel a quien señalaba la Ley. (Colosenses 2:17) En cuanto a los hombres que no aprobaron tener a Dios en conocimiento exacto, sino que adoraron las cosas creadas, “Dios los entregó a un estado mental desaprobado”, quedando mentalmente en oscuridad y haciendo todo tipo de cosas inútiles e impropias. (Romanos 1:28; Efesios 4:17-18).

Los hombres de mente corrupta resistieron la verdad incluso en el tiempo de Moisés, y más tarde tales hombres lucharon contra el cristianismo verdadero, algunos hasta alegaron que eran cristianos, pero intentaron dividir y perturbar las congregaciones. (2 Timoteo 3:8; Filipenses 3:18-19; 1 Tito 6:4-5). Esa clase de personas tienen las mentes y conciencias contaminadas y nada es limpio para ellas; por lo tanto, hablan sin provecho en su intento de embaucar las mentes de los cristianos verdaderos y esclavizarlos a opiniones humanas. (Tito 1:10-16) Por esta razón, es esencial que todos los cristianos, en particular los que están en puestos de responsabilidad, sean de juicio sano. (Romanos 12:3; 1 Timoteo 3:2; Tito 2:6; 1 Pedro 4:7).

El “dios de este sistema de cosas”, el diablo, ciega las mentes de los incrédulos a la iluminación de las buenas nuevas acerca del Cristo. 2 Corintios 4:4. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pues como ellos no creen, el dios de este siglo les ha cegado el entendimiento para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Por lo tanto, existe el peligro de que este enemigo de Dios pueda seducir a los cristianos con su astucia y corromper sus mentes “de la sinceridad y castidad que se deben al Señor Jesucristo”.

2 Corintios 11:3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Pero me temo que, así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así también los sentidos de ustedes sean de alguna manera apartados de la sincera fidelidad a Cristo.

Por este motivo, es necesario que los cristianos demuestren unidad de mente, sean razonables y sigan orando para que la paz de Dios “que supera a todo pensamiento” guarde sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús. (Filipenses 4:2, 5-7)

Curar y abrir la mente. El Señor Jesucristo devolvió el juicio a un endemoniado, lo que mostró su poder para hacerlo incluso en el caso de las personas a las que los demonios habían enloquecido. (Marcos 5:15; Lucas 8:35). El Señor también puede abrir las mentes de los que tienen fe para que capten el significado de las Escrituras. (Lucas 24:45) Las personas tímidas o las que se sienten inferiores intelectualmente pueden obtener consuelo de las palabras del apóstol Juan: “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado capacidad intelectual para que adquiramos el conocimiento del verdadero (Dios)”. (1 Juan 5:20)

Como hijos de Dios necesitamos ser renovados constantemente. La renovación de la mente de los hijos de Dios es un proceso para toda la vida y en consecuencia la vida de esa persona va a reflejar a nuestro Señor Jesucristo a través de su forma de pensar, de hablar, de obrar y vivir en todos los aspectos, con la guía y la ayuda de nuestro Señor el Espíritu Santo.

Salmos 37:23. Reina Valera Contemporánea (RVC).  El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida.

Proverbios 16:3. Reina Valera Contemporánea (RVC). Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados.

Proverbios 21:2. Nueva Biblia al Día (NBD). A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones.

El llegar a conocer la profundidad del amor que Cristo siente por nosotros nos lleva a una más íntima relación de amor con él. La mente de Cristo trata en esencia sobre una relación relación de amor en la que permitimos que nuestro Señor Jesucristo viva en nosotros y en la que llegamos a ser semejantes a él, necesitamos ser llenos de su Espíritu Santo y rendirnos por completo a su señorío.

El reino de los cielos no se hace notorio y no se produce por la observancia exterior, sino mediante la obra vivificadora y regeradora de nuestro Señor el Espíritu Santo. Los cambios que Dios produce en sus hijos e hijas son secretos e internos, pero darán fruto visible en la manera de vivir y de relacionarse con Dios y con los demás. Podemos ver también que cuando los ministros de la iglesia ayudan a los miembros de ella a cultivar la mente de Cristo, trae como como resultado que el cuerpo, o las piedras vivas, o los hijos de Dios, funcionen de acuerdo a los planes y propósitos de Dios para revelar la Salvación que es en nuestros Señor Jesucristo a todos aquellos que carecen de la luz verdadera.

Juan 15:7-9. Nueva Biblia al Día (NBD). Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.

Permanecer en Jesucristo es la forma correcta para llegar a tener el mismo sentir de Dios y que en nosotros pueda gobernar la mente de Cristo, para poder llegar entender a plenitud las verdades espirituales y vivirlas de la manera que agrada al Padre Celestial. 

Salmos 40:8. Nueva Traducción Viviente (NTV). Me complace hacer tu voluntad Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.

Bendiciones.

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