Juan
17:1-3. Dios Habla Hoy (DHH). Después de decir
estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: Padre, la hora ha llegado: glorifica a
tu Hijo, para que también él te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo
autoridad sobre todo hombre, para dar vida eterna a todos los que le diste. Y
la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien tú enviaste.
Ha sido siempre el anhelo de nuestro Padre
Celestial que la humanidad se acerque a Él, le busque y le conozca. Ha sido el
hombre quien a través de la historia ha tenido una actitud de alejarse de él, que
para nada sorprende, pues fue iniciada en el Jardín del Edén desde el momento
mismo de la caída.
Jeremías
9:23-24. Nueva Traducción Viviente (NTV). Esto dice
el Señor: No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su
poder, o el rico, de sus riquezas. Pero los que desean jactarse que lo hagan
solamente en esto: en conocerme verdaderamente y entender que yo soy el Señor quien
demuestra amor inagotable, y trae justicia y rectitud a la tierra, y que me
deleito en estas cosas. ¡Yo, el Señor, he hablado!
Conocer a Dios es tener un íntimo
conocimiento práctico de su intervención en nuestro diario vivir, en medio de
cada situación y en medio de cada circunstancia que enfrentamos; para aquellos
a quienes Dios nos buscó y alcanzó en su amor y misericordia, hay una gran
necesidad de que podamos llegar a conocer al Padre Celestial en todos sus
aspectos, deseamos verlo obrando en todos nuestros asuntos, deseamos tener una
comunión constante. En el tema de estudio de hoy vamos a profundizar en esto para poder
llegar a conocerlo aún más de lo que lo hayamos hecho hasta ahora: ese es nuestro
objetivo
Pero dentro de nuestro ser hay un vacío
existencial que anhelamos que sea llenado de la manera correcta, pero ahí es dónde
viene el dilema del ser humano, que sólo puede ser llenado por nuestro Señor
Jesucristo y el Señor el Espíritu Santo. Ese vacío en la humanidad apareció
cuando nuestros primeros padres Adán y Eva decidieron entrar en la
desobediencia haciendo caso de la tentación que les presentó el diablo en el
jardín del Edén; fue entonces cuando Dios se apartó de la raza humana por la
entrada del pecado y la llegada de la maldición, pero esto fue también el inicio
para nuestra redención por nuestro Salvador, el Mesías, nuestro hermano mayor y
Señor Jesucristo.
Mateo
11:27. Traducción en lenguaje actual (TLA). A los que estaban allí les dijo: Mi Padre me ha dado todo, y es el único que me conoce,
porque soy su Hijo. Nadie conoce a mi Padre tan bien como yo. Por eso quiero
hablarles a otros acerca de mi Padre, para que ellos también puedan conocerlo.
Juan
14:8-10. Reina-Valera 1960 (RVR1960). Felipe le
dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo
hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees
que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las
hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las
obras.
Pero conocer a Dios no es lo mismo que
conocer acerca de Dios; conocer acerca de Dios es saber teología, tener
religión, es tener un conocimiento general de la Biblia, es tener conceptos e
ideas adquiridas o preconcebidas desde nuestro punto de vista humano, es tener
cómo hábitos ciertos ritos religiosos, es creer que siendo parte de una
congregación o determinado grupo religioso, ya lo conocemos, todo lo anterior es
muy necesario y es parte de estar en comunión y de alcanzar un estilo de vida
que nos acerque más a él; todo lo anterior es muy importante, pero para
conocerlo debemos tomar algunas acciones y actitudes sencillas y que son ley
espiritual.
Primero veamos que nuestro Padre
Celestial es Espíritu y debemos buscarlo en espíritu y verdad, porque los
únicos beneficiados somos nosotros al hacerlo, es la manera de poder tener esa
comunión que anhelamos y necesitamos. Dios nunca va a dejar de ser Dios, el es
el Creador de todo lo que existe, y el camino de nuestra salvación y de nuestra
redención está marcado para darnos vida eterna y la correcta forma de
conducirnos en esta tierra con nuestros semejantes y con nosotros mismos, es la
manera correcta de llevar una estrecha relación con el Padre Celestial.
Juan
4:22-24. Traducción en lenguaje actual (TLA). Ustedes
los samaritanos no saben a quién adoran. Pero nosotros los judíos sí sabemos a
quién adoramos. Porque el salvador saldrá de los judíos. Dios es espíritu, y
los que lo adoran, para que lo adoren como se debe, tienen que ser guiados por
el Espíritu. Se acerca el tiempo en que los que adoran a Dios el Padre lo harán
como se debe, guiados por el Espíritu, porque así es como el Padre quiere ser
adorado. ¡Y ese tiempo ya ha llegado!
Juan 5:25.
Traducción en lenguaje actual (TLA). Una cosa es
cierta: ahora es cuando los que viven alejados de Dios me oirán a mí, que soy
su Hijo. Si me obedecen, tendrán la vida eterna.
A continuación, veamos lo que los
diccionarios nos pueden decir.
Concordancia Strong H3045 yada
(יָדַע), saber, entender, comprender, conocer. En esencia, yada
significa, saber por observación y reflexión, y saber por experiencia. Un
ejemplo de la primera acepción sería Génesis 8:11, donde Noé «comprendió» que
las aguas habían disminuido después de ver la hoja de olivo en el pico de la
paloma; lo «supo» después de observar y reflexionar sobre lo que había visto.
En efecto, no vio ni experimentó personalmente que las aguas habían menguado.
Concordancia Strong G601 ἀποκαλύπτω
apokalúpto, quitar la cubierta. Revelar, descubrir,
manifestar, revelar, venidero.
Concordancia Strong G1921 ἐπιγινώσκω
epiginósko, conocer, reconocer. Por implicación
familiarizarse por completo con, reconocer, bien conocido, comprender, conocer,
entender, informarse, reconocer, saber.
Es así como en el caso del Faraón este niega
conocer a Jehová y rehúsa reconocer su autoridad sobre él. Éxodo 5:2. Traducción en lenguaje actual (TLA). Pero el rey contestó: ¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué
tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni
tampoco voy a dejar que ustedes se vayan!
Veamos varios conceptos: «conocer» a Dios es lo mismo que temer y este temor es reverente, es un reconocimiento de quien es
realmente Dios, es un reconocimiento a su santidad, a su amor, a su poder.
1 Reyes
8:43. La Biblia de las Américas. (LBLA). Escucha tú
desde los cielos, el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el
extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre
para que te teman, como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu
nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.
También «conocer»
a Dios es lo mismo que servirle. 1 Crónicas 28:9 Dios Habla Hoy
(DHH). Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de
tu padre y sírvele de todo corazón y con buena disposición, porque el Señor
examina todas las conciencias y distingue cualquier intención y pensamiento.
Así que, si tú lo buscas, él permitirá que lo encuentres; pero si te apartas de
él, te rechazará de una vez para siempre.
Y asimismo
confiar se toma también como «conocer» a Dios. Isaías
43:10 Dios Habla Hoy (DHH). El Señor afirma: Ustedes
son mis testigos, mis siervos, que yo elegí para que me conozcan y confíen en
mí y entiendan quién soy. Antes de mí no ha existido ningún dios, ni habrá
ninguno después de mí.
En contraste con este «saber» que es
fruto de la reflexión, encontramos el «saber» que viene de la experiencia con
los cinco sentidos, de examinar y demostrar, de reflexionar y considerar (saber
de primera mano). Por tanto, yada se usa como un paralelismo sinónimo de «oír» (Éxodo 3:7), «percibir» (Génesis 18:21), y (Job 28:7).
José informó a sus hermanos que uno de ellos tendría que permanecer en Egipto
para que él pudiera «saber» si ellos eran o no hombres honrados (Génesis 42:33).
En el huerto de Edén, a Adán y Eva se
les prohibió comer del árbol cuyo fruto les daría la experiencia del mal y, por
ende, el conocimiento del bien y del mal. Por lo general, el corazón juega un
papel importante en «saber» (comprender). Debido a que experimentaron la
presencia sustentadora de Dios durante su peregrinaje en el desierto, los
israelitas «comprendieron» en sus corazones que Dios les estaba disciplinando y
cuidando como un padre vela por un hijo (Deuteronomio 8:5).
Un corazón desviado puede estorbar esta comprensión (Salmo 95:10).
Dios se revela por la ley y la promesa. Dios no se dio a conocer por su nombre a
Abraham, Isaac y Jacob, se les reveló mostrándoles que era el Dios
del pacto. El pacto no se cumplió sino hasta el tiempo de Moisés. La
declaración en Éxodo 6:3 sugiere que desde ahora él se revelaría por «su nombre»; los
guiaría hasta poseer la tierra. Dios se da a conocer mediante hechos de
revelación, por ejemplo, ejecutando juicio contra los impíos (Salmo 9:16) y
liberando a su pueblo (Isaías 66:14). También se revela a través de la palabra hablada, por
ejemplo, los mandamientos que dio a través de Moisés (Ezequiel 20:11) por las promesas como las que dio a David (2 Samuel 7:21).
Salmos
40:8. La Biblia de las Américas (LBLA). Me deleito
en hacer tu voluntad, Dios mío, tu ley está dentro de mi corazón.
Salmos
37:4. Dios Habla Hoy (DHH). Ama al Señor con
ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.
Para conocerlo debemos amarlo con sinceridad
de corazón y mucha ternura, porque para aquellos que conocen al Señor desde la
perspectiva divina no serán estériles y estarán llamados a dar fruto en todas las
cosas en todo tiempo. Esa es la característica principal de los que conocen a
Dios conforme a los deseos de su corazón, siempre estarán incubando algo nuevo
con lo que puedan dar gloria al Padre Celestial.
Pero es muy importante para nosotros que
no nos dejemos llevar por las emociones, la experiencia emocional no es conocer a Dios. Las emociones humanas juegan papeles muy importantes en la vida, estas nos
fueron dadas como una parte esencial de nuestro ser. Esto es natural, y a menudo
completamente sano, pero algunas personas se dejan llevar por las emociones y
hacen cosas que no deberían hacer, para conocer a Dios; pero para conocerlo lo debemos hacer partiendo
desde nuestro espíritu, con experiencias realmente espirituales. Las emociones
pueden ser confusas, inciertas y aun peligrosas en ciertos momentos de nuestra
vida.
Al respecto, el profeta Jeremías dice: "Engañoso es el corazón más que todas las
cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9. RVR1960). "El que confía
en su propio corazón es necio…" (Proverbios 28:26). Está claro que confiar en los sentimientos o dicho de otra
manera, el dejarse gobernar por ellos, pueden llevar a muchos a cometer grandes
equivocaciones, las cuales nos pueden alejar del verdadero conocimiento de
Dios.
Como hijos o hijas de Dios, estamos llamados a controlar nuestras
emociones, bajo la dirección del Espíritu Santo, de manera que la Palabra Dios sea la fuente y el medio para
conocer la verdad y no uno mismo. La Biblia revela esta verdad: "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que
camina es el ordenar sus pasos" (Jeremías 10:23 RVR1960).
Así que, a fin de conocer realmente a Dios, primero debemos
entregar nuestra vida a Dios y recibir en nuestro corazón a nuestro Señor Jesucristo. Nada es más importante que entender esta verdad cuando se trata de conocer
a Dios. Pero eso es apenas nuestros pasos iniciales en nuestra vida eterna,
debemos tener ese tiempo de intimidad con Dios, pero aún más importante que
tengamos un corazón con el deseo de buscarlo, de agradarlo, de amarlo, con un
corazón que de reconocimiento de su amor, de su grandeza y de su poder.
Salmos 51:17. Traducción en lenguaje
actual (TLA). Para ti, la mejor ofrenda es la
humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se
arrepiente.
Juan 14:6. Dios Habla Hoy (DHH). Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Solamente por mí se puede llegar al Padre.
Juan 1:12-13. Dios Habla Hoy (DHH). Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les
concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no
por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Juan 14:15. Traducción en lenguaje actual
(TLA). Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen
mis mandamientos.
Una de las cosas que nuestro Señor Jesucristo nos vino a mostrar y
a revelarnos es que a través de y del Señor el Espíritu Santo, podemos tener
una relación de hijos con nuestro Creador, el Padre Celestial. La posibilidad
de tener una relación así con Dios era inaccesible dentro del marco del Antiguo
Testamento, esta fue una verdad revolucionaria cuando nos fue revelada por nuestro Señor Jesucristo.
Mateo 6:9. Traducción en lenguaje actual
(TLA). Ustedes deben orar así: Padre nuestro que
estás en el cielo: que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios.
Sin embargo, ésa fue exactamente la razón por la que Jesucristo
vino a la tierra, para morir en la cruz por nuestros pecados y revelar al Padre
celestial, para que usted y yo pudiéramos conocerlo más
íntimamente. “Padre”,
que aparece 245 veces en el Nuevo Testamento, fue la palabra favorita de Jesús para referirse a Dios; la
mencionó catorce veces sólo en el Sermón del monte, y también utilizó este
nombre para comenzar a orar (Mateo
5-7). El propósito de Dios es revelar que Dios no
es solamente una fuerza trascendente en algún lugar del universo, sino más bien
un Padre Celestial amoroso y personal que está profundamente interesado en los
detalles de nuestra vida.
Cuando nos presentan a alguien por su nombre, así lo identificamos
y empezamos a conocerlo en todas sus facetas haciendo en nosotros una imagen mental
de quien realmente es, por lo que ha dejado ver de su vida, de sus decisiones y sus
acciones. Muchas personas, no piensan que Dios sea un padre tan cercano,
especialmente si se hallan viviendo en desobediencia. Pero la Escritura se
refiere una y otra vez a Él como “Padre”. Las cartas de Pablo, por ejemplo,
comienzan de esa manera, y el apóstol describe a los creyentes como una casa o
una familia de Dios, los llama hijos de Dios y coherederos con Su Hijo
Jesucristo (Romanos
8:17).
El nombre de Jesucristo nos fue dado para que veamos toda la
autoridad del Padre Celestial delegada a nuestro Señor en los cielos y en todo
lo que fue creado. Esto lo vemos en Filipenses 2:9-11 RVR1960. Por lo cual
Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Ahora veamos las maneras en que el Padre Celestial quiere que le
conozcamos a través de su hijo Jesucristo.
1 Juan 3:8. Palabra de Dios para Todos
(PDT). El que sigue pecando es del diablo, pues el
diablo siempre ha pecado, por eso el Hijo de Dios vino para destruir las obras
que hace el diablo.
Juan 10:10. Dios Habla Hoy (DHH). El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir;
pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Lucas 4:16-21. Dios Habla Hoy (DHH). Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El
sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer
las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo
encontró el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque
me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a
anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor. Luego Jesús cerró el
libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí
tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: Hoy mismo se ha
cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Nuestro Padre Celestial desea que le conozcamos con la ayuda de
nuestro Señor el Espíritu Santo, como aquel que nos creó, como aquel que quiso rescatarnos
de la condenación eterna en el lago de fuego por su perfecto amor, como aquel
que nos ha adoptado por medio de su Hijo Jesucristo, el quiere que lo
conozcamos como el que puede sanarnos, como el que puede librarnos de toda
clase de esclavitud y tormento, como el que puede liberarnos de nuestros pecados
y de toda mala manera de vivir, como aquel que nos puede dar el verdadero valor
a nuestras vidas, como aquel que puede restaurarnos, como aquel que puede regenerarnos
en todo el sentido de la palabra, como aquel que nos puede dar gozo y alegría
verdaderos, como aquel Dios de misericordia que se deleita en amar, en perdonar,
en protegernos, en pelear por nosotros, en hacer justicia, en bendecir, en
instruir, en guiar, en pastorear, en hacernos útiles en sus manos, en darnos propósitos
y en mostrarnos que nos hace parte de sus planes.
Juan 16:13-15. Reina-Valera 1960
(RVR1960). Pero cuando venga el Espíritu de verdad,
él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me
glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el
Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Mateo 7:7-12 Dios Habla Hoy (DHH). Pedir,
buscar y llamar a la puerta. Pidan, y Dios les
dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el
que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le
abre. ¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando
le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su
Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan! Así pues,
hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes;
porque en eso se resumen la ley y los profetas.
Él es quien está interesado en que todos nuestros asuntos estén de
la mejor manera, el Padre Celestial quiere darnos lo mejor a nosotros sus hijos
e hijas, pidamos en todo tiempo el poder estar en su presencia con un corazón conforme
al de él, que podamos permitir que nuestro ayudador el Señor el Espíritu Santo nos
pastoree hacia ese propósito.
Recordemos a continuación las promesas que tenemos a este respecto en el siguiente texto bíblico y que con la ayuda divina podamos experimentar su presencia y conocerle como ese Padre amoroso y fiel que desea darnos lo mejor, que desea que nosotros y nuestras familias tengamos bienestar y disfrutemos de un futuro lleno de esperanza, que podamos ver su favor y su mano poderosa por todos nuestros asuntos.
Recordemos a continuación las promesas que tenemos a este respecto en el siguiente texto bíblico y que con la ayuda divina podamos experimentar su presencia y conocerle como ese Padre amoroso y fiel que desea darnos lo mejor, que desea que nosotros y nuestras familias tengamos bienestar y disfrutemos de un futuro lleno de esperanza, que podamos ver su favor y su mano poderosa por todos nuestros asuntos.
Romanos 8:24-39. Dios Habla Hoy (DHH). Con esa esperanza hemos sido salvados. Sólo que esperar
lo que ya se está viendo no es esperanza, pues, ¿quién espera lo que ya está
viendo? Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que
esperarlo sufriendo con firmeza. De igual manera, el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu
mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con
palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu
quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los
del pueblo santo.
La obra salvadora de Dios
Sabemos que Dios dispone
todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de
acuerdo con su propósito. A los que de antemano Dios había conocido, los
destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero
entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio, también los
llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio
parte en su gloria.
¿Qué más podremos decir?
¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios
no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos
nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?
¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es
quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando
por nosotros. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o
las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el
peligro, o la muerte violenta? Como dice la Escritura:
Por causa tuya estamos
siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.
Pero en todo esto salimos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada
podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni
los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más
alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada
podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro
Señor!
Bendiciones.
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