La vida de cada
ser humano se construye sobre la base de las decisiones, sean buenas o malas y
en ese camino hay momentos de grandes encrucijadas, de momentos y
circunstancias en la que todo parece oscuro, confuso y en algunas ocasiones
hasta imposible y sin esperanza; en ocasiones nos encontramos en situaciones
en las que no pedimos estar, otras veces esas situaciones han llegado por causa
de otras personas y otro tanto son por nuestras propias decisiones.
1 Corintios 10:22-24. Traducción en lenguaje actual (TLA). ¿O es que quieren que Dios se enoje? ¡Nosotros no somos
más fuertes que Dios! Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que
quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece
la vida cristiana. Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no
sólo en nosotros mismos.
En esos
momentos es que necesitamos y deseamos encontrar la solución y buscamos siempre la
manera de encontrar la salida a veces de maneras equivocadas; otro tanto de
personas llega a tomar decisiones irremediables, otras veces fatales que marcan
el rumbo a seguir de sus vidas y las de las personas que los rodean.
Solo en Cristo podemos experimentar lo que es realmente tomar decisiones acertadas y que dan fruto para vida eterna con la guía y la ayuda de nuestro Señor el Espíritu Santo.
Solo en Cristo podemos experimentar lo que es realmente tomar decisiones acertadas y que dan fruto para vida eterna con la guía y la ayuda de nuestro Señor el Espíritu Santo.
Juan 14:5-7. Traducción en lenguaje actual (TLA). Pero Tomás le dijo: —Señor, si no sabemos a dónde vas,
¿cómo vamos a saber qué camino tomar? Jesús le respondió: —Yo soy el camino, la
verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre. Si ustedes me
conocen a mí, también conocerán a mi Padre. Y desde ahora lo conocen, porque lo
están viendo.
Es bueno
recordar que no siempre lo que deseamos y decidimos es realmente lo que nos
conviene y lo que necesitamos. Es acá donde debemos detenernos a pensar en que
podemos hacer muchas cosas, y tomar decisiones una y otra vez de acuerdo a
nuestro libre albedrío, llevando una vida manejada por nuestros deseos y nuestros
sentidos o simplemente una vida impulsada por las circunstancias que nos acompañan
desde el día de nuestro nacimiento.
Mateo 7:11. Traducción en lenguaje actual (TLA). Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con
mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará buenas cosas a quienes se
las pidan.
Sólo en Dios
podemos ver nuestras vidas con propósitos y realización existencial, sólo
guiados por el Padre Celestial a través de su Espíritu Santo, podremos
encontrar el verdadero camino que nos dará satisfacción y nos conducirá a tomar
las mejores y más convenientes decisiones. Es bueno recordar que el Padre
Celestial quiere siempre lo mejor para nosotros, él desea que lleguemos a
disfrutar de la vida, él espera que nos desarrollemos de la manera adecuada,
que demos buenos frutos en todo lo que somos y emprendemos, que seamos personas
que constantemente estemos produciendo buenas obras.
Jeremías 29:11-14. Traducción en lenguaje actual (TLA). Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son
para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. Cuando ustedes me
busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. Estaré
con ustedes y pondré fin a su condición de esclavos. Los reuniré de todas las
naciones por donde los haya dispersado, y los haré volver a Jerusalén. Les juro
que así lo haré.
Muchas veces
nos puede llegar a invadir la angustia de no saber qué hacer cuando se supone
que debemos saberlo y esto ejerce una presión muy fuerte sobre los hombros de
cualquier persona. Tomar decisiones acertadas es realmente el buscar y encontrar
el camino hacia nuestro propósito de ser y de existir. Nos planteamos cómo
llegar de un punto al siguiente sin cometer errores perjudiciales, pero el
corazón nos puede llegar a engañar, es por eso que debemos pensar de la
manera correcta y en cada momento estar conscientes de que está en
juego nuestro futuro y el de nuestra familia.
Jeremías 17:9. Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio;
¿Quién lo comprenderá?
Proverbios 14:12. Palabra de Dios para Todos (PDT). Hay caminos que a uno le parecen correctos, pero en
realidad llevan a la muerte.
A continuación,
veremos a través de la vida Josafat la valiosa enseñanza de como aprender a
tomar decisiones en los momentos difíciles y oscuros de nuestras vidas.
Comencemos con el trasfondo de esta historia. Josafat era el
rey de la próspera Judá, un reino codiciado desde hacía siglos por las naciones
vecinas. Las fuerzas armadas del rey no eran lo suficiente numerosas para
enfrentar a más de una nación a la vez. Las posibilidades de triunfar sobre los
amonitas, los moabitas y los Edomitas, eran de cien a cero, en pocas palabras
todo estaba perdido, el destino para Judá y su rey desde todo punto de vista
humano era la aniquilación total.
En aquella
época todos esperaban que el rey supiera qué hacer, que tomara las decisiones
acertadas, el ejército esperaba órdenes concretas, los pueblos que constituían
Judá aguardaban un edicto con regulaciones y procederes estratégicos para
tiempos de guerra. La presión que sentía Josafat se acrecentaba con cada
mensajero que llegaba para avisar sobre la distancia a la que estaban las
tropas enemigas, pero a pesar de todo ello, el monarca eligió presentar su
causa ante el Señor.
La decisión del
rey Josafat puede ser evaluada por muchos como absurda a nivel bélico, o peor
aún, calificarla como una decisión errada y sin sentido común. Cualquiera que
no conozca a Dios puede pensar que esta historia es un mito, que en la vida
real sería una completa locura, un suicidio de una nación entera, pero los que
somos de Cristo sabemos que nuestro Padre Celestial pelea por cada uno de sus
hijos e hijas en cada una de las naciones dónde se encuentren.
Las decisiones
son parte de nuestro diario vivir en esta tierra, las tomamos en cada instante,
en cada asunto, en cada situación que enfrentamos, pero no todas tienen un
carácter tan dramático como la del pueblo de Judá y su rey Josafat, pero cada
una tiene resultados buenos y malos sobre nuestro presente y nuestro futuro, construimos
el edificio de nuestras vidas con cada una de ellas. Es por eso que nuestras decisiones
no deben ser tomadas con ligereza, ni tampoco con temor, lo debemos hacer de
manera acertada y con sabiduría.
Tomamos
decisiones para comer, para vestirnos, para dormir, para levantarnos, para
estudiar, para trabajar, para vivir en determinado lugar, para elegir nuestras
amistades en fin las tomamos con todo lo que nos relacionamos y con lo que deseamos. Hay
decisiones que condicionan destinos, que definen porvenires, esas deben ser
observadas y tomadas con mayor cautela, con prudencia y con fe.
Pero debemos
partir del punto en que hemos sido redimidos, comprados y cambiados en nuestra
naturaleza y genética espiritual; ahora somos hijos de Dios, nos conviene sólo las
cosas del reino de los cielos, nos conviene tomar decisiones conforme a los
parámetros del Padre Celestial. El Espíritu Santo está con nosotros y nos
guiaría a toda verdad y esa promesa es eterna para los hijos de Dios.
No siempre hay que saber qué hacer, pero es necesario saber a quién siempre acudir. Dios ve lo que yo no veo, puede lo que yo no puedo, sabe lo que yo no sé, así que es una decisión inteligente pedirle y permitirle a él guiarnos en la toma de nuestras decisiones.
No siempre hay que saber qué hacer, pero es necesario saber a quién siempre acudir. Dios ve lo que yo no veo, puede lo que yo no puedo, sabe lo que yo no sé, así que es una decisión inteligente pedirle y permitirle a él guiarnos en la toma de nuestras decisiones.
Juan 14:15-17. Traducción en lenguaje actual (TLA). Jesús promete
enviar al Espíritu Santo. Ustedes demostrarán que
me aman, si cumplen mis mandamientos. Y
yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre
los ayude y siempre esté con ustedes. Él les enseñará lo que es la verdad. Los
que no creen en Dios y sólo se preocupan por lo que pasa en este mundo, no
pueden recibir al Espíritu, porque no lo ven ni lo conocen. Pero ustedes sí lo
conocen, porque está con ustedes, y siempre estará en medio de ustedes.
Por absurdo que
le parezca a algunos el concepto de que Dios nos guía en todos nuestros asuntos
y en la toma de decisiones, es una verdad real para los hijos e hijas de Dios;
nuestro Padre Celestial es el Creador de todo los que existe en los cielos, de
todo el universo y lo que contiene, él es Creador de nuestro sistema solar, él creó la tierra en la que habitamos, él
nos creó como seres humanos a su imagen y semejanza y desea lo mejor para nuestras vidas.
Es por eso, por
lo que Dios nos guía de diferentes maneras, cada una de ellas única y clara,
pero se han de discernir espiritualmente. Nos guía a través de una certeza
sobrenatural por su Espíritu Santo a través de nuestro espíritu vivificado, o a
través de un pasaje de las Escrituras, o mediante una cadena de circunstancias.
En ocasiones llega a usar medios originales e irracionales como lo puede
ser una mula parlante.
Decidir bien
debe ser nuestro lema en todo momento, nuestra consigna en todos los asuntos y proyectos que
emprendamos. Nuestra nueva vida, es una relación cercana e íntima con Dios en todo
momento, de comunión total, sin intrigas, sin secretos, con transparencia, ese es nuestro estado ideal.
2 Crónicas 20:1-4. Nueva Biblia al Día
(NBD). Josafat derrota a Moab y Amón. Después de
esto, los moabitas, los amonitas y algunos de los meunitas le declararon la
guerra a Josafat, y alguien fue a informarle: «Del otro lado del Mar Muerto y
de Edom viene contra ti una gran multitud. Ahora están en Jazezón Tamar, es
decir, en Engadi.» Atemorizado, Josafat
decidió consultar al Señor y proclamó un ayuno en todo Judá. Los habitantes de
todas las ciudades de Judá llegaron para pedir juntos la ayuda del Señor.
Demos una
mirada a los diccionarios sobre el concepto de lo que es la decisión.
Decidir Hebreo determinar, H1504 גָּזַר, gazár: raíz primaria; cortar o arrancar;
(figurativamente) destruir, dividir, excluir o decidir: apartado, arrebatar,
cortar, destruir, determinar, dividir, excluir, partir, quitar,
sentencia, ser cortado, ser quitado.
La crisis, derivado del griego krísis
‘decisión’: del verbo kríno ‘yo
decido, separo, juzgo’, designa el momento en que se produce un cambio muy
marcado en algo o en una situación: en una enfermedad, en la naturaleza, en la
vida de una persona, en la vida de una comunidad. En política, designa la
situación política de un país cuando ha dimitido un gobierno y todavía no se ha
nombrado otro, o crisis de un gobierno al dimitir un ministro. En lenguaje
corriente, significa un cambio total o parcial de una situación. Pasar por una
crisis: dificultad, situación momentáneamente mala de una persona, grupo o
empresa. En economía: mala situación económica.
Se suele decir que toda crisis es una
oportunidad para un cambio de rumbo: Toda crisis es un fracaso de nuestra
humanidad y una oportunidad para ver el poder, la fidelidad y el amor de Dios a
favor nuestro por medio de sus promesas y la obra del Señor el Espíritu Santo.
En general es el cambio brusco en el curso de una enfermedad, mutación
importante en el desarrollo de procesos, cambio de una situación en un asunto o proceso
cuando está en duda la continuación, modificación o cese, momento decisivo de
un negocio grave y de consecuencias importantes, escasez, carestía, situación
dificultosa o complicada.
2 Crónicas 20:3. Nueva Biblia al Día
(NBD). Atemorizado, Josafat decidió consultar al
Señor y proclamó un ayuno en todo Judá.
La crisis es un fracaso porque el mundo se nos viene abajo, perdemos la
creencia o la confianza en un marco de seguridades al que hasta ahora nos
habíamos atenido, pero todo esto nos lleva a tomar decisiones; veamos la decisión y la actitud que tomó Josafat: él buscó
la presencia de Dios y guió a todo el pueblo a buscar la ayuda divina.
La dependencia nuestra al Espíritu Santo nos da la certeza y la convicción de que su voluntad es lo que realmente nos conviene.
La dependencia nuestra al Espíritu Santo nos da la certeza y la convicción de que su voluntad es lo que realmente nos conviene.
Eclesiastés 3:11. Dios Habla Hoy (DHH). Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso
además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no
alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará.
Podemos intentar salir de muchas maneras de todas las situaciones
adversas que estemos viviendo, pero nuestra naturaleza de hijos e hijas de Dios
nos hace que sólo anhelemos y busquemos la ayuda de nuestro Padre Celestial, es
nuestro espíritu vivificado el que nos hace que busquemos su rostro y su ayuda
en medio de nuestras dificultades, es el que nos hace colocar toda nuestra
esperanza y nuestra confianza en Dios, y desde lo más profundo de nuestro ser
decimos como Josafat:
Dios nuestro ¿acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. "!No sabemos qué hacer¡, !en ti hemos puesto nuestra esperanza¡”. 2 Crónicas 20:12. Nueva Biblia al Día. (NBD).
El apóstol Pablo supo lo que significa esta verdad para el que confía en Dios: "Porque andamos por fe, no por vista" (2 Corintios 5:7. RVR1960).
Dios nuestro ¿acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. "!No sabemos qué hacer¡, !en ti hemos puesto nuestra esperanza¡”. 2 Crónicas 20:12. Nueva Biblia al Día. (NBD).
El apóstol Pablo supo lo que significa esta verdad para el que confía en Dios: "Porque andamos por fe, no por vista" (2 Corintios 5:7. RVR1960).
2 Crónicas 20:4-10. Nueva Biblia al Día
(NBD). Los habitantes de todas las ciudades de Judá
llegaron para pedir juntos la ayuda del Señor. En el templo del Señor, frente
al atrio nuevo, Josafat se puso de pie ante la asamblea de Judá y de
Jerusalén, y dijo: Señor, Dios de
nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo, y el que gobierna a todas
las naciones? ¡Es tal tu fuerza y tu poder que no hay quien pueda resistirte!
¿No fuiste tú, Dios nuestro, quien a los ojos de tu pueblo Israel expulsó a los
habitantes de esta tierra? ¿Y no fuiste tú quien les dio para siempre esta
tierra a los descendientes de tu amigo Abraham? Ellos la habitaron y
construyeron un santuario en tu honor, diciendo: Cuando nos sobrevenga una
calamidad, o un castigo por medio de la espada, o la peste o el hambre, si nos
congregamos ante ti, en este templo donde habitas, y clamamos a ti en medio de
nuestra aflicción, tú nos escucharás y nos salvarás.”
Que el Padre Celestial nos ayude a entender que es a la manera de él, conforme a su voluntad para nosotros, que podemos salir de todas las malas situaciones, que es
derramando nuestro corazón delante de él, que es confiando en nuestro Padre
Celestial, que es creyendo la verdad espiritual, de que él conoce todas
nuestras circunstancias, nuestras pruebas, nuestras decisiones, que él conoce
nuestras necesidades económicas, que él conoce nuestros cuerpos, pero sobre
todo, en su eternidad él conoce nuestro futuro y que nos puede ayudar a tomar
las mejores decisiones; que aunque nos hayamos equivocado en el pasado o en
nuestro presente, él puede enderezar nuestro camino y llevarnos hacia su
voluntad que es buena, agradable y perfecta.
La respuesta de Dios no se hizo esperar y fue a través de un hombre del pueblo ,quien profetizó las buenas nuevas para ese momento. 2
Crónicas 20:15-17. Nueva Biblia al Día (NBD). Y
dijo Jahaziel: Escuchen, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escuche también
Su Majestad. Así dice el Señor: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean
ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes sino mía. Mañana, cuando
ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los
encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel. Pero ustedes no
tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus
puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá
y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos,
porque yo, el Señor, estaré con ustedes.”
Esa respuesta que necesitamos llega cuando reconocemos nuestra condición delante de Dios y nos
desbordamos en adoración y alabanza a nuestro Creador, a aquel quien nos adoptó
por medio de nuestro hermano mayor, nuestro Señor Jesucristo.
Es en esos momentos en los que debemos comportarnos de acuerdo a nuestra nueva naturaleza, es cuando debemos recordar nuestro linaje real y celestial, es cuando debemos tener conciencia espiritual y apropiarnos del lugar espiritual en Cristo, el lugar en el que hemos sido puestos. Es en una genuina dependencia al Señor en que podemos obtener la victoria que necesitamos, veamos el siguiente mensaje profético. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu" (Zacarías 4:6. RVR1960). Todo lo que debemos hacer como hijos e hijas de Dios es ubicarnos sobre los fundamentos de la fe para observar la gran victoria de Dios.
Es en esos momentos en los que debemos comportarnos de acuerdo a nuestra nueva naturaleza, es cuando debemos recordar nuestro linaje real y celestial, es cuando debemos tener conciencia espiritual y apropiarnos del lugar espiritual en Cristo, el lugar en el que hemos sido puestos. Es en una genuina dependencia al Señor en que podemos obtener la victoria que necesitamos, veamos el siguiente mensaje profético. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu" (Zacarías 4:6. RVR1960). Todo lo que debemos hacer como hijos e hijas de Dios es ubicarnos sobre los fundamentos de la fe para observar la gran victoria de Dios.
Descansemos en sus promesas, refugiémonos en nuestro Padre
Celestial, busquemos su rostro, en medio de las necesidades, en medio de las
tribulaciones, en medio de los problemas, porque en él tenemos solución y provisión
para todo lo que necesitemos en esta vida y en la venidera. Dispongamos nuestro
corazón y nuestro ser para ser pastoreados y guiados por nuestro Señor el Espíritu
Santo, pidamos en todo tiempo el ser llenos de su presencia, el ser llenos de
sabiduría, el ser llenos de inteligencia espiritual, el ser llenos del temor de
Dios, el ser llenos de su consejo, el ser llenos de dones y talentos; recordemos que nuestra
necesidad ya está suplida en Jesucristo. Recordemos sus promesas y apropiémonos de ellas para que se hagan
realidad en nuestras vidas y nuestras circunstancias.
Josafat descubrió el milagro que hay tras confiar a Dios lo
imposible. Dios lo sorprendió al punto que no tuvo siquiera que pelear. Nuestro
Padre Celestial siempre tiene mejores estrategias que las nuestras. Nos inspira la valentía de Josafat, pues no
sucumbió ante lo que sus sentidos físicos veían, antes buscó la guía y el
consejo de Dios.
Un hijo e hija de Dios triunfa en todo, porque busca aquello que Dios quiere, ese es el gran secreto que está disponible para aquellos que lo busquemos de corazón sincero. No hay logro más grande que hacer la voluntad de Dios. No hay felicidad más plena que seguir los planes y propósitos de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Un hijo e hija de Dios triunfa en todo, porque busca aquello que Dios quiere, ese es el gran secreto que está disponible para aquellos que lo busquemos de corazón sincero. No hay logro más grande que hacer la voluntad de Dios. No hay felicidad más plena que seguir los planes y propósitos de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Romanos 8:26-39. Dios Habla Hoy (DHH). De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega
a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios,
que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque
el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo.
Sabemos que Dios dispone
todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de
acuerdo con su propósito. A los que de antemano Dios había conocido, los
destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el
primero entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio,
también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos,
les dio parte en su gloria.
¿Qué más podremos decir?
¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios
no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos
nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?
¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos.
¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien
resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. ¿Quién nos podrá
separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la
persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte
violenta?
Como dice la Escritura: Por
causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas
llevadas al matadero. Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de
Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas
espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo,
ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor
que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
Reposemos en su presencia en la que hay plenitud de gozo, descansemos en Dios, porque él es el que puede vencer al enemigo de nuestras almas, él puede
devolvernos la salud, la paz, el gozo, él nos quiere bendecir y prosperar en
todas las cosas, porque somos sus hijos y quiere lo mejor para nosotros; presentemos
nuestras vidas a Dios en gratitud, en oración, en adoración y alabanza; mientras
estemos vivos aún hay esperanza para que se cumplan los propósitos Dios, él es el que abre puertas que
nadie puede cerrar, cuando el da una Palabra sobre nuestras vidas, la cumple por su fidelidad y su
naturaleza divina.
Job 22:28. La Biblia de las Américas
(LBLA). Decidirás una cosa, y se te cumplirá, y en
tus caminos resplandecerá la luz.
Bendiciones.
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